1158 – Harald vs Rocks
Sigue este rarísimo flashback en el que Oda nos iba a contar el pasado de Harald y Loki… pero de alguna forma a pasado a ser algo completamente distinto con los inicios de la gran era de los piratas encaminándose hacia God Valley. Mucha información en un capítulo repleto de detalles que comienza con algo tan surreal como la revelación de que Moria es un Kozuki, entiendo que esto es la herramienta para que alguien en Cross Guild sepa leer los fonegrifos y poder poner a estos también en la carrera hacia el One Piece… pero me parece un parche del tamaño del agujero de la capa de ozono que resta más que suma a este personaje.
Luego ya pasamos a una gozada de capítulo que nos muestra el día a día de los grandes piratas. Sigo teniendo muchos problemas con la estructura de este flashback, pero aquí al menos vemos el enfrentamiento entre Harald y Rocks y se nos emplaza a un último encuentro que parece que va a vincular el fin de ambos y daría bastante más solidez narrativa a este flashback (sigo entendiendo que Rocks morirá en God Valley, pero esto no se ha confirmado y yo no dejo de pensar que podría estar “poseído” o algo así por Ihm y ser un arma secreta de este).
Dejando a un lado el tema de Harald, la estrella del capítulo me sigue pareciendo la escena en el bar de Shakky, donde vemos interactuar a los piratas clásicos como pocas veces lo habíamos visto. Oda se quita de en medio a Shiki y a algunos menos carismáticos y nos deja un Roger vs Rocks con muchas reminiscencias del primer encuentro de Luffy contra Teach, o de la simple interacción entre distintos piratas. Roger y Rocks están enfrentados, pero no son especialmente enemigos, pueden estar perfectamente juntos (y aquí vemos también un poco de esas famosas leyes piratas donde el bar de Shakky actúa como una zona de tregua). Roger es más Luffy que nunca, poniendo un mote a Rocks y pidiendo comida… y tiene sentido habida cuenta de que teóricamente Shanks y compañía ven en él a su antiguo capitán (más allá del sueño compartido). La escena de Linlin bebiendo tranquilamente frente a Roger y este preguntando por Newgate es un regalo para los fans. De regalo tenemos algo parecido a un romance que sabemos que llegará a buen puerto entre Shakky y Rayleight, con Gloriosa y Stussy de por medio repitiendo el chiste de la intuición femenina. Y luego tenemos a un Rocks que en ningún momento se nos está mostrando como malvado, sino sencillamente como alguien salvaje y que ama por encima de todo la libertad, un personaje que en apenas unos pocos capítulos ha demostrado un carisma brutal y se ha adueñado de la serie.
Y para finalizar tenemos el tema de God Valley. Figarland sigue siendo tan despreciable como siempre, viéndose más claro en este capítulo una ambición “trepa” que ya se había intuido ligeramente antes, pero además revelando que en God Valley no será solo el escenario del rescate de Shakky, sino que esto era algo casi anecdótico y que la isla guarda otro secreto (¿Urano? ¿Algo de la tribu de los tres ojos?). La viñeta final con Shanks y Shamrock es otra que abre más interrogantes de los que cierra. No tenía mucho sentido que Garling hubiera abandonado a un hijo, pero tampoco parece muy normal que alguien como él adopte a un niño. Además, aunque las películas sean un canon regulero, esta revelación quita algo de sentido a las palabras del Gorosei en One Piece Red (a no ser que o entre el padre ausente o esa Portgas D Rogue 2.0 que es la madre de los gemelos hubiera un Figarland perdido). Al menos, eso si, ahora tiene sentido que Roger encontrase a Shanks en un cofre y podemos empezar a teorizar más sobre aquellas palabras que el rey de los piratas dijo a su grumete y que le hicieron llorar.