Si en un capítulo de One Piece en la portada vemos a Garp y a Sengoku (y a su cabra) ya sabemos que va a ser muy grande, si en la primera página ya aparecen los cinco ancianos más vale que nos preparamos porque el capítulo amenaza con ser histórico. Y es un capítulo grande, monstruosamente grande. Es un capítulo en el que conocemos a Kong, un capítulo en el que Luffy se muestra ante el mundo escoltado por Rayleigh y Jimbei, un capítulo en que comenzamos a atisbar el infierno que es el nuevo mundo... y un capítulo en el que mi escena favorita es casi anecdótica. Es la escena de las amazonas "tocando" a Luffy, porque la obsesión de esta tropa por los kintama y los "desconocidos" hombres las lleva a toquetear incluso al Caballero del Mar y al Rey Oscuro mientras hablan de los grandes acontecimientos que estan por venir, es este sentido del humor hilarante y carente de cualquier tipo de complejos lo que hace grande a One Piece, lo hace grande porque se presenta en todo momento y Oda sólo en puntuales momentos olvida la naturaleza cómica y alocada de su obra.
El plan de Rayleigh ha quedado al fin descubierto y nuestro buen Rey Oscuro tenía un plan no demasiado elaborado pero si bastante impactante. Cito al gran Tom Arnold de "Mentiras arriesgadas": "Con dos cojones, gilipollas pero con dos cojones". Luffy se planta en mitad de una Marinford en reconstrucción y, entre heridos y periodistas, se marca todo un funeral marino en honor de su hermano y Barbablanca y luego toca 16 campanadas en lo que parece ser una especie de costumbre de final y comienzo de año... y para colmo lo hace escoltado por Jimbei y Rayleigh. Una escena sorprendetemente impactante que guarda dos mensajes:
El primer mensaje es a sus nakamas. Quizás sea ese extraño tatuaje que ostenta o quizás cualquier tipo de mensaje secreto. En todo caso parece que todos sus compañeros han recibido el mensaje y lo han comprendido (las palabras de Nami parecen indicar que Luffy ha postpuesto el reencuentro y que finalmente habrá salto temporal). Quizás estemos ante ese tan temido-deseado salto temporal. Cada compañero está inmerso en una pequeña y particular aventura, y todos tienen algo parecido a un compañero de aventuras. Viendo lo lejos que esta el nivel de la banda de "la cima" quizás Oda decida darles un poco de tiempo para que mejoren sus respectivas habilidades (al menos el bueno de Franky lo necesita).
El segundo mensaje, que enmascara el primero, está dirigido al mundo. Los 16 toques de campana parecen tener el significado del fin de la era de Barbablanca y el comienzo de una nueva -supuestamente- protagonizada por él. Ni que decir tiene que los Marines se lo toman como una declaración de guerra y el resto de piratas como una de intenciones. Este mensaje es aún más fuerte si tenemos en cuenta que Luffy se presenta escoltado por Jimbei -figura emblemática de los tritones, antiguo shichibukai y hombre muy vinculado a Barbablanca- y Rayleigh, una figura que casi era ya mítica.
Que la primera página ya nos muestre a los cinco ancianos hablando de Luffy muestra ya a las claras hasta que nivel han llegado sus acciones. Luffy, como dijo Garp en su momento, ya se ha ganado su propio nombre infame y poco importa que sea hijo de Dragon o nieto de Garp, es, por sus propias acciones, un elemento demasiado peligroso para el orden del gobierno mundial. El mundo se haya en caos y una figura tan carismática es lo último que necesitan aquellos que lo dominan. La Marina puede haber ganado la guerra, pero tiene no pocos problemas. Tres de los asientos de los shichibukais han quedado vacios (de momento el sillón de Boa parece no peligrar, supongo que Oda se valdrá de esta circunstancia para atar a la princesa serpiente a su isla e impedir que siga a Luffy por el mundo (situación que destrozaría la escala de fuerzas de la nave y además pondría en peligro a la mayor parte de animalillos del mundo)).
Pero si los shichibukai estan mermados y además son un pelín anárquicos, la Marina se enfrenta a la retirada de sus dos más poderosos efectivos. Sengoku y Garp presentan su dimisión ante el almirante Kong -sorprendente incorporación al casting a estas alturas-. Ambos parecen ahora relegados a una tarea meramente de cara a la galeria y a instruir a marines más jóvenes. Sengoku propone como su sucesor al bueno de Kuzan, pero acciones como el asesinato de Moria nos hacen pensar si el Gobierno Mundial querrá como líder de la Marina a alguién tan "bueno".
Smoker, naturalmente, pasa de toda la conmoción creada por Luffy. Conoce como pocos al pirata, y sabe que se mueve hacia delante, y que allí es donde él tiene que estar. A nuestro buen cazador blanco le importa poco más que su presa, y ha solicitado ya formamente su traslado a la plaza más problemática de la Marina. Aokiji es lo suficientemente listo como para saber que hay pocos marines capaces de hacer frente a Luffy y que el logia de humo es además uno de esos marines que comparten sus ideales de que no todo vale. Seguramente un Marine del corte de Akainu o Kizaru se llevaría consigo unos cuantos inocentes para arrestar al pirata del sombrero de paja, mientras que Smoker no dudaría incluso en ayudarle si se encontrasen ante un mal mayor como sucedió en Arabasta. El haki de Coby (detectado por un infalibre doctor que chupa cabezas de pescado) seguramente le llevará en algún momento a ocupar un puesto de almirante tras las lecciones de Garp, y pienso que los enfrentamientos finales de Luffy serán Coby-Shanks.... pero todavía más pienso que Smoker será su gran enemigo. Smoker es el Garp de Luffy. Un Smoker cuya nueva jurisdicción será el Nuevo Mundo. Donde si hay suerte podrá producirse un romántico reencuentro.
Y luego naturalmente tenemos el bando de los piratas. En el capítulo anterior vimos a Cocodrile y en este a los supernovas, y (G)Oda quiera que en el siguiente veamos algo de ese Nuevo Mundo en el que Barbanegra parece estar tomando la ventaja en la lucha por los territorios de Barbablanca. Pero de momento tenemos que "conformarnos" con los supernovas y ese primer vistazo al Nuevo Mundo que sabemos que ya se ha cobrado su primera víctima en el grupo. Apostaré por el extraño pirata de cuatro codos, cuyo poder es de los más complicados de reflejar en una batalla. Law parece esconder aún algún que otro secreto, Drake me parece que puede aportar mucho a la historia, Jewelly es la única chica del grupo y supongo que Oda será considerado para con los creadores de doujins. Del resto Oda se ha servido para presentarnos un poco el nuevo mundo.
Kidd y Hawkings se encuentran en su salsa en este mundo. El primero puede seguir transformándose en ese divertido y sádico demonio que todos esperamos crucificando a quien pille de por medio. El segundo sencillamente culmina esa pequeña gracia de Oda que fue el personaje de Barbamarrón con una elegancia impagable.
Capone y Uroge, dos de los personajes que menos me gustan del grupo, si parecen sin embargo superados por la circunstancias. El primero engullido por una Gantz flotante tamaño XXL, y el segundo viendo una isla extraña y aconsejado por una anciana que vende paraguas (algo que se mire por donde se mire da muy mal rollito).
Grandísimo capítulo donde se pierde la cuenta de los hilos narrativos que Oda maneja... y donde cada uno de ellos tiene algo que aportar a la historia y está completamente impregnado por el espíritu de la serie.
El plan de Rayleigh ha quedado al fin descubierto y nuestro buen Rey Oscuro tenía un plan no demasiado elaborado pero si bastante impactante. Cito al gran Tom Arnold de "Mentiras arriesgadas": "Con dos cojones, gilipollas pero con dos cojones". Luffy se planta en mitad de una Marinford en reconstrucción y, entre heridos y periodistas, se marca todo un funeral marino en honor de su hermano y Barbablanca y luego toca 16 campanadas en lo que parece ser una especie de costumbre de final y comienzo de año... y para colmo lo hace escoltado por Jimbei y Rayleigh. Una escena sorprendetemente impactante que guarda dos mensajes:
El primer mensaje es a sus nakamas. Quizás sea ese extraño tatuaje que ostenta o quizás cualquier tipo de mensaje secreto. En todo caso parece que todos sus compañeros han recibido el mensaje y lo han comprendido (las palabras de Nami parecen indicar que Luffy ha postpuesto el reencuentro y que finalmente habrá salto temporal). Quizás estemos ante ese tan temido-deseado salto temporal. Cada compañero está inmerso en una pequeña y particular aventura, y todos tienen algo parecido a un compañero de aventuras. Viendo lo lejos que esta el nivel de la banda de "la cima" quizás Oda decida darles un poco de tiempo para que mejoren sus respectivas habilidades (al menos el bueno de Franky lo necesita).
El segundo mensaje, que enmascara el primero, está dirigido al mundo. Los 16 toques de campana parecen tener el significado del fin de la era de Barbablanca y el comienzo de una nueva -supuestamente- protagonizada por él. Ni que decir tiene que los Marines se lo toman como una declaración de guerra y el resto de piratas como una de intenciones. Este mensaje es aún más fuerte si tenemos en cuenta que Luffy se presenta escoltado por Jimbei -figura emblemática de los tritones, antiguo shichibukai y hombre muy vinculado a Barbablanca- y Rayleigh, una figura que casi era ya mítica.
Que la primera página ya nos muestre a los cinco ancianos hablando de Luffy muestra ya a las claras hasta que nivel han llegado sus acciones. Luffy, como dijo Garp en su momento, ya se ha ganado su propio nombre infame y poco importa que sea hijo de Dragon o nieto de Garp, es, por sus propias acciones, un elemento demasiado peligroso para el orden del gobierno mundial. El mundo se haya en caos y una figura tan carismática es lo último que necesitan aquellos que lo dominan. La Marina puede haber ganado la guerra, pero tiene no pocos problemas. Tres de los asientos de los shichibukais han quedado vacios (de momento el sillón de Boa parece no peligrar, supongo que Oda se valdrá de esta circunstancia para atar a la princesa serpiente a su isla e impedir que siga a Luffy por el mundo (situación que destrozaría la escala de fuerzas de la nave y además pondría en peligro a la mayor parte de animalillos del mundo)).
Pero si los shichibukai estan mermados y además son un pelín anárquicos, la Marina se enfrenta a la retirada de sus dos más poderosos efectivos. Sengoku y Garp presentan su dimisión ante el almirante Kong -sorprendente incorporación al casting a estas alturas-. Ambos parecen ahora relegados a una tarea meramente de cara a la galeria y a instruir a marines más jóvenes. Sengoku propone como su sucesor al bueno de Kuzan, pero acciones como el asesinato de Moria nos hacen pensar si el Gobierno Mundial querrá como líder de la Marina a alguién tan "bueno".
Smoker, naturalmente, pasa de toda la conmoción creada por Luffy. Conoce como pocos al pirata, y sabe que se mueve hacia delante, y que allí es donde él tiene que estar. A nuestro buen cazador blanco le importa poco más que su presa, y ha solicitado ya formamente su traslado a la plaza más problemática de la Marina. Aokiji es lo suficientemente listo como para saber que hay pocos marines capaces de hacer frente a Luffy y que el logia de humo es además uno de esos marines que comparten sus ideales de que no todo vale. Seguramente un Marine del corte de Akainu o Kizaru se llevaría consigo unos cuantos inocentes para arrestar al pirata del sombrero de paja, mientras que Smoker no dudaría incluso en ayudarle si se encontrasen ante un mal mayor como sucedió en Arabasta. El haki de Coby (detectado por un infalibre doctor que chupa cabezas de pescado) seguramente le llevará en algún momento a ocupar un puesto de almirante tras las lecciones de Garp, y pienso que los enfrentamientos finales de Luffy serán Coby-Shanks.... pero todavía más pienso que Smoker será su gran enemigo. Smoker es el Garp de Luffy. Un Smoker cuya nueva jurisdicción será el Nuevo Mundo. Donde si hay suerte podrá producirse un romántico reencuentro.
Y luego naturalmente tenemos el bando de los piratas. En el capítulo anterior vimos a Cocodrile y en este a los supernovas, y (G)Oda quiera que en el siguiente veamos algo de ese Nuevo Mundo en el que Barbanegra parece estar tomando la ventaja en la lucha por los territorios de Barbablanca. Pero de momento tenemos que "conformarnos" con los supernovas y ese primer vistazo al Nuevo Mundo que sabemos que ya se ha cobrado su primera víctima en el grupo. Apostaré por el extraño pirata de cuatro codos, cuyo poder es de los más complicados de reflejar en una batalla. Law parece esconder aún algún que otro secreto, Drake me parece que puede aportar mucho a la historia, Jewelly es la única chica del grupo y supongo que Oda será considerado para con los creadores de doujins. Del resto Oda se ha servido para presentarnos un poco el nuevo mundo.
Kidd y Hawkings se encuentran en su salsa en este mundo. El primero puede seguir transformándose en ese divertido y sádico demonio que todos esperamos crucificando a quien pille de por medio. El segundo sencillamente culmina esa pequeña gracia de Oda que fue el personaje de Barbamarrón con una elegancia impagable.
Capone y Uroge, dos de los personajes que menos me gustan del grupo, si parecen sin embargo superados por la circunstancias. El primero engullido por una Gantz flotante tamaño XXL, y el segundo viendo una isla extraña y aconsejado por una anciana que vende paraguas (algo que se mire por donde se mire da muy mal rollito).
Grandísimo capítulo donde se pierde la cuenta de los hilos narrativos que Oda maneja... y donde cada uno de ellos tiene algo que aportar a la historia y está completamente impregnado por el espíritu de la serie.