No todos los días se ve a Oda torpe

One Piece 621 - Tiger y Otohime.

Es el problema de tener unicamente 18 páginas, que a veces se quedan cortas para lo que uno quiere contar. Oda en este capítulo quiere contar bastante y al final Otohime se llevado unas páginas de más que necesitaban los piratas del sol.
Es un capítulo con un ritmo raro, con un pequeño salto hacia atrás en el tiempo -no muy justificado formal o argumentalmente- y con una apresurada formación de la banda pirata de Fisher Tiger. Particularmente dividiría este capítulo en tres partes: una primera mitad para Otohime, una segunda para Tiger, y un pequeño apunte entre ambos para Neptuno (y, curioso si consideramos el título del capítulo, esta me parece la parte más interesante de todas).
Por fin conocemos a Otohime. Personaje 100% One Piece. Una voluntad hiperbólica y una "estupidez" a la altura. El diseño de Otohime no es el más agradecido de las féminas de la serie, pero destila majestuosidad. Y su personalidad es acorde a lo que habíamos imaginado, una idealista superlativa... a la que Oda le ha añadido el plus de una surreal violencia suicida. La presentación de Otohime me parece bastante buena por un factor: el niño moqueante (puestos a hacer cábalas ridículas sin fundamento llamemosle Chibi-Hodi). El niño marca la diferencia. La secuencia anterior por si sola no sería ridícula, pero si muy forzada... Oda capea el temporal parodiandose a si mismo y recordándonos que esto es One Piece y aquí LAS VOLUNTADES SON ABSOLUTAS. Pero además del idealismo superlativo de Otohime, descubrimos que tiene "mantra". Como Aisa o como Cobby en Marineford, sufre la maldición de escuchar el dolor del mundo, y ante ello la reina se ha transformado en una de esas fuerzas superlativas del bien que piensa que no hay mayor error que combatir el fuego con el fuego y que siempre se ha de hacer bien. El mensaje sería algo contradictorio si tenemos en cuenta la violencia con la que se emplea, pero aquí Oda se saca de la manga su extremada fragilidad y eso...
a) hace que sufra con cada golpe tanto como aquellos que lo reciben, luego su violencia no es tan gratuita como puede parecer.
b) martiriza su personaje y le da un plus que sus seguidores idolatraran
c) como el mantra es un problema para sus asesinos (esta mujer esquiva balas), Oda la dota de cierta debilidad que podría usar para -por ejemplo- tirarla por una ventana (la debilidad anunciada de su cuerpo contrarrestaría la habitual inmunidad gravitacional de los shonnen)

Pero toda esta escena tiene sentido por el niño moqueante. El niño quita seriedad a la escena anterior y convierte al personaje de Otohime en una parodia del pacifismo mismo. Un gag que sirve para poner la rúbrica a un personaje tal y como sólo Oda sabe.

De las escenas más tiernas y bonitas que le recuerdo a Oda

Y mientras Otohime promulga a los suyos que han de abandonar la isla y trasladarse a la superficie para convivir con los humanos (Sueño reina + Voluntad hija + Pirata idiota = Vision madame), Jimbe la observa con evidente desgana. El Jimbe de este capítulo es uno de los puntos más sorprendentes. Primero sorprende que sea un soldado del ejército de Neptuno. Segundo sorprende aún más su desencanto del mundo y la aureola de violencia que destila. El Jimbe de este capítulo parece un tritón desencantado del mundo, demasiado cansado de ver la miseria que le rodea y los inútiles intentos de algunos por acabar con ella. Otohime y Tiger, a su manera, destilan idealismo y optimismo, será curioso ver como Jimbe pasa de ser ese tritón extremadamente violento al que Jhonny hacia referencia al sereno samurai que conocemos actualmente y que auna los ideales del tigre libre y la reina dragón.
No obstante, si bien Oda gasta páginas en presentarnos a este nuevo y desconocido Jimbe, y rescata del pasado a Arlong (me ha encantado verlo con su espada) e incluso gasta una viñeta en un personaje que podía parecer tan prescindible en el pasado como Macro, me ha parecido extraña y precipitada la forja de los piratas Sol. Era necesario, pero Oda ha realizado una narración extraña, como introduciendo un extraño miniflashback narrado de unas pocas páginas. Viendo las páginas que ha dedicado a otros menesteres, se me hace raro que haya resuelto de una forma tan féliz "y todos se unieron junto por Fisher Tiger" la formación de esta banda pirata tan emblemática.

"Somos rebeldes -con causa-, y nos mola"

Pero de Fisher Tiger y cía me ha interesado de sobremanera la información deslizada sobre el barrio de los hombres-pez, un ghetto aparentemente formado por los hijos de alguna guerra o miseria. Y un ghetto que esconde un superbarco que sabíamos que respondía al desde luego para nada casual nombre de "Noe"... y que ahora por Neptuno sabemos que formaba parte de una historia olvidada de unos visionarios que compartían el sueño de Otohime. Otra incognita más sobre el pasado, quizás con esa formación de la isla 200 años atrás, quizás con ese primer Van der Decken, quizás con ese pedrusco rúnico que duerme en el fondo del bosque marino. Una pequeña ventana al futuro para cuya aclaración supongo que tendremos que esperar al retorno de cierta arqueóloga.
En todo caso, ese barco llamaba la atención mucho al principio y todo parece indicar que no va a ser un mero diseño pintoresco para la base de Hodi. Me voy a aventurar. Todos pensamos en un Nami vs Hodi secretamente, pero sabemos que es poco menos que imposible. Cualquier otro tritón secundario... no sería una gran batalla. Así voy a intentar pensar un poco a lo "One Piece". Las batallas no lo son todo. Los grandes momentos de los personajes los vemos de hecho más en las derrotas que en las victorias. Así que me voy a mojar y voy a hacer una apuesta:

La isla submarina reventará (recordemos un volcan submarino que entró en errupción durante el descenso de la banda, y recordemos también que nada es casual en esta serie). Ahí veremos la redención de Nami. El capítulo "Nami la gata ladrona - Pirata del sombrero de paja" no será otro que aquel en el que Nami salve a los tritones de su extinción manejando el timón de tan gigantesca mole.