Hay imágenes que valen más que mil palabras. Esta entrada no necesita título.
A continuación, mi análisis -
plagado de spoilers- de una de mis series favoritas.
Shingetsutan Tsukihime
La técnica, cuando el anime es arte
Sólo en el primer segundo del openning descubrimos ya una de las grandes virtudes de esta serie: la música. El apartado músical es sencillamente súblime. Quizás los efectos sonoros no sean excesivamente notables, pero por contrapartida nos encontramos con una partitura que, a pesar de ser algo repetitiva, es uno de los mejores scores que he oído en un anime. En concordancía con la historia nos encontramos con una música lenta y tranquila, increiblemente bella y triste, y obviamente la música clasica es la única opción posible. Encontramos pocos pasajes "vibrantes"(como los enfrentamientos con Roa), la acción de la serie es poca y todo se desarrolla mediante largas escenas de díalogos entre los protagonistas. La música no sólo se integra perfectamente con la acción, si no que forma parte de ella (el violín de Akiha sonando en el silencio de la oscuridad resulta anticipatorio de su verdadera naturaleza). Además uno de los grandes aciertos del anime no es sólo su oportuna música, si no la ausencia de esta durante gran parte del metraje, en una serie tan íntima como esta resulta increiblemente acertado el uso de largos silencios que dicen más que decenas de líneas de diálogo.
Pero al mismo tiempo que nos maravillamos con la sobervia música de la introducción nos damos cuenta de otra de las grandes virtudes de la serie: sus imágenes. Lo primero que llama la atención es el diseño. Esta es una serie del año 2003, pero gracias a un diseño sobrio y elegante, y a una animación que en ningún momento pretende ser espectacular si no simplemente eficaz, nos encontramos ante una serie que ha soportado muy bien el paso del tiempo. No nos encontramos con personajes increibles, ni con las hábituales superproporciones de las mujeres del anime (recordemos aquí que el anime toma como punto de partida un eroge). Todos los personajes están caracterizados con unos rasgos muy humanos, incluso Arcueid o Ciel (a pesar de sus respectivas ascendencias). Quizás el único "borrón" en este apartado sean los enemigos, aúnque creo que esto se debe tanto a exigencias comerciales como a una sencilla caracterización para definirlos claramente como villanos de la historia.
El diseño de los personajes define también la animación de la serie. Esta no sólo es correcta, si no increiblemente realista. Aunque esto entraría dentro del estilo de la narrativa, hay que decir que no vemos ni un sólo movimiento antinatural dentro de los personajes. Arcueid no se comporta de una manera distinta cuando usa sus dotes vampíricas, Ciel tiene como efecto unos saltos a la luna bastante prescindibles pero no demasiado molestos y apenas vemos a Shiki manejar su navaja (el combate que mantiene al final con Roa es de una calidad notoria, pero al mismo tiempo logra transmitir tanto la sensación de que se estan enfrentando dos seres sobrenaturales como la de que se estan peleando dos hombres armados con navajas).
El color es otro de los aspectos claves de la historia. Todo se basa en colores tristes y apagados. Incluso el amanecer y el atardecer estan teñidos con un halo de tristeza innegable. Esta conjunción de tristeza y decadencia es sin duda otro de los grandes aciertos de la serie. Y resultan curiosos los contrastes que se usan para resaltarlos: las dos doncellas y los ojos de Arcueid. De los ojos de Arcueid no hablaré, pues su cometido es claro. Pero la presencia de las dos doncellas y sus "brillantes" melenas pelirrojas-rosas representa un pequeño oasis de luz dentro de la oscuridad y el tenebrismo que la gran mansión de los Tonho alberga (no obstante, incluso el "brillo" de estas melenas ha sido reducido en relación al eroge original en favor de la fotografía).
Los escenarios son la última caracteristica que me gustaría resaltar en este apartado. Ya he hablado de los tonos oscuros y tristes, y de como servían para resaltar la historia, pero los escenarios contienen otro factor clave: el vacio. La mansión familiar es un claro ejemplo de esto, sus altos techos, sus oscuros pasillos, algo tan irrisorio como la ausencia de una ruidosa televisión o la simple distancia que separa a Shiki y Akiha cuando comen ejemplifican a la perfección la soledad y de agobio de Shiki. Algo parecido ocurre con el parque donde Arcueid lo suele esperar en el columpio: siempre esta vacio. Esta soledad es extendible a los escenarios populados, apenas nada parece rodear a los personajes (cuando por ejemplo pasean por las calles), y cuando lo hace ambos se sienten incómodos (la secuencia en el parque de atracciones, o el peculiar aislamiento en el que Shiki parece vivir con respecto a sus compañeros). Como contraposición a este infierno helado encontramos el "refugio" de Shiki, ese prado intangible repelto de luz y color, donde encuentra el amor maternal y el descanso.
La narrativa, cuando la velocidad no hace avanzar la historia
Shingetsutan tsukihime no es
Blood+, no es una historia de acción con vampiros post-modernos y ese típico argumento tan frecuente en el manga y el anime. Como explicaré después, Shingetsutan tsukihime es una historia de personajes. Poco importa que Arcueid sea una vampira, o que persigan a Roa, o que Shiki pueda ver las "lineas de la muerte". La historia gira en torno a la busqueda de la humanidad por parte de Arcueid y a la busqueda de la identidad y la redención por parte de Shiki. Ese es el argumento de la historia, y en función de él está contada. Es este un tipo de historias terriblemente complicado de contar que normalmente dan como resultado un producto aburrido, pero por suerte aún hay algunos directores que saben manejarse en este género. Katsushi Sakurabi es el mejor de ellos. Tsukihime es una pequeña obra maestra, pero a ella le sucedió la no mucho más inferior
"Asatte no Houko", otra maravilla de corte fantastico donde el desarrollo pausado pero seguro de los personajes se imponían por encima de cualquier cliché de fácil fanservice. Es este un enfoque muy complicado, y más para un producto tan proclibe al fanservice como es una adaptación de Type-Moon, pero comprobamos que la historia intimista de este anime funciona mucho mejor que la absoluta grandilocuencia de "Fate Stay Night".
Tsukihime es lo que podríamos llamar "una serie de miradas inquietantes". Creo que define bien lo que es este anime. Es una serie pausada. No hay persecuciones, no hay verdaderamente monstruos, y apenas hay luchas (y creo que en todas estas escenas es cuando peor se maneja la serie). Es una serie en torno a dos personajes, y todo gira en torno a ellos. Al ver Shingetsutan tsukihime estamos viendo una novela, y como en tal la acción ocupa sólo una pequeña parte. Todo se articula en torno a los díalogos de los dos personajes y -y este es uno de los grandes méritos de la serie- los silencios en los que sin palabras se nos dice todo de ellos.
La serie esta repleta de escenas largas y silencios. Planos sostenidos de los personajes sin que estos se muevan o siquieran hablen. No abundan los primeros planos -pues hasta los últimos episodios los personajes se niegan a mostrarse tal y como són- pero si multitud de planos medios. En este apartado tambíen he de hacer referencia a alguno de los aspectos ya mencionados anteriormente (los planos opresores de la mansión, el vacio que rodea a los protagonistas, el hecho de que el único escenario "vivo" sea el prado que se mantiene en los recuerdos del protagonista). Los silencios estan respaldados además por las mentiras, pues unicamente Arcueid comprende algo a Shiki y unicamente con ella es capaz de hablar, mientras con el resto de los personajes se muestra obsesivamente distante. Es Arcueid, cuya vida autómata él destruye, la que obliga a Shiki a romper su propio cascarón de silencio.
La historia, la busqueda de la humanidad a través de la mortalidad
Shingetsutan tsukihime no es una historia sobre vampiros. Hay vampiros, eso es obvio, pero es sólo una escusa para presentar a Arcueid como un personaje inmortal y para reunir a los dos protagonistas.
La trama de Roa es bastante torpe. Particularmente no termino de entender algunos aspectos como la muerte de Arcueid o Roa (en el caso del segundo es mucho más flagrante, pero incluso con la primera uno se pregunta porque muere con algo a lo que Ciel sobrevivió facilmente o porque la mata un golpe tan tosco cuando Shiki la descuartizó en el primer episodio). La trama de vampiros omite gran parte de los aspectos de la trama del videojuego, pero como creo que ya he repetido varias veces, no es importante.
Por un lado tenemos a Shiki, un personaje nublado por un pasado que desconoce, un don maldito y la continua sensación de no pertenecer a ningún lugar. Shiki no tiene un hogar al que llamar como tal. Su hermana es una desconocida a la que teme odiar al principio y a la que se esfuerza por querer. Es un extraño allá donde esté (incluso en el instituto se ve desplazado por la llegada de Ciel). Es por ello que se siente cómodo con Arcueid, porque ninguno de los dos pertenece al mundo en el que viven. Conforme avanza la serie el pasado vuelve a él atormentándolo con dudas, revelándose poco a poco su historia. Shiki conoce al final de la serie su pasado, y este y las decisiones que ha de tomar son muy difíciles de asimilar, pero finalmente logra asumir su destino -aunque tarde- por las lecciones que la hechicera le dá. Gracias a Arcueid, Shiki logra comprender la importancia de su propia vida. Logra comprender que si vive en el pasado no vivirá el presente y perderá el futuro.
Pero la verdadera protagonista de la historia es Arcueid. Vemos la historia desde el punto de vista de Shiki, y comprendemos poco a poco la verdad sobre todo lo que le rodea. Pero Arcueid nunca se presenta como narradora, y apenas responde a la pregunta de Shiki sobre su pasado. Todo lo que sabemos de Arcueid lo descubrimos por su sonrisa al ver el amanecer junto a Shiki, por su temor ante la sangre, por su ilusión al ir al cine, por su odio a Roa -y por ende a Ciel-, por su sobresalto cuando Shiki le pide a ella salir otro día.
Arcueid vive para la venganza. Como ella misma dice "despierta cada cierto tiempo para matar a Roa y volver a dormir". Tiene la esperanza de poder acabar con su enemigo así y redimirse de sus errores del pasado. Pero Shiki se cruza en su camino matándola y obligándola a desviar su atención de su objetivo. Y así Arcueid se ve de repente en compañía de un igual, un ser solitario como ella. La cacería de Roa se transforma en una larga sucesión de díalogos donde Arcueid se va involucrando poco a poco en la vida de Shiki. Quizás el inicio fue -como ella dice- el deseo de matarlo, quizás después la curiosidad se despierta en ella por la habilidad de Shiki para matar, quizás sabía desde el principio que los Tonho tenían sangre no humana. El hecho es que pronto Arcueid no sólo busca a Shiki de noche, si no también de día, y pronto se da cuenta de que le gusta estar junto a él. La vampira comienza entonces a sentir sensaciones que sus largos sueños le habían hecho olvidar. De repente Arcueid empieza a darse cuenta de su soledad, de todo lo que Shiki despreocupadamente le ofrece. Se da cuenta de que de en el fondo anhela sentirse viva. Y Arcueid lucha contra ello ("me hace daño estar junto a tí", le dice a Shiki). El ansia de sangre, es sólo una metáfora del saber que se está enamorando de Shiki y conocer que ello sólo le puede causar dolor, su lado vampírico trata de protegerse. La herida que Shiki le hace y que causa dolor no es la puñalada, es una mucho más profunda. Finalmente logra asumirlo todo y es capaz de sacrificarse por proteger a Shiki. Arcueid Brunestud es, sin ningún lugar a dudas, uno de los mejores personajes de anime que jamás he visto. Y consigue esto sin fanservice, sin humor, sin grandes escenas de acción, lo consigue con simple y llana humanidad.
En resumen. Una serie maravillosa. Un ejercicio te tempo narrativo y una muestra de que el anime puede estar muy por encima de los tópicos que lo marginan y darnos muy de vez en cuando una auténtica obra maestra atemporal.