miércoles, diciembre 23, 2020

Supercomputadoras, bellas durmientes, hadas y reinas

Bokutachi wa Benkyō ga Dekinai

No hablaré del final de Bokuben, porque ya hablé hace algunos meses (ver reseña). Como dije entonces, creo que el final de Takemoto era EL FINAL, el resto de las chicas han tenido un tomo a modo de epílogo pero la resolución de aquella trama duró más de 10 episodios, hacía mucho ya que todo se había encaminado hacia la sirena de la serie.
Así pues, es el momento de hablar de los "omakes", de los "what if", de esos finales alternativos que el autor metió cuando nadie los esperaba y de los que yo inicialmente era muy crítico. Y tengo que decir que me han encantado. Sigo pensando que una pequeña pausa de un par de semanas al menos habrían sido sanos para la publicación, pero al final hemos tenido un tomo más para cada chica, creo que han quedado muy diferenciados e identificados como tales, y bueno, en general me alegro de que el autor haya podido explotar un poco más la popularidad de su primera serie sin que este obvio alargamiento artificial haya repercutido especialmente en una obra que le había quedado bastante redonda. Fui crítico con esta decisión al principio, pero una vez leídos los capítulos de estas rutas alternativas... han estado bien y me han permitido seguir disfrutando de la serie durante casi un año más. 
Así pues, vamos con las 4 rutas (la última la considero un mero formalismo porque el final correcto de la serie era un plano con todas).

Ogata: Pobre Ogata, creo que es el personaje que peor ha funcionado durante toda su serie, y da algo de pena ver como el autor intentaba conseguir humanizarla, y y como le metía esos gags de mofletes inflados, con su udon siempre a mano y su padre protector... pero ya fuera por la fuerza de sus competidoras o por alguna otra extraña razón, la buena de Rizu siempre fue la contendiente más débil a pesar que sobre el papel era casi el mayor peso pesado de la serie. Y tuvo un buen final alternativo en el que aprendía a "sentir" y hacía que otros sintieran, pero nuevamente estaba a la sombra de las expectativas que su rol de heróina del capítulo inicial generaba, porque no deja de ser extraño que en su arco propio el personaje con más desarrollo fuera otro. Y no esta mal, uno no esperaba ni mucho menos ver un desarrollo como el de Sekijou, y el autor incluso se atreve a meter un tema relativamente adulto como es el divorcio de sus padres, y todos estos temas se desarrollan gracias a Ogata haciéndola crecer también a ella. Es un arco bonito donde el personaje crece, pero es también un arco que parece más de "amiga" que de novia, donde el rol del protagonista es relativamente secundario. Un buen arco, pero no uno que elevara a Ogata de esa última posición de las heroínas donde siempre pareció estar condenada a estar... a lo que tampoco ayudó que además este fuera el primer arco de esta saga tan particular, cuando aún estábamos un poco impactados por la intención del autor de resetear el final.

Fumino: Quizás el arco que menos me ha gustado de todos. No fue un mal arco, pero fue... muy convencional. Creo que Fumino era la gran favorita en los momentos finales de la serie, porque era casi la que más química tenía con Nariyuki (de la pareja del capítulo 1) y porque tanto por su diseño como por su manía de negar sus propios sentimientos más se adaptaba a muchos de los tópicos del género. Al final no ganó, pero si hubiera ganado habría sido como se narra en estos 9 capítulos, y eso es mi mayor pega. No sorprende como el arco de Ogata, donde si que hay algo de desarrollo de personajes, y no tiene con el factor de "estas no ganarían ni de coña, a ver como lo hace el autor" que vendría en los dos arcos posteriores. Tenemos a su padre y su madre, pero en cierta forma estos recursos ya habían sido explotados antes y esta saga no deja de ser una prolongación natural de tramas anteriores. El arco no está mal, pero es el que menos sorprende y menos impacta de todos estos finales alternativos, quizás porque es el que más fácilmente habría encajado como final verdadero y eso lo hace el más ñoño o menos loco de todos. 

Asumi: Mi chica favorita, mi arco favorito. Soy poco parcial aquí, pero además creo que el autor hizo un trabajo sorprendentemente bueno, tanto con ella como con sensei decide muy acertadamente salta en el tiempo (es algo que en verdad pasa en todos los arcos alternativos, que poco a poco se van alejando del instituto, pero que en el caso de Asumi y -sobre todo- de Mafuyu era necesario). Además del salto temporal, otro rasgo que compartirá con Sensei será la presencia fantasmal del padre de Yuiga y el hecho de ser romances ya adultos, Naruyuki y ella se ayudan ya como adultos en sus primeros trabajos en una relación de iguales donde la edad deja de ser importante. Pero lo que me gusta de este arco es que -con la ligereza habitual de la serie- salta de una comedia de enredo tópica a la épica más absurda, poniendo literalmente la vida del protagonista en peligro y haciendo que la heroína complete su "ruta médica" salvándole la vida, con simbolismo de cicatriz prácticamente en el corazón... es tan ridículamente exagerado que me encanta. 

Sensei: El arco de la heroina más popular no esta mal, pero el problema de la edad esta ahí y aunque se solventa "legalmente" con el salto temporal, continua estando el problema de que Mafuyu no deja de ver al prota como un alumno y hay que cambiar esa mentalidad, y para ello se recurre al padre de Yuiga normalmente y a una especie de círculo de enseñanza a cerrar. Hay comedia y no está mal, pero en general me recuerda al arco de Fumino, donde el rechazo de la chica y la tarea de abrir su corazón requieren demasiado drama o justificación. No es un mal arco, pero no me parece tampoco especialmente destacable.

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