Ashita no Joe (ver reseña) es uno de los mangas más importantes e influyentes de la historia; y esta Megalo Box es un homenaje propiciado por el 50 aniversario del comienzo de la publicación del manga. No es, ni mucho menos, una adaptación -estamos hablando de un anime de boxeo futurista-, pero si se inspira mucho en algunos de los elementos que constituían el corazón de la mítica odisea vital de Yabuki Joe.
En esta ocasión tenemos a un boxeador sin nombre que combate -en una especie de versión futurista del deporte con exorefuerzos en los brazos- en peleas amañadas en los pobres suburbios de una gigantesca urbe. Un día se encontrará casi por casualidad con una joven millonaria que ha organizado un gran torneo con fines empresariales, y bajo cuyo mecenazgo hay otro boxeador con el que el protagonista establece una conexión automática y con el que quiere combatir.
Naturalmente la historia de un boxeador pobre que escala hasta la cima se puede seguir perfectamente sin conocer la serie original... pero si uno conoce a Rikiishi, Dampei, Shirase o Sachi ve rápidamente los paralelismos y como esta serie homenajea a los grandes protagonistas de aquella serie, con un tipo de dibujo parecido -aunque obviamente mucho más cuidado y evolucionado-, plagiando muchos planos y reimaginando algunas escenas. La obra es parecida, por supuesto todo es mucho más rápido y "comercial" por ser sólo 13 episodios (la adaptación del manga original se iba más allá de los 100 capítulos en sus dos temporadas), pero seguimos teniendo a un protagonista que poco puede hacer más que reafirmarse su existencia luchando en un mundo donde los pobres no pueden hacer mucho más. En "Megalo box", como en "Ashita no Joe", no prima lo deportivo, no importan verdaderamente los combates, si no el ver como la figura de alguien que vive debajo de un puente puede enfrentarse a los poderosos, el como un individuo puede no renunciar nunca a su libertad por muy limitada que esta parezca y por mucho que todo el mundo parezca oponerse a ella. Y la serie no se ubica en los terribles cimientos sociales del milagro japonés de los 60, pero nos presenta una distopía futurista arrasada por guerras y pobreza donde muchos humanos no tienen rango de ciudadano como si de las Roma o Athenas clásicas se tratara.
No es una serie rompedora en ritmo o en desarrollo, todo queda muy claro desde el principio y es obvio como va a acabar, e incluso diría que el tener un número tan limitado de episodios repercute negativamente en sus giros argumentales al ser obvio que algunos de ellos no pueden tener recorrido. Como serie individual no me parece especialmente brillante, efectiva y cumplidora, pero en sus primeros momentos apunta a unas posibilidades tan grandes que da algo de pena que la serie al final se quede en una serie deportiva relativamente normal con algo de crítica social. Aunque aquí también tengo que decir que tengo el problema de haber visto la Joe original, y conociendo el tono de la historia y a los personajes, y viéndola principalmente como un homenaje, no puedo juzgarla demasiado bien como producto individual.
A nivel gráfico resulta muy atractiva. Se opta por un estilo antiguo en sus diseños, con una rotulación muy marcada y unos tonos de colores algo saturados. Es una serie basta y bruta, pero ese estilo no solo es muy acorde con su propuesta si no que también disimula muy bien los bajones en el nivel de la animación. En general es una serie bastante sólida en su aspecto visual, con algún que otro momento en los combates donde se permite pequeñas exhibiciones de animación. A nivel sonoro si tendría alguna pega; se ha optado por un estilo muy urbano y callejero, con clara influencia del rap... y no es un estilo que me guste especialmente (y la serie incluso tiene algún que otro momento en el que se vale por completo de la música para retratar la sociedad o el ambiente en el que viven los personajes).
Como serie deportiva no me parece especialmente destacable, pero es un producto espectacular y entretenido, y un homenaje muy disfrutable de la "Ashita no Joe" original.