jueves, enero 31, 2019

Ainucalipsis now

Golden Kamuy II

Si primera temporada ya era una joya (ver reseña), esta continuación no le anda a la zaga, y lo mejor es que lo hace de una forma muy distinta. Si la primera temporada se nos planteaba como una gigantesca "battle royale" por el oro perdido de los ainu entre un grupo de locos víctimas de la guerra, en esta la trama se hace más íntima. La guerra por el oro lo sigue motivando todo, pero ya no tenemos a cada personaje por su bando y -sobre todo- no tenemos a los protagonistas como unos agentes libres. Asirpa y Sugimoto siguen teniendo su particular objetivo, pero ahora la interacción con el resto de los personajes es mucho más notable hasta el punto de que ahora casi parecen integrados en el grupo de Hijikata... grupo en el que cual además se ve ya que cada integrante tiene sus propias motivaciones y ambiciones, y no siempre coinciden con las de su jefe o están vinculadas al oro de del padre de Asirpa.
El desarrollo de los secundarios es el gran avance de esta temporada, con episodios enteros en los que la trama principal desaparece en su totalidad y un personaje se dedica a contarnos su pasado, episodios que pueden parecer algo extraños pero que funcionan muy bien tanto como mediometrajes individuales como para cimentar a ese personaje. Hay muertes y hay batallas, pero no de la sensación de que estas sean tanto el motor de la serie como ocurría en la primera temporada, aquí suceden y son importantes pero en cierta forma ya tenemos a un pequeño grupo de personajes que parecen blindados por el guión y vemos como la trama y las circunstancias se desarrollan en torno a estos. Debido a que se abandonan los poblados ainu casi en su totalidad desaparece gran parte del componente documental de esta cultura, aunque no obstante sigue estando muy presente la vertiente culinaria de este pueblo. La comedia sigue siendo tan loca y extrema como en la temporada anterior, continuando siendo este anime un tipo de historia inimaginable en cualquier otro medio por la facilidad y naturalidad con la que integra dramatismo, acción, comedia e incluso erotismo... no obstante diría que en esta temporada se ha acentuado aún más el componente melancólico de la serie, con unos personajes que están absolutamente rotos por la guerra y los tiempos que han vivido y un Sugimoto triste que se sabe un demonio y que tiene como único afan redentor el proteger la inocencia y pureza de Asirpa. 
Absolutamente recomendable, su única pega es que se queda abierta y tiene pinta de que habrá que pasarse al manga para ver como acaba la historia.

lunes, enero 28, 2019

OPDM - 041B - Temporada de Anime Invierno 2019

Nuevo programa del podcast en el que en esta ocasión analizamos la temporada de anime de Invierno de 2019, una temporada con algunas adaptaciones bastante esperadas y alguna que otra joya con potencial entre un maremagnun de animes olvidables y mediocres. 

Completamos el programa con la visita de Miyamoto Musashi en nuestra enciclopedia friki y las chicas de Bokutachi wa Benkyou ga Dekinai.
 
Los tiempos del programa son los siguientes:

00:01 - Temporada Anime Invierno 2019
> Egao no Daika
> Manaria Friends
> Tate no Yuusha no Nariagari
> Pastel Memories
> Kakegurui××
> Dimension High School
> Mahou Shoujo Tokushusen Asuka
> Mob Psycho 100 II
> Doukyonin wa Hiza, Tokidoki, Atama no Ue.
> Kemurikusa (TV)
> Yakusoku no Neverland
> Girly Air Force
> Boogiepop wa Warawanai (2019)
> Watashi ni Tenshi ga Maiorita!
> Dororo
> Bermuda Triangle: Colorful Pastrale
> Gotoubun no Hanayome
> Endro~!
> Kaguya-sama wa Kokurasetai: Tensai-tachi no Renai Zunousen
> Kemono Friends 2
> Domestic na Kanojo
> Kouya no Kotobuki Hikoutai
> Ueno-san wa Bukiyou
> Rinshi!! Ekoda-chan
> Godzilla 3
> Papa datte, Shitai
01:29 - Enciclopedia: Miyamoto Musashi
01:41 - Bokutachi wa Benkyou ga Dekinai

Como siempre, agradecemos comentarios, ya sea aquí o en ivoox sobre este programa o sobre el podcast en general. Naturalmente, también agradecemos likes, subscripciones o retweets.

viernes, enero 25, 2019

Dioses entre los hombres

Glass

La travesía por el desierto de Shyamalan parece haber acabado, y el director al que creo que más injustamente se le exige siempre en cualquier película parecía haber encontrado un cómodo ambiente para hacer películas con las pequeñas producciones. "La visita" funciona muy bien manejando la tensión y mostrando escenas inquietantes bajo una premisa tremendamente simple como punto de partida, y algo parecido pasaba con "Múltiple", también muy simple en su premisa y mantenida por un monstruoso James McAvoy y un último giro de guión maravilloso que la ubicaba en el mismo mundo de Davind Dunn y Elijah Price. A día de hoy "El protegido" (ver reseña) me sigue pareciendo probablemente la mejor y más interesante película sobre superhéroes que se ha hecho, seguramente porque es de todo menos una película de superhéroes. Y ahora llega por fin su secuela. Y es lo que cabía esperar, una película que no podíamos prever bien.
Esta película tiene un presupuesto muy pequeño, el director de origen hindú tiene mucho menos dinero a su disposición y se nota, técnicamente la película es muy inferior a su predecesora de hace 20 años, con una fotografía mucho más impersonal y una banda sonora que no me parece tan memorable. Hay algún que otro juego de cámara con ángulos raros y se usa bastante recurso de la narración mediante cámaras de seguridad, pero la película esta muy lejos de tener la potencia visual y el simbolismo de "El protegido", y de lo terriblemente mal rodadas que están las secuencias de acción será mejor no hablar (aunque esto no ha sido nunca especialmente importante en estas películas). "Múltiple" tenía unos valores de producción parecidos (según BoxOfficeMojo el presupuesto de aquella era de 9 millones frente a los 20 de esta), pero al ubicarse en un escenario mucho más claustrofóbico y tener una trama más íntima todo se disimulaba mejor. Es triste, pero creo que se nota que es una película lastrada por un presupuesto exiguo. 
Ahora bien, lo técnico es casi anecdótico, y verdaderamente no deja de ser muy digno de destacar que la película haya preferido gastar sus escasos dineros en continuidad para volver a traer no sólo a Bruce Willis, Samuel L Jackson y James McAvoy (los dos primeros tan excelentes como cabía esperar y el tercero, sencillamente, protagonizando un recital de actuación como pocos se han visto en años), si no que ha recuperado a la chica de "Múltiple" y a los actores de "El protegido" que encarnaban al hijo de Willis y la madre de Jackson (se echa en falta a Robin Wrigth, que supongo que no habrá querido rebajarse su ahora elevado caché para participar en la producción). Los actores están monstruosamente bien y dan a Shyamalan lo que necesita: unos pilares sólidos sobre los que erigir una historia tan lenta como firme en la que exponer sus ideas sobre la identidad, el individuo en oposición a la sociedad, y una reflexión sobre el bien y el mal en nuestros tiempos, usando siempre como herramienta el cómic y algunos de sus recursos argumentales para incluso hacer algo de metacine y extrapolar su propia situación en la industria.
Como todas sus películas, es lenta, no es una película de grandes escenas de acción o ritmo trepidante. Todo sucede lentamente, con algunos planos de prolongados silencios. La película comienza con ciertas semejanzas a otras obras del género, con un claro héroe y villano, pero después llegamos a la parte del sanatorio donde todo se transforma en una exposición de los tres superhombres principales de la saga y una interpretación sobre ellos que posteriormente ya acaba derivando en un clímax dramático más convencional. La película es extraña de recomendar. No es lo que nadie esperaría especialmente. Prácticamente, gran parte del metraje está más cerca de "Alguien voló sobre el nido del cuco" que de "Superman", y además diría que esta parte no es tan potente como uno querría debido a que los tres personajes apenas interactuan entre ellos y eso sería seguramente lo que más esperaría cualquier espectador (la película siempre es mucho más interesante cuando Samuel L Jackson toma la palabra) (aquí no obstante también tengo que admitir que entra en juego un prejuicio mío, pues tengo una particular y no especialmente justificada aversión hacia Sarah Paulson, la actriz que interpreta a la psicóloga). Lo que nos plantea aquí la película, no obstante, es muy interesante y sólido con la interpretación humana de hechos sobrehumanos. Pero esta sobriedad juega en parte en contra de la película. Su carácter expositivo, el que gran parte de su metraje ponga en duda los poderes de los protagonistas, y el hecho en si de que incluso en su clímax la película tenga un tono terriblemente oscuro y triste hace que esta sea una película mucho más melancólica y pesimista que el "El protegido", que incluso en su sobriedad no dejaba de tener cierto halo victorioso muy común al género de los superheroes.
"Glass" es una película extraña, completamente alejada de las convenciones y los tópicos del género al que argumentalmente pertenecería. Es una buena película, y es una continuación lógica y consecuente de sus dos predecesoras, pero es una película extraña y difícil de recomendar por lo pausado y amargo de su desarrollo. Es una película de incomprendidos y de gente diferente que busca su lugar en un mundo triste y sin esperanzas que no tiene espacio para lo que es distinto a ellos. 
Es la película que uno podría esperar de Shyamalan, tan firme como sorprendente en su desarrollo, tan valiente en su planteamiento como sobria en su ejecución. Es una película de la que uno no sabe muy bien que decir al salir del cine, e incluso después de haberla visto no sabría muy bien a quien recomendarla porque es una de esas películas que te deja completamente descolocado en su primer visionado... pero es también una de esas películas que claramente va a ganar en cada revisionado.

martes, enero 22, 2019

Virtudes en el continente, defectos en el contenido

Double Decker! Doug & Kirill

Esta es una serie extraña por la intensidad que la caracteriza tanto para bien, como para mal. Una serie con unas virtudes gigantescas que, para su desgracia, quedan eclipsadas por unos defectos al menos igual de grandes. La serie nos ubica en una especie de mundo fantástico que, si bien tiene dos soles, es muy similar a la Tierra actual con ciertos toques de ciencia-ficción, y allí vemos las peripecias de un grupo de policías de la ciudad de Lisvaletta para luchar contra el tráfico de Anthem, una droga que transforma a sus consumidores en monstruitos cuando se descontrolan para que haya peleas.
La serie funciona muy bien cuando nos muestra el día a día de los policías. El diseño de personajes,   escenarios y objetos es fantástico, con esa característica fuerza que imprime Sunrise a muchas de sus series merced a un uso de diseños agresivos con muchos contrastes en sus colores. Visualmente la serie tiene una gran fuerza por lo simplemente distinta que se siente a la mayoría de los animes habituales. En lo sonoro la serie no desmerece a sus diseñadores, con unos temas pegadizos que están más cerca del rock que del pop, y además el trabajo de sus actores de doblaje es excelente y se nota que disfrutan con sus roles aumentando la locura de la serie con unas actuaciones muy desenfadadas (la serie incluso cuenta con un narrador que no duda en romper constantemente la cuarta pared y que es increíblemente divertido). Técnicamente la serie sería muy destacable, si no fuera por que usa demasiado el ordenador, y si esto no importa con los entornos u objetos, si que se nota mucho -y para mal- con los personajes, que en ocasiones llegan a estar completamente animados por ordenador y confieren a la serie un aspecto plástico y robótico nada atractivo. El uso del ordenador no se basa en ningún criterio aparente; es cierto que se usa en muchas escenas de acción, donde si podría tener algo más de sentido para que la serie fuera más consistente, y luego directamente hay escenas normales de diálogo en las que parece que se hubieran quedado sin presupuesto o la animación tradicional no hubiera llegado a tiempo y hubieran tenido que recurrir a los modelos por ordenador, en el primero de los casos la animación no queda bien pero en el segundo directamente me saca de la serie.
Esta dualidad técnica se extiende también a la historia o el desarrollo de la serie, y aquí es más curioso todavía porque la serie brilla en sus episodios individuales pero es un completo desastre en su trama principal. Los episodios en los que sencillamente vemos el día a día de los policías son buenos, son muy buenos incluso. La media docena de agentes y los personajes de apoyo son muy buenos, y hay una química excepcional entre ellos. La comedia funciona muy bien en estos episodios merced a unas tramas surreales y alocadas donde incluso la narrativa se permite algún que otro momento experimental. Es una serie muy divertida y con mucha fuerza visual en sus inicios. El problema es que tiene una trama principal, y cuando decide desarrollar esta en su último tercio esta no sólo resulta ser horrible, si no que está terriblemente contada, con situaciones extrañas, que se suceden atropelladamente en base a unos giros de guión muy tramposos. La serie, muy disfrutable en sus inicios, se desinfla con un final terriblemente flojo, siendo irremediable también que esta sea la impresión que deja en el espectador.
Es una pena, se trata de una serie que me encantó al principio y que tiene elementos muy frescos, pero que se desinfla mucho hacia su final.

sábado, enero 19, 2019

Big Mom joins the brawl!!!

One Piece 930 - El pueblo Ebisu

Muy interesante que el título de este capítulo sea "El pueblo de Ebisu"; el capítulo tiene claramente tres segmentos muy diferenciados, y precisamente el de Ebisu podía parecer el más insustancial, casi de relleno, y es sin embargo sobre el que Oda coloca el foco haciendo que el capítulo retome la presentación de Wano. En los capítulos anteriores se vio a Komurasaki y a Orochi, y a su vez la mini historia de Sanji -al mismo tiempo de proveer de algo de acción estos capítulos- está sirviendo para presentar a los seis  subordinados principales de un King del que que en este capítulo también hemos sido testigos de su fruta (algo decepcionante que no sea T-Rex por muy potente que visualmente pueda ser su forma híbrida). 

Si en el acto uno Oda parecía estar presentado el escenario, en este segundo acto estamos siendo testigos de la presentación de los actores. En los primeros capítulos tuvimos a la banda, a Kaidoh, a Tama y a poco más, en estos capítulos estamos conociendo más a otros miembros de la banda del Emperador o a subordinados del shogun, y en este capítulo ha arrivado Big Mom, pero ahora hemos vuelto a un entorno. Más allá de que se nos vuelve a referenciar la figura del ladrón, tenemos el pueblo de las sonrisas (añadiendo un segundo pueblo a la isla en lo que supone una mejoría con respecto a esos países que vemos desde la absurdamente grande Arabasta donde todo se limita a una ciudad bombardeable por una Buster Call y poco más). El ladrón, como Shuntenmaru o como el preso misterioso, está llamado a ser una figura clave dentro del resurgir del clan Kozuki, y es curioso porque si actuó la noche anterior eso parece entonces imposibilitar que se trate de Tonoyasu, convirtiendo a este en otro secundario de la saga, un secundario que da trasfondo más que lucha. Oda ha dado una visión nada benigna de muchas costumbres y rasgos de Japón, pero aquí se permite un canto de amor a la fuerza de sus gentes, a esa fortaleza del pueblo llano que le hace ser capaz de aguantarlo todo. Quizás fuera mejor que se revelasen, eso es obvio, pero al menos no permiten que les roben la sonrisa. Incluso en la absoluta opresión, incluso en la más terrible ruina y pobredumbre, hay esperanza y uno no puede resignarse a morir en vida. 
Y significativo y extraño es que este arco argumental esté recayendo en Zoro. Este tipo de historias siempre han pegado más con personajes más sensibles como Robin, Nami o Chopper. Las historias de Zoro siempre han sido más directas y simples, sin embargo aquí le estamos viendo contemplar la pobreza y rehusar un vaso de agua por el coste de esta para sus anfitriones. Zoro siempre ha tenido un poco ese altruismo de Luffy, mencionaba injusticias y luchaba contra ellas... pero era el luchador del grupo, el cazador de piratas; el que esté teniendo unos capítulos tan relajados y tranquilos es tan extraño como de agradecer; Oda le está dando una perfecta oportunidad de madurar, de acercarse más a esa calma majestuosa que vemos en Rayleigh. 

Pero naturalmente lo divertido de este capítulo es ver a Big Mom. Particularmente no creía que fuera a venir en persona, pensaba que enviaría a algún comandante, pero la gran pirata está en la saga y obviamente es un catalizador del caos. Luffy es el protagonista de One Piece y parece claro que en esta saga su enemigo será Kaidoh, pero aquí ha llegado esta emperadora y por mucho que su objetivo no sea incompatible con el de las Cien Bestias este no puede permitir que irrumpa así como así en sus dominios. Parece claro que esto no se convertirá en el primer choque de Emperadores puro y duro de la serie, pero Oda tiene que justificarlo bien cuando Linlin reaparezca dentro de algunos capítulos. 
Es imposible también no fijarse en sus subordinados. Es extraño ver al -al menos en mi opinión- no muy carismático Perospero, quizás pegaría más como regente de Totland en ausencia de la gran capitana de la banda, y más extraño todavía si tenemos en cuenta de Mont d´or también esta en la incursión y tendríamos así a los dos estrategas más obvios de la banda. No están ni Cracker ni Katakuri -que supongo que ya han mostrado todo lo que tenían que mostrar-, pero Oda vuelve a ilusionarnos mostrando a Smoothie... y hasta a Compote. Y por mucho que One Piece haya demostrado que ya no es un shonnen de peleas "uno contra uno" al uso, es imposible no imaginar ya algún combate como Usopp reventando a la odiable Flambe, o a Carrot enfrentarse a Perospero (aunque este combate le viene muy grande a la conejita). Big Mom ya ha decidido acabar con Luffy y compañía, y si una vivre card tiene parte del alma no es descabellado pensar que la emperadora pueda llegar hasta Nami sintiendo a ese Zeus que quiere recuperar. 

Luego por supuesto quedaría lo de Sanji, siendo bastante sorprendente que parezca que vaya a utilizar su traje del Germa... un power-up algo extraño porque no da la sensación de que el cocinero haya mostrado todo su potencial bélico tras el salto temporal. Ha intercambiado golpes con Doflamingo y Big Mom en lo que quizás fueron duelos que le venían demasiado grandes, pero aquella pierna lastimada contra Vergo aún duele en el recuerdo... como todos esos enfrentamientos contra Daifuku de los que nunca salió como claro ganador. Oda no nos va a meter tres capítulos de combate contra un Page One -que no puedo evitar esperar que sea vegetariano por su comentario de las frutas- estando el resto de dinosaurios de camino, así que es de presuponer que será una escaramuza pequeña para darle un más que merecido fanservice a un pirata que actualmente no deja de ser el segundo con más recompensa de su banda.  

miércoles, enero 16, 2019

OPDM - 41A - Resumen temporada anime Otoño 2018

Programa número 41 del podcast. Temporada de anime de Invierno de 2019, y debido a su previsible extensión volvemos a partirlo en dos partes, siendo esta la primera y teniendo en ella la valoración de la temporada anterior.

Completamos el programa con la mitad de la enciclopedia libre, con Marty McFly y repasando el videojuego Hyrule Warriors de Switch



Los tiempos del programa son los siguientes: 

00:01 - Impresiones finales temporada anime Otoño 2018
00:54 - Enciclopedia: Marty McFly
01:05 - Hyrule Warriors Definitive Edition
01:41 - Sección extra sorpresa

Como siempre, muchas gracias a todos los que nos escucháis, y más gracias aún a aquellos que comentáis -aquí o en ivoox, o le daís al like, os subscribis o retuiteis el programa.

domingo, enero 13, 2019

¿Quién necesita a este Doctor?

Doctor Who (temporada 11)

En mi entrada sobre la serie (ver reseña) creo que se notaba que la serie estaba de capa caída, necesitaba un cambio de aires y un nuevo showrunner. El cambio se anunció, aunque que el elegido fuera el responsable de mucho de lo de Torchwood no apuntaba buenas maneras, y por desgracia mis temores se han visto confirmados con esta primera temporada de la decimotercera encarnación del Doctor. Si en la reseña anterior acababa cada temporada con un listado de mejores capítulos, en esta ocasión no encuentro ninguno verdaderamente memorable, solo algunos salvables o entretenidos... y ello bajando bastante el nivel de exigencia.
Como los power-rangers en sus buenos tiempos, un reparto de razas, géneros -y edades-
muy bien estudiado por la gente de marketing
 
Mucho se ha dicho y mucha polémica ha habido sobre esta temporada y sus cambios, pero creo que al final todo se reduce a que -sencillamente- esta temporada es aburrida. No tiene el espíritu aventurero de otras temporadas, no hay grandes amenazas, todo es un sencillo ir y venir con el Doctor y sus acompañantes viendo la maldad humana y propagando la esperanza... y es un viaje aburrido, demasiado expositivo y carente de interés, sin grandes giros de guión y con una comedia que sólo se encuentra en las verborrea incesante de la nueva Doctora.
Ahora todo es mucho más calmado. La serie tiene una nueva fotografía, con un aspecto mucho más cinematográfico. Ha subido varios niveles visualmente y parece una serie mucho más moderna y acorde a nuestros días, con un gran uso de exteriores cuando puede y un uso de colores mucho más cálidos. A este nuevo aspecto visual se le une una banda sonora mucho más ambiental que hace mucho menos hincapie en grandes temas instrumentales. Toda la serie tiene ahora una escala mucho menor, mucho más íntima. Y contra todo esto tenemos un porrón de personajes, extraño y casi contradictorio. 3 acompañantes en la Tardis, con sus respectivos secundarios cada uno de ellos, se hacen demasiados. Cada episodio es individual y dura en torno a 50 minutos, y ello se traduce en que la serie no tiene tiempo para tantos personajes. Tenemos a una Doctora que es nueva y que por tanto tampoco puede ceder protagonismo, tenemos a 3 personajes con conflictos que hay que desarrollar, y luego tenemos a los secundarios de estos, y a los protagonistas y secundarios de cada episodio... cuando es un episodio pequeño la serie puede funcionar, pero tan pronto como cuando llegan a un sitio ahí hay media docena de personajes la serie serie se transforma en una locura donde uno no llega a aprenderse el nombre de los personajes y se pierde en la trama hasta el punto de que uno no sabe que es peor, si el guión o el montaje. De los enemigos de esta temporada es mejor ni hablar, un servidor no es fan de los cybermen, y pienso que los ángeles siempre decepcionan... pero es que en esta temporada los villanos son la definición de anticarisma.
La nueva Doctora funciona, pero no mucho. Jodie Whittaker no lo hace mal y cae simpática, pero da la sensación de que su Doctor está algo en segundo plano, mucha charla incesante intrascendente pero pocas grandes escenas donde imponerse como líder o donde mostrar una oscuridad que hacía muy interesante al personaje en temporadas anteriores; aquí no creo que sea problema de la actriz, creo que sencillamente el guión no es especialmente benévolo con ella. Ryan es un personaje bastante soso merced al trastorno que le dan, y sobre todo en sus primeros episodios es bastante extraño, siendo un peso muerto en el mejor de los casos. Yaz no me gusta, es la acompañante de libro, y no me suelen gustar las acompañantes de libro, que normalmente son Mary Stu de libro... y aquí todo el mundo se dedica a decir lo buena y maravillosa que es Yaz, sin que en verdad haga gran cosa. Graham es lo mejor de la serie, Bradley Walsh se come la serie y le da a su personaje carisma y ternura, funciona muy tanto a nivel cómico como a nivel dramático, siendo su arco con Ryan lo más destacable de esta temporada... lo cual creo que era la intención del nuevo showrunner... el problema es que esto no es lo que yo le pido a Doctor Who. No quiero ver un drama de personajes, quiero ver ciencia-ficción entretenida.
Pero es que además el creador de Broadchurch (ver reseña) ni siquiera nos da una primera o tercera temporada de esta, nos da la horrible segunda temporada. ¿Por qué? Sencillamente la narrativa es un arte y hay géneros que no casan bien entre ellos. Meter política y meter carga social en Broadchurch era fácil porque la historia lo propiciaba, el drama se presta al dramatismo. La literatura con carga política y social es complicadísima, más aún que la infantil o la de comedia; es muy fácil que caiga en el maniqueismo o en la manipulación más torpe. Y Chibnall no es un buen escritor en este sentido. Parte de la ciencia-ficción consiste en presentar escenarios que sean similares a los actuales, presentar situaciones que se puedan extrapolar y hacer que el lector o espectador se haga preguntas, pero ya los autores clásicos de la primera mitad del siglo anterior sabían dejar puertas abiertas, sabían no ser absolutos. Pero este Doctor Who te lleva a un escenario y te dice "esto esta mal"... perfecto, si lo hicieras bien, pero esta serie no lo hace bien, no respeta otras ideas u otros enfoques y hace gala de un ventajismo moral asqueroso ¿Que el racismo está mal? Obvio ¿qué es un error que la gente se mate por la religión? No te jode, cuentame algo que no sepa. O cuentame algo que sepa, pero cuéntamelo bien. Si quieres ser una serie educativa y jugar a ser un documental, se fiel a la realidad y no establezcas juicios de valor con aires de grandilocuencia... eso se llama propaganda. Sense8 (ver reseña) tiene una carga política y social obvia y nada disimulada, pero no lo esconde y hace bandera de ello... y sobre todo es tremendamente divertida y disfrutable y sus grandes escenas de mensaje consiguen ser también el clímax de sus episodios.

Espero que Doctor Who pege un gran cambio en la próxima temporada, porque esta undécima temporada no nos lleva a ningún sitio.

jueves, enero 10, 2019

No puedo creer que mi Yahari sea una Monogatari

Seishun Buta Yarou wa Bunny Girl Senpai no Yume wo Minai

3 palabras: Bunny Girl Senpai. Un título tan largo con esas tres palabras y la imagen promocional de una chica mona que parecía salida de la mansión Playboy no hacían presagiar nada bueno, desde la distancia esta serie parecía enésima adaptación de novela ligera con un título cuya longitud solo era superada por el tamaño del harem del protagonista. Y nada más lejos de la realidad.
Sí, hay chicas, cada arco de la serie se centra en una chica, y todas son muy monas... pero el noviazgo del protagonista con la chica conejita es oficial casi desde el principio, y no hay tensión en ningún momento en ese sentido pues la química y la relación es poco menos que perfecta. Y uno podría pensar enseguida que la serie sería parecida a Yahari (ver reseña) por la mordacidad y el cinismo de su protagonista, con este como héroe oscuro salvando chicas de traumas originados por la fría sociedad en la que vivimos... y en parte es eso, salvo que los traumas se convierten en auténticos fenómenos paranormales más allá de toda explicación posible en un desarrollo que acerca mucho más a Sakuta al Araragi de Monogatari (ver reseña) que al Hachiman de la citada Yahari.
Lo de que un trauma psicológico acabe haciendo que una chica sea invisible u otras cosas tan disparatadas como -¿por qué no decirlo?- tópicas no tiene sentido alguno. Pero la serie funciona, en ningún momento pretende ser realista y el pequeño salto de fe que hemos de dar para creernos las consecuencias de sus "síndromes de pubertad" tampoco es demasiado grande, sólo un poco de magia para ejemplificar ideales como la ansiedad por la aceptación social, el miedo al rechazo o a la soledad y otros trastornos psicológicos llevados al extremo en una radiografía de nuestra sociedad actual. Las chicas son las protagonistas de la serie, y si bien supongo que el autor tuvo que hacer la concesión al harem de que la chica de la segunda novela también estuviera enamorada del protagonista, las ventas parecieron darle la confianza suficiente como para poder justificar ante sus editores que en el resto de historias las heroínas no estuvieran locas por los huesos del protagonista y tuvieran conflictos ajenos a este. Cada chica se siente distinta, con sus propios problemas  que el protagonista y su novia le ayudaran a superar, aquí es muy significativo -y otro gran acierto de la serie- que el conflicto final sea el solucionar el autoaislamiento de la hermana del protagonista por un problema de acoso escolar.
Como he comentado, no hay tensión romántica o sexual con las otras heroínas, y de hecho estas son personajes recurrentes fuera de sus propios arcos y no dudan en unirse a la pareja protagonista para ayudar a algún otro. Esto se debe, naturalmente, a la excelente química y la confianza absoluta que existe entre Sakuta y Mai. Ambos se lo dicen todo a la cara y no tienen -intencionadamente- ningún secreto, y su relación cargada de puyas y un tira y afloja dado por el deje "tsundere" de la chica y la falsa perversión del chico (que le tira indirectas -o directas- sexuales a todas las chicas) es terriblemente divertida de ver. 
Técnicamente es una serie correcta, funcional. Los diseños de las chicas son relativamente genéricos, pero son bonitos. La animación es relativamente consistente, y sin llegar al detallismo extremo de algunos estudios, si sabe emplear a sus mejores animadores en las escenas más impactantes dramáticamente, lo que acertadamente le da más poderío visual a las escenas más importantes de cada arco. A nivel de actuación las actrices están muy bien, y la serie incluso tiene la elegante concesión de que cada una de ellas se encargue del ending en los episodios de su arco.
Sin ser un prodigio de las metáforas, la dirección curiosamente no tiene concesiones a las deformaciones ni siquiera para uso cómico, aunque si que refuerza con determinados encuadres algunas situaciones de la serie. Quizás abuse de la lluvia o del recurso del protagonista corriendo, pero es de suponer que esto será heredado del material original. La dirección de la serie sorprende por su sobriedad tanto como la serie durante su desarrollo, y ni siquiera el evidente apresuramiento de algunas tramas (con la salvedad de los arcos iniciales y finales, todas las chicas tienen apenas un par de episodios) constituye un gran problema.
Muy engañosa a primera vista, es una serie con lejos de ser un harem ofrece una gran colección de lecturas y, sobre todo, es muy disfrutable y absolutamente recomendable.

lunes, enero 07, 2019

El maravilloso mundo de una niña de 5 años

Yotsuba to!

Yotsuba Koiwai es una niña de 5 años que está descubriendo el mundo, fascinándole todo al verlo siempre desde una óptica cuasi incomprensible para un adulto. Bajo la tutela de su poco serio padre adoptivo, y siempre con la compañía de algunos amigos de este o de un trío de hermanas que son sus vecinas, Yotsuba verá con su inocencia y su particular imaginación eventos de cada día como un arco iris o convertirá en una aventura algo tan rutinario como comprar un electrodoméstico.
Básicamente este es el argumento de "Yotsuba", manga que Kiyohiko Azuma -autor de la excelsa Azumanga Daioh (ver reseña)- lleva publicando desde el 2003. En este caso, no obstante, no tenemos una comedia alocada como aquella, si no una historia mucho más tranquila donde el formato 4-koma da lugar a capítulos normales en los que el autor puede detallarlo todo mucho más y narrar con calma la simple fascinación con la que la protagonista lo ve todo. Se trata de un manga sencillo, plagado de humor, pero sobre todo de encanto. La serie nos muestra a una niña descubriendo el mundo, y consigue transmitir a la perfección la ingenuidad e inocencia de la protagonista. No tiene mas, es una niña jugando, embelesándose ante muchas cosas y cabreándose absurda y comicamente por otras, pero el mangaka consigue capturarlo todo a la perfección; Yotsuba es la definición de adorable, y es imposible no quererla y divertirse con sus ocurrencias o interpretaciones de todo. El autor consigue algo tan extraño como conseguir que nos encariñemos con el personaje y veamos sus idas y venidas como las de algún otro niño de carne y hueso que conozcamos. Puede parecer una definición vaga y extraña, pero es muy difícil describir este manga; verdaderamente no pasa nada, no hay un desarrollo de personajes o tramas que pudiéramos decir que son absorventes, pero su lectura sencillamente engancha. Es un manga que, sencillamente, se lee con una sonrisa sincera en la boca.  
El dibujo naturalmente recuerda al de Azumanga, con unos diseños parecidos que siguen siendo increíblemente bonitos y limpios, pero donde en esta ocasión brilla de sobremanera el trabajo de fondos con unos escenarios superdetallados (aunque en mi opinión el uso evidente del ordenador le da algo de frialdad al acabado final).
Es una serie encantadora y muy recomendable, quizás su mayor problema actual sea que no tiene pinta de acabar. Acompañar a Yotsuba siempre es fascinante, pero el ritmo mensual del manga creo que funcionará mucho mejor en la revista donde se publica, donde ha de funcionar a la perfección como alivio cómico o interludio tranquilo entre otras series; fuera de Japón su ritmo en ocasiones no llega ni al tomo al año y eso -unido a su general ligereza e intrascendencia- hace que sea una serie que quizás es demasiado fácil dejar aparcada. Siendo una genialidad, no deja de dar la impresión de ser una obra menor de su autor, inferior a la citada Azumanga Daioh a pesar de que ya multiplica por 5 la extensión de esta.

viernes, enero 04, 2019

La odisea de una especie

Civilization VI

Tenía ganas de probar la veterana franquicia Civilization, y esta adaptación de la última entrega me ha dado la oportunidad perfecta para hacerlo. El resultado ha sido tremendamente gratificante. Civilization es un juego tan entretenido como adictivo.
Se trata de un juego de estrategia, pero aunque visualmente pueda recordar al clásico juego de estrategia de PC, esto está muy alejado de un "Age of Empires" o un "Warcraf"; verdaderamente en este juego tenemos que seguir consiguiendo materiales y tenemos que construir unidades, pero el juego no es una carrera contra el reloj para talar árboles con los que abastecer nuestro ejército y conseguir así una superioridad numérica que nos permita acabar con nuestros enemigos. Civilization es un juego por turnos, donde en cada turno tenemos tiempo infinito para mover alguna de nuestras unidades, desarrollar algo en alguno de nuestros núcleos urbanos o tomar alguna decisión con respecto a nuestras políticas. En este juego hay guerra, y puede ser una guerra total, pero podemos ganar por ese camino, o mediante la imposición de nuestra religión al resto de las civilizaciones, o incluso podemos sencillamente vencer convirtiéndonos en el referente tecnológico o cultural del mundo. Podemos elegir el camino de la guerra, pero también el de las relaciones diplomáticas y el comercio, con políticas que podemos definir y que nos darán una u otra ventaja así como también desventajas que habremos de tener en cuenta para que nuestros enemigos no se alien contra nosotros o nuestras propias ciudades no se revelen. La obtención de recursos y la construcción de unidades es importante, pero hemos de medirla para que nos permita avanzar en nuestro grado de civilización más rápido que a nuestros enemigos ya que cada descubrimiento o cada logro está supeditado a nuestros méritos anteriores.
La duración del juego es muy considerable, podemos definir el tamaño del escenario y el número de civilizaciones, podemos definir el tipo de victorias permitidas y la "edad" desde la que se comienza o el número de turnos de los que constará la partida. Tiene algunos escenarios predefinidos que nos propondrán algunos tipos de retos concretos y también 6 niveles de dificultad -y al menos a mi con el segundo ya me derrotan sin contemplaciones-; es un juego que se puede jugar de muchas formas distintas, pero es un juego difícil que exige al jugador que tenga en cuenta una gran variedad de variantes, pero es muy divertido y gratificante, y ya he comprobado lo peligrosamente adictivo que es y el porque el "sólo un turno más" es casi una expresión que ha popularizado. Es un juego extrañamente hipnótico que te engancha a sesiones de juego de varias horas donde cuesta dejar el mando (una partida puede fácilmente exceder varias decenas de horas). Es un juego tan adictivo que tras acabar una partida uno acaba "saturado" y ha de dejarlo reposar. A efectos prácticos es uno de esos juegos interminables y además, si te gusta la historia, la cantidad de referencias y elementos históricos que encuentras es fascinante, e incluso puedes pasar horas leyendo la pequeña enciclopedia que el juego lleva incorporada.
El trabajo de llevar el juego a Switch me parece bien hecho. Aunque hay un modo local, no hay modo online y supongo que es la mayor pega (aunque particularmente no me imagino jugando horas y horas contra otros jugadores, en PC parece ser uno de los modos de juego estrella). A nivel visual es más que correcto, con muchos elementos en pantalla y unas animaciones muy simpáticas; no obstante, conforme avanzan las partidas más largas la cantidad de unidades es tan grande que los tiempos entre turno se hacen muy largos por simple matemática. El control es correcto, pudiendo usarse tanto el táctil como el mando; la navegación en ambos casos a través de las incontables opciones del juego es bastante ágil, y el diseño del juego es lo suficientemente bueno como para que este no avasalle con demasiados iconos en pantalla. Quitando un molesto e inexplicable -porque fui capaz de replicarlo sin problemas y porque además parece heredado de la versión original- bug en uno de los tutoriales, es un juego que técnicamente no me ha dado ningún problema.
A pesar de su dificultad, un juego tremendamente recomendable para todos aquellos a los que les guste la estrategia. 

martes, enero 01, 2019

OPDM - 040 - Resumen anime 2018 y reseñas de videojuegos

Programa número 40 del podcast, que inicialmente iba a ser un poco un cajón de sastre sobre videojuegos... pero donde aprovechamos las fechas para meter un pequeño resumen de lo que ha sido los animes de este año estableciendo nuestros favoritos en una cuidada y meditada lista de categorias. 

Al margen de los animes, los videojuegos siguen estando presentes con un cuarteto de juegos relativamente marginales. Finalmente, completamos el programa con nuestra enciclopedia friki, hoy escrita con una L mayúscula de George Lucas y Luigi.
 
Los tiempos del programa son los siguientes: 

00:01 - Premios anime 
00:49 - George Lucas 
01:00 - Root Letter 
01:11 - Phoenix Wright 3 
01:26 - Luigi 
01:35 - Civilization 6 
01:51 - Ni no Kuni 2 

 Como siempre, agradecemos comentarios e impresiones sobre este programa o el podcast en general, ya sea aquí o en ivoox, o en nuestras cuentas de twitter (@eter_nigromante y @STZtwi). Naturalmente, agradecemos retweets, así como likes y subscripciones al podcast.