Como cada crítica que veo de "Conan el Bárbaro" es peor que la anterior y aún tengo el recuerdo de ese engendro digno de varios Picard que era "El guía del desfiladero" (ver reseña) cada vez es menos probable que vea esta película por muy bien que me caiga el bueno de Jason Momoa... casi tan improbable como alguna semana de estas por algún casual alguién decida estrenar 13 asesinos en alguna sala de Murcia. Así pues, adelantare la última reseña cinematografíca de un par de atípicas películas de verano.
El origen del planeta de los simios
¿Quién pedía esta película? Reboot de una franquicia cuyo éxito se basa en uno de los planos más icónicos de la historia del cine pero que, a mi humilde modo de ver, no tiene mucho más. Burton se pegó un hostiazo padre con su revisión del mito hace unos años... pero por alguna extraña razón alguién pensaba que esta franquicia seguía teniendo tirón. Y quizás por las pocas pretensiones o ambiciones, quizás por las pocas presiones o espectativas... lo cierto es que en esta ocasión ha salido un peliculón.
Es una película sorprendentemente seria. ¿El argumento? Bueno, es digno de la más pura serie B... pero la película cree en él a ciencia cierta. Un científico que lucha contra el Alzheimer e investigando en simios logra crear un virus que hace a estos más inteligentes (y a las personas también... pero las mata, y siendo un virus de propagación aera tenemos un método de exterminio de la humanidad bastante coherente). Los actores creen en su papel y Franco y Lightow estan muy bien, e incluso Draco Malfoy y el Dr.McKay suman un puntillo a una pelicula. Pero la estrella es Andy Serkis. En algún momento dado tienen que darle un Oscar a este hombre, porque su Cesar es brutal. El chimpance actua, y lo hace tan bien y transmite tanto sufrimiento y sentimiento que hace que una película que pudiera ser ridícula funciona. Funciona porque Serkis y la gente de Weta digital consiguen que el espectador empatice con un mono.
Y luego tenemos la rebelión... algo forzada en algún que otro momento, pero nada exagerada para lo que uno se temía y sencillas pero contundentes escenas de acción. Pero hay poca "rebelión". Esta no es una película de monos cazando hombres... es una película de monos pensando. Y es una buena película de monos pensando.
Super 8
"Super 8" no es una mala idea. Aquel tipo de películas "de niños" que se hacían en los 80 no eran malas, eran de hecho bastante buenas. El problema es que desde hace unos lustros se comenzó sencillamente a identificar a niños con idiotas y con una colección de clichés y tópicos que pretenden que los niños tienen que aspirar a ser populares y llevar ropa de marca en lugar de hacer algo tan simple como divertirse y soñar. "Super 8" nos presenta a un grupo de niños como esos, no son odiables, caen bien. Los niños tienen sus cosas, sus peleas, comienzan a descubrir el amor, son tontillos.... son en definitiva niños, personas pequeñitas, cada uno con su identidad propia pero todos con una ingenuidad e inocencia que los años aún no han echado abajo. Y la película funciona de sobremanera cuando se dedica a mostrar a los niños y sus relaciones, e incluso cuando se adentra en ese tópico que es "los adultos no nos escuchan".
El problema llega con el bicho. E.T era un elemento que unía, un secreto que los niños compartían. Aquí vemos un espectacular accidente de tren, pero verdaderamente uno no siente que eso sea un secreto increible. Y luego comienza a morir gente y a verse que hay un monstruito pitufeando por aquí y por allá. El problema es ese. Los niños ven el accidente..., pero eso no los acerca al monstruo (de hecho no los acerca entre ellos, eso lo hace la película (grande el homenaje de la película en este sentido a aquellos tiempos e impagables los créditos de la película con la visualización de la pelicula rodada por los niños)). No hay ningún vínculo entre los niños y la criatura por mucho que se nos quiera hacer decir que si que lo hay. ¿Qué los niños lo comprenden? Bueno, el bicho actua como Alien... así que no creo que le importara mucho comerse un par de crias de humanos. Tenemos pues una película de niños a la que de repente le metemos elementos de Alien... y para rematarlo el guión se desmorona en esos momentos y a Abhrams no se le ocurre otra forma de arreglarlo que metiendo bombazos y explosiones por todos lados...
Decepcionante. Es una película que comienza bien, con personajes simpáticos que transmiten nostalgia al espectador... pero que a mitad del metraje toma un rumbo completamente distinto y va acelerando y acelerando hasta estrellarse contra un muro.