Aragorn y Denethor

One Piece 557 - Luffy y Barbablanca

Es difícil adivinar que tiene pensado Oda para el "Nuevo Mundo", pero lo tiene pensado, eso es indudable, de no ser así no se atrevería a mostrar algo tan bestia como lo que esta mostrando. Y este 557 no es un gran capítulo argumentalmente hablando, es un capítulo en el que pasa poco y en el que la historia apenas avanza con respecto a lo que fue el final del capítulo anterior. Este es un capítulo de simple y llano fanservice, como aquel capítulo en el que Oda se limitaba a mostrarnos las recompensas de la banda, estas son 18 páginas en las que Oda el mangaka se limita a dar al lector lo que quiere. Y uno de los grandes motivos del éxito de One Piece es su protagonista, el gran Monkey D Luffy. Todos amamos a ese personaje, y el primero que lo hace es Oda, y este capítulo esta dedicado a él. Vemos como todo el universo que el mangaka ha creado durante más de una docena de años se pliega ante el protagonismo. Luffy apenas hace nada, simplemente es él... y todo el mundo le mira. Y esta es la definición de épica. La simple declaración de principios de Luffy ante Barbablanca hace que al lector se le erizen los pelos y le aparezca una sonrisa en los labios.
Pero vayamos por partes, a pesar de que el rey ha reclamado su trono, el capítulo tiene más elementos para ver. El primero es Brook. En un foro ya vi como apuntaban, cuando se mencionó la isla en la que había caído Brook, que esa era la isla de Apoo. Ahora vemos que el esqueleto se va a enfrentar de alguna forma a la tribu de los hombres con dos codos. En una sola página Oda ya nos regala a un hombre que camina con las manos, junto al lobezno encubierto que vemos después muestra la inacabable capacidad para crear personajes de este mangaka. Ahora bien, Apoo atacaba con la música y todos dábamos por hecho que era su fruta, pero aunque sea así su banda pirata estaba relacionada con la música. Podríamos tener aquí un power-up potencial para esqueleto y su estilo de lucha que, no negemos lo evidente, se solapa algo con el de Zoro.
Oda después ata cabos en un mini-flashback en el que explica como la liga de la fuga revolucionaria cayó del cielo en Marinford. No deja de ser una forma de llenar páginas para poder estirar el capítulo lo suficiente para su gran final, pero este tipo de páginas no dejan de ser el corazón de la serie y es una gozada ver a esa banda de locos discutir sobre su estrambótica situación y las formas de superarla. En esta parte del capítulo y en la posterior presentación del grupo brilla el gran Buggy y esa farsa permanente que es su vida, Oda no para de mostrar nunca su simpatía y aprecio por este gran villano que tanta comedia y surrealismo añade a la historia. Y al igual que Buggy, Ivankof, Cocodrile y Jimbei tienen sus pequeños momentos de gloria en los que cada uno de ellos confirma sus posiciones.
Pero luego, naturalmente, estan Luffy y Barbablanca. Unas pocas páginas que se valen de toda la genialidad de la serie para, enseñando unicamente sonrisas, sacarnos la nuestra. Y en este capítulo como en pocos, Oda hace honor a esa virtud innata que tiene para conseguir definir a todos los personajes en una única viñeta. Así vemos a Sengoku desquiciado con cierta familia y a Garp irritado. Cada uno de los Shichibukai hace lo que exactamente esperamos de ello, pudiendo incluir aqui tambien el desafio orgulloso de Jimbei o el ataque rápido y traicionero de Cocodrile. Y Mihawk lo contempla todo con fría satisfacción, Boa se puede decir que lo observa todo con satisfacción pero ni mucho menos "fría". Moria se muestra irritado, pero es quizás la suya la reacción más estandar. Kuma no muestra reacción alguna, lo cual no deja de reforzar el misterio que rodea a este pirata renegado. Y DonFlamingo, por supuesto, disfruta como un enano con la que es la verdadera reunión de los shichibukais propiciada por ese rookie catalizador de su amado caos que es Luffy. Con los marines tenemos a tres sorprendidos almirantes que unen tres emociones más acorde a su personalidad, divertimento por parte de Aokiji, cierta indiferencia por Kizaru y fría rectitud por Akainu. Pero Oda afortunadamente no se centra en todos los grandes y encuentra viñetas para otros secundarios. Por supuesto Cobby es el mayor fan de Luffy y Helmeppo no deja de gritar asombrado, pero Oda nos muestra incluso a Fullbody y Jango, y luego al final nos regala a Smoker y Tashigi.
Y luego esta Barbablanca. En primer lugar resulta divertido ver como ignora a cocodrile, es insultante para el shichibukai el hecho de que en ningún momento parezca hacer amago de defenderse. Y luego naturalmente esta el encuentro entre el hombre que se enfrentó a Gold Roger y su sucesor. Oda nos muestra explicitamente los recuerdos de Barbablanca, y no deja de ser emocionante ver -aunque sea así- a Shanks. La visión del sombrero del pelirrojo, la convicción de las palabras de este y la sonrisa de Ace al presentar el cartel de Luffy hacen darse cuenta al gran emperador de que tiene delante a alguién con "potencial". Y luego por supuesto esta el desafio descarado de Luffy a Barbablanca. El desparpajo, la ambición y la simple confianza y libertad que desprenden las palabras del protagonista arrancan una sonrisa a Edward Newgate de que se encuentra ante un pirata de la vieja escuela. La sonrisa de Barbablanca, el reconocimiento de este de Luffy como pirata, vale más que cualquier cartel de recompensa de varios cientos de millones de Berris.