lunes, febrero 28, 2011

Siguiendo la Rosa de los Vientos

Enigma

Dificil reseñar un libro como este. "Enigma" no es otra cosa que la transcripción de varios coloquios del programa radiofónico "La Rosa de los Vientos" a mano de los propios autores capitaneados por el ya tristemente finado J.A Cebrián. No es por tanto un libro con unos personajes o un argumento, y ni siquiera puede considerarse un texto de investigación periodística pues apenas dedica una media de tres o cuatro páginas a cada misterio. Es más bien una presentación a estos, una exposición de hechos inquietantes o extraños para los cuales no hay aún una respuesta clara, así como la desmantelación de algunas tesis que se han aceptado popularmente como respuestas cuando están muy lejos de aclararlo todo o cuando sencillamente son mentira.
Naturalmente en estos temas se puede hacer mucha demagogia, y es muy fácil irse por las ramas o equivocarse. Pero no es ese el estilo del libro, Cebrián y sus colaboradores exponen hechos sin querer en ningún momento convencer al lector de que nada, plantean hipótesis, teorías, pruebas, enigmas... pero no dan soluciones y dejan a la imaginación del lector todo el trabajo. No es un libro que quiera dar respuestas, es un libro que quiere fomentar preguntas.
El estilo es muy ágil y agradable, cayendo en el error de dar datos y datos sólo en unas pocas ocasiones y cuando el misterio lo requiere. La estructura del libro agrupa los misterios por bloques temáticos, y eso quizas en algún momento vaya en su contra pues -por ejemplo- leemos muchas veces seguidas que las pirámides de Egipto reflejan la constelación de Orión o algún que otro punto que escuchado cada ciertas semanas en la radio no resulta excesivo, pero si cuando se lee tan seguidamente.
¿Recomendable? Sí. El estilo es ameno y entretenido, y pocas lecturas más sugerentes se pueden encontrar.

domingo, febrero 27, 2011

Lo bueno si es breve, tres veces malo

Mitsudomoe Zouryouchuu!

La primera temporada de Mitsudomoe fue una de esas pequeñas alegrias que me dio el anime el año pasado y esperaba bastante este retorno de las tres hermanas Marui. Y lo cierto es que me parece que esta temporada ha sido aún mejor que la primera. Las coñas con los adultos se han reducido drasticamente y la serie se ha centrado lo que realmente importa: Mitsuba, Futaba e Hitoha. Y con las tres hermanas y todas sus caracteristicas potenciadas y el resto de niños de la clase y alguna aparición puntual de su padre o sus profesores ya se sostiene -y muy bien- la serie.
Ocho episodios (siete, si tenemos en cuenta que el primero es una coña brutal en forma de Gachi-rangers) se hacen a todas luces escasos y eso es lo peor de la serie. En la primera temporada hubo algún que otro momento que se hizo algo más largo (sobre todo los que unicamente involucraban a adultos), pero la serie acabó encontrando su identidad al final y en esta temporada creo que sobra poco o nada. Hay algunos gags mejores, pero en líneas generales el nivel es bastante alto... y además no se abusa tanto de situaciones exageradas o disparatadas (no deja de resultar raro que haciendo más "normales" a las tres hermanas se haya conseguido mejorar la comedia). Esta segunda temporada es una comedia con la misma mala leche de su predecesora, pero con mejor gusto e incluso con algún que otro momento tierno como la hermosa escena final.
A nivel de animación mantiene un nivel muy alto, con unos grandes y originales diseños y una muy buena animación. A nivel sónoro también se mantiene a un nivel muy alto, con unos actores y actrices de doblaje que premeditamente sobreactuan y confieren un tono muy exagerado y adecuado a la obra. La dirección es relativamente clásica y no encontraremos ningún plano rompedor ni ningún gran alarde visual... pero en ningún momento en los que busca la serie o lo que espera el espectador.
La primera temporada era recomendable... y esta me parece que lo es aún más.

sábado, febrero 26, 2011

Encárgate de la logística... ¡con un DON!

One Piece 616 - Aniversario de venganza

Llega un momento en la vida de una persona en la que esta se pregunta "¿Logística internacional? ¿Qué demonios es la logística?". Uno no sabía muy bien lo que era esa palabra, y al menos en mi entorno familiar tampoco era una palabra que se usara muy frecuentemente. Tenía uno que recurrir al diccionario que todos tenemos y que rara vez usamos por pereza... y al final esa pregunta quedaba sin una respuesta concreta. Pero afortunadamente el hombre evolucionó y para colocar toda la información al alcance de todos creo el internet (para eso y para distribuir toneladas ingentes de porno, pero no entraremos en ese tema ahora). El caso es que:

(sí, he ilustrado una entrada de One Piece con una imagen de la web de la RAE)

La logística es algo que normalmente pasamos por alto en las grandes historias, pero que es fundamental para ellas porque a ver como demonios se gana una guerra si no hay suministros, armas o un buen transporte para estos. Y en este aspecto me ha encantado que se haya mostrado ya a Franky con el Sunny y que el coating de este no aparezca al final como por arte de magia. Igual que Sanji se encarga de comida (víveres), Robin de la información (investigación)... Franky se encarga del mantenimiento del barco, y no lo olvida. Franky es el encargado de mantener el Sunny, es su pasión... pero también su trabajo en la banda. Y llegaran las hostias y los pezones luminosos del cyborg cegaran a algún tritón... pero ese momento aún no ha llegado. Franky no esta metido aún en la vorágine de acontecimientos que asolan la isla submarina, y como desconoce esos hechos se dedica a mantener el barco. Como buen miembro de la banda llegara el momento en el que se involucre en la lucha, pero ese momento aún no ha llegado... y Franky en lugar de mantenerse a la espera se desarrolla y actua como el personaje individual que es.
En una escena como esta vemos una de las grandes virtudes de la serie, la coherencia individual de cada personaje. Los personajes de la serie no se quedan parados hasta que Luffy hace esto o lo otro, cada uno de ellos actua de una forma individual y lógica, supeditada a un todo, pero individual y lógica en si. Luffy apenas sale en este capítulo, pero no es necesario, pues el protagonista sólo es una pieza más de la historia (la más grande, eso sí) y esta es capaz de sostenerse y avanzar sobre otros puntos.
Rika: La sorpresa más grande del capítulo. Seamos francos, a nadie le importa, no dejaba de ser un "niño pequeño que conoce al prota" (de lo peor que puede haber en un shonnen), pero que Oda recupere a la niña de la bola de arroz de Zoro de los primeros capítulos y le dedique una portada es una muestra de como tiene ubicados a todos sus personajes. La importancia de este personaje para la trama es nula y es posible que no volvamos a verla nunca más, pero me parece un detallazo su aparición en esta portada.
Nico Robin: Me encantaria ver algún día como consigue información XD. La arqueóloga de la banda es la más ajena a la historia actualmente y va en búsqueda de un foneglifo cuya existencia ya parece segura en esta isla. Robin siempre ha ido bastante por libre en la banda, encargándose de las cosas serias y de averiguar algo más de "¿donde hay sake?" de las islas por las que pasan. El pedrusco parece estar en el "sea forest", donde por Franky y Den también sabemos que las corrientes y los propios árboles tienen su corazón. Este cementerio se erige como el verdadero corazón del ecosistema.
Brook: El cuarteto formado por los tres miembros más antiguos de la banda y el más reciente sigue en el palacio manteniendo peculiares conversaciones con Neptuno. Zoro tendra su momento en los próximos capítulos cuando veamos como reacciona ante Hodi (recordemos que tiene el mensaje de Jimbe de no luchar... y en ese sentido interpretar que la banda no ha de pelear con ese tritón o que no ha de hacerlo "Luffy"). En todo caso el esqueleto con sus divagaciones sobre el peso de la princesa sirena y su decepción por no haber podido verla me encanta; aún en una situación tan surrealmente extrema sigue siendo él mismo... como también es él mismo Sanji, que no se arrepentiría de morir desangrado al ver a la princesa. La coherencia que antes he mencionado se une a lo exagerado de sus valores y caracteristicas, y todo ello se resume en esa frase lapidaria de Ace "No morir arrepintiéndose de algo".
Hodi Jones: Junto a la banda tenemos ya a Hodi Jones, del que conocemos que fue un guardia destacado de la armada de Neptuno (lo cual me hace ver que estuvo muy cerca de Otohime en el momento de su muerte en el flashback que esta por venir). Muchas incógnitas sobre este revolucionario, y la distribución de todos sus subordinados o su misma presencia ya ante Zoro (y Nami) hacen casi dificil creer que pueda ser el villano de esta saga.
Van der Decken: Me encanta este loco con pinta de villano de opereta cutre. Su sádico enamoramiento de Shirahoshi es hilarante (casi tanto como su aspecto), y lo mejor de todo es que no parece ser consciente plenamente de su perversión y maldad y se atreve a llamar "Padre" a Neptuno a pesar de que quiere matarlo.
Franky: Quizás hayamos visto en este capítulo la escena más féliz para Franky desde que es miembro de la banda: el encuentro -y el reconocimiento- del hermano de Tom-san. Es muy raro que el pasado de un miembro de la banda se entrecruce con ellos de una forma tan clara (y no creo que estemos hablando de un Shanks, Aokiji, Yasopp o Garp). Den-san ha echado un poco de luz sobre las absurdas discusiones de genética tritona (desde mi punto de vista, con tanta diversidad, ha estado más o menos claro siempre que Oda dibujaba lo que le venía en gana... pero también es cierto que es propio de él explicar esos detalles) y además promete ser un personaje importante tanto por su rol de "revestidor" como de investigador del bosque marino. No obstante, me quedó con esas agradables referencias al pasado de Franky y esa sencilla asertación de que Tom vivió "¡con un Don!", una frase que en cierta manera Franky necesitaba escuchar desde una optica imparcial y que reafirma una vez más el mensaje de "no arrepentirse de nada".

miércoles, febrero 23, 2011

Épica de chistera

El profesor Layton y el futuro perdido

Tercer juego de la saga de Layton y culminación de la historia de Luke y Layton hasta que la trilogia de precuelas comience a llegarnos. Final de la historia y, también, el mejor juego -y de lejos- de la saga. Este Layton me recuerda irremediablemente al tercer Phoenix, ambos sagas muy distintas entre ellas (a pesar de esa aventura conjunta que se avecina) pero también más parecidas entre ellas que con la mayoría de juegos del mercado, ambas tambien con una carga argumental y de personajes muy importante y ambas sagas también cerradas espectacularmente con un tercer episodio que reune a todos los personajes y cierra a la perfección todos las líneas argumentales añadiendo de paso otras magistrales. Y Layton, como no podía ser de otra forma, se cierra con un estilo muy Ghibli, triste y melancólico, pero también increiblemente hermoso y mágico.
No me gusta, pero es imposible hablar de este juego sin hablar del argumento. Un argumento que profundiza como nunca lo había hecho en los protagonistas. Con un Luke que se ve obligado a abandonar al profesor y con un Layton en cuyo pasado profundizamos, conociendo las motivaciones del personaje y los orígenes de su caballerosidad y su chistera. Luke y Layton estan más grandes que nunca, y quedan reforzados por una Flora que consigue agarrarse al profesor y su discípulo a pesar de que estos intentan como siempre dejarla atrás (creo que ya se ha convertido casi en un gag de la serie, y en esta entrega Luke y Layton intentan más de una vez "dejarla con las vacas"), y un Don Paolo que apenas había tenido peso en la saga a pesar de ser terriblemente carismático y aquí se come el juego en su recta final. El desarrollo de la aventura se enfoca también mucho más hacia la historia misma, presentando una mayor cantidad de escenarios y disminuyendo el número de puzles de estos a fin de hacer que el jugador nunca se estanque y que la historia -coherente y bien hilvanada- siempre avance.
Sobre el juego en si, que es lo verdaderamente importa... pues un Layton, con todo lo bueno y malo de esta serie. En total unos 170 puzles que dan para muchas horas. Veo también en esta entrega una gran variedad de puzles, y aunque es imposible recuperar la frescura de la primera entrega, me parece que esta no es tan repetitiva como la segunda entrega. Hay algunos puzles de "mapas" y de sistemas de ecuaciones, pero la mayoría son puzles de pura lógica... y no deja de ser sorprendente como aun tras más de 300 puzles en las anteriores aventuras la franquicia consigue seguir sorprendiendo. En dificultad me ha sorprendido también, pues creo que es algo más complicado que los anteriores pero todos son muy lógicos y no he encontrado ninguno de los puzles desquiciantes que existían en las anteriores entregas.
¿Recomendable? De los tres Layton que he jugado me parece el mejor, creo que a cualquier fan de la saga le gustara... así como no gustará a todos aquellos a los que no sedució ni la Villa Misteriosa ni la Caja de Pandora.

domingo, febrero 20, 2011

Luz y oscuridad

MOMENTO MÍTICO 15 - La mañana de la partida

Berserk inauguró esta sección y será también la primera serie en repetir. El momento, en contrapunto a la oscuridad del Eclipse, es la bella y triste luminosidad de la mañana de la partida. El auténtico punto de inflexión de la serie, el momento en el que Gatsu decide "vivir" y en el que inflinge con ello la única herida a Griffith que este sentiría en su vida mortal.
Dejando a un lado el grafismo de Miura, que ya por entonces había aunado calidad, detallismo y nitidez, este capítulo me parece uno de los más inspirados del manga y, en su total, con todo lo que tiene antes y después, uno de los mejores que en general he tenido el placer de leer.
Esta amistad comienza con esa gran escena en la que el Halcón se enamora de la simple intensidad de Gatsu, porque ve en él una fuerza tan pura como no había visto nunca y como nadie podía proporcionarlo, y porque descubre que el propio Gatsu no se deja impresionar por su fachada luminosa y ve toda la oscuridad vacua que le dan forma a él. Y Gatsu se convierte en el verdadero compañero de Griffith, en aquel en quien puede confiar las misiones más peligrosas, importantes y oscurdas. No es casualidad que Griffith y Gatsu puedan medirse ante Zood. Dos guerreros pares en fuerza y habilidad... pero muy distintos en ambiciones.
Y es entonces cuando comienza el lento y cuidado desarrollo de Gatsu, un personaje que no quiere grandes cosas, no ambiciona reinos ni fortunas, ni siquiera quiere admitir que es posible que este enamorado, es un hombre sencillo y tosco que sólo quiere saber que es lo que quiere, saber si sirve para algo más que para matar. Desarrollo que comienza con esa caída de Kiaska por un precipio (siempre hay un precipio al lado de Kiaska cuando esta lo necesita) y la confesión de esta de las razones de su enamoramiento platónico de Gatsu, escena a la que sucede la mítica lucha suicida y que culmina con la hermosa escena de la fogata de los sueños... donde Gatsu se da cuenta de que verdaderamente no aspira a nada y que unicamente se ha aprovechado del calor de Griffith. Y Griffith sólo considera un amigo a un igual. Y Gatsu sencillamente piensa que porque no puede él, que toda su vida ha dependido de otros y no sabe hacer otra cosa que matar, intentar encontrar el sentido de su propia vida.
Y llega la mañana de la partida, con una Kiaska más principesca que nunca que se niega a Gatsu se marche pues se da cuenta quizás sus propios sentimientos, quizás de que esa ruptura es el fin del hermoso y sangriento cuento de hadas que viven.
Pero Gatsu no quiere ser ya más el asesino de niños de Griffith. Quiere ser su propio rey. Ambiciona la más pura y simple de las libertades: la capacidad de decidir que hacer con su propia vida.
Este es el momento en el que Gatsu se levanta.
El momento en el que Griffith cae, en el que se da cuenta de que hay algo que no puede conquistar y enloquece. Cuando esta a punto de revelar toda su oscuridad a sus seguidores y cuando finalmente ni con toda su voluntad es capaz de quebrar el espíritu que tiene ante él. El momento en el que olvida su sueño.
Kiaska (otra vez cerca de un acantilado) le haría ver a Gatsu después que Griffith dependía de él y que lo estropeo todo... pero la propia Kiaska se da cuenta de que Gatsu no podía hacer otra cosa que lo que hizo. Los años dorados habían quedado atrás y el cuento de hadas había finalizado. No todo era tan sencillo como matar a todos sus enemigos para ser felices, en el fondo cada uno de ellos era una persona con los mismos derechos a reclamar sus necesidades e intentar cumplir sus sueños que el resto.

El próximo momento mítico nos llevará a ser testigos de la lucha del último reducto de un pueblo libre en su oposición a un imperio gigantesco. La lucha imposible de una pequeña pero irreductible aldea que resiste ahora y siempre al invasor.

jueves, febrero 17, 2011

One Piece 650 - El tigre que guarda el reino del dragón

Esta es una gran saga de One Piece, eso es evidente, pero si bien todos queremos ver de una vez el duelo contra Hyouzou, el verdadero sentido de las visiones de Shirlley, la fuerza verdadera de Neptuno o sus hijos o esa batalla final entre Luffy-Jimbe y Hodi-Decken... lo cierto es que el flashback ha hecho que lo olvidemos todo. A lo largo de toda la saga, de todo el manga en verdad si echamos la vista atrás, Oda ha ido preparándonos para esta decena de capítulos... y esperabamos mucho de ellos, pero Oda -como siempre- nos ha superado.
Este no ha sido un flashback como otros, no ha habido un protagonista claro y no podemos considerar que sea el pasado de Fukaboshi como nuevo nakama o el pasado de Jimbe en una suerte de historia a lo Calgara. Ha habido una decena de personajes en esta "novela ejemplar" del cervantino Oda, y a todos ellos los conociamos tanto antes del flashback que ha sido inevitable no identificarse con todos ellos. Espectacular y cargado de contenido, este es probablemente el mejor flashback de One Piece.
Porque ha sido divertido ver como la terriblemente ingenua Shihoshi ha conocido al hilarante Van der Decken IX y como su encuentro casual ha dado paso a la más surreal colección de malentendidos y confusiones que han llevado al pirata de la maldición apuntadora a enamorarse de la princesa.
Y fue genial como el tono ligero aparente de una historia plagada de versiones "chibi" de personajes que ya conocíamos como Arlong, Shirahoshi o Hatchan (grande como Oda explicó en unas pocas líneas ese agujero negro que era el hecho de que Hatchan salvara a Rayleigh, y grande el cameo de Shanks o las posteriores apariciones de Barbablanca) se trunco por completo con el descubrimiento de la marca de los dragones celestiales en la espalda de la bella Otohime y el descubrimiento de su relación con Dragon, y el inmediato asesinato sibilino llevado a cabo por el despótico Van der Decken VIII y la pareja de shichibukais compuesta por el joven DoFlamingo y ese futuro preso de Impel Down llamado Avalo Pizarro. Estremecedor el sufrimiento de los cuatro jovenes impotentes príncipes y el destrozado rey Neptuno y terrible como el gobierno aprovecha el dolor de la isla para fomentar el caos y enfrentar al monarca y a los ciudadanos contra los piratas del Sol. Oda nos presentó a una joven Shirlley y pudimos comprender porque la adivina odia tanto sus poderes al no hacer estos otra cosa que provocar ellos mismos las desgracias que preveen como años después pasara con la propia banda de Luffy.
Desgarradora la guerra civil submarina y el como el gobierno consigue enfrentar a los diversos frentes a pesar de los líderes de se oponían (en muchos menos capítulos que Arabasta Oda consigue una mejor guerra). Con un ritmo brutal vemos escenas tan dispares como la muerte de Van der Decken VIII a manos de un majestuoso Neptuno y comprendemos el odio del noveno vástago de la dinastía, así como el intento de rapto de Shihoshi y su encierro en la torre. Vemos a Barbablanca en acción, así como a Fisher Tiger haciendo frente al oscuro almirante Kurooni como si nada e incluso unas fugaces imágenes del rescate de las tres hermanas górgonas y el resto de esclavos de los dragones celestiales.
Y todo ha culminado con la gran escena de la muerte de Fisher Tiger, tan espectacular como triste. Una batalla en la que se descubre toda la gran conspiración y gran hombre-pez hace un gran favor a la propia humanidad al derrotar a Pizarro para después morir desangrado cuando Kurooni se niega a compartir su sangre con él como castigo por su ofensa ante los Tenryuubito ante un entristecido Sengoku. Una muerte triste y evitable a todas luces, pero la dignidad del personaje la coloca a la altura de las más grandes y eleva al gran tritón a la altura de ese coloso llamado Barbablanca que no ha podido llegar a tiempo para salvar esta isla. Porque incluso en la hora de su muerte, como sucedió con la propia Otohime, ese canto a la libertad y la tolerancia que son las últimas palabras de Fisher Tiger su segundo de abordo y el rey Neptuno han escuchado no han hecho sino ratificar la gran talla moral de este personaje y proporcionar a "One Piece" la punta de lanza de su discurso contra el racismo. El futuro rol de Jimbe queda completamente fundamentado, así como la gran relación que lo une a Barbablanca y la familia real de los tritones. Pero también queda más justificado que nunca el resentimiento y el odio que dominaran a ese par de grumetes que son Arlong y Hodi y que han visto como su capitan moría de una forma tan mezquina y triste (increible que un personaje que desapareció hace 500 capítulos y que parecía un lastre para la saga ha sido reconstruido tan magistralmente siendo uno de los protagonistas del flashback).
Cameos de la superficie al margen... Fisher Tiger, Neptuno, Otohime, Jimbe, Shirahoshi, Fukaboshi, Shirlley, Arlong, Hatchan, Hodi, Hyouzou, Van der Decken IX, Van der Decken VIII e incluso Surume en aquella genial viñeta de hace tres capítulos.
Marineford me pareció muy grande en su día... ahora sólo me parece que fue una saga que retrasó demasiado esta maravilla que acabamos de terminar de leer. Esta serie nunca deja de sorprender.

martes, febrero 15, 2011

Cosmo... Cosmo Kramer

Seinfeld (6ª temporada)

Algunos críticos consideran esta la mejor temporada de la serie (y eso es algo que la encumbraría en la cima de la televisión); no estoy completamente de acuerdo porque aún me faltan por revisionar las tres últimas temporadas y porque, sencillamente, desde la tercera temporada la serie tiene un nivel poco menos que increible.
Todos los grandes elementos de la serie estan ahí, y el equipo se dedica a perfilarlos y cumplimentarlos con pequeños detalles. La serie es ya plenamente consciente de su éxito y de su calidad y se atreve con todo, y en parte con la autoparodia y con unos gags que protagonizan algunos episodios y que después regresan para ser la guinda de otros posteriores (geniales los ménage à trois, las meadas de Poppy, los "paro en seco y toco" del padre de George o el glorioso retorno de "Roshell, Roshell" en el último episodio).
La serie sigue sumergiéndonos en situaciones absurdas como un abogado con capa, alguién que come de la basura, un dentista que hace guarradas en su consulta, un conseje intimidador, un sujetador para hombres, el recuerdo de una carrera de instituto legendaria o una prueba del polígrafo sobre Melrose Place. Y cuando el argumento no es surreal, se mete de lleno en temas como el aborto, el cancer, los discapacitados mentales, la discriminación racial o el mismísimo comunismo. Y en ocasiones mezcla los dos tipos de historias, consiguiendo resultados hilarantes.
Los episodios suelen estar divididos en cuatro arcos argumentales, uno para cada personaje. Normalmente siempre hay un arco o dos que destacan, pero los otros ayudan a espaciar estos y se entrecruzan con ellos en momentos puntuales con resultados espectaculares. Los personajes estan ya muy definidos y la serie solo sufre cuando se trata de forzar uno de estos personajes (Jerry, que ha adquirido un rol puramente conductor, o George, cuyos excesos resultan excesivos en ocasiones). Kramer esta gigantesco en esta temporada, y Eleine -que es la que menos me gusta de los cuatro- ha encontrado definitivamente su sitio primero con el señor Pitt y en las siguientes temporadas con ese gran novio que se hecha y ese juguete de los guionistas en el que se convertiría J.Peterman.
Temporada sublime a todas las luces, con unos guiones más surreales y geniales que nunca. Sencillamente estos 24 episodios ejemplifican todas las virtudes que convierten a esta sitcom en mi serie favorita.

domingo, febrero 13, 2011

Una visita al buen doctor te alegra el día

El hombre bicentenario y otros cuentos

Asimov me parece, sencillamente, el mejor escritor del siglo XX. No por la calidad de su obra - que es alta (la parte central de "Los propios dioses" no la escribe cualquiera)- si no por la extensión, accesibilidad y simple divertimento de esta. El buen doctor escribía mucho, y todo valía la pena.
Esta es una colección de relatos cortos, y si bien hay alguno que otro más flojillo o que no ha envejecido demasiado bien, todos valen la pena. Tenemos relatos de apenas unas pocas páginas y luego casi novelas cortas de 30, 40 o 50 páginas. Los temas van desde supuestos extraños e irreales que constituyen pequeños cuentos casi infantiles con una moraleja y un tono ligero, a historias densas y complejas en las que el señor de las patillas gira en torno a su tema preferido: el concepto de humanidad. Todos los relatos son ingeniosos, con un final inesperado ya sea su enfoque cómico o dramático. Hay historias cortas independientes, y hay otras que claramente forman parte troncal de la historia de esa ciencia robótica que Asimov vio (tenemos a Susan Calvin, a Elijah y Daneel, a Multivac, a la compañía de robots...).
Naturalmente hay relatos mejores y peores, y hay algunos que se nota que eran claramente un encargo y que Asimov los hacía sobre lo primero que se le ocurría. Pero ya sea tratanto de robots, viajes en el tiempo, sociedades futuras o crímenes, todos ellos estan escritos con la claridad pedagócia y accesibilidad clásica de Asimov (y con algo de machismo, tampoco nos engañemos).
Absolutamente recomendable. No soy muy objetivo con este autor, pero lo cierto es que un relato de Asimov te alegra el día.

sábado, febrero 12, 2011

Lo más importante es que el lector sonria

One Piece 614
Lo que pasó, pasó

Argumentalmente este es un buen capítulo. Y en lo referente al ritmo, la saga se había embalado y este capítulo no hace sino precipitar aún más el devenir de los acontecimientos. Pero si este capítulo me ha gustado no ha sido por el carrusel de acontecimientos que vemos -que también- sino porque ha sido ante todo un carrusel de locuras.
Hay toneladas de detalles en el capítulo. Ya de primeras la nueva historia de portadas nos suelta una pequeña bomba en forma de una Makino más adulta (Oda ha pasado del diseño "Nami" al diseño "Hancock") con un niño en brazos, algo inesperado y casi espero que anecdótico y casual (más que nada porque sería el enésimo detalle sobre el que elaborar teorias y es algo a lo que ya he aprendido a renunciar). Sabemos que la recompensa de Zoro ha aumentado en 40 millones. Se nos revela por fin el mensaje de Jimbe, que ahora parece que espera a Luffy en "El bosque del mar", nuevo escenario al que se dirige ahora el atolondrado protagonista en compañía de Shirahoshi y cuyo diseño me aventuro a vaticinar que será una gozada. Y el mensaje de Jimbe también parece advertir sobre Hodi, lo cual eleva un poco el nivel de este en el mismo capítulo en el que Neptuno parece haber sufrido el proceso inverso (aunque particularmente creo que el señor del mar no se ha empleado muy a fondo, y así mismo me gustaría también pensar que Jimbe no quiere que Luffy se enfrente a Hodi porque considera a este una responsabilidad suya propia). Vemos un nuevo "point" de Chooper (muy geométrico, por cierto). Y seguimos sin ver a Robin y Franky, que no deja de ser un dato a tener en cuenta.
Pero todo esto, siendo importante, no me parece lo más importante. Porque evidentemente son detalles que regiran el devenir de la serie a corto plazo, y hay sorpresas que no esperabamos, trampas que se desmontan y otras que se preparan... pero lo que más me ha gustado de este capítulo es lo que sucede durante estos acontecimientos. Porque no se puede vivir unicamente de la historia. Durante algunos capítulos sí, es lo que en narración podíamos llamar "final". Pero para que ese final funcione perfectamente y el autor se pueda tomar algunas licencias ha de conseguir que el lector-espectador se las conceda, y eso sólo se consigue cuando se da cuenta de que si tiene que ir de A a B, más importante que llegar a B es como llega... y en eso Oda es maestro. Habra hostias al final de la saga, eso esta claro; Luffy le enseñará a Hodi el segundo cuatrimestre de la asignatura que en su día impartió a Arlong, y Shirahoshi será libre en todos los sentidos, y Cariboo recibirá lo que tiene que recibir, y la isla sirena probablemente acabe destruida pero seguramente al final todo sea chachi-piruli. Todo eso pasará, lo importante es como llegemos a eso.
En este capítulo se nos da mucha información y la historia avanza... pero, por encima de todo, lo más importante me parece que este episodio tremendamente divertido, una sucesión de idioteces y situaciones surrealistas que no puede hacer otra cosa que arrancar una sonrisa al lector. Puedes vivir durante doscientos capítulos de efecticmos, de trama, de épica, de drama, de lo que sea... pero llegado un momento eso satura. Para sobrevivir a 600 capítulos tienes que entretener ante todo, tienes que divertir y sorprender a cada capítulo. El alma y el corazón de One Piece es la más surreal y estúpida comedia y la más imaginativa y bohemia aventura, y eso esta en este capítulo.
Vamos a probar... y lo que sea, pues será

Porque los capítulos del reencuentro fueron muy grandes, pero creo que en este han explotado como en pocos todas esas particularidades de la banda. Dejando a un lado la escena de Chooper y Sanji, que me parece la más floja; esa escena con Zoro, Brook, Nami y Usopp después de haber sometido al palacio es de las mejores que le recuerdo en mucho tiempo a la serie. Esa Nami buscando tesoros, ese Brook completamente a su bola y después mostrando su total perversión, ese Usopp desquiciado al ser el único con algo de sentido común y ese Zoro tan "a lo que venga" como siempre son absolutamente demenciales. Y al cuarteto de la banda hay que sumarle un Neptuno que esta resultando un personaje hilarante como él sólo y que pone la guinda como prisionero a los diálogos de sus captores. Y luego para rematarlo esta el gran capitan. Porque Shirahoshi es amor en estado puro y ha visto en Luffy una luz muy radiante y quiere ganarse su respeto, pero no se da cuenta de que si bien Luffy la protegera es posible que antes la lleve innecesariamente a un buen número de sitios donde tenga que hacer valer esa promesa de protección. Y Luffy comienza pronto con esa "gran idea" que es meter a la princesa dentro del pobre tiburón para que nadie la vea escapar. Escena absurda y rídicula como ella sóla, sería quizás lo más surrealista que habría leído en un manga... pero la fuga de Impel Down de Luffy agarrado al afro de la cabeza gigante de una reina okama para caer sobre tiburones es un listón que esta muy alto.
Pero que aún despues del capítulo 600, con una situación de la banda que incita al drama tras su reencuentro y con un escenario con esclavitud y discriminación que incita a la épica, Oda siga encontrando formas de explotar las particularidades de la banda e ideando idioteces superlativas para el desarrollo de la historia no es sino la mejor muestra de porque esta serie es tan grande.

miércoles, febrero 09, 2011

La mejor escena de Hajime no Ippo en años

Y de lejos. A ver si es verdad que Ippo lucha como un verdadero campeón y la serie recupera un poco de esa magia que en su día la hizo tan grande.

martes, febrero 08, 2011

El día que Yagi se gusto

Claymore 112 - Una razón para luchar y un camino correcto

Capítulo pelín fanservicero y de transición, pero muy disfrutable y también necesario. En los últimos episodios me parecía que Yagi se había explayado mucho con el grupo de Anastasia y que la trama no había avanzado a una gran velocidad, y verdaderamente en este capítulo no cambia mucho la cosa en ese aspecto... pero me parece un capítulo más ágil.
El capítulo basicamente se centra un poco en las "claymore anonimas" (incluyo aquí también a Dietrich y Anastasia) y en explicar porque siguen estas a Helen y Deneve... que a pesar de tener un carisma monstruoso es indudable que siempre han estado a la sombra de Clare y Miria. Así que, pivotando mucho sobre el dúo dinámico de la serie, podríamos ver una parte fanservicera en reflejo de la alocada Helen y otra explicativa para la seria Deneve.
El fanservice es muy claro, con una Helen y una Deneve que parecen salidas de una Jungla de cristal diciendo frases típicas malas y acabando con los malos con insultante facilidad. Aquí la divertida Dietrich con su austeridad emocional es la mejor testigo y la más rara fan de la pareja. Helen y Deneve son dos personajes que siempre me han gustado mucho y, estando claro que no les tocará nunca cargarse a "un grande" el poco fanservice que Yagi les de de vez en cuando no será algo por lo que me queje. Y la pareja expolea a Dietrich (ya sin duda el mejor descubrimiento de esta segunda parte de la serie (sorry, Miata)), a Anastasia y su elegante espada e incluso a Yoma que pasa de llorar y temblar a protagonizar una de las mejores ejecuciones de revelado que recuerdo.
Pero el fanservice esta justificado en cierta forma, pues es el carisma, las palabras y las acciones de Helen y Deneve los que llevan a Dietrich y ahora también a Anastasia a seguirlas.
Luego esta la historia en si, que resuelve uno de las grandes preguntas que todos nos hacíamos: ¿de donde demonios salen tantos revelados? El número era ingente y, en función a lo que se nos explicó en los primeros capítulos no tenía mucho sentido que tantos bichos tan malos estuvieran por ahí fuera haciendo de las suyas. Es una inconsistencia de la trama y Yagi la ha explicado como ha podido, la resolución con la organización aún como más mala malosa haciendo experimentos raros es algo tópica y no la mejor posible... pero también es cierto que a mi no se me ocurre ninguna mejora ahora mismo.
Si bien la transición no me ha parecido perfecta -sobre todo por los capítulos anteriores-, parece que ya esta hecha y que la pone la directa hacia el siguiente arco argumental. Si la alegre pandilla pone rumbo a Miria o al laboratorio de Umbrella lo sabremos, supongo, en el siguiente capítulo.

sábado, febrero 05, 2011

Usopp tenía la fuerza para salir de Enies Lobby... ahora tiene la determinación para entrar

One Piece 613 - La princesa sirena encerrada en la torre.

Muy buen capítulo en el que, a falta de la llegada de Robin y Franky -que me parece que serán los den el plus a la saga-, todo comienza a moverse y a precipitarse hacia el caos que madame Shirlley predecía pero que nosotros, como buenos seguidores del manga, predecíamos aún antes.
El capítulo empieza muy bien antes de empezar. Nueva historia de portadas. Aparentemente ira sobre como el mundo redescubré la reaparición de la banda, añorando las historias de portadas más tradicionales, esta me parece una gran decisión por parte de Oda. Todos queremos ver este fanservice fácil, que además es relativamente necesario para la serie... y mediante las portadas Oda se libra de tener que gastar un capítulo "de entresagas" para ello. A ver las sorpresas en escenas y rediseños que Oda nos muestra, seguro que no son grandes cosas, pero detalles tan simples como una posible Nojiko con el pelo largo me maravillarían.
Es un capítulo en el que la princesa sirena se revela como un peluche gigante al que hay ganas que abrazar, es una niña (grande... lo que se dice grande de verdad), inocentona y algo tontorrona que vive encerrada en una torre. Su relación con Luffy y la facilidad de este para proponerle abandonar la torre donde lleva viviendo 10 años después de mandarla a la mierda en la escena anterior ya esta totalmente establecida. Con una simple frase como "No se si soy malo, eso te toca a ti decidirlo" Oda nos da la enésima prueba de lo bien planteado y usado que esta el protagonista de este manga.
Presenciamos también la forja de una alianza entre Hodi Jones y Van der Decken... quizás demasiado oportuna, quizás Oda lo explique después pero si no lo hiciera tampoco pasaría gran cosa, no debemos perder la visión de que esto no deja de ser comic que se publica semanalmente y el autor de vez en cuando se ve obligado a forzar si o si el desarrollo de los acontecimientos. Van der Decken presentado finalmente como enésimo protagonista de la saga y vemos su particular diseño (no puedo evitar que me recuerda a una especie de camello rapero con tintes de Bee Gee... y eso es más perturbador aún cuando el mechón de Hodi Jones le da un aire a lo Michal Jackson... grupo raro de villanos que tenemos en principio para esta saga). Van der Decken se presenta también como el primer tritón con frutal, siendo esta una especie de fruta "apuntadora" con un funcionamiento con similitudes a la de Bon-chan. En todo caso, Van der Decken y los suyos (hemos descubierto ya la raza de San Juan Wolf) me parecen demasiado histriónicos y raros como para considerarlos unos villanos (aunque es indudable que la actitud del holandes para con la princesa sirena lo coloca en el bando "malo" y no en el "nakamizable").
Pero Shirahoshi, Van der Decken y el propio Neptuno al que Zoro detiene en este capítulo tendrán sus grandes momentos en el futuro y aún es muy pronto para hablar de ellos. El protagonista de este capítulo es el gran guerrero de los mares Usopp-sama. Es muy grande ver la confianza absoluta -no parece que este mezclada con Haki de observación- de Luffy con sus compañeros, pero más grande es ver que estos al fin la tienen en si mismos.
En uno de esos incontables pequeños grandes momentos de Enies Lobby, Nami descubría alarmada que habían dejado atrás a Soking... Zoro le dijo que se tranquilizaba, que Usopp era fuerte y podría sobrevivir, que se había hecho fuerte durante el viaje y que no habría llegado tan lejos de no ser así. Usopp no era una carga para Zoro, como tampoco lo era para Sanji o para el propio Luffy; como ningún miembro de la banda lo es. Puede que no todos sean igual de fuertes, pero todos necesitan un médico, todos necesitan una timonel e incluso alguién que se dedique a "leer" y comprender y explicar las cosas. Sanji podía derrotar a Jabura y Usopp no, pero Usopp podía llevar las llaves hasta Robin... y aquel no dejaba de ser el motivo de la incursión en la torre de la justicia.
Y Usopp es fuerte, lo sabemos. No es un monstruo, pero en su batalla contra Luffy dio una lección de estrategia y recursos. Y no puede derrotar a un logia, pero puede salvar a la banda de una avalancha de lodo o incluso derrotar a una chica con fantasmas con una rara habildad. Pero Usopp no creía en su fuerza, como tampoco creían en ella Nami o Chooper, sacándola unicamente en los momentos más apremiantes cuando nadie podía ayudarles. Eso ha cambiado. La muerte de Ace lo ha cambiado.
Habrá cosas que no cambien, y desde luego Usopp no se va a lanzar en plan fatricida cual Zoro contra un almirante. Pero si antes los miembros "flojos" de la banda sólo eran conscientes de la fuerza de los fuertes y de que servía para protegerlos, ahora también son conscientes de su fuerza misma y de que ellos también han de proteger al resto. Luffy puede llevarles a cada uno de ellos a cumplir su sueño, pero sólo si ellos son lo suficientemente fuerte como para llevar al propio Luffy al trono de los piratas. El primero en llegar a esa conclusión fue, paradojicamente, Zoro, pero todos la han tras los encuentros con los tres almirantes. Es la madurez de la banda, ya no son unos rookies que no sepan de que va la cosa o se dejen intimidar, ahora son piratas de los que habla todo el mundo.
En el capítulo anterior me preocupaba ver a los tres miembros más débiles de la banda, pero Oda lo ha resuelto con una única viñeta brillante. Con un Brook que, serio, resulta aterrador y espectacular. Un Nami en actitud chula y dura que les dice a los tritones -recordemos su debilidad psicológica para con esta raza- que tiene la misma cara de que su princesa pero que no es una versión pequeña y con pinta de actriz porno que esta. Con un Usopp que tiene a los pies varios enemigos y luce tableta de chocolate. No se si Usopp volverá a usar la máscara de Sogeking, pues verdaderamente no la necesita. El narigudo cuenta muchas mentiras, pero una verdad muy grande es que es el hijo de un lugarteniente de Emperadores... y comienza a parecer no sólo eso sino el lugarteniente mismo de un rey.

martes, febrero 01, 2011

El más revolucionario videojuego

MOMENTO MÍTICO 14 - La estatua de Super Mario 64

Corría el año 1996, el mundo de los videojuegos avanzaba como era costumbre en él, haciendo más grande y más bonito lo que ya conocía. Y entonces apareció un joystick analógico en el centro de un extraño mando con forma de tridente. Y al encender la consola vimos a un Mario cuyo rostro podiamos deformar. Y emprendimos el enésimo rescate de la princesa del reino de los champiñones... y los videojuegos cambiaron.



Mundo 1: El primer mundo. Aquella campiña que parecía inmensa y el ascenso hasta la cima de la montaña para batirte en duelo con la bomba gigante.

Mundo 2: En esta fortaleza -genialmente remakeada en Galaxy 2-, en la que aparecía el peligro de caer al vacio. Fallar los saltos era equivalente a morir.

Mundo 3: Primera inmersión submarina en compañía de una ángila gigantesca.

Mundo 4: Aquellos descensos por toboganes en compañía de pingüinos.

Mundo 5: Los saltos daban paso a una jugabilidad más enfocada a la exploración y los puzles.

Mundo 6: Un extraño mundo, oscuro y agobiante que parecía desentonar con los tonos alegres del juego, pero aquel laberinto era inconfundiblemente una puesta al día de los castillos y alcantarillas que tan clásicos en la saga.

Mundo 7: Lava y volcanes. Ese rodillo, ese puzle de Bowser... y esa lava que lo rodeaba todo con aviesas intenciones para con el trasero de Mario.

Mundo 8: Pirámides y desierto, otro de los grandes clásicos de la serie. Ese interior de pirámide majestuoso era quizás uno de los momentos más potentes visualmente del juego. Y luego además estaba ese buitre que te quitaba la gorra XD.

Mundo 9: El submarino. ¿La única pantalla decepcionante del juego?

Mundo 10: Otro mundo de hielo, quizás no tan impactante y alegre como el primero... aunque la escalada al muñeco gigante era muy divertida y suponía un contrapunto al descenso del mundo 4.

Mundo 11: ¿Que sería de un Mario sin setas?

Mundo 12: ¿Un anticipo del templo del agua del Ocarina?

Mundo 13: Gigante y pequeño al mismo tiempo. Y una infernal carrera contra una tortuga.

Mundo 14: Llegar hasta la cima del reloj.

Mundo 15: Conseguir las 100 monedas.

No me quedaré con ninguno de estos quince mundos, ni con los minimundos, ni con las batallas contra Bowser y las grandiosas fases puramente de saltos que las preceden. Me centrare en un escenario relativamente poco importante del juego (buscando imágenes he descubierto que hay toda una leyenda urbana en torno a la inscripción del monumento): la estatua de piedra.
Corrian los primeros meses del año 1998. Mi n64 llevaba ya muchas horas encima gracias a Mario Kart 64 y a aquel magistral Fifa 98 en cuya portada aparecía Raúl. Sin embargo no sería hasta que metiera el tercer juego que compre para la consola que descubriría para que había sido diseñada aquella consola.
Comencé la aventura. Me movía por torpeza por aquel prado, llevando de un lado a otro el stick con brusquedad y maréandome con la cámara. Experimentaba los mil y un movimientos que Mario era capaz de hacer con sólo tres botones. Me estrellaba contra los árboles, me caía al agual... en una palabra: jugaba. Y entré en el castillo. Y supongo que jugaría las primeras estrellas de una forma bastante patética (no me acuerdo ahora mismo si el juego permitia acceder desde el principio al patio trasero), y al final acabé llegando al patio en cuyo corazón había una estatua de piedra. Y durante 5 o 10 minutos, puede que más, me dedique a lanzarme contra la estatua y a golpearla de todas las formas posibles esperando conseguir la estrella. Miré la estatua, miré el patio. Exploré todos los movimientos de Mario -a buen seguro con torpeza-. Hice mil y una cosas antes de rendirme y volver al interior del castillo. Naturalmente en aquellos momentos fue una retirada estratégica, por supuesto pensaba volver a por esa estrella misteriosa cuando supiera jugar mejor.
Naturalmente aquella estrella no se podía conseguir, pero todavía recuerdo con una sonrisa en la boca aquellos momentos que pase intentándolo. Fue un videojuego repleto de grandes momentos, de grandes ideas que cambiaron para siempre el mundillo... pero para mi toda la grandeza del juego se concentra en la diversión en su forma más pura que me proporcionó durante momentos como aquel.


El próximo momento mítico mostrara lo triste, hermosa, meláncolica e importante que pueden ser la mañana de una partida.