Descubriendo al duque de Ankh

El quinto elefante

"¡Voto a brios!" había supuesto para mi una pequeña decepción. Las novelas de la guardia eran claramente las mejores de Mundodisco, pero en la anteriormente citada se notaba cierto agotamiento de los personajes y suponía un claro paso atrás con respecto a la inmensa "Pies de barro" (a mi parecer la mejor novela de todas las que he leído de la saga). Esta aventura por tierras de vampiros y hombres-lobo no llega al nivel de aquella aventura de Golems... pero se queda cerca.
Los enanos de Uberwald van a elegir a su nuevo Bajo Rey, el regente del país de los vampiros y los hombres-lobo. Lord Vetinari envía a tal evento a un diplomático a fin de negocie nuevos acuerdos comerciales, y este diplomático no es otro que el Duque de Ankh, el lord Comandante de la guardia de la ciudad Sir Samuel Vimes. Nobby y Colon se hacen a un lado y se mantienen en un discretísimo segundo plano, e incluso Zanahoria pasa a un lugar muy discreto. La novela esta hecha por y para Vimes. Para mi gusto es un acierto, en el último libro no estuvieron muy acertados y parece que Pratchett se ha librado de la autoimposición de repartir el peso de la novela entre los cuatro guardias principales, y el conflicto de Nobby y Colon es muy bueno, y el propio Nobby se disfruta mucho más en pequeñas dosis que cuando Pratchett se empeña en hacer la gracia de lo indeterminado de su existencia. El libro se basa principalmente en Vimes, y Pratchett ya incluso se rinde en esa idea inicial que tenía de hacer a Zanahoria protagonista. Vimes consigue más páginas seguidas que el mismísimo Rincewind. Vimes es irónico y mordaz con respecto a la diplomacia. Vimes da lecciones de honradez e integridad a su estilo. Vimes resuelve casos en la mejor tradición de la novela negra. Vimes se enfrenta a hombres-lobo a pecho descubierto en compañía de ELLA... Vimes es mucho Vimes. Sucio pero mucho más luminoso que el brillante Zanahoria, desencantado pero idealista como un niño, grosero y vulgar pero justo con todos. Vimes se erige en esta novela, más que nunca, en el antiheroe heróico del Mundodisco.
Y luego tenemos detalles como Detritus y su ballesta, Jovial y la primera profundización en la cultura enanil, las pequeñas grandes frases de Vetinari, el concepto de gremio de la Guardia, la aparición definitiva de los Igor...
Pero el Vimes de esta novela lo eclipsa todo.