viernes, agosto 31, 2007

Segunda razón para comprarse una Wii

Trauma center: second opinion

Segundo juego que me ha encantado de mi Wii. Mario Strikers y Sonic los tengo aparcados y no me han convencido demasiado (no considero justo escribir una reseña justa hasta que no me haya viciado a ellos, y algún día lo haré... supongo). Pero tanto estos dos como el maravilloso Zelda son juegos adaptados a Wii pero factibles en cualquier otro formato. Trauma center, a pesar de ser una adaptación de un juego de DS, ya si es juego que de verdad aprovecha las cualidades del particular mando de la consola de sobremesa de Nintendo.
Me compre una DS hace un par de días y el único juego que tengo es el Pokemon, así que desconocía este juego más allá de un par de partidas que juge en casa de un amigo. Desconocía el juego y por tanto para mi no ha sido un "port".
Para empezar, creo que el control del stylus de la portatil se adapta mejor al juego (no obstante fue pensado para ella) pero el control de Wii se defiende muy bien y agiliza el cambio de instrumentos. En esta entrega, por medio de las misiones añadidas, se ha podido ver un poco como jugaran con la profundidad y con la capacidad de rotar del mando; es de esperar que en la segunda parte del juego (ya en preparación y desarrollada para Wii) veamos operaciones tridimensionales de verdad. No obstante, el control funciona a la perfección y las operaciones se hacen bien y rápido. La implementación ha sido impecable en este sentido pero, como digo, el Wiimote puede dar mucho más de sí.
La historia la desconocía y, a pesar de ser malica y simple, me ha divertido y creo que esta bastante bien desarrollada y dibujada si la juzgamos partiendo de la descarada -y acertada- estética otaku del juego. Me ha sorprendido gratamente la trama, aunque creo que la versión Wii exigía cinemáticas y no imágenes estáticas.
A nivel gráfico, si exceptuamos el detalle de las cinemáticas, tambien me ha gustado. La estetica simplista es muy acertada a la hora de hacer las operaciones y no creo que falte ni sobre nada. El diseño es elegante, sobrio y suficiente, y muy meritorio teniendo en cuenta lo desagradable que podría llegar a ser el juego. La estetica manga de la historia en si es otro acierto, pues un juego así sería demasiado serio si vieramos a doctores más estilizados.
El desarrollo del juego es excelente, simple y adictivo. Las operaciones se realizan partiendo de un control simple pero a la vez con muchas posibilidades. Y enganchá. Pequeñas pruebas de habilidad donde tienes que detectar un tumor y extirparlo, arreglar un hueso, hacer un transplante de riñon, quitar fragmentos de cristal (¡siempre son cristales!) o arreglar unos trombos ofrecen un desafió constante al subir poco a poco la dificultad y tener que estar siempre pendiente de las constantes vitales. Luego además tienes operaciones que por sus peculiaridades son una delicia (operacion en un avión con turbulencias, desactivar una bomba con la ayuda de tu anestesita ex-csi u operar a alguién a oscuras), y otras que son verdaderamente extresantes y que te exprimen como jugador (aunténticas maratones de operaciones o la terrible GUILT, una plaga de virus que hacen las veces de monstruos finales). Para mi gusto la única pega sería que a partir de segunda mitad del juego se olvidan de las operaciones tradicionales y tenemos que tratar con unos parásitos de terrorismo médico llamados GUILT, esta rama constituye la trama principal de la historia y esta bastante bien, pero se echan de menos las operaciones más tradicionales.
En resumen... un juegazo, así de simple.

jueves, agosto 30, 2007

Una comedia perfecta

¡Que ruína de función!

Dirigida en el 92 por Peter Bogdanovich, Noises off es la adaptación cinematográfica de la obra de igual nombre de Michael Frayn. La película juega con el estilo de "historia dentro de historia", es decir, vemos como una compañía de teatro trata de representar una obra y al mismo tiempo vemos las disputas que surgen entre ellos y como las van superando poco a poco.
"¡Que ruina de función!" es una de esas películas que no te cansas de ver. La he visto tres o cuatro veces a lo largo de unos diez años, la clásica película que te pones a ver casualmente y que siempre te saca una sonrisa. Sé que la volveré a ver dentro de unos años, y se que me seguirá divirtiendo tanto como siempre. Como dije con Lebowski, esta película es un refugio al que volver de vez en cuando.
Es esta una película extraña, uno de esos pocos casos donde todo en una comedia funciona a la perfección. Los actores estan perfectos y además componen un casting poco menos que grandioso repleto de grandes nombres (desde actores míticos como Caine y Burnett hasta grandes actores que nos dejaron pronto como Ritter y Reeve). La dirección tradicional y teatral se vale principalmente de planos fijos de todo el escenario para captar toda la magnitud del enredo, y aquí el mérito del director es el increíble ritmo que consigue imprimirle a la película y como los gags se suceden uno detrás de otro a una velocidad de ritmo, siempre con sentido y siempre con un sentido de la locura y el disparate que va creciendo poco a poco. Y por encima de todo el guión, la obra de teatro es buena, pero es genial como la complican y elevan la comedia hasta el infinito añadiendo los bastidores y las peleas entre el casting.
Una locura tremendamente recomendable.

miércoles, agosto 29, 2007

¿Sónido estancado?

GammaRay - No world order!

GammaRay es sin duda uno de mis grupos favoritos, cuando me introduje en esto del heavy componía la terna sagrada junto con Helloween y Blind Guardian. Pero hace tiempo que deje de seguirlos y ahora los retomo donde los deje, tras el increible "Powerplant", seguramente el mejor disco de la banda (y ello lo convierte inmediatamente en uno de los mejores discos del power-metal de la historia).
Kai Hansen seguramente no pasará a la historia de la música... pero debería. Este hombre fue el creador de Helloween y el compositor principal de su época dorada (Keeper I & II), revolucionó el metal y creo un nuevo estilo que muchos grupos han tratado de seguir. Tras abandonar Helloween (con la consecuente perdida que fue para el grupo de las calabazas), Hansen fundó su nuevo grupo "GammaRay", sus inicios fueron buenos pero no mostraban su verdadero talento, este llegó con el mítico "Land of the free", y tras este llegó el muy correcto "Somewhere out in space" y el magistral "Powerplant", tras ellos el disco que me ocupa ahora, "Majestic" y el futuro "Land of the free II".
"No world order!" no es un mal disco, es un buen disco, posiblemente el tercero mejor de la banda tras esos dos monstruos que son "Powerplant" y "Land of the free", pero tiene un grave problema en modo de carencia de originalidad. Considero a este disco una continuación demasiado directa de los dos discos anteriores, y el sónido de "Egipto futurista" esta ya demasiado trillado por la banda alemana. "Somewhere out in space" introducía este tipo de música, futurista, lejana y evocadora, un heavy elaborado con una guitarra con poca fuerza que se alternaba con unos sonidos muy pocos tradicionales. Era un disco inspirado, algo irregular para mi gusto pero un buen disco. "Powerplant" destilaba la misma esencia, pero sencillamente era increible. En "Somewhere..." teníamos a Kai Hansen inspirado, en "Powerplant" estaba en estado de gracia, en "No world order!" esta... sobrecalentado.
El sonido es muy parecido a los anteriores y las canciones no son tan redondas. Hay trozos geniales, estribillos como el de "Damm the machines" son de lo mejor que ha sacado la banda, pero el problema radica en que el resto de la canción no esta a la altura. Es extraño, son buenas canciones pero no terminan de despegar nunca y además siempre se tiene la sensación de que es un sónido ya escuchado.
Es un buen disco, tiene grandes canciones y momentos absolutamente geniales. Pero es demasiado parecido a "Powerplant" y bastante inferior a este, lo cual juega claramente en su contra. No obstante, es Kai Hansen, y ya quisieran la mitad de los grupos lanzar un disco de tanta calidad como este que él ha compuesto casi por rutina.

martes, agosto 28, 2007

perdoname por no dejarte, por quererte y haberte querido, amor invento del diablo, querer burla del destino... ¡dulce castigo!

Los suaves - Todo Suaves

No soy un gran fan de la banda norteña. Los suaves me parecen una banda con unas letras increibles (auténticos fotografos de la sociedad más desgraciada) pero con un sónido demasiado limitado. Los suaves tienen grandes canciones que destacan por encima del resto y que pueden mirar de tu a tu a cualquier gran clásico del rock, pero el problema radica en que el resto me parecen bastante más flojas y -lo que es peor- iguales (los mismos acordes de la guitarra y la misma voz gastada de Yosi).
Por eso no soy un gran fan de los suaves, de sus discos me gustan dos o tres canciones, pero no puedo evitar sentir que el resto -a pesar de sus increibles letras- no me parezcan otra cosa que hermanas pobres o esbozos prematuros de ellas. Sin embargo, este pequeño recopilatorio que tiene la friolera de 3 cds fue una tentación demasiado grande a un precio de 10€. No estan muchas de las canciones de la banda que me gustan (particularmente me duele la ausencia de "Dolores se llamaba lola" o "Pardao") pero hay que reconocer que la discografía de la banda es muy extensa y que esta es una recopilación que también incluye muchas nuevas versiones y revisiones de clásicos, no es un grandes éxitos al uso.
Pero en el disco encontramos "malas noticias", "pobre jugador", "dulce castigo"... y canciones como estas justifican ellas solas la compra del disco. Porque son sencillamente increibles. Tienen una fuerza bestial desde el primer acorde y unas letras tristes y preciosas que nadie se atrevería a cantar. Porque la inmensa mayoría de los grupos -incluso los heavys- cantan al amor, por cursí que parezca, pero la banda de Yosi canta al desamor y al pobre perdedor que ahoga sus penas con una botella de whisky y que muere en la calle.

domingo, agosto 26, 2007

La belleza y la crueldad del deporte

Hikaru no Go

Manga de 23 tomos con guión de Yumi Hotta y dibujo de Takeshi Obata(Blue Dragon, Death Note) que se publicó en la Shonnen Jump desde el 99 hasta el 2003 y que tuvo una exitosa adaptación al anime de 75 episodios. Avisó que en este analisis habrá algunos spoilers, ya que es imposible analizar la serie sin tener en cuenta algunos puntos de inflexión de la trama.
Aún a pesar de que el "Go" es un juego puramente de estrategia y puede ser considerado como uno de los equivalentes orientales a nuestro ajedrez, Hikaru no Go se encuadra dentro del género del manga deportivo, cuenta con todos las virtudes de este género y tiene la extraña particularidad de transformar en más virtudes todavía los defectos que siempre han caracterizado y lastrado a este género.
El argumento de partida de la serie es, cuanto menos, surrealista y extraño. Hikaru, un joven normal y corriente, es "poseido" por el fantasma de un antiguo maestro de Go, gracias a la ayuda del fantasma poco a poco ira descubriendo el juego y acabará -como no podría ser de otra manera- convirtiéndose en un profesional. Pero además de la autosuperación de Hikaru y de su lenta progresión en el Go hay una trama que podemos considerar tan o más importante, y ella es su relación con Sai, el fantasma que le hace descubrir el deporte y que se convierte en su maestro y mejor amigo. Independientemente de la trama -deportiva- principal, la relación entre estos dos personajes es el verdadero corazón de la serie durante gran parte de sus páginas. Sai va poco a poco "muriendo" y dándose cuenta de que su conocimiento y su propia esencia van siendo asimilados poco a poco por su alumno. Es triste y bello ver el amor del fantasma por el Go y el como se da cuenta de que su existencia como fantasma estaba practicamente destinada a mostrar el Go a Hikaru y el como se da cuenta de que una vez hecho, desaparecera. E igualmente es descorazonador ver como Hikaru le ignora en sus últimos momentos por su propia obsesión por el Go y como se desmorona tras ver que ha perdido a su mejor amigo por su estupidez. Estos momentos constituyen, sin duda alguna, los más interesantes y geniales de la historia.
La historia pierde mucho cuando Sai desaparece, ya que su presencia es muy fuerte, pero aún así después queda un magnífico manga deportivo que bordea la perfección. El mérito de los autores, lo que eleva a esta serie por encima de otras es su realismo. Hikaru pierde muchas partidas, de hecho pierde muchísimas, pero no sólo él... todos lo hacen. El hecho de que las finales sean al mejor de 5,7 o 9 juegos hace que hasta los maestros pierdan numerosas partidas ante rivales de su mismo nivel, y eso es algo que se agradece pues no hay nadie "invencible" (uno de los clichés que más daño hacen a este género). La progresión de Hikaru, desde que comienza a jugar hasta que se convierte en todo un campeón es lenta (unos 3-4 años) y esta salpicada con por una gran cantidad de derrotas a las que poco a poco aprende a sobreponerse. Aquí vemos la belleza y la crueldad a las que me refería en el título, a lo largo de mil y una batallas vemos como los personajes crecen todos ayudándose unos a otros, pero no todos crecen de igual manera: Hikaru y Akira estan un paso por delante de Ochi, y este de Waya, y este de Honda e Izumi, y este de Nase y Fuku, y así infinidad de secundarios que poco a poco van quedando atrás mientras los protagonistas avanzan. La forma en la que entran y salen personajes de la historia de acuerdo a la evolución de los protagonistas esta muy lograda, aunque siempre resulta triste ver como algunos se quedan estancados sin alcanzar el nivel de "pros" o simplemente en el club de la escuela. No obstante, como he dicho antes, la evolución de los personajes y el como crecen lentamente, es uno de los grandes méritos de este manga pues parece siempre real y lógico. El grupo de personajes es interesante, vemos sus frustraciones y sueños, y como todos se ven entre ellos como los rivales que son -el triunfo de Hikaru siempre supondrá el fracaso de alguno de sus amigos- pero sobre esta sensación siempre esta una amistad pura basada en el amor al Go y una rivalidad sana basada en el respeto a la fuerza de sus compañeros.
Este manga deportivo también se beneficia de la obvia carencia de espectacularidad del manga, por contradictorio que parezca resulta muy beneficioso para la narración que el deporte a la hora de la verdad se limite a poner piedas de colores sobre un tablero: los enfrentamientos son cortos y -en los casos más extremos- duran cuatro capítulos, resultaría inutil mostrar 100 páginas de dos jóvenes poniendo piedras y los autores lo saben.
Así pues, Hikaru no Go es un manga que se escuda en una buena y realista narración de un deporte aparentemente aburrido, en unos personajes complejos y variados muy bien desarrollados y en los típicos valores del género deportivo: autosuperación, amistad y rivalidad.

viernes, agosto 24, 2007

Inspiración divina

Suzumiya Haruhi no Yuutsu

Bajo el particular nombre de "La melancolía de Suzumiya Haruhi" se estrenó la pasada temporada de primavera del 2006 un anime que no parecía estar destinado a grandes cosas. Se basaba en una serie de novelas muy populares en Japón, tras ella estaba Kyoto (que acababa de facturar una obra maestra como "Full metal panic: the second raid") y en sí parecía un proyecto divertido y atractivo, pero... rodeada de productos tan importantes como Tokko, Black Lagoon, Ouran, Strawberry Panic o incluso Higurashi, parecía un anime destinado a pasar casi desapercibido. No fue así, la cantidad de talento que había tras la serie era tanta que a día de hoy -y creo que se puede asegurar sin miedo- es seguramente el anime más exitoso e influyente de los últimos años. Suzumiya Haruhi es uno de esos extraños casos en los que todo sale bien y mejor todavía, porque Haruhi es una revolución desde su concepto hasta su narrativa, y su éxito y calidad la han convertido en una serie no ya de culto, si no en un referente de los que aparecen muy esporadicamente y se convierten en un camino a seguir para muchas series en los años venideros. Porque Haruhi no es un éxito, Haruhi es una religión.
Comenzare hablando de la parte técnica, y ahí -como en todos sus apartados- Haruhi es una delicia. Kyoto es uno de los mejores estudios de Japón, y este es seguramente su producto estrella. En Haruhi nos encontramos en primer lugar con el ambiente colegial, donde las clases estan repletas de estudiantes y la animación es siempre fluida y elegante, digna de películas. Pero, independientemente de estos méritos, y del excelente diseño de personajes (fuente inagotable de doujins, pero extrañamente elegantes en la serie en si) es en el particular mundo paralelo en el que viven los personajes cuando la serie consigue que se te abrá la boca de muda admiración. Seguramente la naturalidad con la que se mueve el pelo o la falda de Haruhi y del resto de chicas sean más dificiles de hacer, pero secuencias como la batalla de Nagato contra Asakura o los distintos aislamientos son sencillamente espectaculares (mucho más que en series como Black Lagoon o Gundam), secuencias hechas con mucho dinero y con una planificación de planos perfectas. Además, y ello se agradece, la animación hecha por ordenador no desentona en ningún momento con la hecha por procedimientos más tradicionales.
Tenemos después un apartado sónoro muy bueno. La elección de los seiyus es dificilmente mejorable: la voz fría e inhumana de Nagato, la tímita y siempre aterrorizada de Mikuru-chan, la verborrea incesante y sobrecargada de Itsuki, la dinámica y enérgetica protagonista y el geníal -simplemente genial- cinísmo de la voz en off de Kyon. El score se adapta perfectamente a la serie y en ocasiones nos regala fragmentos tan memorables como la pieza de música clásica que acompaña al climax del último episodio.
El argumento de la serie es díficil de explicar, basicamente va de una joven adolescente que es Dios y no lo sabe, y además esta como una jodida regadera. La joven -Suzumiya Haruhi- busca un mundo lleno de misterios, viajeros en el tiempo, mediums y extraterrestres, y su subconsciente se encarga de darselos (aunque no directamente, ya que su sentido común le niega la existencia de estos fenomenos, y si supiera que existieran le podría dar un colapso y ser -facilmente- el fin del mundo). Así pues, esta joven alocada va por la vida cometiendo excentricidades una detrás de otra, y es entonces cuando aparece Kyon, un joven completamente normal y sobre el que no tiene poder alguno. Kyon es un freno para Haruhi, una especie de Pepito Grillo que le impide cometer locuras y que le recrimina una y otra vez sus excentricidades. No obstante será el propio Kyon el que le dará la idea de formar un club, club que ni siquiera Haruhi sabe para que sirve exactamente pero que será la excusa perfecta para sus absurdos proyectos y para reclutar a un trío de personajes que son en verdad un alien, un medium y una viajera del tiempo. Pero independientemente de este argumento -dificilmente explicable-, la Melancolía de Suzumiya Haruhi es una extraña y preciosa historia de amor entre Haruhi y Kyon, un amor que ambos niegan con toda su alma pero que se demuestra a través de unos lazos de confianza y sinceridad impresionantes. La relación entre Haruhi y Kyon, así como este último hace evolucionar poco a poco a los otros tres miembros de la brigada -que en principio no son nada más que meros observadores colocados por sus superiores para evitar que el mundo se colapse- es el verdadero y único motor de la serie.
Pero es en la narrativa donde se encuentra la maestría de Kyoto y su gente a la hora de adaptar estas novelas. Para empezar, el orden. Los episodios no estan ordenados cronologicamente. La serie tiene un "arco principal" que se corresponde con la primera novela, esta novela narra la creación de la Brigada SOS y como Kyon acaba salvando al mundo. No obstante, mientras vemos como se desarrolla esta trama de 6 episodios, a mitad nos colocan otros 8 episodios que se corresponden a historias cortas de sucesos que acontecen después, y en ellas se hace referencia a personajes que todavía no han aparecido o sucesos que aún desconocemos. Puede parecer extraño y lioso -y de hecho lo es- pero en absoluto complica el visionado de la serie y no hace si no añadir pequeños e increibles matices que sólo son compresibles en un segundo visionado de la serie y lo cual nos da incluso el espectaculo de ver una serie con dos episodios finales (ambos, cada uno a su manera, magistrales).
Por supuesto tenemos después todos los recursos dramáticos habidos y por haber, zooms, planos cortos, travelings, contrapicados, planos fijos, utilización de todo tipo de metaforas visuales y un uso igualmente inteligente de la banda sonora. El drama y la comedia se alternan a la perfección, los personajes siempre son coherentes y ya se definen practicamente con su primera aparición. La dirección de Haruhi es clásica y al mismo tiempo revolucionaria, y en ambos aspectos magistral. Y además, es un homenaje al anime en sí. La serie se rie de si misma en su primer episodio (episodio 0, una película increiblemente cutre que se montan los protagonistas y que, extrañamente es muy definitoria de la propia serie y de la particular mente de Haruhi), pero despues vemos como se rinde homenaje a increible cantidad de géneros. Porque a pesar de ser una comedia romántica de ciencia-ficción, tenemos un episodio deportivo, otro de misterios, otro músical, otro de videojuego e incluso uno de batallas integalacticas.

En resumen, puede que Code Geass fuera mi anime favorito del año pasado, pero sin duda Haruhi fue el más importante. Toda una revolución fraguada al amparo mismo de Internet y todo un punto de referencia para los futuros animes. Lo que es Suzumiya Haruhi es demasiado grande y complicado para explicarlo con palabras, hay verlo. Porque Haruhi sólo tiene un problema, y ese es que son sólo 14 episodios.

martes, agosto 21, 2007

¡Alabado sea el Alcaudón!

Hyperion, de Dan Simmons

Comenzé a leer este libro sin demasiadas esperanzas. Una gran fama le precede y es, sin duda, una de las obras más conocidas de la ciencia-ficción, pero lejos de las grandes obras maestras que nos ha brindado el gran Isaac Asimov este es un género que me había dado bastante decepciones. Por suerte, el libro hace honor a su fama.
La ciencia ficción no me entusiasma, eso es algo que he asimilado ya, pero ese súbgenero llamado "space opera" es otra cosa, me gusta, y me gusta bastante. No se abunda en tecnicismos y la narración es muy clásica, como la fantasía tradicional pero sustituyendo la magia triadicional por tecnología superavanzada que hace las veces de ella. E Hyperion es un gran exponente de este género.
La novela de Simmons, que no es otra cosa que el prólogo de una tetralogía, nos coloca en una sociedad humana del siglo 28, se han colonizado infinidad de planetas, se dispone de tecnologías de teletransporte y hay IAs superavanzadas. En este mundo, decadente en el fondo, controlado por la burocracia y al borde de una guerra interestelar contra la raza de los exters, siete hombres efectuan una última peregrinación a través del planeta Hyperion hacia las "Tumbas del Tiempo", morada de "El Alcaudón" un ser que trasciende las leyes de la física y que es el dios de una religión basada en el dolor y el sufrimiento. En este viaje iremos descubriendo poco a poco las historias de cada uno de los siete peregrinos, como decidieron emprender aquel último viaje, como el Alcaudón influyó en sus vidas y como estas mismas estan relacionadas.
La estructura del libro es simple a la par de singular, el viaje en sí apenas importa y es una mera excusa para que cada uno de los protagonistas cuente su historia. La novela finaliza cuando los peregrinos llegán a su objetivo, quedando todo en vilo hasta "La caída de Hyperion".
Las seis historias son completamente distintas entre si tanto en trama como narrativa misma (Simmons rinde homenaje a varios géneros literarios) pero todas ellas tienen como vínculo común a la figura del Señor del Dolor y poco a poco se enlazaran una con otra, de tal forma que la historía del Consul -el protagonista principal y el último narrador- tapará los agujeros de las historias del resto. Además, esta pequeña compilación de relatos cortos tiene el problema de tener otros tantos "comienzos", pero Simmons consigue mantener el interés en ellos aún cuando los últimos están tan cerca del final que uno siente que estorban.
Las historias son más o menos fuertes, y para mi gusto uno de los defectos que le he encontrado es que los relatos que más me han gustado han sido el primero, el tercero y el cuarto, pareciéndome los restantes algo más flojos (de ahí a lo que me refería antes de que el final me parece más flojo, aunque las revelaciones finales del consul y las últimas 20 páginas del libro son seguramente las mejores del libro).
Virtudes tiene muchas, y defectos solo el subjetivo antes reseñado y quizás una ensalzasión excesiva de la figura del poeta británico John Keats (el libro es un homenaje a él, pero hay momentos en los que resulta surreal que tantos aspectos de la trama giren en torno a un poeta del siglo XVIII).
Una lectura extremadamente recomendable.

domingo, agosto 19, 2007

Sorpresas que da la vida

Los Simpsons, la película

Me ha gustado, y casí diría que me ha encantado pues la he visto todo el rato con una sonrisa en la boca. Y no me lo esperaba.
Soy un "simpsologo", desde que a principios de los noventa vi, en la 2 (que tiempos...) un episodio donde un niño amarillo se caía a un pozo qude enganchado para siempre a esta mágica serie. Fueron diez grandes años en los cuales pasé de ser un niño a ser un adulto, y los Simpsons siempre estuvieron ahí como referente, como una de las pocas cosas constantes de mi vida y como una válvula de escape y una fuente de diversión y humor inteligente. Se puede decir que parte de mi personalidad bebe de los Simpsons, en mi memoria estan todas esas míticas secuencias que todos recordamos y sin las que -por muy atrevido que suene- ni el cine, ni la televisión, ni la propia sociedad actual serían lo que son. Porque los Simpsons han sido lo más grande e importante que ha alumbrado la televisión en estos últimos 20 años.
No obstante, los tiempos cambiaron. La serie, a partir de su undécima o duodécima temporada comenzó a bajar de nivel. Las ideas escaseaban (cosa normal) y los guionistas ya no encontraban ni tan buenos argumentos como antaño ni gags tan geniales e inteligentes. Los Simpsons se contagiaron de series como "South Park" o "Padre de familia", perdiendo parte de su elegancia y entregándose a gags de violencia y sexo. Los Simpsons siempre lanzaban pequeños y afilados dardos contra la sociedad americana, siempre homenajeaban disimuladamente y con clase a grandes películas, y siempre tenían pequeños cameos de celebridades... todo ello cambio y los guionistas se vieron obligados a explicar sus chistes e invitar una y otra vez a estrellas de la MTV. Los Simpsons pasaron de ser una serie atemporal para adultos, a una serie para adolescentes.
Fue entonces cuando deje de verla. Me costó. Le dí muchas oportunidades, pero finalmente pensé que era mejor quedarme con el recuerdo de la serie que ver como perpetraban crímenes contra personajes que amaba como los que hicieron con Flanders o Barnie.
Por eso no me planteaba ver la película, y por eso, cuando la he visto por azar, me ha sorprendido gratamente. La película no recupera la esencia de aquellas primeras temporadas, y peca de querer abarcar demasiados personajes y tópicos de la serie... pero esta bien. En algunos momentos muestra la mala leche y el cinismo mítico de la serie (aunque sin la sutileza de su época dorada, claro), y se nota que está hecha con cariño y detalle. El argumento no es nada del otro mundo, es bastante tópico y el cliché de la familia desmembrándose para volverse a unir esta demasiado visto en la serie. Homer es demasiado estúpido, en la serie al principio sencillamente era bobo pero ahora lo es a posta y no me gusta, pero... al menos no es tan descarado como en la serie. Lisa verdaderamente no pinta nada en la película. Y Bart está extrañamente descafeinado.
Pero la película funciona. Esta medianamente bien, tiene algunos gags muy buenos y es, en lineas generales, entretenida. Es una pena, eso sí, que la película no llegara en la época dorada de la serie. Podría haber sido algo muy grande.

sábado, agosto 18, 2007

Grandísimo hijo de put****

One Piece 467

Uno no puede soltar otra expresión después de presenciar la jugada de Oda con los dos últimos capítulos de One Piece. Oda, en palabras de calle, nos la ha metido doblada, y se ha divertido lo que no esta escrito haciéndolo. Porque el combate de Zoro contra Ryuma no lo ha ganado el pirata con sus espadas, lo ha ganado el autor con su pluma.
Por adelantado, no soy un gran fan de esta saga "de relleno" de Thriller Bark, y tampoco me parece que sea la mejor narrativamente hablando de Oda. La saga ha tenido grandes momentos como la revelación de Brook como nakama de Laboon y tiene gags atemporales en la figura de Odr (y de toda la tripulación de Moria). Pero esta saga es, obviamente, muy pequeña en comparación con la de Water 7-Ennies Loby, y tampoco me gusta tanto que haya tantos combates tan "de guión" (no creo que una presentación de 15 capítulos pueda dar lugar a otros tantos de lucha, emocionalmente no llegan a resultar tan intensos). No obstante, no seré yo el que quiera darle lecciones de narrativa a Oda, creo que ha dado muestras más que suficientes de que es un maestro en el género. Este capítulo y el anterior son la última muestra de ello.
La batalla de Sanji estuvo bien, Pellona dio la oportunidad de lucirse al gran Usopp, Chooper tendra un combate muy emotivo y Luffy tendrá lo suyo contra Moria-Odr (como sea que se resuelva ese alocado enfrentamiento). Pero el duelo entre Zoro y el legendario samurai zombie es una jugada maestra de Oda.
Resulta espectacular como, un combate que no tenía absolutamente nada (por muy elevada que fuera la figura del samurai, no deja de ser un zombie, y estaba por debajo -en teoría- de Pellona, Absalom o Hogback) lo ha convertido el mangaka en toda una burla al espectador. Valiéndose del flashback, ha jugado con todos nosotros. Porque... en el 466 Zoro parecía caer derrotado (¿Zombie en llamas? Da igual, esto es One Piece. Zoro había caído y esta parecía la enésima vez en la que tendría que levantarse mil veces entre charcos de sangre para acabar con un rival). Pero no. Zoro había ganado y Ryuma perdido. Y resulta espectacular.
Al margen queda que, en este 467, Oda nos haya regalado un combate de espadas rápido, espectacular y épico (autores como Tite, que necesitan un capítulo para lanzar una estocada "con nombre" deberían aprender de él). Oda muestra su veteranía y sus tablas como ayudante de Watsuki en los tiempos de Kenshin y los ataques de Zoro y el samurai se suceden y se anulan los unos a los otros ante el estupor de Frankie y Brook y un escenario majestuoso como es el torreón que se va desmoronando conforme avanza la batalla. Me ha gustado particularmente ver de nuevo el "Rashomon", y el hecho de que Oda no haya hecho diez capítulos de batalla donde comienzan tanteándose y en cada capítulo suben de nivel poco a poco. Los dos guerreros se han respetado desde el principio -el primer ataque de cada uno ya le demuestra al anterior que está a su nivel- y el final es precioso, ambos aman la espada y la belleza del combate, Ryuma esta satisfecho de haber podido enfrentarse a él y le entrega su espada con un precioso "contigo estará satisfecha" y Zoro esta igualmente orgulloso y se lamenta por no haber podido enfrentarse a él en vida.
Pero la jugada de Oda de mostrarnos un aparente final de combate en el último capítulo, y ahora revelarnos que lo que sucedía era justo lo contrario es lo mejor. Oda demuestra, una vez más, como domina un arte tan complejo como es el del folletín. La mayoría de los autores de manga no lo hacen, se limitan a contarnos un evento principal para que el episodio tenga sustancia y luego a meter "paja" para acabar con el cliffhanger pertinente. Oda no. Oda no se lamenta porque este limitado a 18 páginas. Oda lo aprovecha. Estos dos capítulos no serán tan impactantes cuando sean leidos consecutivamente en un tomo, estos dos capítulos estan pensados para el formato semanal de publicación.
Increible el nivel de dominio de su historia y del formato de narración. Hay muchas cosas que hacen grande a One Piece, pero no hay nada de casualidad o suerte en ello, detrás hay un auténtico genio del manga. Grande Oda. Muy grande.

viernes, agosto 17, 2007

La espectacularidad de la normalidad

Bruce Springsteen - Greatest hits

Bruce Springsteen pertenece a ese grupo de autores o grupos que un humilde servidor no ha tenido la ocasión de escuchar demasiado en su vida y que, debido a su celebridad, llaman la atención. Durante mucho había pospuesto escuchar algo de él, pero el otro día me encontré su recopilatorio de grandes éxitos a muy buen precio, y fue la excusa perfecta para darle una oportunidad. Otros grupos míticos me han decepcionado en el pasado, el de New Jersey me ha sorprendido muy gratamente.
Hay algo en la música de "the boss" extraño, quizás por el hecho de que su música se ampara principalmente en dos instrumentos tan cercanos y acústicos como la armónica y la guitarra su música parece increiblemente cercana y "normal". Las melodías de Springsteen son tristes y lentas en ocasiones (the river, brilliant disguise), y duras y rápidas en otras (born in the usa, murder incorporated), pero en todas ellas son canciones increiblemente pegadizas y asimilables. Son espectaculares a su manera, pero el gran mérito del autor es que a pesar de ello nunca dejan de parecer las canciones de algún trotamundos que te puedes encontrar por la calle. Tristes o alegres, son todas canciones urbanas y dotadas de una incréible fuerza y tienen, por decirlo de alguna manera, alma u corazón.
Es esa extraña personalidad de sus canciones, esa extraña urbanidad y simpleza de sus composiciones, las que convierten al rockero de New Jersey en una expecie de narrador de nuestras vidas. Porque sus canciones transmiten sentimientos y, escuchándolas, uno no puede evitar dejar de pensar que Springsteen esta a su lado y que la canción versa sobre él.

jueves, agosto 16, 2007

El mejor anime del verano

Sayonara Zetsubou-sensei

Este es sin duda uno de los animes más extraños de los últimos años, pero como dice el lema de las fuerzas aéreas británicas "quien arriesga, gana", Zetsubou es el mejor anime de este verano y -al menos de momento- también del año. Zetsubou es un anime extremadamente raro y siempre parece estar al borde de la navaja entre la genialidad y la simple estupidez, pero siempre se decanta por la primera.
Es díficil encuadrar esta serie en un género, podríamos decir que es un anime de colegiales y de "slice of live", pero creo que rara vez podría encontrarse alguna semejanza con esos géneros más allá de las descarnadas parodias que hace de ellas.
El profesor Zetsubou podría ser considerado como un alter ego del mítico Onizuka de G.T.O. Se trata de un profesor increiblemente depresivo cuya máxima aspiración es suicidarse (suicidios que nunca logra consumar) y que trata de transmitir ese pesimismo a sus alumnos a fin de que estos no se llenen de absurdos ideales juveniles que luego la vida destrozara. El problema radica en que, al ya de por sí estúpido profesor, se le une una tropa de alumnas que representan cada una a los patrones más conflictivos de la sociedad nipona. Pero Zetsubou no tratara de hacer que superen sus traumas... porque basicamente piensa que así están mejor ya que estos no son tan graves. Así pues, vemos la convivencia de este profesor con una hikkikomori, una acosadora, una inmigrante ilegal, una optimista idiota, una delegada obsesionada por la responsabilidad, una fetichista amante de las colas de animales ¿?, una otaku fanatica del cosplay, una extranjera arisca y una joven que sólo se comunica mediante el móvil. Las extrañas formas de ver la vida de todos estos... "personajes" nos proporciona una ácida parodia de la mayoría de los géneros del anime -pues Zetsubou es ademas un ejercicio de frikismo que, en sus formas, homenajea a innumerables series- y una crítica increiblemente dura a la sociedad japonesa y sus férreas tradiciones.
Pero, independientemente de su inteligencia, Zetsubou es una comedia alocada donde no hay un segundo de descanso. Su ritmo es bestial, una ametralladora donde los gags se suceden a una velocidad que deja en ridículo a animes que ya en si eran un desmadre como School Rumble. El humor es muchas veces duro y satírico, pero siempre esta suavizado con innumerables referencias a otras series en forma de carteles o frases en la pizarra de la clase, así como parodias de los recursos narrativos de otras series y cameos literales de otros personajes. Todo ello ademas, con una realización técnica sencillamente impecable y rompedora en sus formas.
En resumen, Zetsubou es uno de los mejores animes que he visto en mucho tiempo y, además de ser duro como él sólo, es una avalancha de humor donde despistarte durante unos segundos es un lujo que nadie se puede permitir.

miércoles, agosto 15, 2007

Jason Bourne > (James Bond + Ethan Hunt)

El caso, el mito y el ultimatum Bourne

Llevaba mucho tiempo con ganas de ver las películas de Jason Bourne debido a sus -unánimes- excelentes críticas. El estreno de la tercera parte me ha dado la oportunidad perfecta para hacerlo. Y la sensación final no puede ser más satisfactoria. Esta pequeña trilogía suponen un claro paso adelante con respecto al manido cine de espionaje que ha hecho imperar James Bond y la saga Mission Impossible de Tom Cruise (aunque la primera de esta era excelente).
Lo más llamativo y atractivo de esta trilogía es que pretende ser realista, y eso es algo que se agradece en un género donde se tiende a convertir a los protagonistas en superhéroes (y Jason Bourne practicamente lo es, pero no se le ocurre meterse él solo en un bunker lleno de enemigos). Hay muchos pequeños detalles que se agradecen en la forma de contar las historias de Doug Ligman (director de la primera) y Paul Greenhass (director de las dos secuelas): las calles estan repletas de gente, las persecuciones lo están de tráfico y los coches que manejas son normales, los tiros y matan, los agentes se matan unos a otros, y la gente antes de morir no tiene tiempo para soltar un discursito aclarándolo todo. Las peleas son rápidas y espectaculares como sólo algo realista puede serlo. Las persecuciones en coche son mejores todavía, complejas, largas, llenas de tráfico y accidentes de todo tipo e impregnadas con un halo de realismo sencillamente sobervio. Además, la tecnología que usan es "verídica", con ello quiero decir que usan tecnología punta, pero que en ningún momento se sacan un gadget que lo arregle todo mágicamente.
Todo esto se le puede achacar al buen hacer de los directores, pero naturalmente tiene su base en los libros en los que se basa. Sin embargo, formalismos visuales al margen, los libros aportan algo mucho mejor: trama e historia. Porque lo mejor es que la historia que cuentan las películas resulta interesante, y uno se queda en la butaca queriendo saber que va a pasar y que secretos se esconden tras la amnesia del protagonista. Rober Ludnum creo un personaje perfecto para este tipo de cine, un asesino increiblemente eficiente que, amnesico, intenta recordar su pasado mientras este mismo le persigue. Ello nos proporciona una razón lógica para que el protagonista no sepa lo que sucede a su alrededor y lo vaya descubriendo -y además lo tenga que hacer sólo- y tambien nos da a un enemigo impresionante como es todo el servicio secreto americano. Porque ellos son los malos de la historia. En su nacimiento, el autor podía valerse de la guerra fría para mostrar un servicio secreto despiadado, ahora las películas usan el terrorismo internacional para que sus villanos puedan ampararse bajo la política del miedo a fin de justificar sus medios. En estas películas no encontramos un malvado villano que pretenda esclavizar el mundo con... una bacteria, un virus informático o un satélite que maneja el clima. Jason Bourne no salva el mundo, Jason Bourne se salva a si mismo, y eso resulta mucho más creíble y coherente que cualquier trama de James Bond. La historia de transfondo, pequeñas intrigas de política motivadas por la traición y la avaricia son siempre más simples, realistas y manejables. La política es un aspecto fundamental en la trama de Bourne, pues como he dicho no magnifican la figura del espia, más bien todo lo contrario. Jason Bourne no es más que un asesino, atormentado por ello y por no saber ser otra cosa. La trilogía de películas de Bourne es un alegato contra "la política del miedo". Son, por mucha gente que muera, películas pacifistas.
Ahora, comentaré un poco cada una de las películas:
El caso Bourne. La primera de todas. Me parece tambien, seguramente, la más floja de las tres. Principalmente por la presencia de Franka Potente y la trama romántica (que se me hace bastante pesada). Es la película, argumentalmente más compleja, pues se pierde bastante tiempo explicando al personaje y realizando su pertinente presentación (el tiempo no esta desaprovechado, eso sí). Las escenas de acción son más limitadas debido a la falta de "confianza" del protagonista, la persecución de Paris es sencillamente modélica, el enfrentamiento con Clive Owen es también muy bueno.
El mito Bourne. Argumentalmente carece de una trama tan sólida como la primera, a nivel político pues el personaje de Bourne esta más trabajado (memorable la última escena frente a la hija de sus primeras víctimas). Nos libramos de "la chica" y esto nos quita un lastre y "encabrona" a Bourne lo suficiente como para querer cargarse a todo dios. La acción no me gusta tanto como en la anterior (debido al estilo cuasi-documentalista de Greenhass con cámara en mano), pero el villano que encarna Karl Urban es el más terrible y carismático de todos los enemigos del protagonista.
El ultimatum Bourne. Quizás la mejor. La trama política vuelva a complicarse y, a pesar de que no termina de convencerme el papel de Joan Allen, el gran villano al que encarna David Strathairn (clásico perro viejo de la CIA curtido en mil batallas) llena la pantalla cada vez que aparece (en su defecto, no hay un gran "espia rival"). Hay más acción que en sus predecesoras, pero esta mejor rodada todavía y resulta sencillamente espectacular (la secuencia de Londres, o la persecución por los tejados de Tanger son sencillamente impresionantes). Quizás, al final, la película tenga un par de concesiones al guión fácil, pero eso no empaña un resultado más que notable.

martes, agosto 14, 2007

Olvidable gran libro

Olvidado rey Gudú

Reconocida como la obra maestra de Ana Maria Matute, este libro es un pequeño clásico de la literatura española de este siglo y una de las pocas incursiones de nuestros autores en el género de la fantástica. Como tal, tenía bastante curiosidad por leerlo, y este verano lo he conseguido.
Mis sensaciones finales sobre el libro son contradictorias, porque es un buen libro -un gran libro de hecho-, pero igualmente me ha parecido bastante aburrido. Es algo extraño y que creo que pocas veces se dá. Porque el libro consigue algo muy extraño, y eso es transmitir sentimientos. El libro va sobre la soledad, la tristeza, la añoranza de la juventud, la inocencia, el amor y el desamor, la vida y la muerte. Es todo un tratado sobre la propia naturaleza de la especie humana. Hay pocos libros que, más allá de contar una historia más o menos entretenida, consigan el gran mérito que es transmitir sensaciones al lector. En este libro no sentimos lo que viven los personajes, sentimos la esencia misma de la novela, las ideas que la autora quiere transmitir. En ese aspecto es un libro increible y maravilloso.
Pero... tiene un gran inconveniente. "2001" me parece una película portentosa que hace que te hagas preguntas, pero igualmente me parece un soberano tostón. Y con "Olvidado rey Gudú" me ha pasado algo parecido. El libro es muy bueno, sí, pero también es muy aburrido. Y eso, al menos para mí, es un defecto que pesa más que cualquier virtud.
El libro narra la dinastía de reyes de una nación imaginaria, Olar, y al menos dos de las cuatro partes que la componen me han parecido bastante alargadas y aburridas. El estilo de la autora es muy particular, con tendencia a los arcaismos y a una prosa rebundante que en muchas ocasiones me parece inútil y pesada (es cuestión de gustos). En este aspecto la historia fracasa al entretenerse demasiado en los predecesores de Gudú, y así mismo en irse por las ramas en muchas ocasiones con personajes irrelevantes e intrascendentes. Además, esta el gran problema de que verdaderamente -sentimientos al margen- la historia no es nada del otro mundo: una serie de reyes -a cada cúal más tonto- que van por ahí conquistando paises porque sí y sin demasiada dificultad. La historia de Olar y de las conquistas de sus reyes es aburrida y no demasiado buena. Es hasta cierto punto comprensible, ya que pretende ser relativamente realista y no es si no un marco de los personajes protagonistas, pero es que los personajes también son flojos. A excepción de la gran reina Ardid -personaje majestuoso, imponente y adorable como ninguno (y que tampoco se libra de sus momentos de estupidez)- el resto de personajes son bastante simples y sus razonamientos son por momentos absurdos y demasiado simples (en especial Gudú, cuya forma de razonar es bastante menos inteligente de lo que la autora se cansa en repetirnos, y Voloidoso, que nada aprende de su padre y parece ser un personaje completamente distinto de cuando es príncipe a cuando es rey). Luego, el libro tiene momentos muy forzados y otros en los que la falta de recursos narrativos de la autora se hace presente: la ridícula ceremonia con la que Gudú es proclamado sucesor, la simplicidad con la que todos ven crecer a auténticos demonios de niños y no hacen nada, la obsesión de los hombres por las mujeres y... sobre todo, la increible y excesiva presencia del vino en la novela.
Además, los componentes fantásticos del libro no me han gustado. Aquí entra un factor meramente subjetivo, el libro es un homenaje a Andersen, Perrault y esos viejos cuentos tradicionales europeos (se ve especialmente en personajes como Tontina, Once, Ondina o Predilecto) y tiene ese tipo de magia. Y a mi particularmente no me gusta.
En resumen, Gudú me parece un buen libro, pero... al mismo tiempo me ha parecido aburrido. Recomiendo su lectura. Calidad tiene, y merece ser leido. Pero también es un libro muy particular que es igual de fácil amar que odiar.

lunes, agosto 13, 2007

Demasiadas concesiones

Mushiuta

Mushiuta no me parece un mal anime, pero tampoco me parece un buen anime. Las novelas en las que se basan parten de una buena y sugerente historia, pero tiene el serio problema de -para adaptarse a su más obvia clientela- la edad de los protagonistas se reduce a los típicos 16-17 años.
Los mushis son una especie de insectos que buscan a las personas dándoles poderes a cambio de alimentarse de sus sueños. La relación oscila entre el parasitismo y la simbiosis, lo cual origina que haya dos bandos de guerreros -todos ellos con un mushi-, unos que quieren convivir con los insectos y otros que quieren eliminarlos. Entre todos ellos aparece una muchacha que ha conseguido sobrevivir a la muerte de su mushi, algo hasta entonces nunca visto.
La idea del argumento, como he dicho, es sugerente y la serie plantea algunos elementos interesantes en cuanto a sueños, sacrificios y tolerancia. El problema radica en que se ubica en un ambiente escolar y se añade algo de mala comedia romántica colegial. El resultado no es bueno, el anime es triste y melancólico -sobre todo la protagonista- pero todo esto se echa a perder cuando vamos a las clases. En Full Metal Panic esta mezcla de drama militar y comedia de colegialas funciona a la perfección, aquí no.
Además, la serie -si bien tiene unos diseños muy buenos- esta hecha con poco dinero y se nota en las secuencias de lucha, que resultan bastante decepcionantes. Las batallas entre los insectos gigantes adolecen de una animación muy convencional y poco espectacular, al menos para lo que se presupone que son narradas en las novelas.
En resumen, Mushiuta no me parece un mal anime, y tiene aspectos importantes. Pero, a menos que la serie madure y cambie a mejor en los últimos episodios, tampoco es un anime que vaya a pasar a la posteridad.
Al menos para mi gusto hay varias series más interesantes este verano (veanse las secuelas de Zero no Tsukaima e Higurashi, Code E o la magistral Sayonara Zetsubou sensei que pronto comentare).

domingo, agosto 12, 2007

¿Presunción? Quizás realidad

Manowar - Kings of Metal

Creo que siempre que comentó algo de Manowar lo digo: estos tipos no me caen bien, parece ser que en la vida real son unos chulitos que se pasan toda su vida levantando pesas, tirándose cualquier mujer que se preste a ello y montando sus harley-davidson... basicamente son lo opuesto a lo que yo soy (y de lo que estoy muy orgulloso), pero igualmente hay que reconocer que, sencillamente, son muy buenos.
Porque ayer pasaba por el Saturn de los Thader de Murcia buscando "Eine Kleine Natchmusik" de Mozart y cometí el error de pasar por la sección de heavy, y cuando hace esto suele ver en las series ecónomicas grandes discos que no puede dejar escapar a un precio tan bajo (y que al final hacen que te gastes más dinero del que querías), y entre ellos vi esta pequeña maravilla del 88.
Kings of Metal es ya una vacilada desde su nombre. Manowar se han autoproclamado los "reyes del metal" y este disco tiene ese mismo nombre. La idea es un pelín -bastante- sobervia y prepotente... pero lo gracioso es que quizás sea cierto. Porque este disco en concreto es una auténtica maravilla desde el principio al final, lo es con el estilo heavy tremendamente conservador y característico de la banda americana, que se desplega en todas sus vertientes y lo hace en todos con auténtica maestría. Si tuvieramos que elegir canciones para un recopilatorio del grupo, no menos de cuatro canciones saldrían de este disco.
Porque tenemos la mejor balada de la banda (y quizás del heavy-metal): Heart of Steel. La canción que hizo que descubriera este grupo y que considero sencillamente preciosa.
Tenemos la canción más épica y grandilocuente: The crown and the ring (lament of the kings). No puedo evitar escucharle sin que se me erizen los pelos. Evocadora como pocas canciones.
Tenemos la que seguramente es la mejor canción del grupo: Hail and kill. Una canción magistral que además es un auténtico himno para conciertos.
Y tras estas tres maravillas tenemos auténticos temazos como "Wheels of fire", "Kingdom come", "Kings of metal" o "Blood of the kings", todas ellas canciones dignas de ser singles en cualquier otro disco.
Quizás la única que me disguste algo, y aún así es muy buena para ser la peor del disco, es "pleasure slave", es buena pero no tanto (aunque te saca una sonrisa el pensar en la mentalidad mega-macho-manowar).
Como curiosidad, en la portada, a los pies del tradicional guerrero bárbaro aparece -entre las de muchos otros países- la bandera de España. Y lo hace con el Águila Imperial o Aguilucho. A algunos le indignará siendo un disco del 88, a mi sencillamente me parece curioso.

sábado, agosto 11, 2007

Dios bendiga a Brad Bird

Brad Bird era el genio del género de la animación que estaba detrás de las mejores temporadas de los Simpsons, pasó a dirigir películas con "El gigante de hierro" (película extremadamente recomendada en cualquier foro de cine) y despues dio el salto a Pixar con "Los increibles", la película que nos ocupa y -en el futuro- "Toy Story 3". Y si Lassetter le ha dado el mando de la saga insignia de su compañía no fue sólo por el curriculum del hombre, si no porque veía que si todo lo que había hecho eran obras maestras no era por casualidad. Porque la película que me ocupa ahora, Ratatouille, es una nueva obra maestra, superior si cabe a las anteriores.
Ratatouille me parece una película genial e increible, pero lo que más me gusta de ella es que no me gusta. Se que puede parecer una argumentación extraña, pero es que la historia es surrealista por su idealismo hasta para los cánones de Disney, y además tengo la particular aversión a las ratas que sólo pueden tener aquellos que las conocen demasiado bien. Y es ahí donde reside el gran mérito de la película, porque es increible como esta narrada, porque la película es sencillamente perfecta. El argumento es relativamente previsible, pero todas las escenas estan enganchadas con una precisión y perfección que asustan, porque no sobra nada y hasta los momentos que se hacen más pesado resultan ser imprescindibles al final, porque la pareja protagonista -si bien no me parecen demasiado carismática- se complementa entre ella a la perfección ofreciendo dos formas de ver la vida absolutamente distintas, porque los secundarios aportan los elementos cómicos y dramáticos necesarios para hacer crecer la historia, porque no hay canciones, porque las proezas gráficas que nos regalan los genios de Pixar en forma de travellings y viajes imposibles son una delicia para los ojos, porque los gags funcionan como hacía tiempo no veía en ninguna película, porque hay momentos oscuros y tristes que finalmente son suplantados por otros luminosos y alegres.
Es dificil explicar porque Ratatouille es tan condenamente buena, porque, repito, la historia no me gusta, y de hecho me parece de las más flojas contadas por Pixar... pero la narración lo compensa. La increible cantidad de matices de la trama y sus múltiples interpretaciones, así como su simple belleza visual la convierten en una de las películas más recomendables que he visto en lo que va de año.
Y mención especial para el corto de animación "Abdución" que la precede. Pixar nos sigue regalando relatos de unos pocos minutos -generalmente mudos- donde todo es ingenio y talento.

viernes, agosto 10, 2007

Regreso a Hinamizawa

Higurashi no Naku Koro ni Kai

Después de ver los primeros cinco episodios de esta esperada segunda parte (correspondientes a un pequeño preludio y al primer arco de la serie) creo que se puede decir que esta serie esta a la altura de su primera temporada. Higurashi fue, seguramente, la mayor sorpresa del año 2006, no por su calidad, si no porque el primer episodio y el diseño de los personajes ni mucho menos hacía presagiar -al menos para aquellos que no conocían el juego original- lo que verdaderamente era esta serie. Porque, independientemente de su calidad -que era muy elevada-, Higurashi era un anime aterrador. Terror en estado puro.
En la primera temporada veíamos secuencias donde se alteraba el terror más primario y sanguinario con otras donde todo eran paranoías y donde se sustituía la explicitud por la sugerencia. Pero Higurashi tenía además de los recursos habituales de una historia de terror uno muy importante, y era el hecho de estar narrada como pequeños arcos autoconclusivos donde todos acaban muertos siempre. Estos ciclos se repetían uno tras otro, siempre con pequeños matices que los diferenciaban a uno de otro y focalizándose cada vez en uno de los protagonistas del quinteto principal para darnos así una idea más global de lo que era la maldición que imperaba sobre ese pueblo. Esta estructura no sólo nos angustiaba más al saber que, hicieran lo que hicieran, casi todos iban a acabar muertos, si no que nos presentaban poco a poco una extraña y muy inquietante historia cuya realidad nunca llegábamos a averiguar. Esta segunda temporada mantiene esa estructura, unificando -como siempre- parte de las historias anteriores para a partir de ellas obtener un resultado diferente.
Evidentemente es demasiado pronto para decir si esta serie estará o no a la altura de su predecesora (temporada que ya de por si era irregular y que brillaba en momentos concretos como la locura de Shion o el enfrentamiento de Rena con su madrastra). En aquella primera temporada se narraron 6 de los 8 arcos que componían el juego, y en esta veremos los otros 2 así como uno nuevo desarrollado en exclusiva para este anime. Falta por ver si se mantiene el nivel y si la historia no parece demasiado alargada. No obstante, el primer arco me ha parecido muy bueno, el personaje de Rika es más inquietante que nunca y las secuencias de la catastrofe de Hinamizawa (con la persecución de Satoko y el acoso al que antes es sometida) son sencillamente impecables.
A nivel técnico parece casi más cutre que su antecesora. Higurashi ya tenía un dibujo muy extraño, con deformaciones, colores y diseños que para nada se podrían relacionar a un anime de extremo terror. Esta segunda temporada creo que usa aún más las deformaciones, aunque cuando se tiene que mostrar cruel no se contiene en absoluto.
Poco más puedo decir de ella salvo que parece una continuación natural de su predecesora, como si se hubieran tomado un año de descanso antes de mostrar el episodio 27. Y paradojicamente creo que ese es el mejor cumplido que se le puede hacer.

jueves, agosto 09, 2007

Lo malo de los mitos

Mi vecino Totoro

Me considero más o menos un otaku, y se que casi suena a herejía, pero todavía no había visto esta mítica película de Miyazaki. Y lo cierto es que me ha decepcionado. Creo que es normal, es tan grande la fama de esta película, tan importante la figura de Totoro (logo de Ghibli) que al descubrir la película no he podido evitar sentir una cierta decepción.
La película es Miyazaki en estado puro, al verla sientes que pasan mil cosas en pantalla y que todas se suceden con una naturalidad increible y que al mismo tiempo destilan una magia de cuento de hadas. Hay naturaleza y hay libertad, hay belleza y al mismo tiempo tristeza. Totoro es quizás la película de Miyazaki que más parece una fábula, se trata de una historia hermosa y no demasiado complicada con un toque de magia. Sin embargo, a pesar de esa magia presente en todas las películas del genio japones y que aquí adquiere algunos de sus momentos más brillantes en cada una de las apariciones de Totoro, no puedo evitar pensar que la historia es simple, demasiado simple para lo que es habitual en sus películas. Los secundarios no estan bien aprovechados, siendo extremadamente secundarios, y tampoco se puede decir que los protagonistas sean demasiado complejos pues estan reducidos a ser sencillamente muy felices. La película se vuelve interesante en su tramo final, cuando comienzan a plantear la muerte de la madre y el pequeño cuento de hadas en el que viven las dos protagonistas se tambalea.
Pero, en líneas generales, no creo que sea la película más brillante de Miyazaki.

martes, agosto 07, 2007

Braguitas y varitas II

Zero no Tsukaima: Futatsuki no Kishi

Vistos los cinco primeros episodios, no puedo si no decir que parece que no haya habido un año de diferencia entre la primera y la segunda temporada y que el primer episodio de esta segunda temporada podría pasar por el decimocuarto de la primera. Y eso es, seguramente, el mejor cumplido que se le puede hacer a una segunda parte.
El argumento es una continuación del anterior, la guerra que comenzaba en el anterior se desarrolla en esta y arrastra a su interior a los protagonistas. Pero no nos engañemos, a pesar de un pequeño flirteo con el drama -normalmente relacionado con el personaje de la reina Henrietta, por aquello de la responsabilidad-, el argumento no deja de ser una mera excusa para mostrar una y otra vez a Louise enojándose con Saito por ser un pervertido sin remedio. Seguimos teniendo el mismo humor porque Saito es un joven como cualquier otro, es decir, esta más salido que un pico de esquina, y eso la acomplejada y posesiva Louise no lo soporta. Hay avance en la trama en cuanto a la complejidad de esta, pero también lo hay en la relación entre los dos protagonistas (recordemos que al final de la primera temporada Saito renuncia a regresar a Japon para proteger a Louise) pero esta no es muy marcada y los guionistas consiguen mantener el tira y afloja entre la pareja merced a una potenciación del personaje de Siesta (y en general de cualquier mujer, Saito no hace distinciones). Quizás en contra de esta temporada tenga el hecho de que tiene un tono global ligeramente más oscuro y se han suprimido casi por completo las clases de magia (la trama esta mucho más enfocada a la guerra y, por decirlo de alguna manera, sale más Henrietta que Kirche y Tabitha). No obstante, para compensar esto los autores de la novela se sacan de la manga a las dos hermanas mayores de Louise (clichés de hermana estricta y hermana "trozo de pan") que dan bastante juego y aumentan aún más el nivel de caos y confusión en el que siempre acaba metido Saito.
En resumen, estos primeros episodios no hacen otra cosa que continuar el estilo ya marcado por la primera temporada: una serie ligera, amable y de ritmo frenético ubicada en un mundo de fantasía donde prima la comedia más simple, efectiva e inocente.

domingo, agosto 05, 2007

Buenas perspectivas

Code - E

Este es uno de esos pequeños animes que quedarán facilmente en el olvido. No creo que pase a la historia, pero igualmente creo que, quien lo vea, se entretendrá viéndolo.
Se trata de una simple comedia romántica con tintes sobrenaturales y un aire alegre, nostálgico y puro (con ello me refiero a que no hay el menor atisbo de echii y que todo es muy idealista en cierta manera). La historia nos coloca en la piel de una chica que llega a una nueva ciudad y entra en el instituo, el problema radica en que la chica es lo más tímido que pisa la tierra y genera ondas electromagnéticas cuando se pone nerviosa (lo que hace que se ponga más nerviosa, y eso es un círculo vicioso). Así, mientras la chica intenta hacer amigos (y por supuesto, hay algo de romance) tendrá que aprender a controlar sus poderes y esconderse de unos villanos que la buscan.
La historia no es nada del otro mundo, pero la narración es absolutamente clásica y ello siempre da como producto una serie muy bien hecha y fácil de ver y seguir. Además, la serie cuenta con un gran aliciente para mi y es que el diseño de la protagonista me parece sencillamente sublime, se trata de una belleza del tipo "vecina de al lado" no exhuberante ni sensual, pero si muy hermosa en el sentido tradicional de la palabra (y a ello se le unen todos los factores kawaii tipo torpeza, timidez, gafas, tartamudeos, etc). La protagonista es, sencillamente adorable.
En resumen, tras estos primeros episodios la serie no apunta demasiado alto, pero me gusta. Al igual que una comedia echii no hace daño de vez en cuando, tampoco lo hace una comedia romántica amable como esta. Es una historia sencilla y sin complicaciones, agradable y bonita. Entretenida.

sábado, agosto 04, 2007

Maravillas que son ignoradas

Kiss kiss, bang! bang!!

Desgraciadamente, entre el maremagnun de megaproducciones que nos llegan de Hollywood, muchas películas pequeñas de indudable calidad pasan inadvertidas. Este es el caso de esta película, debut en la dirección del guionista de cintas como "Arma letal", "El último boy scout" o "El último gran héroe".
Kiss, kiss, bang! bang!! es una extraña buddy movie donde un delincuente fracasado reconvertido a aspirante a actor se ve obligado a acompañar a un detective homosexual, y cuyo transcurso de peripecias se veran envueltos en un extraño asesinato que reencontrará al protagonista con una amiga de su infancia. El argumento... es imposible de explicar -e intentarlo sería un error- pues esta película se asemeja a clásicos de culto como "El gran lebowsky" en cuanto al surrealismo de su trama y al esperpento de fauna humana que es su galería de personajes. Porque esta es una de esas películas que, si bien tienen una trama algo compleja y rebuscada como cualquier buena película de cine negro, se basan por completo en su forma. Desde un narrador omniscente que juega con nosotros, hasta unos personajes que se envuelven en diálogos surrealistas y más propios de una sitcom que de una película, Kiss kiss bang! bang!! es una película que se disfruta desde el primer hasta el último minuto gracias a su sencilla genialidad y ambición. Es la primera película de un director y eso se nota, pues no hay el más mínimo atisbo de mesura o contención, Shane Black da rienda suelta a su habilidad para el humor negro en este cínico homenaje al cine negro de los años 40-50. A un guión cuidado y portentoso por momentos, se le añade un par de actores en estado de gracia como Robbert Downey Jr y Val Kilmer y una duración de apenas hora y media, y con ello se obtiene una película increiblemente divertida que, sin duda alguna, constituye una de las más agradables sorpresas que me ha dado el séptimo arte en los últimos años.

viernes, agosto 03, 2007

Summer time!!

Continuó con mi particular análisis de la temporada veraniega de anime, y esta vez -tras haber visto 4 de los 12 episodios que la compondrán- le toca el turno a Umisho. El mismo hecho de haber llegado a los 4 episodios creo que denota que el anime no es malo, o al menos no rematadamente malo.
Pero tambien lejos de toda duda esta que esta sea una serie que pasará a la posteridad. Umisho es -en el sentido más tradicional de la palabra- un anime de verano. La historia nos coloca en el club de natación de un colegio, siendo el protagonista masculino el manager del equipo y alguién a quién le da miedo el agua por un trauma infantil. En este ambiente tenemos un grupo de secundarios más o menos normal con los habituales salidos, las típicas chicas con muchas curvas y demás, y entonces llega una joven que esta como una auténtica regadera y que es un prodigio de la natación. Se trata de una comedia con mucho echii (obvio en ese ambiente), pero predominan más los enredos y la confusión (es lo que yo llamo un echii amable, haberlo hay y en gran cantidad, pero el protagonista no es un cerdo salido que sólo piense en tirarse a todas las que le rodean como en, por ejemplo, esta). Con gags más o menos acertados (hay momentos en los que se desmadra con el fanservice y se vuelve mediocre como la que más) se trata de un anime bastante ligero y entretenido que -sabiendo lo que se va a ver- no hace daño.
Al igual que To-love-ru, un anime de estos no hace daño de vez en cuando.

jueves, agosto 02, 2007

¿Mediocridad comercial?

School Days

Este anime es, sin duda, una muestra de lo peor que nos puede deparar esta industria. Pero no me refiero al anime en sí, si no al producto que nos intentan "vender". School Days fue un célebre "erogame" que consiguió en el 2005 sobrevivir ante dos auténticos monstruos como Fate Stay y Shuffle. La forma a través de como lo consiguió no es muy elegante eticamente hablando. Cualquier productor mediocre sabe que puede vender un producto -independientemente de la calidad que tenga- mediante el morbo. El morbo se traduce en dos cosas: sangre y sexo. Evidentemente... en el mundo de los erogames uno no va a destacar mediante el sexo, así que el equipo de School Days se atrevió a hacerlo mediante la casqueria. Porque School Days se hizo famoso por eso, por tener unos finales violentos y completamente extraños en el género que son dignos de Higurashi.
El problema llega con el anime. School Days es una serie normal, ni buena ni mala. Tiene unos protagonistas que caen mejor o peor, unas situaciones que pueden ser más o menos graciosas, pero todo ello es normal (al menos, claro, con los tres episodios que he visto). Estas series rara vez se convierten en una Tsukihime o una Kimi Ga Nozomu no Eien, y School Days es una de tantas que se queda a mitad de camino. Hay dinero puesto en ella y la animación y los diseños de personajes son atractivos (aunque todo ese trabajo estaba ya realizado en el juego). El problema llega con el final, porque -y espero equivocarme- dificilmente adapten los finales "duros" del juego. Y esa era la gracia, la apuesta del juego, y sin ella la serie quedará descafeinada.
En resumen, a espera de ver si el estudio ha sido valiente y ha adaptado realmente el juego, School Days no es si no la enésima comedieta de situación con un triángulo amoroso con un algo de echii y un drama bastante penoso.
Tengo curiosidad y seguramente la siga viendo (y además el personaje de Sekai me gusta demasiado como para ignorarlo), pero no tengo muchas esperanzas en ella.

miércoles, agosto 01, 2007

No saber muy bien lo que se cuenta

Tras ver una media de dos o tres episodios, creo que ya estoy en disposición de hacer un pequeño análisis sobre las distintas series que componen el plato fuerte -o al menos, a si me lo parece a mí- de la temporada de anime del 2007. He aquí la primera de ellas: Doujin work.
Como su propio nombre indica, esta es una serie que narra las peripecias de unos autores de estos populares mangas de aficionados que, normalmente, suelen ser eróticos. Nos encontramos con Najimi, una joven que acude con una amiga que dibuja doujin (una divertida muchacha callada y reservada que dibuja obras sado) a un comiteck y ve la cantidad de dinero que mueve esa industria. A Najimi no se le ocurre otra cosa que ponerse a dibujar ella para sacar un pastón. Contara con la ayuda de su amiga y de varios autores más, así como con la rivalidad de otra autora y el apoyo de un chico que le gusta.
El argumento en si es bastante tópico y tiene como punto original el ambiente en el que se desarrolla la serie. El problema es que no está bien desarrollado. Uno no termina de entender muy bien como la protagonista quiere destacar en un mundo tan competitivo y sacrificado (desconociendo hasta ese día ese mundo practicamente) y sin saber dibujar ni querer dibujar nada muy obsceno. Resulta divertido ver como la protagonista se mete en el mundo, pero más como aficionada porque cuando se narrán sus intentos de convertirse en autora la serie hace aguas por todos lados.
El otro problema de la serie radica en su formado. Los episodios duran sólo 14 minutos (incluyendo en ellos un opening y un ending de minuto y medio) y además la serie apenas tendrá 12 o 13 episodios. No hay tiempo material para desarrollar una historia o una evolución coherente de los personajes.
Una pena, una serie que aspiraba a ser una digna heredera de Genshiken y que se queda muy por debajo de ella e incluso de Kurumi-chan (dos OVAS mucho menos pretenciosas que esta serie pero al mismo tiempo mucho más acertadas y divertidas).