sábado, noviembre 30, 2019

El espíritu de One Piece

One Piece 964 - La aventura de Oden

Oden fue compañero de Barbablanca.
Oden fue compañero de Roger y le abandonó antes de ir a Raftel porque quisó.
Oden era capaz de escribir en los fonegrifos.
Oden era el samuraí que abriría Wano.
Oden le infligió su gran herida a Kaidoh.
Los mink son subordinados de Oden.
El hijo de Oden controla un elefante gigantesco.
La mujer de Oden es una viajera del tiempo.
Oden escaló el Red Line con Fisher Tiger a cuestas
Oden encontró la cura para la malaria.
Oden venció a Chuck Norris...

Oden había sido anticipado de una forma demasiado superlativa por Oda. Era su samurai, su personaje japonés, y se había flipado. Decir que era un Gary Stu parecía quedarse corto, y además su primera aparición fue algo decepcionante con un diseño que no dejaba de ser algo anodino. Poco a poco fue mejorando con la primera parte de un flashback que se hizo larga y donde Oda no terminaba de encontrar el ritmo de la historia (las 18 páginas resultaban un corsé demasiado ajustado para una historia que requería presentar a un gran número de personajes); pero Oden creció en esos capítulos, y lo hizo sobretodo gracias a unos subordinados que lo llevaban venerando decenas de capítulos antes y que ahora veíamos como crecían aspirando a estar a su altura. Leí a un forero que la historia de los 9 vainas rojas es la historia de los Sombrero de Paja si hubieran perdido a Luffy, y me gusta esa idea. El pasado capítulo con todos los samurais vistiendo como tales, con Yasu depositando en ellos las esperanzas de Wano y con Oden empezando a sentar la cabeza reflejaba a la perfección una idea que me parece muy potente.

Y en este capítulo Oda ya se ha encontrado a gusto y nos ha regalado una auténtica joya donde predomina el sentido de la aventura y de la fascinación por lo desconocido. Ese diario -que supongo que Momonosuke encontrará- donde Oden se maravilla con todo es un reflejo de One Piece. El de Wano se maravilla con lo inmensamente grande que es el mar, con el gran número de islas que lo salpican y los paisajes de estas, con sus bestias y sus plantas y sus gentes con sus diversas personalidades. Cuando Barbablanca le da la bienvenida, Oda usa acertadamente una visión subjetiva, no vemos un plano del gran pirata tendiendo la mano al samurai, vemos a uno de los personajes más icónicos de la franquicia rompiendo la cuarta pared y ofreciendo al lector que le acompañe a una aventura. Todas las páginas que vemos de aventuras son evocadoras como ellas solas, y más aún al estar protagonizadas por una banda de Barbablanca cuyo apogeo nunca habíamos podido ver y en las que en todo momento vemos a Marco como un amigable embajador.

Pero lo bueno de este capítulo es que al margen de cimentar el carácter de Oden y ser un regalo para los fans, es un prólogo excelente de todo lo que está por venir. Aparece por fin Toki (algo inevitable si tenemos en cuenta que estamos en un "año -10" del viaje hacia el futuro y Momonosuke tiene unos 8 años... por muy "fucker" que se nos haya presentado a Oden algo de noviazgo tiene que haber) y su aparición es muy grande, primero por un detalle tan de agradecer como ver a otro futuro capitán aliado de Barbablanca como Karma, y luego y sobre todo por ya asentarse como una piedra angular en el personaje de Oden al renunciar justo en el último instante a la draconiana prueba de Barbablanca para salvar a una desconocida por mera caballerosidad... con esto Oda ya lo convierte en todo un héroe e indica que su ansia de libertad en ningún momento quiere someter a la de otros en un claro paralelismo con Luffy que sirve además para alejar a Barbablanca de las actitudes de los Rocks (y donde incluso podríamos encontrar la justificación ante el perfil bajo de Teach en su banda). Oda consigue contar varias cosas con la presentación de Toki y además lo culmina todo con un buen gag con las caras de Oden y Barbablanca ante la idea de volver a Wano. No me gusta demasiado que Barbablanca utilice el "hermano" en lugar de el "hijo", aunque supongo que esto también podría venir por la edad y que por entonces no considerara "hijos" a sus compañeros.

Y al final llega Roger... y aquí uno imagina una escena en la que veamos como Oden graba una inscripción en Skypea, pero incluso ante la idea demencial de que Oda nos regale un Barbablanca vs Roger o algún enfrentamiento con la Marina de Garp, todo esto no dejarían de ser cuasi historias secundarias o tangenciales dentro de este flashback y supongo que seguiremos sin saber que demonios es el huevo que hay en el Oro Jackson y que como mucho tendremos algún detalle de Scopper Gaban o veremos a Bullet ahora en la tripulación. Supongo que aún no será el momento del flashback de Roger, queda mucho que contar aún.

Izo tiene que quedarse teóricamente como un lugarteniente de Barbablanca.
Inuarashi y Nekomamushi tienen que pelearse, aunque teoricamente debería ser al final del flashback pues Momonosuke siempre los vio como amigos.
Momonosuke en si tiene que nacer, ya que conocía a Roger y su banda... aunque se supone que estos no pisaron Wano según el miniflashback del principio del acto (aunque el jefe yakuza conocía a Rayleigh). 
La propia Hiyori debería nacer ya que Oden abandonó la banda de Roger antes de que estos conquistaran el Grand Line "año -3" aproximadamente con respecto al salto temporal y por encontes ella debía contar con 3 años ya de por sí. 
Debería de verse que Oden es capaz de escuchar a Zunisha pero no darle órdenes como si pudo hacer Momonosuke después.
Sobra decir que aunque Roger siga siendo una incógnita la trama príncipal va a avanzar con una Toki que era obvio que vendría del siglo vacío y cuya edad coincide con el fin de este.

Y todo esto no dejarían de ser tramas secundarias, la trama principal no deja de estar en un Wano en el que ya sabemos que Oden no volverá a ver a su padre, con lo cual no puedo evitar si habrá una regencia y periodo en el que Oden será shogun o si directamente Kaidoh y Orochi se habrán hecho con el poder y lo de Oden será un intento de reconquista con una lucha de igual a igual con el Emperador... una lucha que espero que deje lugar a alguna viñeta en la que veamos a Moria robar la espada de Ryuma y pagar el precio de su tripulación por ello (y ya que estamos hablando de masacrar tripulaciones, no estaría mal que se explicará lo de Squardo).

Hay mucho que contar y este flashback, que tiene pinta que ocupará un tomo o más, ya ha cogido velocidad de crucero.

pd: Y de regalo tenemos a los piratas Gérmenes en portada intentando propagar una enfermedad de besos... sencillamente colosal Oda. 

miércoles, noviembre 27, 2019

Pocas veces se valora el trabajo de producción en un anime

Copcraft

Reseñar esta serie es fácil: es una serie mal producida. Sea por falta de presupuesto, sea por falta de tiempo, sea por la inexperiencia del estudio (Millepensee), esta es una mala serie, y lo es porque se autozancadillea constantemente. 
El punto de partida es bueno. Una isla en el Pacífico en torno a un portal que se ha abierto entre nuestro mundo y otro fantástico; y ahí vamos a tener la unión de un tosco policía terráqueo con una idealista caballero del mundo mágico para resolver algunos crímenes. La clásica historia de una pareja de policías con notables contrastes que aquí además venía -en sus novelas originales- de Gatoh Shoji (autor de Full Metal Panic). Teníamos pues una pareja interesante con buena química, y una ciudad cuya corrupción se salpimentaba con magia. Todo pintaba bien, y por eso seguramente decidieron hacer este anime.
El problema es que la serie es un desastre. Y lo que es peor, se nota que todos los problemas están en la adaptación y no en el material original. La serie deja entrever un universo con muchas posibilidades, donde la comedia y las tramas son sencillas pero con el buen hacer de su autor todo debería funcionar bien. Pero tras un primer episodio medianamente decente pronto la serie se convierte ella misma en su principal enemiga con una animación claramente inconsistente en la que muchas más veces de las que podrían considerarse una decisión artística vemos como la animación desaparece para dar lugar a planos estáticos o extrañas secuencias de estos que intentan simular el movimiento, y que un ordenador no muy sutil acuda al rescate ocasionalmente tampoco ayuda. El buen diseño de personajes es echado por tierra cuando sencillamente estos no están bien animados, y ya ni que decir de las escenas de acción que brillan por una no intencionada sensación de confusión.
Pero lo peor no es el el pobre trabajo de animación, que supongo que se habrá visto condicionado por fechas y presupuestos; lo peor es una planificación tan extraña donde vemos tramas e historias que comienzan a mediados de un capítulo y acaban en el primer tercio de otro, la estructura clásica de las adaptaciones de novelas ligeras en las que X episodios cubren una novela es aquí sustituida por una extraña concatenación de historias donde ni el tono ni la duración de estas parecen importar a la hora de construir el ritmo de la serie. La serie comienza lenta para acelerar de sobremanera en su primera trama y, tras acabar esta en lo que sería la primera mitad de un episodio, saltar a presentar una trama que solo durara lo restante de ese episodio y otro más; esa estructura se mantiene a lo largo de toda la serie confiriendo a la serie un ritmo raro y desorientador donde no hay claros valles ni cimas narrativas. No pasa nada por romper las reglas no escritas de la narración si se hace bien, pero si se hace mal queda muy patente porque a lo largo de siglos se han establecido más o menos de una forma clara unas pocas pautas a la hora de contar las historias que puede que no sorprendan, pero sin duda funcionan.
Copcraft podría haber sido una buena serie, pero no ha querido -o no le han dejado- serlo. No es un problema puntual de ritmo o de dirección, no es un problema de calidad de animación. El problema es que sencillamente el trabajo de esos clásicos comités de producción de animes que vemos en todos los créditos, aquí brilla por su ausencia.

domingo, noviembre 24, 2019

El problema de los tres escritores

El problema de los tres cuerpos

Le tenía bastantes ganas a este libro ya que había sido todo un "boom" dentro del mundillo de la ciencia-ficción, y además ¡qué demonios! apetece leer algo que no sea de origen descaradamente anglosajón o hispánico. Y el libro está bien, tiene buenas ideas, y me ha despertado el suficiente interés como para continuar leyendo el resto de la trilogía (que es más de lo que pueden decir muchas de mis últimas lecturas), pero es... raro. 
Quizás porque la literatura clásica china tiene otros ritmos, quizás por propia decisión del autor, la estructura del libro parece poco natural. La novela se extiende a lo largo de unas cuatrocientas páginas como primer acto de una historia mucho mayor. Vemos el planteamiento de un conflicto y de varias ideas de manos de varios personajes. El autor plantea temas sociales y lo hace bien, y además el marco de revoluciones culturales en la China comunista es muy sugerente. Y tenemos también ciencia-ficción puramente expositiva con teorías sobre dimensiones, este tipo de segmentos siempre me dan un poco de miedo porque parece que el autor está intentando vendernos sus teorías científicas y las narra como si fueran obvias o estuvieran sobradamente demostradas cuando no hay nada más lejos de la realidad, pero la narrativa de Cixin Liu tiene la fuerza de la convicción en esta parte y eso lo hace tan sugerente como entretenido de leer.
Pero la novela tiene varios problemas que bajan mi valoración, y todos ellos vienen dados por una extraña variedad de ritmos narrativos. La novela comienza lenta, como si fuera casi una historia de detectives con un protagonista medianamente marcado. Toda esta parte de la novela está muy bien, pero se nos insertan en medio los fragmentos cyberpunk de "tres cuerpos", una especie de videojuego donde la densidad y el simbolismo de la novela se disparan de una forma demasiado abrupta. La parte genial que antes he mencionado sería la relativa a unos átomos que se encuentra en el último tercio de la novela, pero todas las partes de realidad virtual, que creo que es obvio que el autor quería usar como punta de lanza de la novela me parecen aburridas y mediocres en el mejor de los casos. Estas partes cortan el ritmo de la novela y hacen que su desarrollo casi se rija por Deux Ex Machina... y en su segunda mitad el ritmo del libro se dispara ofreciendo un extraño contraste entre una primera mitad muy íntima y comedida y una segunda mitad con grandes acontecimientos sucediéndose a velocidad de vértigo y un protagonismo que de repente pasa a ser casi coral. La estructura de la novela, sencillamente, me parece poco natural.
Virtudes la novela tiene muchas. En general sus personajes caen bien y varios de sus giros de guión funcionan muy bien. Las partes de "Tres cuerpos" me parecen flojas, y el personaje de Da Shi me parece demasiado apoyado por el guión, pero todo lo referente a "Costa Roja" y algunas de las ideas que expone me encantan, y a algunas partes muy potentes de ciencia-ficción se unen otras casi de genuino terror. 
El extraño contraste entre sus partes se extiende a su lectura, con algunos pasajes muy amenos y entretenidos y otros que se hacen bastante duros de leer. Es una novela curiosa e interesante que en líneas generales me ha gustado, pero igualmente en líneas generales no puedo recomendarla demasiado abiertamente a alguien no curtido en el género.

jueves, noviembre 21, 2019

OPDM - 054 - Astral Chain y Judgment

Programa relativamente corto y escueto, centrado en esta ocasión en videojuegos, con policías interdimensionales y abogados yakuza como protagonistas.

Además, acabamos nuestra enciclopedia friki con la Z con un personaje en el que realidad y ficción se mezclan: Zhuge Liang.



Los tiempos del programa son los siguientes:

00:01 Astral Chain
00:53 Enciclopedia: Zhuge Liang
01:16 Judgment

Como siempre, muchas gracias a aquellos que nos escucháis y le daís al like o comentáis y ayudais a darle visibilidad a este pequeño modesto podcast.

lunes, noviembre 18, 2019

Un festival para los fans de One Piece

One Piece: Estampida

Poco a poco One Piece ha ido ganando popularidad, y eso se ha traducido no sólo en que sus películas tienen unos valores de producción claramente notables desde "Strong World" (ver reseña), si no que incluso su distribución internacional es mejor y esta película, como ya sucedió con la anterior (ver reseña) ha llegado a una cantidad bastante grande de los cines que hay desperdigados por la piel de toro. Y es una oportunidad que todos los fans hemos de aprovechar, y en esta ocasión como en pocas anteriores.

¿Es una buena película? NI DE COÑA. Pocas películas de franquicia son dignas, y esta no es la excepción. La mejor película de la saga (de las que he visto) sigue siendo la firmada por Mamoru Hosoda (ver reseña), y de las que tienen a Oda involucrado diría que Z (ver reseña) por sus aspiraciones dramáticas. Pero esta película -tras su magnífica escena inicial- renuncia a cualquier atisbo de dramatismo o "canonicidad" (de hecho al encontrarse la tripulación reunida entre Totland y Wano es imposible encajarla en la serie) y se limita a ser un gigantesco festival de fanservice tal y como su propio trailer pregona. No hay intento de drama propio, y ni siquiera intenta meter alguna historia propia protagonizada por un niño, no hay ni pausa para la historia... todo son hostias desde el principio.

La película no pretende ser otra cosa que un regalo para los fans, y eso es. Son 100 minutos de fanfiction barato con alianzas imposibles donde cada escena parece un homenaje a otra muy reconocible de la franquicia donde cambian sutilmente el contexto o los actores pero poco más. Cada personaje secundario llega y dice su frase de presentación clásica y en ocasiones prácticamente se despide después de ello, y por supuesto aunque algún personaje pelee no le vamos a ver ningún ataque que no haya mostrado en la serie original. Es bastante ridículo, pero no importa, la serie es una gozada para cualquier fan de la serie que se ve siempre con una sonrisa en los boca y que incluso tiene el buen gusto de reutilizar el "We Are" un par de vez en lugar de música propia. 
La película es una chorrada, pero para un fan es una gozada, e incluso hay que mencionar su buen doblaje con unas técnicas y nombres correctos (lo único que me sacaba algo es que el uso de actores de doblaje habituales hacía extraño que uno de los villanos tuviera la voz de Frasier Crane).
Sobra decir que esto no es para todos los públicos, no digo que el espectador tenga que conocer quien es Momousagi o ser capaz de identificar el simpático guiñó que es la presencia de Jonathan, pero desde luego tiene que tener unos conocimientos bastante claros de una franquicia de la que la película no explica nada (e incluso para los lectores en español tendría algunos spoilers). Dicho todo esto, imprescindible para cualquier fan que medianamente se precie de serlo de la serie. 

viernes, noviembre 15, 2019

Alto! O mi madre ararea!

Tsuujou Kougeki ga Zentai Kougeki de Ni-kai Kougeki no Okaasan wa Suki Desu ka?

En el mundo de los videojuegos existe un subgénero del rol que, más allá de alguna referencia puntual, vive en la parodia y la carencia por completo de complejos. Este tipo de videojuegos han llegado también ya a los isekais, donde aunque la mayoría de las veces que se viajan a videojuegos estos suelen serios, también comienzan a ser frecuentes ya los mundos virtuales no especialmente depurados. Esta “okaa-san online” se encuadra en este subgénero.
Los personajes de fondo no tienen cara, e incluso los NPCs importantes tienen líneas de diálogo que afirman por si mismos ser temporales y estar todo en fase de pruebas. Los personajes suelen encontrarse con una Directora de Juego que –poco antes de que un bug la mate- suele informarles de las misiones que más o menos van inventando y que ellos han de probar.
La idea, si bien no original, no deja de ser simpatiquilla y podría dar para algún que otro buen momento. En alguna que otra ocasión la serie lo aprovecha bien y consigue algún gag divertido y fresco, pero en líneas generales la serie es malilla, la autoparodia siempre es complicada de manejar, y más aún a lo largo de una docena de episodios. El protagonista y lo que podríamos llamar “trama principal” son indudablemente flojos.
Pero claro, la serie es paródica no sólo de videojuegos y de isekais, si no de la propia cultura otaku, y esta es su carta. Basicamente la serie se basa en la chorrada de que el prota va acompañado por su madre en la aventura, algo que se extiende al resto de secundarias –porque es una parodia de los harems-. La idea es simpática y llamativa, y la serie quema sus naves con ella haciendo que el mundo en si este diseñado por el Gobierno para fortalecer las relaciones de hijos con madres en un mundo rolero donde todo son versiones “mama” de algo.
La estrella absoluta de la serie es, por supuesto, la madre Mamako Oosuki (y sabiendo un poco de japonés uno ve que no hay una sílaba casual en ese nombre). Todos los personajes son meros secundarios ante un gigantesco montón de candor, inocencia, bondad, “aras aras” y absurda fuerza bruta enfundados en un cuerpo diseñado por una autora de hentais que demuestra saber ser muy profesional dando a la serie un receptáculo perfecto para todos los filtros de fanservice imaginables.
La animación no es nada del otro mundo, pero tampoco es deficiente y sobra decir que centra sus esfuerzos en una Mamako que siempre esta perfectamente dibujada y animada. La serie visualmente es normalita, pero en general sus diseños son bonitos y coloridos, y a pesar del fanservice más que obvio no deja de tener siempre es tono paródico que la hace simpática de ver (algo que se extiende a su banda sonora, con unos openings y endings protagonizados inevitablemente visual y sonoramente por Mamako).
La serie es flojilla, creo que eso es innegable. Sus únicos recursos cómicos son la idea del isekai cutre y la presencia de la madre, y más o menos funcionan, pero una idea que quizás bastaría para unas pocas Ovas sufre mucho para mantener una serie a lo largo de toda una temporada. La estructura de la serie se basa en el clásico recurso de añadir 2 o 3 chicas más que acarrearan sus respectivas madres y unas tramas con estas que proporcionaran a la serie y a Mamako una oportunidad para exponer distintas facetas de ese concepto de maternidad tan blanco y puro que vemos en el anime, la estructura se hace pronto repetitiva y carece de fuerza, siendo una serie que se sigue más por curiosidad o como placer culpable que por verdadero interés.
Simpática, y con una protagonista con un carisma tan absurdo como innegable que refleja muy bien los tiempos en los que la industria se encuentra, es un anime curioso pero obviamente muy lejos de ser recomendable.

martes, noviembre 12, 2019

Batalla de batallas

Warriors Orochi 4

Es bastante extraño comentar un “Musou”, no hay mucho que decir. Este es un juego muy sencillo, bajo un argumento que es una soberana chorrada –con los dioses del Olimpo y los de Asgard de por medio- los personajes de “Dinasty Warriors” y “Samurai Warriors” vuelven a unirse en un festival fanservicero donde en esta ocasión faltan personajes de otras sagas de Tecmo porque ahora hay una propia franquicia “all-star” (nos quedamos sin Kasumi y Ayane en esta entrega, aunque para algo hay anunciada ya una versión "ultimate" del juego). En sus fases conformaremos un equipo de 3 luchadores entre los 170 personajes seleccionables y nos enfrentamos a millares de enemigos que saldrán volando al mínimo golpe y algún que otro jefe un poco más duro mientras nos van indicando submisiones que normalmente se reducen a ir a otro sitio para continuar con la masacre de enemigos. Señalar que esos tres personajes que llevamos se cambian mágicamente entre ellos, es decir, llevamos a un único “personaje” que podemos alternar entre 3 (no tenemos aquí ese mecanismo del Fire Emblem Warriors que nos permitía ir cambiando entre 4 personajes donde podíamos mandar a cada uno de estos en una dirección y así después teletransportarnos a esa zona, recurso que hacía el juego muy ágil en mi opinión por lo grandes que suelen ser los mapeados y la costumbre del juego de llevarnos de una punta a otra en cada submisión).

El juego es muy sencillo en su planteamiento y bastante monótono. Hay alguna que otra misión distinta, pero en general todo es bastante repetitivo y además el nivel de dificultad es bastante bajo. Las fases incluyen misiones opcionales donde la dificultad si aumenta algo por los condicionantes que nos imponen de tiempo o de objetivos concretos. Se echan en falta más modos de juego como un clásico modo conquista o desafíos más elaborados, pues el juego no tiene más opciones que rejugar las pantallas del modo historia para intentar mejorar nuestras marcas y quizás enfrentarnos a una especie de enemigo loco que aparece aleatoriamente en algunas ocasiones y que tampoco supone un gran reto.

Tenemos unos 170 personajes, y aunque las diferencias entre algunos son notables verdaderamente tenemos 3 grandes grupos especializados en fuerza, velocidad y técnica y más allá de a lo que nos obliga esta diferenciación no jugamos de una forma muy distinta entre un personaje y otro. Dicho esto, no deja de ser gracioso luchar con el tipo de 3 reinos que va con un barco a cuestas o sencillamente barrer a los enemigos con Honda del periodo Sengoku. El juego es, como ya he dicho, un festival fanservicero donde de vez en cuando se nos meten conversaciones entre personajes tipo Cao Cao hablando con Oda Nobunaga o chorradas inócuas de personajes que son amigos entre si de forma imposible o waifus siendo waifus; no obstante tengo que mencionar aquí que aunque algunos personajes son muy cómicos y ridículos, echo en falta que puedan tener diversas armas y especialmente las versiones más absurdas de estas (aunque es obvio que el juego consigue ofrece esa variedad con su inmenso plantel y la combinación de luchadores).
Técnicamente, en su versión Switch va bastante justo. Aunque los escenarios son un poco sosos, los modelados de los personajes están bien –y no hay “censura de movimientos”- y en general el juego se ve bien en sus primeros planos, pero hay un poping bastante notable y en la ejecución de los ataques especiales aparecen ocasionalmente ralentizaciones (he jugado principalmente en modo dock, es justo también decir que lo poco que he jugado en modo portátil el juego ha ido muy bien).

Es un juego simpático y curioso, pero no deja de ser un “musou” más, y ni siquiera entre estos parece destacar especialmente por su ausencia de modos de juego. Disfrutable si te gusta el género, pero no especialmente recomendable.



Tenía escrito lo anterior desde hace unos meses y no tenía ganas de borrarlo, pero posteriormente he jugado un par de musous más así que he retrasado la entrada lo suficiente como para abarcarlos y, tomando como referente lo arriba escrito, llega...

DUELO XXX
Musou no musou

Warriors Orochi 4
vs
Pirate Warriors 3
vs
Fate Extella Link

El de One Piece es un buen exponente del género, mejor que el arriba comentado Warriors y bastante recomendable, con el Fate tendría ya más serias dudas....

Fate Extella pierde. Es probablemente el peor juego de los tres de esta reseña, y lo es basicamente por su carencia de medios. No es que Orochi Warriors sea una superproducción, pero Omega Force basicamente son los creadores del género y los hacen como churros (de hecho el de One Piece también es suyo), tienen muy optimizada la creación de juegos, Marvelous digamos que no tanto.
Jugablemente este juego es superior al Warriors Orochi, la dinámica de conquistar habitaciones -aquí no están conectadas a efectos prácticos- machacando legiones de enemigos es la misma, pero hay interesantes variaciones como una especie de niebla de batalla o algunas misiones secundarias bastante rígidas que condicionan la batalla. Todo eso está muy bien, igual que unos escenarios donde hay cierta sensación de tridimensionalidad y que resultan relativamente creativos a nivel visual. El problema es que la jugabilidad es muy sencilla a efectos prácticos, no es siquiera que los enemigos sean impersonales o los combos sean pocos, es que todo es tan frenético que hay poca diferencia entre los personajes; si exceptuamos a los pesos pesados como Dario III o Lu Bu casi todos se controlan de una forma similar, y en si las batallas están más regidas por los hechizos o habilidades especiales que por los clásicos combos de X-Y. Es todo tan frenético que reduce demasiado el factor estratégico del juego. Hay buenas ideas, pero poco dinero, y eso se ve por ejemplo en la cantidad de orbes con los que puedes personalizar a tus servant para dar una sensación de profundidad o de opciones que creo que en verdad es bastante superficial (así como los modos de juego son escasos y al final el juego alarga su vida mediante misiones extras genéricas).
El argumento del juego es, sobra decirlo, una absoluta chorrada con Carlomagno que no creo que importe a mucha gente, pero a nivel de Servants el juego va bastante bien. Es divertido escuchar las tonterías de Tamamo o unas Nero y Bathory que no conocía, Scathach y Rider son mi debilidad, y Gilgamesh e Ishkandar siguen siendo carisma en estado puro. Hecho en falta a Mash, y en cierta manera me parece raro que ni Ishtar ni BB sean jugables, pero en líneas generales hay una buena selección de personajes.
Fate no es un mal juego, pero es un juego barato, el clásico juego que ves que los japoneses producen casi en cadena merced a unas dinámicas de juego muy poco costosas de implementar. Tiene algunas buenas ideas jugables, mola que un Servant se pueda hacer invisible o que el ataque final de Juana de Arco requiera su muerte, todo eso mola... pero se nota que los desarrolladores no tienen ni tiempo ni medios para implementar bien unas buenas ideas que están ahí.

One Piece más o menos gana por lo contrario, es una franquicia tan potente que el producto más o menos se ha cuidado, y este juego casi sería una revisión del 1 (ver reseña) con la jugabilidad ya más clásica del 2 (ver reseña)... nada de saltos ni de puzles; hostias como panes y poco más.
El juego tiene algunos problemas. Las misiones que se pueden abordar en cada fase son un homenaje a la serie y recrean algunas de sus escenas más icónicas, pero cortan continuamente el ritmo del juego y hacen que algunas fases duren demasiado. Además la forma de superarlas es discutible, ya que la traducción o la forma misma en las que te las coloca el juego es confusa y hace que haya que tirar prácticamente de guía para completar algunos de estos objetivos. Este es un defecto bastante importante, y también añadiría que quizás algunas fases son demasiado largas y ello juega un poco en contra de rejugarlas. Además, estas misiones componen la única variación de un juego que, en lo referente a modos de juego, se muestra muy limitado.
El sistema de niveles y de monedas tampoco me gusta especialmente, pues algunas monedas en concreto son bastante escasas en relación a otras y su "farmeo" es tedioso (es criminal que las de Impel Down y Thriller Bark sean necesarias para todos los personajes cuando apenas un par de personajes las sueltan).
¿Por qué me parece este entonces el mejor de los tres juegos? Por una parte por el fanservice, porque es sencillamente muy bueno, todos los detalles cuadran y se nota que los diseñadores conocían bien la franquicia y que todo en el juego está enfocado a homenajear el manga. Siendo un juego del 2015 hoy se queda corto su elenco de personajes al abarcar sólo hasta principios de Dressrosa, pero en general hay una buena selección de personajes e incluso el imposible balanceo entre ellos no se siente especialmente forzado. Los personajes funcionan y se sienten diferenciados entre ellos, lo que para mi coloca este juego por delante de los anteriores. No me gusta jugar con Jimbe y sus pesados ataques de área, pero porque no sé hacerlo... igual que no se controlar bien a Hancock o a Perona, no son personajes con los que sirva ir hacia adelante a lo loco, e igualmente los personajes con los que si que aplica esta técnica son un disfrute ya que cuando controlas Barbablanca de verdad sientes que estás llevando al personaje más fuerte del juego.  Lo bien implementado del fanservice sería un motivo para encumbrar al juego, pero lo importante es que el ritmo está mucho mejor medido que en los juegos anteriores, es más lento y eso juega a su favor; a pesar de su simple diseño de escenarios hay alguna que otra trampa o condicionante, así como misiones que cumplir, tiene un desarrollo más variado y divertido que el de los otros dos juegos.

sábado, noviembre 09, 2019

La irrelevante levedad del anime

Machikado Mazoku

Todo lo que hace esta serie lo hace bien. Tenemos a una protagonista muy simpática y verdaderaemente entrañable, esa Shamiko que parece estar obligada a ser toda una demonio pero que en verdad es tan inocente como torpe. Tenemos a Momo como ese clásico personaje callado y molón, que en verdad es bastante triste y sólo quiere ser amiga de la protagonista por la vitalidad y alegría que esta transmite. Tenemos una dinámica de pareja muy buena entre ambas, con un yuri muy ligero y esa rivalidad que sólo Shamiko en verdad ve y que sirve muy bien de motor de la serie. Tenemos al "ancestro", como una especie de guía que ayuda al desarrollo de la trama, pero que pronto se muestra tan torpe como la inepta de su descendiente. Tenemos a otra magical girl que aporta unas pocas dosis de caos cuando la serie amenaza con estancarse. Tenemos a una hermana que lee los Tres Reinos e idolatra a la prota, a una madre que parece restarle importancia a todo y suelta bombazos como si nada, a unas compañeras de clase que lo ven todo con una alegre naturalidad... e incluso por tener tenemos hasta reminiscencias de lo que serían personajes masculinos.

Todo eso esta muy bien, y se le puede sumar una factura técnica notable con unos diseños muy coloridos y una animación consistente. Tenemos una trama surreal que permite que cada X minutos alguna revelación absurda permita avanzar la serie. Tenemos un buen uso de la comedia, con gags bastante simpáticos, y en ocasiones hasta bastante originales. 
Todo en esta serie es muy correcto. Todo está muy bien diseñado. Es un producto de moeblob sólido y consistente para el buen público de Akihabara que quiere la enésima parodia del género de las magical-girls con diseños bonitos y una trama sin complicaciones. Veo la serie y me parece que cada elemento está en su sitio, que cada gag funciona... y a continuación me olvido de lo que acabo de ver.
No sé lo que me pasa con esta serie, me parece bien hecha y en ningún momento especialmente denigrante o insultante (teniendo en cuenta lo que suele ser la media de animes de una temporada, este estaría por la mitad superior), pero es una serie que me parece absolutamente irrelevante. Es un producto tan correcto como impersonal, parece dictado por un editor en base a las modas imperantes y ejecutado por un autor con un oficio tremendo.
Muchas veces me pasa que alguna serie acaba cayendo en un día que -por los motivos que sea- suelo estar especialmente desganado, y lo mejor en estos suele ser no ver la serie o dejarla para más tarde... pero por alguna razón -que tampoco puedo definir- acabé viendo esta serie,  y no puedo recomendarla cuando mi recuerdo de ella es siempre haberla visto sin verdadero interés.

miércoles, noviembre 06, 2019

Un ejemplo de porque se odia la historia

Historia universal de la Edad Media

Como el sistema educativo español es bastante horrible, uno apenas aprende nada sobre su país en él. Quería leer sobre la Reconquista y sobre la Edad Media en general, y este libro firmado por muchos catedráticos me parecía sobre el papel una buena opción. Ha sido un error, no me ha enseñado más de lo que he podido aprender leyendo a Asimov previamente. 
Los problemas del libro son muchos. En primer lugar, faltan más mapas. El libro abarca un millar de años y salta continuamente de un país a otro, o directamente habla de conceptos. Los mapas son necesarios, porque si no es imposible ubicarse bien con los francos y con los condados del Sacro Imperio... ayuda tener un mapa donde ubicar bien Sajonia, Borgoña, Aquitania, Baviera, Lombardía y todos esos sitios en cada momento ya que recordemos que la Edad Media es un ir y venir de reinos o ducados que pasan de una familia a otra por enlaces matrimoniales y herencias muy endogámicas. 
El temario es francamente mejorable, sobre todo en el periodo de la Baja Edad Media, donde se centra demasiado en la dupla Francia-Inglaterra y las crisis religiosas. Por alguna razón el libro -a pesar de tener la palabra "universal" en su título- no cuenta nada de la Reconquista, y casi tampoco de los imperios musulmanes o las invasiones mongolas; no le pedía a China, India, Japón, Africa o la Amércia precolombina, pero es que apenas hay un capítulo para lo que sería Escandinavia y Prusia. Y no sólo es decepcionante la selección de temas, si no que esta hace que se salte hacia delante y hacia atrás en el tiempo conformando una lectura caótica por momentos. Entiendo la dificultad de abarcar un periodo tan grande, pero en su simple planificación se ve algo tan sencillo como que este libro es más expositivo que educativo, cada autor esta especializado en algo e intenta soltar su discurso para justificar que ese tema es el centro del libro. Y con esto entraríamos en los autores, el que haya una treintena de ellos no solo hace el libro algo inconexo, si no que además da margen para que publiquen doctores en Historia que creo que nadie querría tener en una carrera, gente que suelta su discurso plagado de fechas y datos, con referencias a otros historiadores para ganar credibilidad o justificar sus opiniones, y con una forma de exponer que sencillamente aburre a la ovejas (además, buscando en Google los nombres de algunos de ellos uno encuentra noticias que hace dudar seriamente de su capacidad como docentes o de su imparcialidad).
Un libro, en definitiva, bastante aburrido que no recomendaría a nadie medianamente interesado en la historia que este movido por la curiosidad como fue mi caso.

domingo, noviembre 03, 2019

Quality rises

Gravity Falls

Dipper y Mabel son dos mellizos que, a las puertas de cumplir 13 años, se disponen a pasar un verano con su tío Stan en un pequeño pueblo de Oregon, sin embargo pronto descubrirán que Gravity Falls es un lugar muy extraño donde los sucesos extraordinarios y los misterios lo impregnan todo

Esta serie de animación es una comedia de aventuras que se emitió en Estados Unidos del 2012 al 2016 a lo largo de unos 40 episodios y que con el tiempo ha ido adquiriendo cierto aura de obra de culto a la par que genera un pequeño universo que abarca también comics e incluso cameos en Rick y Morty. A la hora de definir la serie el género principal serían las aventuras, como he dicho, ya que cada episodio suele abarcar un misterio o una situación disparatada que el racional Dipper y la risueña Mabel afrontarán en compañía de Sos -un empleado de discutibles luces de su tio- y su tío en si, un timador redomado; el humor está muy presente y la serie no duda en parodiar todo lo que le ocurre. Sin embargo, más allá del mero divertimento puro y duro, la serie tiene un fondo de drama y va desarrollando paulatinamente sus diversas tramas a lo largo de todos sus episodios, logrando una gran cohesión y un final verdaderamente potente que tiene como ejes las relaciones entre los hermanos y la familia, y el paso en sí de la infancia y la inocencia a la adolescencia y la realidad del mundo. 
La serie muestra una imaginación fascinante a la hora de concentrar en este pequeño pueblo forestal toda suerte de misterios y fenómenos, pero lo mejor de todo es que el ámbito de estos es relativamente pequeño y paulatinamente va enlazándolos todos entre ellos al tiempo que presenta un gran reparto de secundarios. Poco a poco la serie cimenta al propio Gravity Falls como un personaje más, un personaje sólido y coherente que no sólo sirve de marco de aventuras para los mellizos si no que también tiene su propio desarrollo. Es aquí donde la serie es más gratificante, lentamente vemos como su universo crece ante nosotros y descubrimos como al final todo esta perfectamente entrelazado y diseñado. No hay espacio para el azar en la locura de Gravity Falls, al final todo, por contradictorio que parezca, es bastante lógico y a lo largo de todos sus episodios la serie crece continuamente siendo cada vez más satisfactoria hasta alcanzar un final verdaderamente épico y consiguiendo por el camino momentos tremendamente emotivos que convierten su visionado en una experiencia plenamente satisfactoria.
A nivel técnico poco se puede decir, es una muy buena serie de la Disney de esta década. Ello se traduce en una animación por ordenador muy sólida que no flaquea ni en los momentos de máxima locura y velocidad, y paralelo a esta animación -que no duda en hacer sus pinitos experimentales cuando la rama lo requiere- tenemos un diseño de personajes y escenarios bonito, muy colorido y variado que aún bajo una clara herencia del estilo cartoon clásico no se contagia de la corriente minimalista habitual del medio y muestra constantemente unos fondos especialmente trabajados. La música funciona perfectamente como ocasional elemento narrativo adicional y, además de una tonadilla de entrada muy pegadiza, la serie tiene un reparto de voces francamente espectacular. El ritmo, como he comentado antes, es modélico; la serie tiene un crecimiento constante de intensidad, y lo tiene además sin que las trampas narrativas o de guión sean excesivas o no estén supeditadas de por si a la propia dinámica de locura de la serie.
Desconocida por mi hasta hace unos pocos meses, no puedo hacer otra cosa que sumarme a la ingente cantidad de aficionados a esta serie y recomendarla fervientemente.