Heaven and hell - The devil you knowHablar de Black Sabbath es complicado. Son, sin duda alguna, una de las bandas de heavy más importantes de todos los tiempos, ellos ya eran grandes cuando
Eddie grababa maquetas, ya se burlaban de la fe o las creencias ciegas antes de Judas recibera a
sus sacerdotes. Quizás sea excesivo decir que son lo padres del heavy-metal, pero son sin duda el grupo que más cerca está de serlo. Black Sabbath son historia, un grupo en el que cristalizó ese rock duro que nacía a finales de los 60 y que lo hicieron suyo haciendo una música más oscura, industrial, irreverente y -sobre todo- pesada, heavy.
En los 70, aquella época en la que las giras eran cortas y los grupos sacaban un disco cada año, Ozzy Osbourne, Tommy Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se hicieron leyendas regalándonos temas míticos uno detrás de otro. Después sucedió algo muy raro, Ozzy fue expulsado de la banda y Black Sabbath sobrevivió a la perdida del sónido más característico de una banda: su voz. Y fue gracias a Ronnie James Dio. La voz de Ozzy era grande pero "particular", la de Dio era sencillamente... inconmensurable. Black Sabbath sobrevivió y continuó engrandeciendo su leyenda con Dio en la voz y Vinnie Appice en las baquetas. Después, muchos cambios de formación y una trayectoria lo irregular que se espera en una banda que ya lo ha sido todo y sobre la que hay demasiada presión. Dio se fué, Tony Martin apareció como cantante, Ozzy volvio y incluso en una ocasión Iommi recurrió a nada más y nada menos que Ron Halford. Hace años, al final, Ozzy decidió seguir con su estrambótica carrera en solitario (ni mucho menos es mala, pero Ozzy es todo un personaje). Surgió entonces un nuevo proyecto, Iommi y Butler se pusieron en contacto con Dio con intención de resucitar a los Sabbath de principios de los 80. El nombre de la banda -ya que no podían usar el nombre de Black Sabbath sin Ozzy- sería el del primer disco en el que Dio apareció como cantante. Y así nació "Heaven and Hell". Una gira exitosa no hizo si no motivarles para -ya más cerca de los 70 que de los 60- lanzar un nuevo album de estudio, este "The devil you know".
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Heavy metal. Es la simple definición de este disco. Quizás el sónido heavy más simple y puramente heavy que he escuchado en muchos años. No hay mucho más que decir, si obviamos una producción obviamente sobervia, el sónido de este disco es puramente setentero. "Black Sabbath" definieron lo que era el heavy-metal y en este disco, cuasi cuarenta años después, hacen toda una demostración de ideales y principios. Una batería pesada, como un martillo, como una máquina industrial, un bajo poderoso que marca ritmo y no se pierde bajo un doble bombo como es habitual, una guitarra que acompaña los ritmos y nos regala riffs sobrios y hasta académicos pero realmente maravillosos y una buena voz que no es si no otro instrumento más. Eso es este disco. Una batería comedida, el mejor bajo que he escuchado en años, una guitarra que se encarga de la melodía y la sinfonía pero no eclipsa al resto de los elementos, y una voz con una fuerza sorprendente y una integración total en la música. La música es atemporal, decir que Mozart sigue siendo hoy tan disfrutable como hace dos siglos es exagerado, pero el "Stand by me" de Ben E King es tan cautivador ahora como lo era hace décadas, el "Help!" de The Beatles sigue siendo maravilloso y el "N.I.B" de Black Sabbath tiene hoy la misma fuerza que cuando se compuso. Las grandes canciones son buenas hoy y lo seguiran siendo en el mañana. La música no entiende de épocas y por eso es tan grande. Si hoy disfruto escuchando un disco de Black Sabbath de los 70, eso demuestra que ese sonido sigue igual de vivo, y si un grupo lo reproduce... lo disfrutaré como disfruto cualquier disco con sonido "actual". Y, como he dicho, este disco es toda una declaración de ideales. Heavy puro y duro, quizás el más puro de todos. Mi género predilecto es el power, el sinfónico, y me gusta la música terriblemente compleja y barroca (si es con orquestación, mejor que mejor). Pero un sónido tan "de diccionario" se agradece terriblemente.
Sobre los temas del compacto, poco que añadir a lo que ya he dicho. "Heaven and Hell" no engaña a nadie. "Atom and Evil" y "Fear" son dos temas sencillos y tradicionales, fuertes y contundentes desde el primer momento. Con unos riffs de guitarra que demuestran que Iommi vive una eterna juventud.La primera es más sobria y pesada, mientras que la segunda añade velocidad, todo un aviso de que el disco merece con todas las de la ley contabilizarse en la discografía de "Black Sabbath". "Bible black" comienza como un tema lento para arrollar después con una fuerza y una sencillez aplastante, la música como siempre es grandiosa, pero aquí queda eclipsada por ese monstruo que es Dio. "Double all pain" es un tema que me ha parecido algo flojo, es 100% metal de la vieja escuela, pero echo en falta alguna variante que si existe en otros temas. "Rock and Roll angel" muestra esa variante con un interesante cruze entre el heavy británico de los 70 y el hard-rock americano de los 80. "The turn of the screw" es un tema digno de los Sabbath de Ozzy, aparecen los rif tan caracteristicos de la banda, esa batería sobria y ese bajo magistral que encumbraron a la banda en los 70, aunque evidentemente Dio le da un toque más elegante que Ozzy. "Eating the cannibals" bordea el power con una melodía pegadiza, una gitarra divertida, un bajo onmipresente y un Dio que -como siempre- parece más interpretar que cantar. "Follow the tears" comienza con un organo al que unas guitarras desgarran, el porque el heavy se consideraba satánico se puede ver en este tema; no es un mal tema y es oscuro y pesado, pero no termina de convencerme. "Neverwhere" es un interesante tema, no tan rápido como "Eating de cannibals" pero considerablemente más oscuro. "Breaking into heaven" es una lección de maestros, lenta y poderosa, pero melódica y preciosa y, sobre todo, épica y grandilocuente.
Aspectos en contra de este disco... pocos, muy pocos. Quizás se agradecería algo de variedad, pues el sonido de los Sabbath es muy característico y en un disco tan largo puede hacerse monótono en alguno de los últimos cortes, pero si Heaven and Hell se dedicara a tocar baladas no sería Black Sabbath.