lunes, marzo 31, 2014

Aspiraciones demasiado altas

Golden Time

Lo que uno espera al comenzar a ver esta serie:


La memoria a veces es curiosamente selectiva y, en foros y demás, veo que se recuerda Toradora con cariño, la propia reseña de la persona que yo era hace algunos años ahonda en esa sensación (ver reseña en si). La serie caía en algunos tópicos y al final pecaba un poco de cobarde. Pero tenía buenos personajes y tenía buenos momentos. Y uno esperaba que si su autora trasladaba sus historias de un instituto a la universidad todos los personajes sería Ami. Y no es así.

Lo que uno no se sorprende al encontrarse:


Koko. Koko. Koko y más Koko. La chica cae bien, y tiene puntazos divertidos, pero... en sus primeros compases la serie juega un poco al despiste con Linda, y evidentemente la cosa no tiene mucho misterio si en el opening y en el ending unicamente sale una chica con el protagonista. No estoy criticando el desarrollo de la serie en si, si no el hecho de que la propia serie destroza cualquier indicio de tensión romántica de la forma más tonta posible.
Mi segunda decepción aquí va porque en un primer momento uno puede pensar que el romance de los dos personajes es falso, que en verdad ambos se refugian el uno en el otro por despecho. Creo que sería un desarrollo muy interesante, sin embargo la serie apenas araña esta idea y lo que podría haber sido un cuadrado romántico interesante se queda en una cosa muy rara.

Lo que uno si se sorprende al encontrarse:


Vaya por delante que no he leído ni visto Nana (por lo que tengo entendido es un señor drama), pero desde luego no me esperaba un cameo u homenaje de una de sus protagonistas. Una cosa es que pase andando en segundo plano y otra es que se dedique a decir "soy Nana" durante varios episodios; supongo que pertenecerán a la misma editorial o algo así y no habrá problemas de licencias, pero no deja de ser curioso. 
En todo caso Nana cae bien, como pasaba en Toradora, los secundarios de la serie son bastante sólidos y proporcionan buenos momentos.

Lo que uno no esperaba, ni de coña, encontrarse:


En serio, ¿fantasmas? No sé, quizás en la novela no quede tan mal, pero al menos en la serie... queda muy raro. Ese fantasma por detrás del protagonista, toda esa trama del olvido... dramáticamente entiendo la funcionalidad y la idea de la autora para provocar tensión y dar al protagonista inseguridad y una gran debilidad. Pero, sencillamente, es muy rara. Y la resolución final es muy cutre, no se puede negar la evidencia.

Lo que uno jamás debería encontrarse en una serie:


Ya tiene que hacerlo una serie bien, muy bien, para que le perdone la osadía de usar un espejo roto como motor dramático. Lo siento, pero "El apartamento" es una de las mejores películas que he visto y hay que hacer las cosas muy bien para intentar imitarla sin caer en el ridículo. Y la pareja protagonista está muy lejos de Lemmon y MacLaine.

Lo que uno esperaba al escribir esta reseña


En fin, esta reseña creo que al final me ha quedado poéticamente similar a la serie. Creo que tenía unas buenas ideas, pero no he sabido expandirlas a toda la reseña, pero he seguido empecinado en ellas aún sabiendo que al final me iba a quedar algo forzado y no demasiado gracioso.

sábado, marzo 29, 2014

El porque One Piece sigue siendo un manga fresco

One Piece 742 - Siempre estaré a tu lado

Dejando a un lado que Franky haya sido vencido, algo que como seguidor del personaje me jode, este capítulo me parece uno de los más inspirados de Oda en mucho tiempo. La estructura, la narración, me parecen sencillamente increíbles. Naturalmente uno podría ponerse a pensar en como demonios encadenaron a Kyros, o si la renuncia de Scarlett está narrada demasiado a la ligera, y uno podría haber esperado que la famosa única herida del gladiador en el coliseo fuera más grandilocuente. Pero la historia de Kyros, que pensaba que ocuparía este capítulo solo para mostrar el romance con la princesa, se ha desarrollado en la mitad final del capítulo anterior y la inicial de este. No diré un "one shot", porque esos capítulos suelen ser más largos y pueden hasta triplicar la extensión de un capítulo normal... un capítulo normal, eso es lo que ha usado el animal de Oda para contar toda esta historia. Hay una viñeta preciosa en la que se ve a Kyros sentado y a Scarlett tras él en un columpio, es una viñeta minúscula, y justo debajo hay otra calcada con ese mismo escenario nevado y Scarlett ya junto a Kyros. No es el romance más desarrollado de la historia, pero sobra para la historia que Oda esta narrando. Y después pasamos a todo el drama del ataque de DonQuixote, donde Oda explota todo el poder de la fruta de Sugar en su más terrible expresión. El momento en el que Scarlett muere en los brazos de Kyros sin saber quien es y este se da cuenta de que ni siquiera puede sentir el calor de su cuerpo es descorazonador. Y es obvio que Oda no ha contado todo esto en un capítulo, toda esta historia lleva con nosotros un año y a lo largo de este el mangaka ha ido soltando detallitos de información que complementan estas últimas páginas, así como pequeños interrogantes que ahora quedan resueltos. Pensaba que este flashback sería más largo que el de Riku y Viola, pero ha sido incluso más corto. En aquel Oda nos explicaba el ataque de Doflamingo y revelaba a Violet como un gran personaje. En este se marca una tragedia que creo que rivaliza casi con la de Brook. 
Y después de un drama superlativo, que puede gustar más o menos, pero que indudablemente está trabajado. Pasamos al festival de la comedia de Usopp con la ¿victoria? más surreal del narigudo. Derrotado, le echan una superguindilla y Oda se marca un homenaje a Junji Ito para arrancar una "Enel face" a Sugar y dejarla inconsciente. Creo que nadie podía haber imaginado esta soberana chorrada.
Uno habría querido un gran combate de Usopp, más aún, habría querido un gran combate de Usopp y Robin. One Piece es una maravilla, pero por encima de todo en un shonnen, y es normal que sus lectores... sean lectores de shonnen y esperen de vez en cuando peleas, sobre todo cuando estas son anticipadas y pueden estar protagonizadas por una arqueóloga que en los últimos 500 episodios se ha limitado a mirar y poco más. Pero creo que el recurso funciona, funciona más que bien. Sorprende al lector y es 100% One Piece, y que una serie como esta se permita recurrir al humor para resolver uno de los mayores dramas de su mundo, que todo el plan de uno de los villanos más maquiavélicos de la serie vaya a ser derrotado por una sucesión de coincidencias absurdas es una fenomenal noticia.
El flashback de Kyros me parece escalofriantemente planificado, así como en parte -aunque sigue pareciéndome que Oda forzó mucho en los últimos capítulos- la surreal victoria de un Usopp que ha conseguido una legión de incondicionales seguidores y el perdón de Cavendish.
Ahora, no obstante, hay que ver el siguiente capítulo, quiero ver como Oda narra la recuperación de memoria de todo un país. A priori me parece de lo más complicado narrativamente que se ha propuesto; aunque también estoy seguro de que es algo que tiene más que pensado.
Y luego... a saber. Trebol se va a ver convertido de repente en la piñata de una fiesta con muchos invitados que no había previsto. Diamante sigue torturando psicologicamente a Rebecca ante Bartolomeo esperando el gran momento de la gladiadora, y quizás del país. Sabo parece estar aprovechándose de Burguess y, como mi hermano me ha comentado, no sería raro que al final el Coliseo acabara cayendo sobre la Factoria. Diamante se enfrenta a Zoro y a todas las reglas escritas y no escritas de los shonnen. Doflamingo tiene frente a él a un Luffy ya con ganas de fiesta, a un Law que en algún momento se despertará, a un Kyros cuyo cabreo necesitaría nuevas palabras para ser descrito... y a un Fujitora que habrá que ver como reacciona ante la caída de Sugar.
Y todo ello sin contar a BigMom, o a Kanjuro, o el flashback de Law...

viernes, marzo 28, 2014

La princesa prometida

Mikakunin de Shinkoukei

Kobeni es una chica más o menos normal que vive a la sombra de su hermana Benio, una chica absolutamente perfecta en todo lo que hace que tiene como defecto secreto el una fanática de las "imoutos". Su vida casi normal da un vuelco de repente cuando su abuelo -el gran patriarca de la familia- organiza su compromiso con Hakuya, un familiar increiblemente silencioso y tranquilo. Hakuya y su hermana pasarán a vivir con Kobeni. 
El argumento, además de esponer lo anacrónico, patriarcal y machista de varios aspectos de la cultura japonesa, no es nada extraordinario en su punto de partida. No obstante, se ha convertido en una de mis series favoritas de la temporada. No es algo que haya visto ya antes, pero es una serie agradable de ver. Uno puede pensar que será un harem o una comedia romántica más, pero lo cierto es que apenas hay echii y la comedia funciona gracias a lo increiblemente calmado y honesto que es el prota masculino y lo adorable que es Kobeni. Y si Kobeni es la enésima Nadeshiko Yamato que todos los japoneses quieren, tenemos a una loli algo liante y muy divertida como Mashiro y a una loca revolucionaria como Benio. El romance entre la pareja protagonista es el motor de la trama, y funciona sorprendentemente bien, pero la esencia de la serie es la convivencia entre las tres hermanas (o el acoso de Benio hacia las otras dos, mientras a su vez Mashiro hace de orgullosa pero patosa celestina).
La serie funciona bien, primando en ella sobre todo la comedia. Hay una química brutal entre las protagonistas y la historia más o menos avanza de una forma bastante consistente (incluso la serie se permite un curioso giro argumental bastante sorprendente que, no obstante, no afecta en verdad al desarrollo de la misma).
El diseño de personajes es precioso, pero sin llegar a recrearse en el moe. Visualmente se encuadra dentro de esas series que usan una paleta de colores suave pero variada y que, particularmente, me resulta muy agradable. La animación es sólida y consistente, con algunos detalles para lucirse. Una banda sonora correcta y algunas seiyuus bastante inspiradas en su trabajo culminan un apartado técnico muy cuidado.
Esta "Prometida a lo desconocido" no es una serie rompedora, y no creo que sirva para enganchar a nadie al mundillo... pero para todos aquellos que llevamos ya tiempo en él y lo seguimos con regularidad, me parece una de esas series sencillas y simpáticas que son muy recomendables para seguir semana a semana.

miércoles, marzo 26, 2014

Vistiéndonos de nosotros mismos

Kill la Kill

Salgámonos un poco de lo normal y reseñemos un anime antes de que acabe. No he visto aún el último episodio de esta serie, pero no creo que importe, no va a ser otra cosa que la guinda que culmine este estrafalario pero increiblemente disfrutable pastel.
Academia Honnöji. Matoi Ryuko es una joven que llega a la ciudad con la mitad de una tijera gigante como único equipaje. Esta tijera fue el arma que usó el asesino de su padre para acabar con este, y Ryuko está decidida a averiguar la verdad sobre ese asesinato. Pero encontrará ante ella un instituto dictatorial gobernado por Satsuki Kiryuin y los trajes hechos de biofibra que esta controla y que dan superpoderes a los alumnos. Con la ayuda de su nueva mejor amiga Mako y del traje parlante mágico que su padre dejó para ella, Ryuko tendrá que desentrañar los oscuros misterios de la academia...
El argumento puede ser usado para reflexionar sobre la libertad y las dictaduras, la individualidad y las masas, la familia y la amistad. Se pueden hacer lecturas sobre estos puntos de una forma bastante clara, pero a nadie le importa. Kill la Kill tiene algo de contenido, pero es una serie entregada por completo al continente. Una ida de olla superlativa que no tiene otro objetivo que entretener de la forma más exagerada y alocada posible.
Surgida de las mentes de los creadores de Gurren-Lagan (ver reseña), esta serie por su alocado planteamiento y su desmesura visual puede considerarse una secuela espiritual de aquella, y aunque se maneja en un ámbito mucho menor que aquella, también tiene la virtud de no apuntar tan alto como aquella serie que para mi pecaba de pretenciosa. Dicho desde ya, yo prefiero esta serie a aquella. No obstante, como la serie de los robots y los taladros, tenemos épica para aburrir, momentos inolvidables y una colección de personajes absurdamente carismáticos.
Pero si hay algo que define a la serie es su estilo gráfico. Los diseños de Kill la Kill tienen cierto aire retro, con una clara predominancia de líneas y ángulos rectos por parte de los enemigos que contrasta con las suaves curvas y estilo desenfadado de la protagonista, como existe también una diferenciada paleta de colores (negro caótico y rojo pasión para la protagonista, blanco puro y azul frío para los enemigos). Estas simples pautas de diseño enmarcan escenarios sobrecargados e ilógicamente grandes. Kill la Kill es un anime que tiene por objetivo la espectacularidad, y eso significa que cuanto más mejor, si una pared puede tener 50 metros de alto será mejor que una de 5, si de una explosión pueden salir volando 200 personas en puesto de despeinarse 2, pues no hay duda alguna de que opción tomará la serie.
Y todo ello con una animación... cuanto menos peculiar. La serie recurre a la comedia para evitar tomarse en serio y ello se traduce no ya con una deformación habitual de todos los personajes en los gags, si no en que la inmensa mayoría de los combates son también una parodia y -además de algunas estrategias y ataques absurdos- tenemos una animación que, igual que recurre al ordenador o se atreve con perspectivas y planos bastante audaces, no tiene problemas en renunciar a cuadros de animación y tomar en ocasiones el aspecto de un gif o una animación flash.
Luego aparte tenemos a Mako y sus locuras
Las peleas tienen un ritmo y una intensidad brutal; pero la serie en si tiene un ritmo muy elevado y -a pesar de lo reiterativo que es el enfrentamiento Ryuko-Satsuki unicamente en unos pocos de sus 24 episodios tuve la sensación de que la trama se ralentizaba o no avanzaba con la velocidad habitual de la serie (ejemplo de ello es que incluso cuando hacen un resumen este dura lo que el opening y es narrado al ritmo de Orfeo en el inframundo de Offenbach). La velocidad de la serie es brutal y los giros de guión y cliffhangers se suceden a gran velocidad con la complicidad del espectador.
En la banda sonora tenemos a Sawano, uno de los músicos más inspirados del panorama actual, y junto a ese gran par de insert songs que son "Before my body is dry" y "blumenkranz" el cuerpo me pide mencionar esos combates al son de grandes temas de música clásica como "Pompa y circunstancia" o la quinta sinfonía de Beethoven.
No puedo cerrar la reseña sin mencionar uno de los puntos más polémicos de la serie: el fanservice. Las protagonistas luchan practicamente en bolas. Lo considero casi paródico al ser la ropa la gran enemiga de la serie y formar los buenos una alianza nudista... pero si bien la serie no se priva de mostrar carne masculina como gag, si bien el estilo y la animación reducen al máximo el erotismo de las batallas en favor de la comedia y la simple y más apabullante acción, es cierto que hay algún que otro plano un pelín exagerado y un par de escenas de baños lésbicos algo subidas de tono. No obstante, me reafirmo en el tono paródico y exagerado de este manga, y el que las protagonistas luchen desnudas no es más que otro componente ridículo del cúmulo de chorradas que dan vida a esta serie.   
¿Recomendable? No, lo siguiente. Es un anime particular por lo absurdo de su argumento y lo exagerado de sus formas. No obstante, pocas series me han divertido más en estos últimos años. Espectacular y adictiva como pocas, creo que esta es una de esas series que no es ya que sea imposible en literatura, cine, animación oriental... es que creo hasta en manga perdería gran parte de su fuerza por la importancia del movimiento y el sonido en su desarrollo. Es una de esas series concebidas por y para el medio del anime. 

martes, marzo 25, 2014

Orgullosa heredera de la bandera del abusrdo

D-Frag

Normalmente, al cabo del año, aparecen varios animes de este tipo. Muchas comedias parten de una premisa "normal" para precipitarse a un abismo de comedia absurda (School Rumble, Danshii Koukousei no nichijou), pero otras ya directamente parten desde un disparate (Seto no hayanome, Ben-to). Particularmente me gusta este género en el que un personaje "serio" se ve constantemente bombardeado por una sucesión de estupideces y estúpidos que responden a ellas más estupidamente aún y no puede hacer otra cosa que responder encolerizado y frustrado a todo. Los japoneses lo llaman tsukkomi, los ingleses straight man, los castellano parlantes supongo que tipo serio.
Kazama Kenji es un joven delincuente que ingresa en un instituto con su pandilla con intención de dominarlo. Pero pronto se vera capturado por Roka, la joven presidenta del club de juegos (provisional) y el resto de miembros del club que lo reclutaran para sus batallas contra el club de juegos (real), el resto de bandas del instituto, el antiguo consejo escolar y lo que se le ocurra.
El punto de partida es, obviamente, absurdo. Y el desarrollo no podía ser distinto. Tenemos a un protagonista serio, a su grupillo de amigos relativamente irrelevante, y luego a un quintento de chicas que conforman el club y le dan a la serie también un toque de absurda comedia romántica. Pero la serie básicamente se reduce a un sinsentido. El protagonista se ve envuelto constantemente en discusiones o conversaciones absurdas que derivan en peleas, enfrentamientos o competiciones de juegos inventados y no menos absurdos que sus inventores. Podemos considerar que hay un pequeño grupo de protagonistas (aunque dentro de estos "agua" y "rayo" apenas tienen minutos), pero ante ellos aparece una sucesión de secundarios estrambóticos y rimbombantes que son presentados masivamente y que, en caso de ser relativamente importantes, hacen muestra de algún rasgo característico tan absurdo como un alianza de 24 calvos, un profesor demasiado molón o una chica cuya vida está regida por la acción de vomitar.
Naturalmente, semejante sucesión de majaderías va acompañada de todo tipo de deformaciones y metáforas visuales. La serie no inventa nada que no vieramos ya en el 82 en Chicho Terremoto (ver reseña), pero se vale de todos los recursos visuales y narrativos habituales en la comedia alocada para ganarse la simpatía del espectador y arrancarle la sonrisa.
¿Recomendable? No es un anime que se recordará dentro de un lustro, pero este tipo de series absurdas siempre han sido una de mis debilidades y creo que, una de vez en cuando, es muy saludable. A mi al menos me ha parecido entretenida y divertida.

domingo, marzo 23, 2014

Valar morghulis. Valar dohaeris.

Semanas antes del estreno de la cuarta temporada, llega el momento en este blog de ver lo que fue la tercera gloriosa temporada de la adaptación televisiva de "Canción de Hielo y Fuego".

Juego de tronos (3ª temporada)

Tormenta de Espadas es, al menos en mi opinión, el mejor libro de la saga, así que era de esperar que esta temporada -y la siguiente, pues el material del libro se divide en esta temporada y la siguiente- fuesen las mejores de la serie (por desgracia me temo que a partir de la quinta temporada la serie va a decaer mucho).

Si entramos a valorar la temporada como serie televisiva, funciona, creo que es la mejor de las tres temporadas hasta el momento. Naturalmente es necesario haber visto las dos anteriores, y también naturalmente la serie sigue su progresión geométrica de escenarios, personajes y tramas. En la primera temporada casi podíamos decir que la trama se limitaba a Lannister y Stark, en la segunda se unían los distintos reyes, y ahora tenemos a los Tyrell con su maravillo matriarca, a los libres salvajes, a la no menos libre hermandad sin estandartes y mucha gente en el frente de Dany a espera de que en la próxima temporada aparezcan los Martell; el número de familias y personajes involucrados es tan grande que la serie requiere la atención plena del espectador, pero creo que lo recompensa con creces.

Podemos decir que la serie tiene varios narradores o escenarios heredados claramente de los libros; un fallo de la segunda temporada era el montaje, que trataba de mostrar siempre todas esas tramas, y al tener pocos minutos para ello muchas veces estas tramas no aportaban nada y cortaban el ritmo de la serie. En esta tercera temporada la serie coge la saludable decisión de -casi mecanicamente- olvidarse de un par de tramas en cada episodio. Estos olvidos están bien distribuidos, y se alternan con los diversos puntos álgidos de cada trama para mantener un interés más o menos constante. El montaje de la serie, o quizás sería más apropiado decir la planificación de esta, es mucho más acertado. Un personaje puede tener su gran escena en el episodio 6, prepararla en el 5 y aparecer en dos o tres más; incluso dos o tres tramas sin apenas minutos como la de Sam o la de Arya están bien distribuidas a lo largo de todo el metraje y sirven para presentar otros aspectos del mundo. El avance de la historia se siente mucho más natural y desaparece la sensación de temporada de tránsito que en ocasiones transmitía la segunda temporada, en estos 10 episodios se nota que todas las tramas y personajes avanzan hacia algo.

Todo esto viene también propiciado por una historia que funciona ya bastante bien y donde las acciones y reacciones se suceden ya de una forma automática. Los guionistas, y el propio Martin en su día, consiguen que todo parezca sucederse de una forma lógica y natural, con sorpresas ocasionales muy grandes, pero también con una coherencia y cohesión notable y un cierto sentido de lo inevitable. El mecanismo de la serie funciona muy bien y los grandes acontecimientos lo engrasan a la perfección, los nuevos actores de la función entran bastante bien, y en segundo plano se pueden ver sutiles indicios de algunas tramas futuras. A nivel de historia, sencillamente, nos encontramos en el momento más dulce de la saga.
Efectos especiales, localizaciones, sonido... la serie es un bombazo y sabe que no debe escatimar en gastos (dentro de unos límites razonables). Los interiores siguen estando limitados a unas pocas habitaciones, pero las exigencias del guión obligan a más exteriores y la serie ha estado a la altura. Los dragones son ocultados ocasionalmente, pero su presencia en la serie ha aumentado más allá de las escenas para su lucimiento y ahora forman parte de ese grupo de efectos para ambientar como los fondos digitales. Las batallas no llegan al nivel de Aguasnegras, pero la serie se permite alguna que otra gran escena de efectos -aprovechando la distancia para transmitir grandilocuencia- y luego lo resuelve todo con peleas en escenarios pequeños y cerrados con unas dignas coreografías (truco que queda bastante menos forzado de lo que lo hacía en la primera temporada).

De los actores poco se puede decir, quizás haya alguno más flojito, y desde luego los actores de Jon y -en menor medida- Dany siguen siendo incapaces de mantener el peso de la serie, pero creo que se debe más a las limitaciones de sus papeles. Charles Dance continua dominando la serie con una facilidad pasmosa, pero Nicolaj Coster Waldau comienza a amenazarle con un Jaime mucho más agradecido. Personajes como Tyrion, Varys o Meñique siguen siendo una gozada, e incluso es divertido a su retorcida y morbosa manera ver a Joffrey y a esa gran incorporación que es Ramsay. A nivel actoral la serie sigue manteniendo un nivel notable.

Como adaptación... creo que la temporada es un éxito. Hay pasajes que se dejan, otros que se modifican inevitablemente y también alguna otra escena que se inventan pero que funciona bastante bien. Olvidando a tropocientos personajes y simplificandolo todo bastante, creo que esta temporada -como las anteriores- consigue capturar la esencia de los libros, los grandes personajes y los momentos inolvidables están ahí. Martin sigue supervisando la serie y eso garantiza la fidelidad, al margen del final de Jaime -que afectará más a la cuarta temporada- no deja de ser curioso que sea en el propio capítulo guionizado por el escritor donde se introduzca uno de los mayores cambios respecto a las novelas originales y que en cierta manera supone un revelación incluso para las lectores de los libros.

viernes, marzo 21, 2014

Grandes expectativas literarias confirmadas

Grandes esperanzas

Pip es un joven que vive con su despótica hermana y el amable esposo de esta en un pequeño pueblo a las afueras del Londres de principios del XIX. La novela nos narra una veintena de años de la vida de Pip desde sus humildes comienzos hasta un final desencantando en el que las grandes expectativas sobre las que había construido su vida se han visto hechas pedazos. Novela social victoriana, no es el tipo de lectura que suela ocupar el primer puesto de mis preferencias literarias habituales... pero es Dickens.
Sencillamente, es Dickens. Y este hombre escribía de una forma que es insultante querer describir. Me pareció una maravilla su retrato del drama de la revolución francesa (ver reseña) y me divertí con su vertiente más cómica (ver reseña). La temática no es mi favorita, pero las descripciones de personajes y escenarios de este hombre no diré que son poesía porque no me gusta la poesía, pero creo que tienen ese algo que tiene la poesía para la gente a la que le gusta la poesía. Las gotitas de humor amable que mete y que se alternan con otras de humor terriblemente negro hacen terriblemente disfrutable la lectura. Personajes como Joe, Biddy, Herbert, Jaggers, la señora Havisham, Estella o Wemmick son terriblemente sólidos e independientes del protagonista, cuya historia no deja de ser un más de todas las que suceden en el mundo.
La novela apenas tiene bajones de ritmo y los capítulos se suceden consiguiendo enganchar al lector con los pequeños detalles de la trama y alguna que otra gran sorpresa que complementan el simple y llano placer que es leer a Dickens.
El único defecto que le veo a la novela es que en su recta final parece forzar algunos puntos para el desenlace, cuando en cierta forma lo que pediría la novela sería que no hubiera desenlace como tal y que todo se sucediera con naturalidad sin catalizador alguno, pero claro, entonces la novela podría tener miles de páginas.
¿Recomendable? Por mi experiencia todo lo salido de la pluma de este hombre parece serlo.

martes, marzo 18, 2014

Porque los vampiros siempre han sido los malos

Castlevania: Rondo of blood

No había jugado a ningún título de esta saga más allá del siempre vilipendiado Castlevania 64 (juego del que, al margen de unos innegables problemas de cámara, tengo un buen recuerdo). Así pues, siempre he tenido una pequeña deuda pendiente con el clan Belmont. Rondo of blood está considerado normalmente como uno de los mejores juegos de la saga, y como era este el que tenía accesible en la consola virtual de mi Wii y no el Symphony of the nigth, he decidido darle una oportunidad.
Este juego, desarrollado para PC, no se encuadra dentro de la familia de los "Metroidvania", pertenece a ese estilo original de la franquicia donde todo se basaba en avanzar y matar. Hay exploración en este Castlevania, de hecho más de la mitad de las fases tienen dos caminos -el normal, y el secreto-, y dependiendo de cual de estos obtengamos accederemos a la siguiente fase normal o a la secreta, y hay prisioneros que rescatar a tiempo y secretos, e incluso se puede decir que el personaje de Maria es secreto... pero todo esto son extras, uno puede acabar perfectamente el juego limitándose a avanzar hacia delante, saltar a diestro y siniestro y darle latigazos a todo lo que se mueva o tenga cirios encima. La jugabilidad es sencilla, aunque algo ortopédica por los años (nos movemos a una velocidad, saltamos, latigageamos hacia delante unicamente, disparamos nuestra arma secundaria y tenemos un par de movimientos especiales).
El juego tiene ocho fases culminadas por jefes, cortas pero dotadas de una dificultad bastante elevada. Es un juego antiguo, está pensado con la idea de que el jugador intentará superar sus records y no continuará hasta el infinito y más allá.
Tecnicamente, es un juego del 93. Las animaciones son mejorables, pero el tamaño de los personajes es brutal y los enemigos resultan espectaculares. Los escenarios me parecen algo irregulares por la simplicidad de algunos y el innegable calidad artística de otros. En el sonido tenemos una gran ambientación y unas voces muy nítidas en un perfecto japonés (excepto una intro... en alemán). Tengo que recordar aquí que he jugado el juego en su versión de la consola virtual, que tiene traducidos los menús al inglés y ya está... la historia esta ahí, y uno se mete en la wikipedia y ve que existe y todas esas cosas, pero en el 93 si el malo se llamaba Drácula no hacía falta saber nada más.
Y luego está Maria. Que demuestra que, desgraciadamente, el precio de los polígonos es normalmente la jugabilidad.
Al margen del Belmont de turno que va a rescatar a su novieta, tenemos a la hermana de esta, una niña de 12 años que invoca a las bestias mitológicas cardinales orientales y lucha con ellas. No es ya que las armas de Maria sean completamente distintas, es que incluso dispone de un salto doble (lo cual, a pesar de su debilidad física, lo hace un personaje con el que es mucho más fácil completar el juego). Jugar con ella es completamente distinto a hacerlo con Richter, pero es que además el juego con ella se transforma en una coña enorme donde toda la épica y oscuridad de enfrentarse a Drácula dan paso a un surreal mundo de animalitos y colorines donde la niña desafía al señor de la oscuridad con frases dignas de las mejores lolis tsunderes del anime.
¿Recomendable? Bueno, hay que saber lo que se juega. Si uno estaba en este mundillo en los 80 o a principios de los 90 sabe lo que encontrara, y hallará una versión muy buena de esos clásicos de avanzar y matar con una dificultad bastante desafiante.

domingo, marzo 16, 2014

Un anime para resumirlos a todos. Un anime como ninguno.

Kyousougiga

Recuerdo que en los post de muchos blogs sobre lo mejor del 2013 aparecía esta serie. En ocasiones puede parecer que no, pero normalmente tomo nota de todas esas recomendaciones, así pues me anoté esta serie.
Una vez vista... me sumo a las celebraciones de la serie.
No se sí será la mejor serie del año, en su momento señalé a Monogatari: second series (ver reseña) como esa serie... y como soy muy orgulloso no me retractaré argumentando algunos problemas de ritmo de esta serie y diciendo que si Monogatari era una serie ya muy rompedora narrativamente, está va mucho más allá (y además si tuviera que elegir en serio una serie del 2013 también tendría que meter en la ecuación Chihayafuru 2 (ver reseña)). No, Kyousougiga no es el mejor anime del año. Sería una crueldad limitarlo a un año, es una de esas series que no están adelantadas a su tiempo, sencillamente por sus temas y su composición es una genialidad atemporal. Una de esas series que debía estar en el limbo de la creación esperando que Toudou Izumi -el creador original- se fumara lo que sea que se fumó para poder recogerla.
Porque en esta serie encontramos reflexiones sobre el amor y la familia, sobre los deseos de morir y de vivir,  sobre el pasado y el futuro, la realidad y la ficción, la religión y la humanidad, los sueños de un individuo y la herencia de sus padres, sobre el deber y la libertad. Todo ello narrado con tanto simbolismo y locura visual que resulta imposible realizar una lectura única y creo que las muchísimas interpretaciones que tiene esta serie están sujetas a cada persona, e incluso a cada momento anímico de estas.
La acción se sucede en un mundo "a través del espejo" donde todo puede pasar en el que un trio de hermanos espera el retorno de sus padres. La narrativa no es ordenada y ello puede confundir en un primer momento, y hay que tener ciertas nociones de la religión budista, pero la gratificante sensación de puzle en el que todas las piezas van encajando conforme avanza la serie es un plus más para la serie, más aún a raíz de las mil y una interpretaciones posibles de la serie.
Una narrativa no convencional. Una locura visual con unos diseños coloridos y simbólicos alejados de lo estandarizado en la industria actual y animados con una gran fluidez. Una banda sonora preciosa. Todo ello conforma un anime nada habitual en estos días, una maravilla que considero insultante reseñar por el simple hecho de que la serie en si es una invitación a reflexionar, un punto de partida hacia la propia mente del espectador.

viernes, marzo 14, 2014

El orgullo de los perdedores

One Piece 741 - Usoland el mentiroso

El momento de Usopp iba a llegar, era obvio, y ha llegado. La pregunta es si ha valido la pena. Oda suele hundir mucho al narigudo, esto no es otra cosa que la forma de mostrar su verdadero valor. Usopp ha tocado fondo y vuelve para redimirse porque, por encima de cobarde, sabemos desde siempre que es orgulloso. Al final, por mucho que el quiera evitarlo, sabe que es uno más de la banda y que en ocasiones tiene que hacer -como dijo Sanji- lo que ningún otro puede. En esta ocasión eso, Oda sabrá como, es derrotar al dúo Trebol-Sugar.
En cierta forma me habría gustado que siguiera siendo "Sogeking", o que su nombre, como el rostro de Sanji, no fuera conocido. Usopp busca el reconocimiento de todos y tenía su gracia que fuera el único miembro de la banda cuyo nombre fuera desconocido. Pero parece que Oda ha querido acabar con ello y convertir al tirador en el Buggy de la banda, parece que será no sólo el legendario héroe de los enanos -que por supuesto pensarán que ahora está mintiendo- si no el de todos los piratas y hombres convertidos en juguetes. Todos sabemos que las mentiras de Usopp se convierten en realidad, y más pronto que tarde tiene que llegar el ejército de 8000 hombres.
Ahora bien, como conseguirá acabar con Trebol me parece una incógnita. Oda cuida mucho a Usopp, así que no tengo mucho miedo, pero me intriga mucho. Pensaba que la fruta del hombre de Doflamingo sería una familiar de la de Magellan, pero parece ahora claro que es un logia (me encantaría que él o Picas hubieran sido en realidad un enano, pero lo veo bastante imposible ya). Afortunadamente, la muñeca de Robin, el objeto de merchandishing que todo fan de la serie ha de comprar, está ahí para ayudarle. Teoricamente Robin no debería haber perdido sus poderes, y si Oda está lo inspirado que creo que está en Dressrosa Robin debería ser decisiva de alguna forma en esta batalla tan desequilibrada en apariencia.
Pero si hay algo que me extraña de esta batalla es que vaya a ser interrumpida por un flashback, si fuera una batalla corta uno siempre podría pensar en supervivencia agónica de Usopp, balas de kairoseki o alguna trampa... pero si Oda corta para narrar el pasado de Kyros, la sensación automática para el lector es que será un combate largo aunque se omita una parte.
De Kyros de momento, no se puede decir mucho. Al menos en esta presentación sólo vemos a una bestia rabiosa al principio que después pasa a adoptar los ideales de Riku. Supongo que habrá que esperar a Scarlet para que esta historia comience a animarse un poco.
Lo curioso del flashback en si es su mera existencia, pues Kyros parecía un personaje relativamente menor y en todo caso su historia parecía ya contada (al margen de esa famosa "única herida"). Un flashback de Law o de Doflamingo parecía más previsible, y creo que es obvio que tarde o temprano llegará. Ahora, no obstante, tenemos el flashback de Kyros, y a priori parece que será más largo que el flashback de Riku-Viola. Kyros me recuerda en cierta manera a Jimbe, como este flashback -y los otros que le han precedido- me recuerda al de la isla submarina, aunque afortunadamente Oda ha aprendido de aquel y no está intentando contar de nuevo demasiadas cosas en demasiados tiempos con demasiados personajes. A espera de ver como acaba, lo que me parece claro es que Oda está cambiando su narrativa desplazando los flashback al contexto de la historia y no al de los personajes, ahora ya no sirven para presentar a un nakama si no para presentar a un alíado o explicar la historia de una isla. Kyros no me parece un nakama posible por muchos motivos, pero creo que puede tener un rol parecido al de Jimbe (al que tampoco veo como un nakama "de barco").

pd: Para mi en este colorspread Robin gana a Nami.
pd2: ¿Nadie ha pensado en el drama de Kokoa? Para mi es la gran víctima de Sugar en estos momentos.

martes, marzo 11, 2014

The world doesn´t ends with the franchises

The world ends with you

Este es uno de esos juegos que siempre se menciona como uno de los mejores de la Nintendo DS, así como uno de los más originales. Me lo compre por 10 eurillos hace más de un lustro guiado por las buenas críticas, pero no soy un gran fan de Nomura y su mundo de hebillas, y Kingdom Hearts -juego que por estética y desarrolladores está intimamente emparentado a este- me pareció flojillo (ver reseña), así que siempre había encontrado una excusa para posponer el jugarlo. Por fin me he puesto con él y, no llega a parecerme uno de los mejores juegos de la consola por algunos problemas de desarrollo y control, pero desde luego es un juego más que notable y uno de los RPG más refrescantes que he tenido el placer de jugar en mucho tiempo (el único que me viene a la cabeza sería Last Story (ver reseña)).
El argumento del juego nos coloca en la piel de Neku, un joven que se despierta sin recordar nada en el popular barrio de Shibuya y se ve de pronto perseguido por una especie de sapos con tatuajes tribales... estos bichos son conocidos como Noise y el protagonista no puede hacer nada contra ellos. Así mismo, a pesar de que la calle en la que se encuentra está muy concurrida, nadie parece oirle, aunque un extraño poder le permite leer los pensamientos de la gente. A los pocos minutos de juego nos encontraremos con Shiki, una chica que nos revela que participamos en el juego de los reapers (segadores en español, pero creo que cualquier otaku que se precie preferirá el termino original de Shinigami). Haremos un pacto con Shiki para sobrevivir, pues de otra forma desapareceríamos, y ya con un compañero si podremos enfrentarnos a los "ruidos" y superar las pruebas que durante 7 días el game master nos propondrá. Sobra decir que a lo largo del juego habrá varios giros de guión -algunos previsibles, otros no tanto- y conoceremos a aliados, enemigos y a la propia Shibuya; no en vano los temas principales del juego no son otros que la comunicación y la confianza frente a la soledad y el individualismo. 
Este es un blog de anime principalmente, así que supongo que no hará falta decir que Shibuya es a lo "cool" lo que Akibahara a lo "otaku". El barrio esta bastante bien recreado y vemos un "edificio 109 104" y su famoso cruce, así como otras localizaciones bastante populares gracias a series y películas ambientadas en Tokyo. La ambientación y el diseño son una de las grandes virtudes del juego. Como he comentado antes, no soy un fan de Nomura, pero el diseño de este juego se adapta como un guante a él: un estilo anime plagado de coolerio o de importancia de la moda y el estilo (con líneas de diálogo que le restan importancia), todo ello rodeado por una banda sonora de thecno-pop japonés bastante resultona y pegadiza. Antes he mencionado las semejanzas de este título con Kingdom Hearts, creo que caso otro buen referente estético sería la saga Persona, que se mueve en una estética similar, y al menos a nivel de diseño este título me ha parecido muy superior a Persona 3 por mucho que adore a Aegis (ver reseña); aquel título se mostraba mucho más limitado por sus propia amplitud a nivel gráfico, pero es que a nivel sonoro tenía algunos cortes que se hacían insoportables con el tiempo... eso aquí no pasa. Shibuya esta muy bien recreada, siempre llena, siempre repleta de gente, con moda, bandas, gals, ejecutivos y una inmensa variedad cultural en las tiendas.
El acierto del juego es que, más allá del argumento, el propio ambiente de Shibuya forma parte del juego. Podemos levear, pero es relativamente poco importante, el juego incluso nos permite en cualquier momento cambiar la dificultad o incluso reducir personalmente nuestro nivel para aumentar el ratio de objetos soltados por nuestros enemigos y la experiencia por ellos proporcionados. Hay experiencia y hay niveles, pero estos determinan sólo la vida de nuestros personajes; ataque y defensa son parámetros que van por separado y que aumentaran conforme avancemos en la trama, comamos alguna comida que lo potencie o vistamos alguna prenda que favorezca estos atributos. Hay cerca de 500 objetos en el juego, unos pocos son comidas pero la mayoría son prendas de las cuales podemos vestir hasta 4 al mismo tiempo y que aumentaran nuestros atributos (o incluso los reduciran en ocasiones, pues en algunas calles algunas marcas pueden ser más o menos populares, y eso proporciona un extra a las ropas, como también lo proporcionará que vayamos bien conjuntados). Y junto a al ropa, el otro gran elemento urbano serán los pins (también sujetos a marcas y zonas), los pins son los que nos conferiran nuestras habilidades de batalla (ataques, aumento de parámetros y sanación principalmente). Los pins tienen su propia experiencia independiente del personaje, con sus niveles correspondientes e incluso sus evoluciones. La ropa la compraremos en tiendas, y también allí podemos conseguir pins mediante yenes o intercambio de objetos, pero la mayor parte de ellos los obtendremos en forma de objetos soltados por nuestros enemigos. Hay unos 300 pins distintos, de los que podemos equipar simultaneamente 6, así que sobra decir que las posibilidades antes de afrontar cada combate son inmensas.
Ahora bien, como son las batallas (omitiré los duelos de pins a lo juego de chapas porque lo cierto es que ya ni se si se podrá jugar ya online tantos años después de la salida del juego, y si todavía se puede no se podrá durante mucho tiempo habida cuenta de que Nintendo cerrará el online de la DS en breve). Lo primero que hay que decir es que las batallas son optativas casi en su mayoría, uno ve a los enemigos y decide si quiere enfrentarse a ellos; he leído por internet que al parecer es posible -duro, pero posible- acabarse el juego combatiendo unicamente contra los jefes y enemigos imprescindibles de la historia. Los combates en si, son raros. Combatimos simultaneamente en dos frentes, en la pantalla superior tenemos a nuestro compañero luchando contra enemigos mediante una combinación de combos de la cruceta (a de los botones A, B, X e Y, algo que yo como zurdo agradezco); en la pantalla inferior combatimos con Neku, señalando enemigos con el lápiz sobre la pantalla táctil para disparar balas, dibujando esferas, arrastrando el lápiz sobre enemigos para quemarlos y varias combinaciones más de este tipo que nos permiten sacar todo el partido posible a los pins. Los enemigos son los mismos en las dos pantallas y basta con que los eliminemos en una de ellas, así mismo también compartimos barra de salud con nuestro compañero, con lo cual tenemos que estar atentos a las dos pantallas. Es una jugabilidad dura, exigente, frenética y algo frustrante en ocasiones.
La duración del juego, en su historia principal, estará entre 20 y 30 horas. Aunque el juego recurre al coleccionismo, y para conseguir todos los objetos, desbloquear todas los secretos de la trama y alcanzar el nivel máximo con todos los pins el tiempo aumenta de una forma más que notable.
No es un juego para todos los públicos (independientemente de que esté integramente en inglés, al menos de forma "oficial"), es un juego algo lento en su desarrollo (no tiene apenas vídeos, pero si muchos diálogos que lo transforman casi en una visual novel por momentos) y sobre todo tiene un sistema de batalla que puede ser catalogado de muchas formas menos simple o sencillo (además es uno de esos juegos que agota fisicamente al jugar, y creo que también es -junto a los juegos musicales- uno de los que con más he castigado la pantalla táctil de mi portátil). Un juego que creo que es imprescindible para cualquiera que lleve ya unos años en el mundillo de los juegos de rol, una saludable forma de recordar que no todos los juegos tienen que pertenecer a una gran franquicia o copiar el estilo de juego de estas.

domingo, marzo 09, 2014

Summer is coming

Dune

Dune es una de las franquicias de ciencia ficción más conocidas del mundo; las novelas iniciales dieron lugar a varias secuelas y luego se expandieron también al cine y a los videojuegos. Ese mundo de desiertos y gusanos gigantes era icónico y sugerente como pocos. Me habían hablado bastante bien de los libros, y siempre me había picado la curiosidad por esta saga, así que hace unas semanas por fin me animé a empezar su lectura. Y me he encontrado ante un buen libro de ciencia ficción sorprendentemente ameno y accesible para lo que muchas veces es la ciencia ficción.
Dune tiene el problema de la mayoría de la literatura futurista pregibsoniana (mola el palabro), cuando se escribió durante los 60 no había forma humana de que los autores pudieran imaginar lo que iba a ser la sociedad de la información. En Dune no hay ordenadores, pero no importa, porque dibuja un mundo tan extremo que transforma la ciencia ficción casi en literatura de capa y espada. Al leer este libro he recordado dos libros de fantástica, aunque creo que lo más acertado sería decir que esos libros recuerdan a esta obra. Por una parte toda la lucha de casas recuerda a la popular Canción de Hielo y Fuego de Martin (ver reseña), y toda la parte del Kwisatz Haderach me recuerda al Principe de Nada (ver reseña).
Dune nos traslada al futuro, a los tiempos de un Imperio Galactico gobernado por grandes familias que conspiran las unas contra las otras mientra una extraña Cofradía de Mercaderes y una Orden de Sacerdotisas las vigilan y guían desde las sombras. Así, al duque Leto Atreides se le ordena gobernar Arrakis, un planeta desértico y hóstil, poblado por gigantescos gusanos y hombres no afines al Imperio que es también el único lugar donde pueden conseguir una especia que es la materia más cara e importante del universo. El duque y su clan no tardaran en ser víctimas de las conspiraciones de una familia rival, y entonces será la misión de su hijo restituir el honor familiar. Un hijo entrenado en varias disciplinas esotéricas que parece ser la reencarnación de un mesías largo tiempo esperado por los hombres del desierto.
El libro presenta un mundo bastante consistente y se lee además con una agilidad notable, enganchando casi desde la primera página. Lo futurista, como he dicho, es meramente anecdótico y el libro es una lucha entre unos pobres por su tierra y unos ricos por explotar los recursos de los pobres, todo ello utilizando la religión como catalizador. Leo en internet que la novela bebe mucho de la época en la que se escribió, y los desiertos y los términos árabes de los habitantes del desierto son la herramienta del autor para hacer que incluso el lector menos espabilado se diera cuenta de que en verdad el tema de la novela son las multinacionales que explotan el petróleo de los pobres -por entonces- países árabes.
Como pega señalaría que en algunos momentos al autor se le descontrola un poco el tema de las habilidades del Kwisatz Haderach y tiende demasiado a lo onírico con él. No es este, no obstante, un defecto muy importante pues son fragmentos relativamente aislados. El otro defecto -este si algo más grave- que le veo a la novela es que el ritmo es algo irregular; media novela se va en la presentación de los personajes y el mundo, y es una media novela muy buena... pero luego tenemos un cuarto en el que comienza el exilio de Paul Atreides y su madre y sus primeros pasos como figura religiosa, y una última mitad en la que se desencadena la "jihad". Conforme leía la segunda parte que he mencionado -la más tediosa, en la que se concentran los puntos religiosos mencionados antes como otro defecto- pensaba que la novela quedaría abierta (sabiendo que Dune es una saga y que al parecer los tres primeros libros fueron planeados inicialmente por el autor), y no, la historia se queda más o menos cerrada. Eso se traduce en que el cierre del libro, el último cuarto antes mencionado, me parece demasiado acelerado e incluso diría que axiomático.

jueves, marzo 06, 2014

Las fronteras insalvables del shonnen

One Piece 740 - Todo depende de tí

No me ha gustado este capítulo. Sobre el papel no hay nade excesivamente malo, e incluso hay algo tan memorablemente inesperado como la reaparición de Kinemon disfrazado de Doflamingo (que de paso nos recuerda que la trama de Kanjuro sigue estando ahí, y que los seguidores del sichibukai -además de alguna que otra fruta de saldo- son absurdamente carismáticos). Es un capítulo de transición, donde se desarrollan un poco más los combates de Zoro y Franky, donde Doflamingo se da cuenta de que no tiene el control, donde la familia real se reencuentra sin saberlo y donde la parte final se supedita a un gag clásico de la serie. 
Sin embargo no me ha gustado el capítulo. No me parece un mal capítulo, y no estoy en contra de la actitud de Usopp; podía haber sido algo mejor pero tampoco creo que la solución fuera que este se lanzase contra Trebol, una cosa es ser un valiente... otra cosa es un suicida (esta huída me recuerda a la de Mr.2 en Impel Down). 
Pero en este capítulo Oda podía haber ido un paso más allá, y parece que finalmente la saga -dentro de todo su caos- va a seguir varias de las reglas no escritas de los shonnen. Que Zoro se enfrente a un segundo de Doflamingo es lo tradicional (aunque es curioso que le vaya a caer el menos carismático de los tres), pero me resulta imposible negar que el cuerpo me pedía un Zoro-Fujitora (y creo que la actitud observadora del almirante podía haberlo consentido).
Y dentro de las muchas sorpresas que esta dando la saga, dentro de lo que me gusta ver a Franky desmelenado, dentro de las posibilidades actuales del coliseo, dentro de lo que aún pueden desatar Don Chin Jao, Cavendish y el resto de los gladiadores... me habría gustado que Trebol fuera para Robin y Usopp, a uno solo sin duda le queda muy grande, pero los dos juntos... quizás podría haber sido algo grande. Y no dudo que Usopp, personaje muy cuidado por Oda será el gran héroe de los enanos con una gran hazaña, y no dudo que Robin hará algo importante... pero sinceramente no me ha gustado verla convertida en muñeca por mucho que Oda haya creado así un objeto de merchandising imprescindible desde ya para cualquier seguidor de la serie.
Dejando de lado que Robin es supuestamente la miembro más inteligente de la banda y choca un poco que precisamente ella haya cometido semejante imprudencia, la conversión en juguetes es algo que -una vez revelado- nunca ha terminado de gustarme. La habilidad de Sugar es tan terriblemente poderosa que me parece muy difícil de manejar a nivel historico-dramático. El olvido es un tema tan serio que, sencillamente, creo que Oda no lo va a reflejar bien; no puede limitarse a usarlo como gag cómico (creo que de haber usado a Usopp quizás si habría tenido esa alternativa, pero Robin de hecho es alguién que durante casi toda su vida habría dado lo que fuera para ser olvidada por el resto del mundo), pero tampoco creo que Oda disponga de las páginas para desarrollar este conflicto con toda su intensidad en medio de todo el clímax de Dressrosa (y por supuesto no quedaría bien que nadie recordara ahora a Robin de ninguna forma, más allá de Luffy... y eso sería forzando mucho la capacidad de oír la voz de las cosas). Desde el principio creo que todos supimos que algún miembro de la banda acabaría transformado en juguete, pero sinceramente no creo que Oda tenga los medios para desarrollar este conflicto en todo su potencial y que al final lo cerrara mediante algo magicamente.

miércoles, marzo 05, 2014

Siempre es la misma serie, el mismo espectador

Towa no Quon

"En el Japón de nuestros días, una organización secreta se dedica a cazar a las distintas personas que comienzan a desarrollar poderes paranormales, así mismo un grupo de estas personas que han aprendido a controlar sus poderes y se dedican a rescatar de los soldados a todos aquellos que aún no lo han hecho." 

Así pues, tenemos el clásico anime donde la gente comienza a tener poderes por la razón que sea, y donde a un lado está la clásica organización siniestra y conspiranoica, y al otro un grupo de gente con poderes que intenta salvar y adiestrar a los suyos... naturalmente comandados por un líder carismático y que busca en sus acciones la redención por su oscuro pasado. 
Y creo que no hay nada en el párrafo anterior que no haya escrito ya en varias reseñas anteriormente; el ejemplo más claro que me viene a la cabeza es otra obra del mismo estudio: Darker than black (ver reseña), pero series de este tipo las ha habido a montones en los últimos años.
¿Tiene esta Towa no Quon algo que la eleve por encima de todas esas series?
Sinceramente, no.
La historia esta bien, tiene algún que otro giro de guión pero es bastante consistente y sólida, y los personajes también están bastante desarrollados. Pero no deja de ser un argumento bastante visto para cualquiera que se haya tragado ya unas cuantas series de anime.
Towa no Quon no es una serie de televisión, son en verdad 6 películas de unos 45 minutos (lo que más o menos tendría como equivalente una serie normal de una docena de episodios). Eso sí, en su formato encuentra su mejor virtud pues los hechos se desarrollan con un ritmo francamente bueno y los valores de producción son bastante altos, propiciando una animación francamente espectacular. En movimiento la serie es una pequeña gozada para los ojos (y los oídos, dicho sea de paso).
La serie en si esta bien. No inventa nada, pero está bien. Quitando que al final recurra a alguna que otra trampa habitual en este tipo de series, es un producto que se ve bien y que no insulta la inteligencia del espectador.
¿Es un anime recomendable? Bueno, sí, ¿por qué no?
¿Es un anime imprescindible? Eso si que ni de coña.

lunes, marzo 03, 2014

Crónica de una cancelación anunciada

Beelzebub

Coincidiendo con su quinto aniversario, ha finalizado la serie de Ryūhei Tamura. Ha finalizado muy ayudada por los editores; no ha sido una cancelación abrupta pero era una serie que era evidente que estaba sentenciada desde hace bastante. Me apena relativamente, porque es una serie que en sus principios tenía un potencial inmenso, pero que se fue diluyendo poco a poco hasta que al final sencillamente carecía de cualquier atisbo de emoción.
Creo que la mejor manera de reseñar lo que ha sido esta serie al final es repasando las diversas entradas con las que he ido cubriendo esta serie a lo largo de la historia del blog.


Los primeros pasos de la serie (ver reseña).
Beelzebub comenzó como cualquier otra serie de la Jump, con la espada de Damocles sobre ella. Parecía la típica serie de hostias de la revista, pero tenía un más que agradable gusto por el humor y aparecía en ella un secundario con muy buena pinta llamado Furuichi (y además de Hilda, demasiado tópica, aparecía la adorable Kunieda). Dentro de las limitaciones de la revista, parecía una serie con potencial.

El prometedor primer año (ver reseña)
La saga contra Toujou tuvo un desenlace bastante decepcionante; uno esperaba por entonces que la más que obvia incapacidad del autor para dotar a sus combates de algo parecido a emoción o épica se solucionara con el tiempo.
Pero todo lo grande la serie comenzaba a estar ahí. El sentido del humor absurdo explotó en todo su esplendor. La serie comenzaba a mostrar trasfondo, enseñando un mundo demoníaco que luego nos quedaríamos con ganas de ver.

La edad dorada (ver reseña)
La serie alcanzó su segundo año en todo su esplendor. Realizó bien la conversión de los primeros villanos a carismáticos secundarios, introdujo como villanos al consejo de un colegio "pijo" (evitando también así caer de inmediato en la dinámica de luchas demoníacas) y disimuló el problema de las batallas sustituyendo estas por enfrentamientos meramente cómicos como un partido de voleibol y una gran partida al Call of Duty.
Los personajes tenían un carisma gigantesco. El autor conseguía mantener a Furuichi como gran segundo personaje y, al final, la trama demoniaca comenzaba a despegar con lo que parecía ser la primera gran saga del manga.
CONSEJO: NO VEAIS EL ANIME
uno piensa que el final de la saga de En del manga es malo...
hasta que ve lo que hicieron en el anime
 
El día que todo cambio (ver reseña)
La saga de En. La gran saga. La oportunidad de la serie para saltar a las grandes ligas. Grandes enemigos, grandes aliados, entrenamientos, secuestros, etc. El humor seguía estando presente, pero era la ocasión de la serie para darles grandes momentos épicos a todos los personajes. Era el momento de pasar de ser un manga minoritario a ser un producto mainstream.
Y fracasó estrepitosamente; realizando toda la preparativa de una gran saga de hostias y cerrándola de una forma demasiado abrupta bajo la excusa del guión.
En ese momento Beelzebub firmó su sentencia de muerte.

A New Hope (ver reseña)
Tras la saga de En la serie deambuló durante año y medio con sagas intrascendentes. Es una parte rara del manga, como ese viaje estudiantil donde conocen a un personaje tocho que luego apenas reaparecería (un ejemplo más de las muchas tramas o personajes que serían presentados pero luego ignorados, como la madre de Kunieda y su abuelo, aquel demonio llamado Asran, ese general Behemut o esos miembros del consejo estudiantil).
En este momento hay una saga muy buena de guerreros de arroz, muy divertida; que demuestra que la serie sigue funcionando muy bien cuando se basa en el humor... e igual que esta hay otra antológica y divertídisima que se jode espectacularmente al final cuando el autor vuelve al campo de las hostias. 

La larga indiferencia (ver reseña)
En su último año la serie creo que estaba ya sentenciada, dándole al autor los editores de la manga varios meses para cerrar la serie. Así pues, la serie vuelve aquí a la épica, presentando a grandes villanos demoníacos y tratando de cerrar todos los hilos argumentales como podía.
Son unas sagas bastante flojas, donde todo se desarrolla apresurada y forzadamente; donde los secundarios son ignorados, donde los combates son tan rápidos que carecen de intensidad y donde todo, al menos a mi como lector, me dejaba bastante indiferente.

Esta me parece la triste realidad de esta serie. Un producto con un potencial enorme que, en su momento crucial, no supo subir de nivel y se quedó estancada en una extraña autocomplacencia que la llevó a la mediocridad.