domingo, agosto 30, 2009

Ironía, maravillosa ironía

To-love-ru

Si creyera en algún Dios le daría las gracias por creado esos maravillosos recurso de la comunicación humana que son el sarcasmo y la ironía. Acto seguido le reprocharía algunas cosas, como la que constituye el motivo principal de esta entrada y que, sin valerme la ironía no podría comentar.
En su primera valoración, esta serie me pareció un producto bastante mediocre con un par de atisbos de originalidad y comedia y, ante todo, un dibujo excepcional. Por suerte, el tiempo y la maestría de un guionista que esta desperdiciando su vida durante cada instante que no escribe el próximo "Quijote" o "Guerra y Paz", fueron convirtiendo gradualmente a esta serie es una maravilla hiperbólica cuya calidad es dificil describir.
La serie ha finalizado abruptamente. Incomprensiblemente, claro. La madurez del público japonés podía verse en sus ventas y en el hecho de que ni siquiera había doujins basados en sus complejos personajes femeninos, pero allí donde el público le daba la espalda por su complejidad y densidad argumental había unos grandes editores que preferían confiar en una obra ambiciosa y compleja digna de Urasawa que en los miles de ejemplos de shonnen carentes de cualquier elemento original que se publicaban en su revista. To-love-ru era, sin duda, la joya de su corona, una serie que por sus elementos estaba destinada a fracasar en nuestros tiempos pero a revalorizarse con los años conforme las futuras generaciones consiguieran extraer de sus densas páginas las múltiples lecturas que se superponían en ellas como complicados jeroglíficos egipcios (no es falta de originalidad que hayamos visto repetirse algunos escenarios o situaciones, los autores en un alarde de generosidad han simplificado la densidad de sus mensajes para que todos pudieramos comprender el alma y el corazón de esta serie).
No obstante, no podemos permitir que los equinos problemas familiares de Yabuki nos amargen y hemos de disfrutar de lo que ha sido esta serie. Del impresionante desarrollo de los personajes de Lala, Rito, Haruna y cía durante sus 162 capítulos y como han avanzado las relaciones entre ellos. Recordaremos siempre como este manga nos sorprendía con giros argumentales de consecuencias impredecibles donde nunca sabía que podía pasar en cada instante y que chica acabaría desnuda en la siguiente página. Recordaremos la altruista tarea de promoción de baños, playas, saunas y cualquier variante de higiene que han llevado los creadores de la serie. Su constante denuncia de las fragiles texturas de los materiales de la ropa femenina actual y el resto de motivos de denuncia social que los valientes autores de este manga no se han cortado en mostrarnos sin tapujos.
Y por supuesto recordaremos su maravilloso final. Resulta increible como los creadores de esta serie han conseguido reunir las múltiples líneas argumentales de la serie en una sola escena y darles a todas un desarrollo y desenlace coherente con lo que habían sido hasta ese momento.
No obstante, el final deja la puerta abierta para una hipotética continuación que quizás, con suerte, algún día veamos.

viernes, agosto 28, 2009

Fisica elemental. Hoy: Teoría de cuerdas

One Piece 555 - Oars y su sombrero

Capítulo de relativa transición en esta saga de guerra absoluta en el que, no obstante, se entrevee un cambio en su desarrollo. La mayoría de los personajes han sido ya presentados y algunos de ellos comienzan a despedirse. Así, Little Oars Jr, gran revelación del capítulo anterior, ha caído en este. Oars, que ocupó a la banda durante una veintena de episodios, ha durado sólo uno en el gigantesco escenario que esta confrontación supone. La historia de Oars, aún tipicamente "One piecera" me ha parecido bastante floja, no obstante, y a pesar de lo que me gustaba la idea del gigante contra los vicealmirantes, el monstruo ha sido finalmente una excusa para comenzar a mostrar en acción a los shichibukais. Medio capítulo se ha ido con Oars y su historia, restando el resto para la irrupción de los piratas renegados en escena y para Boa y sus interminables piernas.
El capítulo, como ya parece norma, esta plagado de dobles páginas. En este capítulo, sinceramente, creo que hay algunas que sobran. Oars las necesita, es tan monstruosamente grande que el no dedicarle viñetas gigantescas reduciría al resto de personajes a meros puntitos, pero las suyas son unas escenas que carecen de fuerza. Oars es un personaje que apenas ha tenido un capítulo para presentarse, y por mucho que sus escenas nos recuerde a Saulo, la base sobre la que se sustentan no es demasiado firme. La historia del sombrero encaja dentro de los patrones de One Piece, pero es floja, es innegable. Oda consigue introducirla bien, y las reacciones de Ace y del propio Barbablanca son muy buenas, pero creo que en este caso la actitud tan descaradamente kamikaze del gigante, por muy "simple" que parezca su cerebro juega casi en su contra. Presenciamos una lenta ejecución en directo, un espectaculo dantesco donde un ser gigantesco avanza poco a poco contra una avalancha siendo sepultado por ella finalmente. Me ha parecido un desarrollo "de libro", Oars no ha supuesto otra cosa que una forma de prolongar la batalla y aumentar aún más la magnitud de esta. El gigantes nos ha dejado pequeños detalles como esos gigantes sorprendidos por tener que mirar hacia arriba y el primer mapa orientativo de Marinford de la saga, pero la suya es una lenta ejecución destinada a mostrar las habilidades de tres shichibukais (aunque sabemos que en esta serie nadie muere y lo cierto es que una historia de portadas protagonizada por Oars tendría un gran potencial).
Kuma y su extraño ataque "bomba" eran algo que ya conocíamos, aquí vemos como se vale de ellos para tumbar a este megagigante; como siempre en esta serie, en cada episodio un personaje nos parece el más fuerte de todos, aquí el hombre tranquilo ha vuelto a mostrar su terrible fuerza y es de suponer que pronto comenzara a liquidar a su expeditiva manera a todo lo que encuentre por delante. Kuma es vencible, un Zoro para el arrastre lo arañó y eso significa que seguramente esté dentro de las posibilidades de un subcapitán de Barbablanca, pero tengo la impresión de que Oda aún no quiere mostrarlo todo sobre este personaje (Vegapunk y Dragon parecen vinculados a él) y lo veremos sólo de forma colateral.
Donflamingo ha esperado trescientos capítulos para hacer algo. Este estrambótico pirata enloquecido y amante del caos y la locura no había hecho otra cosa que contemplarlo todo con una sonrisa burlona desde la distancia, y ahora por fin le hemos visto hacer algo. Era sabido o supuesto que era un marionetista, una habilidad que desde luego podía dar mucho juego a alguién como Oda. Ha comenzado a hacerlo. Todo son suposiciones, pero parece que los hilos con los que el shichibukai puede controlar a sus victimas no son tan intangibles como todos ingenuamente pensabamos, Así, como si nada, este histriónico personaje ha cortado una de las piernas del gigante en una escena cuyo nivel de "gore" no deja de sorprender en una serie siempre ha sugerido más que mostrado la violencia más salvaje. Este personaje es, hasta que quizás Mihawk lo remedie, el shichibukai con la recompensa más alta de todas, y no hace falta mencionar su completa amoralidad y el peso que además Oda le ha dado siempre en la historia. Esperamos ver más de él en el futuro.
Al contrario que el marionetista, el maestro de sombras Moria pertenece al pasado de la serie y es dificil pensar que podamos volver a verlo -más allá de esta saga- como un personaje con relativa importancia dentro de la trama futura de la serie. Moria y Thriller Bark supusieron una decepción para mí pues fue un arco con grandes momentos, pero donde las grandísimas ideas que por momentos se intuían daban paso después a un desarrollo mucho más convencional y decepcionante. No obstante, la fruta de Moria es muy poderosa y terriblemente sugerente, y creo que si no hubiera usado a Oars o "la técnica de Trunks" habría podido acabar plantar más cara a Luffy con su mera capacidad para intercambiarse con su sombra. Aquí hay sol y no creo que Moria pueda prescindir de su sombra para hacer muchas virgerias, pero aún así sus habilidades para robar sombras o para manipular estas puedan ser terribles en una batalla. Me ha gustado que haya dado la puntilla a Oars, pues no deja de ser una pequeña revitalización de un personaje cuyo "caché" había quedado muy mermado tras su saga. También resulta irónico que, siendo su sueño conseguir a Oars (aunque con una sombra mucho más ambiciosa que la del gigante amable que ha resultado ser el propio Oars), haya sido él mismo quien haya acabado con él sin muchas dificultades
Habiendose presentado tambien Mihawk ante Barbablanca un par de capítulos atrás, sólo quedaba uno de los cinco piratas renegados por mostrarse: la nunca suficientemente venerada Boa Hancock. Oda nos regala 4 páginas donde, como siempre, se recrea en el dibujo de Boa. El mangaka y su equipo la dibujan desde todos los ángulos y proporcionándole unos movimientos y una presencia que combinan elegancia, altivez y lascivia. De momento Boa no se ha ensuciado las manos y se ha limitado a eliminar "morralla" con un par de movimientos de sus pestañas y unas patadas donde se sabe donde comienza la pierna pero no donde acaba. Oda nos ha mostrado un poco más de sus extrañas e imponderables habilidades y después se ha limitado a ensalzarla en su trono y permitirle acabar tanto con piratas como marines. Porque, como no, todo se le perdona a la diva por excelencia de la serie.
Pocas lecturas más tiene un capítulo que, espero, sea el último de melee pura y dura y en el siguiente ya veamos a Barbablanca comenzar a hacer algo. La batalla se ha desencadenado ya y, habiendo hecho todos los lugartenientes su primer movimiento va siendo hora de que el propio emperador y Sengoku nos enseñen lo que verdaderamente son dos dioses de esta serie combatiendo.

sábado, agosto 22, 2009

¿Oz? ¡¿Oz?! ¡¡Oz!!

One Piece 554 - El almirante Akainu

Oda continua con su festival de páginas dobles y batallas a cada cual más espectacular que la anterior. Este capítulo ha sido notablemente inferior al anterior debido a que el carisma de sus protagonistas era menor y a que, en cierta manera, las habilidades de Marco y Akainu no han resultado demasiado sorprendentes. Al parecer en el siguiente capítulo los shichibukais comenzaran a moverse y, habíendo hecho ya sus primeros movimentos los almirantes, vicealmirantes y primeros espadas de Barbablanca es de esperar que pronto veamos comenzar a moverse al propio Barbablanca. Que veamos tantísima y tan exagerada acción sería normalmente algo que jugaría en contra de cualquier manga, pero Oda ya ha demostrado muchas veces su maestría en estas melees y ha preparado mucho esta punto álgido de la serie. El mangaka salta de Kizaru a Akainu con una facilidad pasmosa, y despues brinca a los vicealmirantes y a los propios shichibukais... y todo ello sin olvidar el punto de vista de "las negras" y mostrarnos alguna que otra escena de batalla genérica con personajes anónimos. Esta guerra podría ser muy grande, pero parece que Oda no se conforma simplemente con eso y la quiere hacer monstruosamente gigantesca.
En este capítulo concluye la mini-saga de Chooper. Vemos que esta envuelto en una especie de extraña guerra entre hombres y pájaros donde todos intentan comerle. Chooper puede hablar con los animales y hacer las veces de intermediario, pero no se me ocurre nada más para su posible desarrollo y el "power-up" de Chooper. En otras historias Oda ha sido muy explícito, pero en esta o le ha sido imposible o no se ha mostrado demasiado inspirado. En fin, esperamos el regreso del adorable reno de nariz azul para conocer en profundidad su historia.
La impresionante imaginación de Oda había conseguido crear paramecias comparables en poder a las logias (Kuma, Moria, Boa, DonFlamingo, Law, Blueno, Magellan...), pero las zoan parecían estar en clara desventaja ante el resto de frutas. Hasta ahora. Marco nos ha presentado un nuevo tipo de zoan: "bestias mitológicas". Es un hombre-fénix. Eso significa que, además de poder volar, auna los poderes de Brook y Ace. Es un inmortal con un poder destructivo dificilmente ponderable.
El combate de Marco con Kizaru no resulta demasiado impresionante. Dos poderes de tocarse, pues parece que el herir a un logia solo esta verdaderamente al alcanze de un haki "real". Sabemos que Rayleigh lo tiene, pero parece que a parte de Shanks, Luffy, Barbablanca y Boa la nómina de personajes con esta habilidad va a ser realmente escueta. A pesar de que la capacidad de Oda para dibujar un pájaro de fuego e incluso incluir en él los rasgos típicos de Marco es impresionante, no espero mucho de este combate, así que espero que finalice pronto y Oda establezca la habitual rotación de luchadores que suele ser habitual en sus batallas.
Y después de abandonar al "mono amarillo", Oda nos presenta al último almirante formalmente. Akainu, como esperabamos, es severo, duro, estricto, formal. Un hombre que se afeita sin espuma. Es algo así como Clint Eastwood. Apenas sonrie, siempre lleva los ojos entrecerrados y es muy consciente de su deber. Un tipo que cree sin reparos en lo que esta haciendo y en la necesidad de este. Aokiji piensa, Kizaru... piensa como no pensar, Akainu no piensa. Hace su trabajo con toda la eficiencia de la que es capaz. De su fruta no hay mucho que decir. Es la fruta "roja" que todos sabiamos que iba a tener y, estando "pillada" la logia de fuego, todo parecía indicar que sería un hombre de lava o de sangre. Oda ha optado por lo primero. Sea logia o sea una versión aún más terrible del tipo de paramecia de Mr.3 y Magellan, es una bestia parda de cuidado.
Además de la presentación de estos dos colosos tenemos a unas pocas páginas que Oda utiliza para aumentar la sensación de caos de la guerra. Tenemos a Jaws lanzando un iceberg como quien no quiere cosa, y tenemos a los gigantes de la marina entrando por fin en acción arrollando todo lo que pillan a su paso como los auténticos gigantes que son, y para contrarrestarlo tenemos a los hombres de Barbablanca luchando con todas sus fuerzas, mostrándonos el tesón de secundarios anónimos que ya hemos visto en otros capítulos y habilidades tan raras como la de ese personaje que parece sacarse tambores del cuerpo.
Y luego, en lo que hasta ese momento había sido un buen -pero predecible- episodio de transición de esta batalla, tenemos la pequeña jugada maestra de Oda. Porque nadie, a pesar de su nombre romanizado ya aparecía en el capítulo 551, había podido esperar que Oz reapareciera aquí. Es su descendiente: Little Oz Jr (una forma ridícula de llamar a Oz 3º). Es una de esas cosas que uno nunca espera y por las que precisamente One Piece es tan grande. Francamente, el monstruo no era necesario, pero Oda se ha dispuesto a presentarnos el fin del mundo y esta echando mano de toda la artillería de la que dispone. Oz era un monstruo legendario y ahora le tenemos como un integrante más de esta terrorífica batalla. Y Oz, todo un monstruo que requirió los esfuerzos de toda la banda para ser derrotado, es aquí un secundario destinado a ocupar a gran parte de los gigantes y vicealmirantes. Jugada maestra de Oda para equilibrar fuerzas.
Además de que siempre me gusta ver a Tsuru (y aquí ni mucho menos parece haber quedado relegada a un segundo plano), y de que además hemos descubierto que además de un dálmata entre los vicealmirantes hay un Peter Parker, me gusta de sobremanera la imagen final con la que acaba el capítulo. Me recuerda de sobremanera a momentos como el final del capítulo 471, cuando en lugar de ser un grupo de vicealmirantes eran los nakamas de Luffy los que se dirigían hacia esa gigantesca mole.

viernes, agosto 21, 2009

Eureka 8

Bounen no Xamdou

Vistos los 26 episodios de esta serie... aún no sé muy bien de que va. Hay monstruitos, hay personas que se fusionan con ellos y hay toneladas de todo ese simbolismo y mitología que les gusta insuflar a los japoneses a muchas de sus obras. Pocas series se me ocurre que sobrevivan a esas avalanchas de esoterismo barato, y esta serie se une a la larga lista de series que fracasan en la misión.
La serie, en su primera mitad, funciona por la contención que muestra en estos aspectos. Es entonces una serie con un argumento que ofrece más posibilidades que decepciones, una serie con unos personajes bastante sólidos, una animación portentosa y un desarrollo bastante coherente que incluye acción y humor en buenas proporciones.
Sin embargo, hacia aproximadamente la mitad de la serie, el director se cree demasiado lo que esta contando. Eleva hasta lo insano los dramas de los personajes, explota el simbolismo de los Xam´d y, lo cual es mucho peor, se recrea en una mitología bastante confusa y poco atrayente. Aqui nos encontramos con el clásico desarrollo de personajes megahiperpoderosos en grandes batallas, pero donde al final todo depende de lo que ocurra dentro de sus cabezas y todo es íntimo y todo eso (aunque luego, el hecho de que el personaje se reconcilie consigo mismo acarree una explosión de caracter termonuclear). Además la serie maneja muchos hilos argumentales y propone un número relativamente alto de protagonistas, pero esta virtud en ocasiones se vuelve contra ella al no intercalarlos con acierto siempre. Y son estos defectos que puedes tolerar cuando, en su tercer cuarto, la serie se vuelve lenta a la espera de que la resolución valga la pena, pero por desgracia es todo lo contrario. En su desenlace, la serie de hunde aún más en sus tambaleantes cimientos y opta por la ambigüedad y la facilidad del simbolismo exhacerbado.
Visualmente la serie es muy buena. Bones por los cuatro costados tanto en diseño como en animación. Movimientos fluidos y escenarios sólidos para presentarnos batallas espectaculares con una cámara en movimiento y una gran sensación de dinamismo. Visualmente es una gran serie, pero no deja de ser una pena que en la espectacular batalla final no supiera exactamente porque estaba luchando ninguno de los contrincantes.

miércoles, agosto 19, 2009

Cuando una película supera a su título

Resacón en Las Vegas

No pensaba utilizar la horrible traducción con la que han estrenado en España "The hangover", pero lo cierto es que este fenómeno cinematográfico en EEUU sobrevive, y con mucho a su nefasto título. Así pues, a fin de intentar promocionar un poco más esta joya de la comedia no renegaré de ese desastroso título. Y está Alan.
La historia la hemos visto ya muchas veces: un grupo de amigos se corre una juerga en Las Vegas para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos, a la mañana siguiente se encontrarar con una amnesia notable y una catastrofe potencial en ciernes. No vemos la noche, apenas unas pequeñas nociones a modo de notas que dejan al espectador imaginar cualquier desmadre posible a raiz de sus consecuencias (hasta los títulos de crédito, en los que si que vemos el desmadre y donde la sugerencia deja paso a unas escenas bastante explícitas) . Pero el par de días en el que los tres protagonistas tratan de enmendar esa caótica noche es motivo más que de sobra para disfrutar de la película. Y está Alan. Una buena colección de gags, todos ellos ejecutados y conectados con bastante solvencia que sorprenden al espectador por lo bizarro del escenario y las situaciones. Porque lo bueno de esta película es que hay momentos en los que sorprende como pocas al espectador, pero en ningún momento se tiene la sensación de que se esté haciendo trampas con el guión o engañando al espectador de una forma descarada. Y está Alan.
Poco más de hora y media de continuas risas, con unos actores semidesconocidos que se reparten a partes iguales el peso de un guión magnífico que bebe tanto de las comedias que proliferaron en los 80 como de los diálogos de Smith o los propios Coen. Una muy buena comedia que entretiene de sobremanera y que ha hecho una auténtica burrada de millones en USA por el método más antiguo y fiable de todos: el simple boca a boca, la satisfacción de unos espectadores que creen que el precio de la entrada de esta película es pequeña en comparación al buen rato que hace pasar.
Y, además, está Alan.

domingo, agosto 16, 2009

Añorado Dexter

Querido Dexter - Jeff Lindsay

No me gusta calificar esta novela como "fast book", suena evidentemente mal. Pero es lo que es y, además, creo, que en la literatura no es nada malo. La literatura no deja de ser otra cosa que una evolución de los cuentos, y estos no son otra cosa que la plasmación en papel de las historias de un viejo narrador ambulante. La literatura puede ser usada para muchas cosas, y en las páginas de cualquier obra siempre subyace un alma al que dan forma los pensamientos y experiencias de su autor. Pero rara vez la literatura es trascendente, puede intentar serlo muchas veces, pero pocas lo consigue. Y una novela que sólo quiere entretener es un pequeño tesoro que hay que saber valor. Eso es esta "Querido Dexter" de Lindsay, un viaje turístico a la cabeza de ese pintoresco y carismático personaje que es Dexter Morgan.
Este inhumano monstruo, que suple con mordaces comentarios su falta de humanidad, se hizo pronto terriblemente popular y motivo una serie de televisión que, a falta de una palabra mejor, se puede definir como grandiosa tanto en su primera como en su segunda temporada. A instancias de mi hermano he leído esta novela, la segunda de las que componen las particulares peripecias de este agradable forense con tendencia a jugar al Lego con personas vivas. La serie pronto pareció separarse de las novelas y, por lo que se entiende de esta lectura, el argumento de la primera parece ser parecido pero tener un desenlace notablemente diferente. En esta segunda temporada ya, sencillamente, cualquier parecido con la segunda temporada de la serie televisiva es irrisorio.
Pero seamos francos, en esta novela da absolutamente el argumento principal, que siempre será un maniaco homicida con un modus operandi superlativo que, por a o por b, acabara acercándose más de lo aconsejabe al buen Dexter. Lo interesante aquí es ver como Dexter lo afronta todo, como intenta ser humano, como le turban los desplieges de emociones de aquellos que le rodean y como lo analiza todo friamente con una lógica inhumana. Y, por encima de todo, esta la visión que Dexter tiene de si mismo y de todo lo que lo rodea. Y es aquí donde brilla la narrativa de Linday, pues el escritor americano escoge para su particular héroe una narrativa en primera persona que nos permite adentrarnos en la psique del Apuesto Dexter y no verlo todo desde su óptica, si no ser partícipes de sus pensamientos. Y eso es algo impagable.
Es este un libro de rápida lectura, apenas 300 páginas narradas con una gran claridad y versatilidad. Un libro de capítulos cortos y fáciles de asimilar. La acción se desarrolla con facilidad y sin grandes demostraciones, pues la propia acción siempre queda en segundo lugar ante lo que es la observación del propio Dexter de esos acontecimientos. Los dialogos son sencillos y directos, y no demasiado superfluos, pues siempre hay un coloquiante omitido que no es otro que el oscuro pasajero del protagonista.
Es, en definitiva, una novela que no tiene otra intención que la entretener y divertir con su retorcido -y nada sano- sentido del humor.

Segunda juventud

Helloween - The time of the oath

No cabe duda que, tras la marcha de Kai Hansen, Helloween vivió una época compulsa. A Hansen lo sustituyó Roland Grapow, un buen guitarrista capaz de suplir a su predecesor a las seis cuerdas pero desde luego no en la composición. Y llegaron entonces "Pink bubbles go ape" y "Chamaleon" dos discos... polémicos. La banda surgió entonces una catarsis, Kiske fue expulsado y Schwichtenberg la abandonó por problemas personales. Llegaron entonces Andi Deris y Uli Kusch. Y así apareció ese gran disco que es "Master of the rings", y sólo en el primer minuto de ese temazo que es "Sole survivor" ya veíamos una exhibición de bateria, bajo y guitarra como no se veía en esta banda desde sus inicios. Helloween volvían, y volvían más heavys que nunca. Deris era peor cantante que Kiske, pero era un compositor mucho mejor. Y Kusch es sencillamente un monstruo de las baquetas que además consigue buenas composiciones. Quedaba establecida así la que, para mi gusto, es la segunda mejor formación de la banda de las calabazas (después obviamente de la formación clásica de los "Keeper"). Eran unos Helloween más duros, pero seguían conservando la velocidad y la reforzaban aún más con unas melodías más complejas y trabajadas. "Master of the rings" es uno de los mejores y más sorprendentes discos de la banda. El que ahora me ocupa es más ligero y "power" que aquel, un disco en la banda se hallaba completamente inspirada a nivel de composición y que constituye, en mi opinión, el segundo mejor disco de la banda tras el legendario Keeper II.
La portada del disco ya demostraba las ambiciones de esta "segunda generación" de Helloween ya completamente consolidada: un "Keeper" con anillos en su interior.
El disco comienza con "We Burn" un tema corto pero terriblemente intenso. Sónidos graves a una velocidad de vértigo y un estribillo coreable identifican que es un tema de Deris. Deris, como compositor, no es santo de mi devoción, tiene grandes temas pero tambien una predilección por los medios tiempos y el sonido más pesado que en ocasiones me parece que lastran el sonido de la banda de las calabazas. No es, por suerte, el caso de este disco. El cantante presenta dos temas más en el disco, uno de ellos es su clásica balada "Forever and One", un tema preciosista pero que particularmente me deja algo frío, el otro es un prodigio de la velocidad llamado "Before the war", donde bateria, bajo, guitarra y voz parecen retarse los unos a los otros para alcanzar una mayor velocidad. Es esta canción una de las joyas del disco, oscura y compleja, pero más rápida que cualquier otra pista del cd.
Deris figura también como coautor de otras canciones, pero podemos identificar más facilmente estas por sus otros compañeros. El cantante formaba una interesante pareja compositora con el batería Kusch, pues su lentitud se compensaba con la contudencia del batería. "Wake up the mountain" es un tema contundente, con un trabajo impresionante de bajo (creo que hay pocos discos de Helloween donde este brille tanto como en este trabajo en general). "Anything my Mama don´t like" es un tema muy gamberro que parecería más normal que estuviera firmado por Weikath o Markus que por el batería. Es un tema contundente pero lento, con muchos silencios y tonos graves. "A million to one" es la última canción firmada por esta pareja. Es un tema más tradicional, nuevamente exhibición instrumental en un corte que pretende ser un pelín más épico de lo normal en Helloween.
En "The time of the oath" vemos a un gran Grapow. Es un tema largo y complejo. Tiene varios momentos sublimes, pero me parece que es un tema bastante oscuro para el tono general del disco. Esta más cerca de un "The dark ride" que de un "Keeper".
Llegamos por fin a las canciones de Weikath, y aquí nos encontramos con que el líder de la banda en uno de sus mejores momentos de compositor. "Steel tormentor" (cofirmada con Deris) es un trallazo que enlaza a la perfección con los temas del "Master of the rings". Es potente y espectacular y nos regala unos solos de guitarra brutales. No obstante, como "Kings will be kings", es un tema relativamente "normal". La genialidad de este compositor se muestra en todo su esplendor en "Power" "Mission Motherland" y "If I knew". El primero es el single del compacto y quizás el último gran tema "power" de la banda. Kai Hansen compuso en aquella época temás como "Land of the free" o "Valley of the kings". Temas tradicionales pero espectaculares, 100% Helloween y 100% Keeper. "Power" es la respuesta de Weikath a su amigo. Un tema rápido, con una melodía clara y atractiva y unos coros muy disfrutables. Un tema que nada tiene que envidiar a los grandes clásicos de la banda. "Mission Motherland" es lenta, larga y desmesuradamente compleja. Es un tema épico y precioso, con unos riffs grandiosos y un Deris monstruosamente inspirado en la voz. Y finalizamos con "If I knew" una balada larga cuyas guitarras van creciendo conforme pasa el tiempo, una canción donde además la particular voz de Deris es explotada con maestría para darle a la canción un tono increiblemente sentido.
Después vendrían dos grandes discos como "Better than raw" y "The dark ride". Discutir a Kiske y Hansen es poco menos que imposible, pero creo que Helloween consiguió sobreponerse a esas dos notables bajas y vivir una segunda juventud gloriosa.

miércoles, agosto 12, 2009

I need a hero

Dragon Quest V - La prometida celestial

Después de revisitar la que se ha convertido en mi entrega favorita de la saga Final Fantasy, vuelvo al otro gran balauarte del rol japones. Después de varios meses de descanso tras mi primer viaje a Zenithia, abordo de nuevo un Dragon Quest.
Este juego es un Dragon Quest, y eso se traduce en una jugabilidad simple pero terriblemente efectiva. Pelear, pelear, pelar y pelear un poco más para ganar experiencia que nos permitan subir de nivel y mejorar nuestra equipación para ser más fuertes y así poder seguir peleando. Y la mecánica funciona, porque los combates nos llevan al límite por su desorbitada cantidad y por la afinada inteligencia artificial de nuestros enemigos. Puede que nos hayamos paseado durante diez minutos y que tengamos las barras de vida y magia al completo, pero cualquier enemigo te puede complicar la vida y eso es lo grande de esta saga. No obstante, mejor no siempre significa mejor.
Este Dragon Quest es más ambicioso que su predecesor y ofrece una gran novedad jugable en forma de captura de monstruos. Esto pone a nuestra disposición decenas y decenas de personajes de los que podemos valernos en combate, y cada uno de esos personajes tiene características que lo direncian de otros. Esto hace que las posibilidades de nuestro equipo sean poco menos que gigantescas, pues cada monstruo dispone de sus respectivos niveles y puede potenciarse con semillas o distinto equipamiento. El juego es mejor, es indudable, pero particularmente una libertad tan grande no me gusta. Prefiero tener mi equipo "humano" de toda la vida con personajes a los que le coja más cariño. Aquí ese equipo existe, y resulta muy carismático, pero los personajes que nos acompañan aparecen y desaparecen de la historia, y en ocasiones son meramente transitorios. Prefiero un equipo cerrado como constituían los "elegidos" de la anterior entrega.
Y si jugablemente es un juego más profundo y ambicioso que su predecesor, también lo es narrativamente. La historia es tan simple como la de todos los Dragon Quest, y recordemos que aquí el protagonista siempre es conocido como "héroe". El bien contra el mal con muchos combates aleatorios dirigidos por el maestro Hori, una buena banda sonora del maestro Sugiyama y unos divertidos diseños a cargo de esa leyenda del manga que es Toriyama. Pero siempre hay modificaciones interesantes. Y si en la cuarta entrega teníamos a varios elegidos cuyos caminos se entrelazaban, aquí tenemos a un héroe que no es el Héroe. La odisea de nuestro personaje es encontrar al elegido de los dioses. Y será una tarea que le llevará toda la vida. El juego comienza con el nacimiento de nuestro protagonista, vivimos su niñez con un gran acontecimiento traumático, despues pasamos a afrontar su etapa joven en la que incluso nos casaremos, y finalmente lo veremos enfrentarse al gran mal acompañado de sus propios hijos. La narración es osada, pero funciona a la perfección y aumenta la emotividad del juego de una manera superlativa al presenciar momentos tan emotivos como la muerte de nuestros padres o el nacimiento de nuestros hijos, además, el hecho de perseverar en una búsqueda interminable como vagabundos recorriendo todo el mundo mientras este cambia aumenta la sensación de encontrarnos ante una gran odisea. Resulta increible como, con mero ingenio y habilidad narrativa, los píxeles de este juego consiguen emocionarnos.
Tecnicamente es un buen juego. Unos simpáticos sprites 2D se mueven sobre un escenario tridemensional bastante detallado. Las batallas no tienen demasiados efectos, aunque muy esporadicamente el juego se descuelga con alguna cinemática más que espectacular. Lo importante de su grafismo es, no obstante, la alegría y viveza de sus colores, así como la simpatía y el humor que los diseños del creador de Dr.Slump o Dragon Ball consiguen transmitir.
No hay voces, pero la partitura de Sugiyama ralla a gran altura.
He de mencionar aquí también el excelente trabajo de localización del juego, con una traducción tan elaborada como la de su predecesor. Nuevamente no nos encontramos ante una versión "oficial" de la historia, si no ante su traducción al castellano, y el humor de la serie es tenido en cuenta a la hora de hacerlo. Como en nuestro primer viaje a Zenitia, las distintas naciones adaptan distintos dialectos del castellano, teniendo especial peso una versión "italianizada" de nuestra lengua, otra que toma elementos de las variantes del castellano de sudamérica y otra que es entrañablemente "de pueblo", pero nos encontramos también franceses e incluso catalanes, y un villano que recupera el entrañable dialecto "ruso" de la cuarta entrega.
Si bien "Los capítulos de los elegidos" era una gran aventura que reunía a varios personajes, aquí nos enfrentamos a una gigantesca odisea que ocupará la vida entera de nuestro protagonista. Particularmente prefiero un grupo cerrado de usuarios a la interminable galería de posibilidades que ofrecen los monstruos de este juego, pero es indudable que este quinto capítulo de la saga por excelencia del rol nipón no desmerece en absoluto el nombre de esta.

martes, agosto 11, 2009

¡Que extraordinario!

Las crónicas de Mallorea

Un lector ama los libros. Pero entre los millares de páginas que lee siempre hay algunas que quiere por encima de todas. Es dificil, pero hay libros que me gustaron tanto que incluso tengo recuerdos concretos de algún momento de su lectura. Uno de esos recuerdos es cuando me leí el quinto libro de las Crónicas de Belgarath practicamente de un tirón un día que cruce España en tren. La historia de la lucha de Garion, Belgarath y compañía contra el malvado Torak me fascinó como pocos libros lo han hecho. Años después, cuando fui capaz de encontrar su continuación disfruté como un enano al ver que mis viejos amigos no habían cambiado nada en absoluto.
Ya a finales del año pasado releí las Crónicas de Belgarath y las encontre tan terriblemente divertidas y amenas como siempre. Quise espaciar un poco la lectura de Mallorea y la he llevado a cabo estos días, también como un humilde y sentido homenaje al gran David Eddings.
Es esta una saga un poco más compleja que su predecesora, pues si aquella ya tenía poco argumento en esta el autor apenas puede justificar la ausencia de él y muchos de sus defectos como escritor... pero todos estos defectos aparentemente gigantescos no son ante el placer de volver a sus personajes campando de un lado a otro mientras se tiran los unos a los otros afiladas puyas.

Los guardianes del Oeste

El libro más raro de todos los que componen la saga. Eddings aún no había terminado de perfilar la historia y todo el libro tiene cierto aire de "indecisión" que choca con el ambiente ligero que estas sagas suelen tener hasta su resolución.
Es un libro dubitativo e inquietante. Supuestamente todo había quedado resuelto tras la derrota de Torak, luego Eddings tiene que ir añadiendo uno a uno pequeños elementos turbadores para volver a motivar una gran aventura de los personajes.
El principio es la parte más floja de todas las Crónicas de Mallorea, con un Misión que siempre ha sido un personaje complicado y no soporta bien el peso de la novela. Después, afortunadamente, Eddings nos devuelve a nuestro Garion de toda la vida y la novela se convierte en una maravillosa narración de la vida cotidiana del Rey de Riva y su veleidosa esposa. Humor y humor con pequeños viajes que nos sirven para reencontrarnos poco a poco con todos los grandes secundarios de la serie.
De fondo, no obstante, una gran oscuridad, y Eddings -a pesar de sus intentos- nunca se ha mostrado demasiado confiable en este tipo de narración. Asesinatos, posesiones, intentos de infanticidio y conspiraciones convierten a esta novela posiblemente en la mas oscura de toda la serie. Pero, afortunadamente, una profecía acude al rescate y pronto tenemos a nuestros protagonistas de siempre envueltos en una cruzada que les obligara a recorrer todos aquellos palmos del mundo de Eddings que no pudieron recorrer en su anterior aventura.

El rey de los murgos

Un pequeño rodeo por Nyssia para recoger a Sadi y Velvet es la antesala del sueño de todos los lectores de las crónicas anteriores: un viaje al país de los Murgos. Eddings consigue así profundizar algo en los villanos por excelencia de la antigua saga. Nos muestra el lugar de entrenamiento de los dagashi, sus templos, sus ciudades y, por supuesto... a su rey. Urgit se gana inmediatamente el cariño del lector con su afilada lengua, su sentido del humor y su irremediable patetismo.
Como siempre, Eddings nos describe a sus razas con estereotipos y exageraciones, pero siempre con un poso de cariño en el fondo (en el caso de los murgos un poso que esta muy, muy abajo). Es quizás una pena que Urgit salga poco más que en este libro, pero es cierto que su rol se solaparía con Zakath y su personalidad con la de Seda. No obstante, ver a uno de los habituales ladrones cómicos de Eddings como rey es impagable.
Este libro además ya deja muy claro que la historia es una mera excusa para los diálogos y el autor ya no se molesta en trazar una historia demasiado compleja si no que se limita a colocar un camino que sus personajes han de recorrer sí o sí. Podría mejorarse, sin duda, pero Eddings no quiere complicarse y sencillamente quiere disfrutar escribiendo. Así es que deja atrás a personajes como Barak o Hettar cuya carga cómica era relativamente pequeña y los sustituye por Sadi y Velvet, cuyo potencial nos quedariamos cortos si describieramos como gigantesco.

El señor de los demonios

Si en el anterior libro se presentaba al terrible trío que conformaban los dos drasnianos y el eunuco, aquí se confirman sus devastadores efectos y se presentan a Beldin y Zakath como dos nuevos valores de la serie.
Eddings cruza el charco y descubre ante nosotros la extensa Mallorea, gigantesco continente con decenas de regiones en las que desarrollar la acción de estos últimos tres libros. La primera parada es Mal Zeth, donde incluso vemos al Eddings "serio" cuando retrata una epidemia de peste, luego continuamos nuestro viaje hasta parramos desiertos donde antaño vivió Torak y donde ahora campan demonios.
Los demonios constituyen unos enemigos extraños, su presencia ya era turbadora en la primera saga y aquí Eddings aumenta su peso para conseguir un mayor efecto de caos ante el poco carisma que tiene Zandramas como villana principal. No son un gran recurso, pero como siempre, son una excusa más para que los personajes suelten irónicos comentarios.
Seda, Velvet y Sadi cristalizan todo su poder de corrupción en una primera mitad del libro antológica. Beldin aparece después para conformar el perfecto contrapunto a Belgarath, un pequeño borrón de Eddings, que lo había dejado fuera de la profecía pero que luego rectifica convirtiendo al divertido enano jorobado en uno más de la compañía. Zakath se muestra aquí como un buen personaje, pero sigue siendo el emperador de Mallorea y no será hasta el siguiente libro cuando muestre todo su potencial.

La hechicera de Darshiva

Como ya sucedía en las crónicas anteriores, el cuarto es el mejor libro de todos. Aquí Eddings ya ha establecido su grupo y lo muestra a la perfección.
Garion es ahora un narrador confiado y seguro, al que todo se la trae un poco floja porque uno madura después de matar a un Dios. Garion hace las veces de conductor de la trama al tiempo que suelta ocasionalmente algún que otro comentario medio serio, medio alorn. Para ayudar a Garion en ese rol tenemos a Ce´nedra y Polgara, que ofrecen ese maravilloso y misógino contrapunto femenino en la particular guerra de sexos que Eddings y su esposa siempre han desarrollado en sus novelas.
Luego tenemos a Sadi, Velvet y Seda, algo así como un apocalipsis convencido de que es necesario y bueno. Tenemos a Belgarath y Beldin, con sus jocosos comentarios y sus innumerables vicios. Y por último a Durnik, Toth y Eriond, a los que Eddings aparta salvajemente de la acción hasta que son necesarios para algún hecho puntual.
La trama sigue como siempre, avanzando a ritmo de kilómetros recorridos y hasta extremos casi ridículos el poder de las profecías. Como he dicho ya varias veces, es un precio pequeño. Y aquí la particular visita turística de Eddings nos lleva hasta la maravillosamente burócrata Melcena y después hasta unas junglas plagadas de elefantes donde aparece un explendido Zakath y una divertida loba.

La vidente de Kell

La última de las novelas parte con la contra de tener que cerrar una trama casi rídicula. Eddings lo consigue con cierta soltura, aunque aún me parece vergonzoso el que incluyera al mudo Toth sólo para matarlo. Pero si obviamos la resolución, en la que obviamente el autor ha de ponerse serio, el resto de la novela es una pequeña gozada.
Mandorallen puede haber quedado reducido a un secundario, pero Eddings no se olvida de Arendia y nos planta una isla de caballeros con justas, lenguaje florido y "nobles misiones" a pocas páginas del final. Con Zakath convertido practicamente en un alorn, y con nuevas "notas", la saga de Mallorea alcanza aquí algunos de sus momentos más brillantes.
Resta entonces sólo el epílogo. Triste, porque es una despedida de una gran serie de personajes, pero divertido y alegre pues Eddings no podía permitir que uno sólo de sus personajes acabara mal. Y así tenemos una sucesión bodas, bautizos y comuniones donde los pocos personajes que se habían librado del matrimonio en la anterior saga son finalmente "cazados" y arrastrados al altar.

Poco más se puede decir. Ni su antecesora ni esta son dos sagas que pasarán a la historia por el desarrollo de sus tramas y sus argumentos, pero Garion, Polgara, Belgarath, Seda, Ce´nedra y compañía son unos personajes que consiguen algo mucho más importante que narrarte una historia ficticia. Los personajes de Eddings te hacen reír y te hacen disfrutar con su lectura.

domingo, agosto 09, 2009

Sobran las palabras

One Piece 553 - La batalla de los más poderosos

Poco o nada comentaré en este episodio. Las imágenes de Oda hablan por si mismas en el capítulo más espectacular de la historia de One Piece.

Aokiji en todo su esplendor

Los lugartenientes de Barbablanca y los piratas del Nuevo Mundo. De la mayoría ni sabremos ni volveremos a verlos. Da igual, Oda vuelve a dar la enésima lección de creatividad e imaginación en el diseño de personajes.

Los vicealmirantes en todo su esplendor. Fuimos muy ingenuos al pensar que Luffy y cía podían despachar a cinco de ellos como si nada después de acabar con el CP9.

Mihawk en acción... y alguién respondiéndole.

Marco es el "Rayleigh" de Bargablanca, no lo olvidemos.
¿Con quién se emparejaran los shichibukais? ¿Cúal será la habilidad de Akainu? ¿Que harán Garp y Sengoku? ¿Qué demonios pueden hacer Luffy y su barco de hormigas en esta batalla de monstruos? Son preguntas a las que supongo que Oda dará respuesta en los próximos capítulos. Da igual, el maestro ha querido meterse de lleno en la gran guerra, tarea tan atrayente como peligrosa, y el primer resultado han sido 10 dobles páginas que componen un espectaculo sin precedentes y una lección de manejo de personajes. En Oda, más que nunca, confíamos.

Y además, por si faltara algo:

~NAMI-SWAAAAN!! ~ROBIN-CHUAAAAN!!

miércoles, agosto 05, 2009


Hay imágenes que valen más que mil palabras. Esta entrada no necesita título.

A continuación, mi análisis -plagado de spoilers- de una de mis series favoritas.

Shingetsutan Tsukihime

La técnica, cuando el anime es arte

Sólo en el primer segundo del openning descubrimos ya una de las grandes virtudes de esta serie: la música. El apartado músical es sencillamente súblime. Quizás los efectos sonoros no sean excesivamente notables, pero por contrapartida nos encontramos con una partitura que, a pesar de ser algo repetitiva, es uno de los mejores scores que he oído en un anime. En concordancía con la historia nos encontramos con una música lenta y tranquila, increiblemente bella y triste, y obviamente la música clasica es la única opción posible. Encontramos pocos pasajes "vibrantes"(como los enfrentamientos con Roa), la acción de la serie es poca y todo se desarrolla mediante largas escenas de díalogos entre los protagonistas. La música no sólo se integra perfectamente con la acción, si no que forma parte de ella (el violín de Akiha sonando en el silencio de la oscuridad resulta anticipatorio de su verdadera naturaleza). Además uno de los grandes aciertos del anime no es sólo su oportuna música, si no la ausencia de esta durante gran parte del metraje, en una serie tan íntima como esta resulta increiblemente acertado el uso de largos silencios que dicen más que decenas de líneas de diálogo.
Pero al mismo tiempo que nos maravillamos con la sobervia música de la introducción nos damos cuenta de otra de las grandes virtudes de la serie: sus imágenes. Lo primero que llama la atención es el diseño. Esta es una serie del año 2003, pero gracias a un diseño sobrio y elegante, y a una animación que en ningún momento pretende ser espectacular si no simplemente eficaz, nos encontramos ante una serie que ha soportado muy bien el paso del tiempo. No nos encontramos con personajes increibles, ni con las hábituales superproporciones de las mujeres del anime (recordemos aquí que el anime toma como punto de partida un eroge). Todos los personajes están caracterizados con unos rasgos muy humanos, incluso Arcueid o Ciel (a pesar de sus respectivas ascendencias). Quizás el único "borrón" en este apartado sean los enemigos, aúnque creo que esto se debe tanto a exigencias comerciales como a una sencilla caracterización para definirlos claramente como villanos de la historia.
El diseño de los personajes define también la animación de la serie. Esta no sólo es correcta, si no increiblemente realista. Aunque esto entraría dentro del estilo de la narrativa, hay que decir que no vemos ni un sólo movimiento antinatural dentro de los personajes. Arcueid no se comporta de una manera distinta cuando usa sus dotes vampíricas, Ciel tiene como efecto unos saltos a la luna bastante prescindibles pero no demasiado molestos y apenas vemos a Shiki manejar su navaja (el combate que mantiene al final con Roa es de una calidad notoria, pero al mismo tiempo logra transmitir tanto la sensación de que se estan enfrentando dos seres sobrenaturales como la de que se estan peleando dos hombres armados con navajas).
El color es otro de los aspectos claves de la historia. Todo se basa en colores tristes y apagados. Incluso el amanecer y el atardecer estan teñidos con un halo de tristeza innegable. Esta conjunción de tristeza y decadencia es sin duda otro de los grandes aciertos de la serie. Y resultan curiosos los contrastes que se usan para resaltarlos: las dos doncellas y los ojos de Arcueid. De los ojos de Arcueid no hablaré, pues su cometido es claro. Pero la presencia de las dos doncellas y sus "brillantes" melenas pelirrojas-rosas representa un pequeño oasis de luz dentro de la oscuridad y el tenebrismo que la gran mansión de los Tonho alberga (no obstante, incluso el "brillo" de estas melenas ha sido reducido en relación al eroge original en favor de la fotografía).
Los escenarios son la última caracteristica que me gustaría resaltar en este apartado. Ya he hablado de los tonos oscuros y tristes, y de como servían para resaltar la historia, pero los escenarios contienen otro factor clave: el vacio. La mansión familiar es un claro ejemplo de esto, sus altos techos, sus oscuros pasillos, algo tan irrisorio como la ausencia de una ruidosa televisión o la simple distancia que separa a Shiki y Akiha cuando comen ejemplifican a la perfección la soledad y de agobio de Shiki. Algo parecido ocurre con el parque donde Arcueid lo suele esperar en el columpio: siempre esta vacio. Esta soledad es extendible a los escenarios populados, apenas nada parece rodear a los personajes (cuando por ejemplo pasean por las calles), y cuando lo hace ambos se sienten incómodos (la secuencia en el parque de atracciones, o el peculiar aislamiento en el que Shiki parece vivir con respecto a sus compañeros). Como contraposición a este infierno helado encontramos el "refugio" de Shiki, ese prado intangible repelto de luz y color, donde encuentra el amor maternal y el descanso.

La narrativa, cuando la velocidad no hace avanzar la historia

Shingetsutan tsukihime no es Blood+, no es una historia de acción con vampiros post-modernos y ese típico argumento tan frecuente en el manga y el anime. Como explicaré después, Shingetsutan tsukihime es una historia de personajes. Poco importa que Arcueid sea una vampira, o que persigan a Roa, o que Shiki pueda ver las "lineas de la muerte". La historia gira en torno a la busqueda de la humanidad por parte de Arcueid y a la busqueda de la identidad y la redención por parte de Shiki. Ese es el argumento de la historia, y en función de él está contada. Es este un tipo de historias terriblemente complicado de contar que normalmente dan como resultado un producto aburrido, pero por suerte aún hay algunos directores que saben manejarse en este género. Katsushi Sakurabi es el mejor de ellos. Tsukihime es una pequeña obra maestra, pero a ella le sucedió la no mucho más inferior "Asatte no Houko", otra maravilla de corte fantastico donde el desarrollo pausado pero seguro de los personajes se imponían por encima de cualquier cliché de fácil fanservice. Es este un enfoque muy complicado, y más para un producto tan proclibe al fanservice como es una adaptación de Type-Moon, pero comprobamos que la historia intimista de este anime funciona mucho mejor que la absoluta grandilocuencia de "Fate Stay Night".
Tsukihime es lo que podríamos llamar "una serie de miradas inquietantes". Creo que define bien lo que es este anime. Es una serie pausada. No hay persecuciones, no hay verdaderamente monstruos, y apenas hay luchas (y creo que en todas estas escenas es cuando peor se maneja la serie). Es una serie en torno a dos personajes, y todo gira en torno a ellos. Al ver Shingetsutan tsukihime estamos viendo una novela, y como en tal la acción ocupa sólo una pequeña parte. Todo se articula en torno a los díalogos de los dos personajes y -y este es uno de los grandes méritos de la serie- los silencios en los que sin palabras se nos dice todo de ellos.
La serie esta repleta de escenas largas y silencios. Planos sostenidos de los personajes sin que estos se muevan o siquieran hablen. No abundan los primeros planos -pues hasta los últimos episodios los personajes se niegan a mostrarse tal y como són- pero si multitud de planos medios. En este apartado tambíen he de hacer referencia a alguno de los aspectos ya mencionados anteriormente (los planos opresores de la mansión, el vacio que rodea a los protagonistas, el hecho de que el único escenario "vivo" sea el prado que se mantiene en los recuerdos del protagonista). Los silencios estan respaldados además por las mentiras, pues unicamente Arcueid comprende algo a Shiki y unicamente con ella es capaz de hablar, mientras con el resto de los personajes se muestra obsesivamente distante. Es Arcueid, cuya vida autómata él destruye, la que obliga a Shiki a romper su propio cascarón de silencio.

La historia, la busqueda de la humanidad a través de la mortalidad

Shingetsutan tsukihime no es una historia sobre vampiros. Hay vampiros, eso es obvio, pero es sólo una escusa para presentar a Arcueid como un personaje inmortal y para reunir a los dos protagonistas.
La trama de Roa es bastante torpe. Particularmente no termino de entender algunos aspectos como la muerte de Arcueid o Roa (en el caso del segundo es mucho más flagrante, pero incluso con la primera uno se pregunta porque muere con algo a lo que Ciel sobrevivió facilmente o porque la mata un golpe tan tosco cuando Shiki la descuartizó en el primer episodio). La trama de vampiros omite gran parte de los aspectos de la trama del videojuego, pero como creo que ya he repetido varias veces, no es importante.
Por un lado tenemos a Shiki, un personaje nublado por un pasado que desconoce, un don maldito y la continua sensación de no pertenecer a ningún lugar. Shiki no tiene un hogar al que llamar como tal. Su hermana es una desconocida a la que teme odiar al principio y a la que se esfuerza por querer. Es un extraño allá donde esté (incluso en el instituto se ve desplazado por la llegada de Ciel). Es por ello que se siente cómodo con Arcueid, porque ninguno de los dos pertenece al mundo en el que viven. Conforme avanza la serie el pasado vuelve a él atormentándolo con dudas, revelándose poco a poco su historia. Shiki conoce al final de la serie su pasado, y este y las decisiones que ha de tomar son muy difíciles de asimilar, pero finalmente logra asumir su destino -aunque tarde- por las lecciones que la hechicera le dá. Gracias a Arcueid, Shiki logra comprender la importancia de su propia vida. Logra comprender que si vive en el pasado no vivirá el presente y perderá el futuro.
Pero la verdadera protagonista de la historia es Arcueid. Vemos la historia desde el punto de vista de Shiki, y comprendemos poco a poco la verdad sobre todo lo que le rodea. Pero Arcueid nunca se presenta como narradora, y apenas responde a la pregunta de Shiki sobre su pasado. Todo lo que sabemos de Arcueid lo descubrimos por su sonrisa al ver el amanecer junto a Shiki, por su temor ante la sangre, por su ilusión al ir al cine, por su odio a Roa -y por ende a Ciel-, por su sobresalto cuando Shiki le pide a ella salir otro día.
Arcueid vive para la venganza. Como ella misma dice "despierta cada cierto tiempo para matar a Roa y volver a dormir". Tiene la esperanza de poder acabar con su enemigo así y redimirse de sus errores del pasado. Pero Shiki se cruza en su camino matándola y obligándola a desviar su atención de su objetivo. Y así Arcueid se ve de repente en compañía de un igual, un ser solitario como ella. La cacería de Roa se transforma en una larga sucesión de díalogos donde Arcueid se va involucrando poco a poco en la vida de Shiki. Quizás el inicio fue -como ella dice- el deseo de matarlo, quizás después la curiosidad se despierta en ella por la habilidad de Shiki para matar, quizás sabía desde el principio que los Tonho tenían sangre no humana. El hecho es que pronto Arcueid no sólo busca a Shiki de noche, si no también de día, y pronto se da cuenta de que le gusta estar junto a él. La vampira comienza entonces a sentir sensaciones que sus largos sueños le habían hecho olvidar. De repente Arcueid empieza a darse cuenta de su soledad, de todo lo que Shiki despreocupadamente le ofrece. Se da cuenta de que de en el fondo anhela sentirse viva. Y Arcueid lucha contra ello ("me hace daño estar junto a tí", le dice a Shiki). El ansia de sangre, es sólo una metáfora del saber que se está enamorando de Shiki y conocer que ello sólo le puede causar dolor, su lado vampírico trata de protegerse. La herida que Shiki le hace y que causa dolor no es la puñalada, es una mucho más profunda. Finalmente logra asumirlo todo y es capaz de sacrificarse por proteger a Shiki. Arcueid Brunestud es, sin ningún lugar a dudas, uno de los mejores personajes de anime que jamás he visto. Y consigue esto sin fanservice, sin humor, sin grandes escenas de acción, lo consigue con simple y llana humanidad.
En resumen. Una serie maravillosa. Un ejercicio te tempo narrativo y una muestra de que el anime puede estar muy por encima de los tópicos que lo marginan y darnos muy de vez en cuando una auténtica obra maestra atemporal.

martes, agosto 04, 2009

El día que Richard Jordan Gatling llegó a Escocia

Claymore 94 - Las espadas de la purga

Afortunadamente, Claymore vuelve a ser lo que era. Tras una serie de capítulos muy narrativos y formales, la serie de Yagi vuelve a donde mejor se maneja, y ese lugar es el campo de batalla. En este nonagesimocuarto capítulo nos encontramos con una buena batalla entre Riful y su vasallo y el tandem de las gemelas de la Organización y, por encima de todo, encontramos un ritmo brutal.
La pelea entre la abisal y la nº1 revelada es un ejemplo de las virtudes de este manga. Es vibrante, rápida y espectacular. Vemos como Alicia descarga una lluvia de golpes contra Riful y como esta, al estar la narración focalizada en su personaje, analiza las características del personaje más aerodinámico del manga. El diseño de la acción es francamente bueno para lo que podemos esperar en este manga, con un dibujo detallado y espectacular y unos encuadres que hacen que en ningún momento perdamos la persepectiva de lo que esta sucediendo. Además, a pesar de ver una buena sucesión de ataques, la sensación es la de que apenas han pasado unos pocos segundos, lo cual aumenta la intensidad y la tensión del enfrentamiento.
De momento Riful lleva las de perder, aunque en esta primera entrega de la batalla su actitud ha sido más bien contemplativa y así ha resuelto tanto que Isley esta muerto como que el punto débil de Alicia es Beth. Aquí Yagi nos ha presentado también a un Beth no tan indefensa como temíamos, pero aún así vulnerable, así que espero que la única superviviente de los abisales encuentre una forma de atacarla a fin de desestabilizar a Alicia. Aunque, además de Alicia, hemos de recordar que Riful esta rodeada por un buen puñado de rastreadoras.
Pero la batalla entre Riful y Alicia podría pasar pronto a un segundo plano porque esta claro que Yagi ha querido darle mucho peso a ese extraño ser que ha resultado de la fusión entre Luciella y Raphaella.
La primera sorpresa llega de manos de Clare y de sus impresiones sobre el combate antes mencionado; no se exactamente cual será el objetivo del mangaka pero parece que Clare ha recibido -además de la previsible fuerza- algunos recuerdos de las dos hermanas. Quizás Yagi lo use para, mientras Clare observa ese combate, explicar en que consiste exactamente esa técnica, o quizás la protagonista use esa información para derrotar a las dos hermanas ya sea en el futuro o ahora por medio de Riful. Es un punto interesante pero, nuevamente, aparentemente irrelevante en función a lo expuesto en las últimas páginas.
Porque la versión macabra de Teresa y Clare ha despertado de muy mal humor. Las palabras finales de Clare dan a entender que nos vamos a encontrar ante algo muy problemático en el siguiente capítulo. La criatura ha lanzado varias decenas de "totems" con una precisión terrorífica (llevándose por en medio pedazos de Riful, apuntando a Cynthia y Uma e incluso a la mísmisima Priscilla), y estos totems han comenzado a mostrar rasgos de vida con reminiscencias de la forma revelada de Luciella. Tenemos muchos de estos "enemigos" y las palabras de Clare nos hacen pensar que posiblemente tengan un nivel parecido al de las leechers si no más.
Dificil predecir nada. Yagi ya tenía muchas cartas encima de mesa y ahora ha añadido aún más. Esta batalla se predecía importante, pero su relevancia crece con cada capítulo que pasa y su complejidad asciende de una forma similar.

lunes, agosto 03, 2009

Larga vida y prosperidad

The big bang theory (temporada 2)

En el análisis de su primera temporada mencioné que sus primeros ocho capítulos eran muy flojos y sus segundos ocho capítulos magníficos. Los 23 episodios que componen esta segunda temporada, por suerte, siguen el camino marcado por la recta final de la primera temporada. La serie ha encontrado su estilo y este no es reirse de sus protagonistas, si no con ellos.
Como es inevitable, la serie tiene sus altos y sus bajos, pero en líneas generales raya a un nivel altísimo. La interrelación con el mundo exterior "molon" se ha reducido casi al máximo y ahora nos limitamos unicamente ha ver a los cuatro particulares "frikis" que componen el grupo protagonista realizandose a su estrambótica manera mientras intercalan uno detrás de otro diálogos refinadamente absurdos. Las particularidades de cada uno de estos cuatro personajes -expecialmente de Sheldon- son llevadas hasta el extremo y la empatía que siente el espectador con ellos es ya bastante alta, amen de lo predecibles pero aún así extremadamente disfrutables que suelen ser sus distintas reacciones ante situaciones o el simple enfoque ante problemas o circunstancias de su vida. La serie ha dejado de reirse de ellos para reirse con ellos, profundizando aún más en todas las particularidades pero sin mofarse de ellas, sencillamente mostrándolas como las inocentes y sanas formas de diversión de un grupo de cuasi treintañeros inadaptados socialmente.
Penny es el único problema de la serie. Y no lo es por su personaje, que en esta temporada esta completamente adaptado al grupo y proporciona algunos de los mejores momentos de la serie, si no por en lo que la quieren convertir. La vena romántica no termina de cuajar en esta serie, y la relación Leonard-Penny es predeciblemente imposible. Esta serie tiene su fuerte en los guiones y en la cantidad de humor y refinada cultura que estos destilan, es una serie mucho más deudora de "Seinfeld" que de "Friends", y los guionistas se equivocan cuando quieren desarrollar la historia, lo grande de esta serie no es ver a los protagonistas avanzar, es verles contemplar como todo avanza en torno a ellos. Es una serie sobre cuatro niños grandes, sobre cuatro jovenes completamente inmaduros a pesar de tener unas mentes privilegiadas.
No obstante, estos momentos "serios" son afortunadamente bastante escasos a lo largo de esta segunda temporada y la serie no deja de ser nunca una sucesión de gags francamente divertidos e ingeniosos. Un auténtico disfrute para el espectador.

domingo, agosto 02, 2009

Vida y obra de Portgas D Ace

One Piece 552 - Ace y Barbablanca

Capítulo problemático el de esta semana. El hecho de que Barbablanca tenga una fruta me ha decepcionado algo, pues esperaba que fuera sencillamente un hombre con un espíritu gigantesco. No obstante, esta desilusión se esfuma en parte por las peculiaridades de la fruta del pirata y porque, sencillamente, el capítulo es una nueva muestra del enloquecido sentido del ritmo de Eiichiro Oda.
Hay que mencionar las dos páginas iniciales. La primera es el prólogo de la aventura de Chooper, donde se le ve perseguido, no aclara mucho como es habítual en estas minihistorias y supongo que en el siguiente si veremos algún indicio de en que consistirá el entrenamiento de (chooper) que supongo que implicará el control de su versión "monstruosa". La segunda nos muestra a un Luffy revelando, como si nada, que Ace y él no son verdaderos hermanos y que el padre de su hermano no es otro que Gold Roger. Esta secuencia es un calco de aquella en la que Garp revelaba que Dragon era el padre de Luffy. El protagonista y Ace saben ya claramente que no son hermanos, pero decidieron serlo, y cualquier detalle sanguíneo es insignificante frente a sus voluntades... pero en eso consiste One Piece.
Lo más interesante y emotivo del capítulo es sin duda el flashback de Ace. En apenas una decena de páginas Oda consigue mostrarnos toda su carrera como pirata y suministrarnos montones de información. Así conocemos a su banda original, con la que forjó un vínculo parecido al de Luffy con sus nakamas. Vemos que rehusó unirse al shichibukai y que adquirió pronto los poderes de su fruta. Se encontró con Shanks con el desparpajo y el respeto propios de "su familia", y finalmente vemos algo de la mítica batalla de cinco días con Jimbei (dice mucho en favor del tritón que consiguiera hacer frente durante todo ese tiempo a un logia de fuego). Finalmente vemos como es derrotado por Barbablanca y como este le recluta. Aquí es interesante ver sus desesperados y precipitados ataques (además, el hecho de que el veterano pirata se deshiciera con una facilidad aplastante de él habla mucho de Barbablanca (en una de las imágenes vemos como, medio dormido, le revienta los morros a un logia... algo imposible si no se tiene un haki monstruoso detras)). Luego tenemos una incorporación más o menos gradual de Ace a su nueva banda y aquí me gusta en especial el pequeño cameo de Satch (Oda es grande por detalles como este) y aún más el de su verdugo Teach (Oda es aún más grande por detalles como este). Se detalla que fue Ace el que verdaderamente emprendió la búsqueda de Barbanegra a pesar de que el resto de capitanes estaban en contra, y por ello entendemos aún más el sentimiento de culpa que le corroe. Pero ante el dolor del hijo surge el padre.
El hecho de que Edward Newgate sea un usuario de frutas es decepcionante, pero dentro de esta pequeña decepción creo que Oda ha sido bastante inteligente. Siempre he pensado, y sigo pensando, que Barbablanca iba a morir en esta saga. Es un personaje de la "vieja generación" y tiene que dar paso a la nueva. Creo que es un personaje que no tiene futuro en la serie, y por tanto va a morir. Y si va a morir, Oda puede manipularlo un poco. La suya es una fruta monstruosamente poderosa... a gran escala, pero de nada sirve crear un terremoto o un tsunami frente a un enemigo poderoso. Evidentemente es una fruta que Oda no ha hecho más que presenta y es posible que pueda ser mostrar usos más interesantes, pero mi opinión sobre esta fruta es que es una "limpia-masillas". Algo parecido al Haki, pero a mayor nivel. El haki te servía para dejar fuera de combate a los soldados más débiles, con esta habilidad Barbablanca puede librarse de muchos enemigos y "separar" al resto. Aquí Oda ha conseguido además adelantar la "Buster Call". En las sagas de One Piece siempre hay un elemento que transforma el escenario en un caso, puede ser la citada Buster Call o la guerra de Arabasta. Aquí era necesario. El tsunami, si Aokiji no lo remedia, sumiría a la isla en un caos y nos proporcionaría el escenario perfecto para distintas batallas.
El problema es que, como siempre, tendremos que esperar hasta el siguiente capítulo para averiguar que es lo que va a suceder. Una espera que será más dura de lo normal pues, por fin, la guerra ha comenzado.

sábado, agosto 01, 2009

No todo lo que sube tiene que bajar

UP

Como cada año, Pixar acude a las pantallas para dar una lección de cine. Es una película extraña, como todas las de esta compañía, al ser una película con un argumento infantil pero con un trasfondo claramente adulto.
La película, en sus diez primeros minutos amenaza con dejar en ridículo a Wall-E con una secuencia antológica que consigue emocionar al espectador y conectar a este con el protagonista de la historia como ni mil líneas de diálogo lo conseguirían. El conocimiento de Pixar del cine y de todas sus herramientas narrativas se muestra en toda su gloria en este momento.
Luego la película baja considerablemente (también entendamos que decir que estaba en un nivel alto es quedarse corto). Prosigue con una secuencia mágica, pero la aparición de un niño y unos animales parlantes claramente enfocados al público infantil difumina algo el aire triste, melancólico y mágico de la película. Este es siempre un terreno pelígroso y, si bien en Ratatouille creo que sencillamente lo bordaron, aquí creo que no han estado tan acertados. La película ofrece aquí algo de comedia, y verdaderamente esta parte es necesaria para el desarrollo del protagonista, pero no está tan perfectamente integrada como en otras ocasiones y particularmente tenía la impresión de que se estaba perdiendo algo del potencial de la película. En su recta final, con la redención del protagonista y la presencia del gran villano de la cinta, la película recupera todo su potencial y se recrea además en una épica sencillamente espectacular que viene dada por la edad de su protagonista y el relativo realismo con el que este actua.
A nivel técnico no voy a decir nada. Pixar es Pixar. Su factura técnica es impecable... y mejor aún es que sigan trabajando más aún en el guión y la historia y la narración te impidan fijarte en el efecto del pelo de los personajes, el agua o el volumen de las nubes.
Decir que es recomendable es poco. Pixar, como es ya tradición, firma una de las mejores películas del año. Este pequeño estudio es, sin duda, uno de los valores más firmes del cine americano actual. Y el año que viene regresan Woody y Buzz.
Y no puedo acabar la reseña sin tener una mención especial para el corto que la precede. Dice mucho de Pixar (y del cine actual, aunque en otro sentido) que un corto de cine mudo pueda ser mucho más disfrutable y tenga un guión mucho más currado que la mayoría de las películas actuales.