No se si será la última película o no de Miyazaki, pero sea su canto de cisne o no es una película que claramente hay que agradecerle. Este hombre lo tiene todo hecho en este mundo desde hace bastante y aún así continua a la cabeza de Ghibli y nos regala puntualmente algunas grandes películas. Cierto es que Howl y Ponyo fueron flojas, demasiado continuistas o sencillas tras el éxito de Chihiro. El hombre al que Kurosawa admiraba tenía ya en su filmografía una serie de películas francamente increíbles como la citada odisea de Chihiro, Mononoke, Porco Rosso y la icónica Totoro. Sus últimas películas me parecían, a todas luces, productos menores, transmitían una sensación de poca inspiración o de cierto hastio por parte de su autor.

Esta "El viento se levanta" claramente ha recuperado al mejor Miyazaki. Es una película distinta a sus predecesoras, mucho más realista, adulta y oscura. La pasión de Miyazaki por los aviones es la protagonista absoluta de un metraje en el que además el autor japonés recrea gran parte de la historia de principios de siglo de su país (la segunda guerra mundial es el inevitable destino del protagonista, pero vemos todo el expansionismo nipón, la represión de su gobierno y del alemán, la gran crisis del 29 e incluso el gran terremoto-incendio del 23). No se hasta que grado será una película íntima, pero desde luego no es una película especialmente recomendable para niños.
La película narra la vida del protagonista durante una veintena de años, en los que pasa de ser un niño con sueños a un hombre casado que diseña el caza Zero (señalar que parece que se inventa la mitad de las cosas según los conocedores de la figura histórica de Jiro Horikoshi). La película consigue salir ilesa de la transición entre tantas épocas, reflejando a la perfección el crecimiento del protagonista y su evolución como ingeniero, así como los cambios en Japón. El ritmo de la película es bastante ágil y creo que sólo se resiente en su recta final, cuando aborda de pleno la trama amorosa (cuya resolución no me ha parecido la más ágil).
El pequeño bajón de ritmo final y cierto abuso de los escenarios oníricos me parecen los defectos notables de esta película que, sin embargo, tiene la gran virtud de tener como línea argumental principal algo tan intangible como el ver como alguién alcanza su sueño de convertirse en un gran diseñador de aviones. Hay trama romántica y hay un gran contexto histórico, pero el objetivo del protagonista es durante todo el metraje el diseñar aviones lo mejor que pueda, aunque sepa que estos se pervertirán con armas. Quizás se pueda echar en cara de la película que entra poco en el tema bélico, pero creo que el mensaje esta claro desde el primer momento en el que vemos una cruz de hierro alemana, y es un tema muy complicado que creo que podría haber fagocitado fácilmente la película.
Tecnicamente poco se puede decir de ella. La animación es de escándalo, aunque se nota el ordenador un poco más de lo que me gustaría. Los diseños de personajes son los habituales de Miyazaki, pero no creo que eso le sorprenda a nadie ya, y al ser los protagonistas adultos no resultan tan clónicos con otros personajes anteriores. La paleta de colores es bastante variada al moverse el personaje en mundos oníricos coloridos y un presente triste y desolador. La música me ha decepcionado en esta ocasión un poco pues abusa de su -bonito- tema principal.
¿Recomendable? Sí, con matices. No es la mejor película del director, y aunque es muy buena, es también indudable que es bastante distinta, por temática y desarrollo a lo habitual en Miyazaki. Creo, no obstante, que su originalidad es un punto a su favor en este caso y que la película es sumamente recomendable para todo aquel que no tenga prejuicios contra la animación.