Turn A Gundam
Esta es una serie rara, y difícil de recomendar, pero recomendable. Vayamos primero con lo primero, la serie visualmente. Es una serie del 99, la última Gundam de corte clásico, en el sentido de que después comenzaron a predominar las técnicas de animación digital. Esta "Turn A" sigue teniendo un aspecto de Gundam clásica, con una animación que parece en todo momento muy artesanal. El particular aspecto de esta serie queda reforzado por su ambientación y sus diseños, se trata de una serie retrofuturista, ambientada en una suerte de Europa de principios del siglo XX con una notable tecnología casi de steampunk. En este particular ambiente, todavía con señores y vasallos, con un diseño de personajes y animación que recuerda a las producciones clásicas de Ghibli, vamos a ver como los terrícolas se van a enfrentar a una invasión lunar gracias a unos antiguos robots que encuentran excavando ruinas. A la hora de hablar de los diseños supongo que tendría que hablar de los mechas, bastante rupturistas con respecto a las series anteriores merced a diseñadores americanos y a un intento de cambiar el estilo de la franquicia... en general me parece que la mayoría de los diseños son más funcionales que prácticos, y si bien me parece lógico y comprensible, también me parece menos atractivo.
Si los diseños recuerdan a Ghibli, eso es algo que se extiende también a la propia narración de la historia, que se muestra extremadamente costumbrista en ocasiones. Es una serie difícil de calificar, porque mientras vemos como un biplano se enfrenta a naves espaciales, podemos ver al mismo tiempo que usan a un Gundam para transportar vacas. Es raro. La serie apunta mucho a construir su mundo, y la guerra se suele mantener en segundo plano con acciones puntuales de soldados ya que los líderes de ambos bandos intentan llegar a una solución pacífica (los habitantes de la Luna son terrícolas que abandonaron la Tierra miles de años atrás y quieren volver, pero quieren encontrar una solución que no sea masacrar a todos los que se opongan a ellos). Es una serie con muchas intrigas políticas, con muchas negociaciones y alianzas que van y vienen y donde se nota que los autores estaban más interesados en esto que en las batallas en si hasta la recta final de la serie, donde si que pasa a ser una historia más convencional de Gundam a la hora de afrontar su clímax. Esto hace que la serie sea extraña. Extraña porque los dos primeros tercios de la serie son lentos y hasta aburridos, pero son necesarios para cimentar toda la acción del último tercio y la carga dramática de muchas acciones. Si la serie fuera más corta seguramente sería más fácil de disfrutar, tendría un mejor ritmo y sería más movida, pero si ese fuera el caso también seria una serie menos emotiva. Es una serie de Gundam que durante una parte muy importante de su minutaje se comporta como si fuera un "slice of life", y eso le permite construir un grupo excepcionalmente sólido de protagonistas: el tranquilo Loran (y esa cosa extraña que es su versión travestida con una inusitada importancia en la trama que es Laura), la extraña dupla Kihel-Dianna que conforma el ejemplo de integración y comprensión de culturas, la caprichosa Sochie y todo su trabajado arco de venganza y paz, los ambiciosos y manipuladores Guin y Lilly, y el gran y carismático Harry elevando la tradición de villano con antifaz de Gundam a nuevos horizontes. Todos ellos están muy trabajados y se muestran sorprendentemente sólidos en el desarrollo de un conflicto que al mismo tiempo nos muestra como se puede usar un Gundam para lavar ropa o animar fiestas de pueblos. Podemos pasar de una Europa en vísperas de una primera guerra mundial a una especie de imperio precolombino que ha sobrevivido hasta nuestros días para luego ir a la luna... todo ello mientras Kihel y Dianna se intercambian entre ellas porque son iguales y Loran y su Gundam pasan de un bando a otro por caprichos de la política.
Es una serie extraña, tremendamente inusual por la poca importancia que le da a sus batallas e interesarse más por como afectan los conflictos a sus personajes que al contrario. Es lenta, y su primera mitad me parece que bordea el aburrimiento más de lo que me gustaría reconocer, pero superado este escollo uno acaba encontrando una serie incluso hipnótica por su rareza que acaba cristalizando un conflicto potente y sentido.
No la recomendaría como una primera toma de contacto con la franquicia por ser tan inusual dentro de esta, pero curiosamente si que la recomendaría para todo aquel que huya normalmente de cualquier serie que lleve Gundam en el nombre (aunque si a esa persona no le gustan los super-robots en general, tampoco le diría que la viera, claro).
