Mostrando entradas con la etiqueta mario. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mario. Mostrar todas las entradas

lunes, mayo 11, 2020

Audio reseñas de la semana - 8

One Piece 979 - Problemas familiares

Super Mario RPG - La leyenda de las siete estrellas

Nueva colección de reseñas en formato audio; en esta ocasión del último capítulo de One Piece y de un videojuego clásico de Super Nintendo.




domingo, abril 26, 2020

Audio reseñas de la semana - 7

One Piece 978 - Introduciendo al Tobi Roppo

Super Mario World

The legend of Zelda: the Wind Waker

Reseñas publicadas en formato podcast de la semana: el capítulo de One Piece (centrado en un porra especulativa de enfrentamientos) y el mítico juego emblema de los inicios de Super Nintendo; y como no termina de gustarme como quedan las entradas de los podcast en el formato del blog y no quiero llenar este de entradas con ellos, añado también aquí la entrada del juego de Zelda que publiqué la semana pasada.

jueves, julio 12, 2018

20 años después, al fin llega Kirby 64

Super Mario Odyssey

Sobra decir que conozco la existencia de "Crystal shards", pero creo que nunca hubo un Kirby 64 como todos lo habíamos esperado en un principio. Aquella era la época del boom los juegos en 3D, de añadirle una nueva dimensión a cualquier franquicia aunque no siempre saliera bien, pero Kirby ha sido una extraña franquicia que siempre se ha quedado en las 2D, donde quizás sus dinámicas de juego funcionan mejor. Este Mario es lo más cerca que podemos estar a un Kirby 3D, de los juegos que imaginábamos en aquella época, con un gran mapeado 3D que recorrer con absoluta libertad y una jugabilidad que se basa en transformarnos en nuestros enemigos. 
Merced a Cappy, la gorra, el nuevo compañero de Mario en esta aventura, tenemos más o menos unas 50 transformaciones. Algunas de ellas serán muy puntuales y anecdóticas, y algunas serán muy importantes y reutilizadas (hasta el punto de que en este juego no encontramos ni cofres, ni flores ni ningún otro tipo de power-up clásico de la franquicia), pero todas estas transformaciones nos permitirán interactuar de una forma u otra con los escenarios, mapas gigantescos plagados de mil y un detalles y curiosidades que esconden sorpresas prácticamente debajo de cada textura.
El juego se basa en la exploración. Deja atrás la jugabilidad directa de los Galaxy (ver reseña), que quizás había degenerado demasiado ya en la última entrega de la franquicia (ver reseña) y vuelve a la base jugable más libre de Super Mario 64 o Super Mario Sunshine. Tenemos algo más de una decena de mundos -temáticos, como suele ser habitual en la franquicia-, para explorar. Hay decenas de "energilunas" en cada uno de ellos, y nuestro objetivo será encontrarlas todas. Algunas energilunas las obtendremos al derrotar a los enemigos principales o al completar las grandes misiones que ocasionan cambios en estos escenarios, por ejemplo, el desierto se encuentra congelado en un principio y hemos de derrotar a un enemigo para devolverle a su estado natural. Sin embargo, dejando a un lado las lunas basadas en la historia principal del juego (el enésimo secuestro de Peach por parte de Bowser, obviamente), habrá muchas lunas que consigamos casi al azar, viendo cosas extrañas del escenario e intentado probar combinaciones extrañas de nuestras habilidades sobre ellas. El juego se presenta como un gigantesco Juego en el sentido más primitivo de la palabra. Mario 64 es referenciado en ocasiones como un juego que supuso uno de los puntos de partida del género del "sandbox" -por mucho que ese ahora se asocie a juegos de mundos abiertos habitualmente delictivos- y este juego ahonda en esa idea, cada mundo es una gigantesca "caja de arena" en la que sencillamente probar lo que se nos ocurra... y normalmente esas pruebas darán como resultado una energiluna, haciéndonos descubrir una nueva dinámica del juego y haciendo también que nuestra cabeza comience a pensar en como aplicarla en otros mundos o situaciones y como llevarla al siguiente nivel. Es un juego aparentemente simple en su base jugable, pero repleto de infinidad de posibilidades, y lo más gratificante es que parece que cada idea loca que se nos pase por la cabeza ya ha sido pensada por los desarrolladores. 
Ahora bien, disto mucho de ser un entusiasta del juego. Es un grandísimo juego, con momentos brillantes y situaciones espectaculares... pero a un Mario se le pide la excelencia, y este juego tiene varios fallos que me parecen notables y que para mi gusto lo colocan por debajo del Mario 64 (quizás por la nostalgia) y de los excelsos Galaxy.
El primer fallo me parece que es demasiado poco directo. Este ya es un gusto personal mio, pero en los juegos anteriores tenías una misión principal de la que te podías desviar si querías. Aquí da la sensación de que hay demasiada libertad, hay lunas que se consiguen casi por andar (y para otras hay que sudar sangre, la dificultad del juego está algo descompensada). Me parece excesivo. Los niveles son demasiado grandes y no me parece que siempre estén bien rellenos. Y los niveles son... extraños. El juego pretende ser un homenaje a toda la franquicia, y eso lo vemos con la infinidad de disfraces con los que podemos vestir a Mario y con guiños de todo tipo... y SOLO LA FASE DE LA CANCIÓN DE PAULINE HACE QUE VALGA LA PENA EL JUEGO (estoy en la parte negativa de la reseña, pero es que ese momento es sencillamente mágico como pocos, es un estado de ánimo en sí), pero en general me parece un diseño extraño, con niveles que se salen algo de la estética tradicional de la franquicia e incluso con experimentos visuales raros como esa ciudad urbana o ese T-Rex que pupula por algún que otro escenario. Visualmente el juego presenta momentos muy buenos y es una preciosidad, pero la mezcla de diseños artísticos se me hace rara. Entiendo la idea de que cada mundo sea distinto y me parece curiosa, y el que el diseño artístico de ellos se base en culturas reales da para imágenes increíbles, pero creo que al juego le faltan mundos; al final tenemos el clásico mundo de desierto y de lava -aunque uno sea mejicano y el otro una especie de guisado gigante-, pero viendo como parece el juego en un principio da la sensación de que se agradecerían mundos más pequeños pero variados; el juego es un viaje alucinante, pero da la sensación de que se acabe demasiado pronto. No estamos hablando de un juego lanzado con prisas como Sunshine, donde era evidente que faltaban fases, pero si que parece que se echan en falta algunos escenarios más; el juego pide una visita al Rainbow Road, a alguna mansión de Luigi, a la Isla de los forestanos o a otros escenarios. El juego tiene contenido más que de sobra, pero no deja de dar la sensación de que este se ha expandido muy artificiosamente para pasar de las clásicas "120 loquesea" al millar.
Otro problema, y este si que me parece extrañamente grave para lo habitual en Nintendo, es el control. Ninty sigue con su obsesión de mandos raros, y en este juego la vibración funciona bien y también el movimiento para controlar los lanzamientos de Cappy... pero si se juega con el mando perrete algunas de estas funcionalidades se pierden o son difíciles de usar. Esto es muy grave y muy raro, ya que Nintendo suele cuidar mucho estos detalles. 
Es un grandísimo juego, muy nostálgico, muy disfrutable y muy recomendable; pero no me sumo a las alabanzas unánimes al juego. Es un buen Mario, un Mario en el que se notan unos valores de producción muy altos, pero no me parece una revolución en el género ni un título extremadamente rompedor. Aporta cambios curiosos y valientes, pero -personalmente- preferiría la jugabilidad más directa de entregas anteriores.

domingo, mayo 08, 2016

Demasiado grande para este mundo

Super Smash Bros for WiiU

La cuarta entrega de la saga de festivas hostias fanserviceras de Nintendo llegó por partida doble, tanto para WiiU, como para 3DS. Siendo el debut de la franquicia en 3DS un señor juego, esta reseña abarcará el juego de sobremesa, que no deja de ser la entrega principal. ¿Y que nos encontramos? Lo que podíamos esperar de un Smash. Si bien el primer juego de N64 fue un cartucho muy modesto, en Gamecube la saga ya adquirió un claro estatus de franquicia insignia con un juego superlativo, y en Wii directamente se salieron del mapa con Brawl con una cantidad de contenido obscena (ver reseña). Este "Smash fo(u)r" sigue esa dirección y, sencillamente, avasalla con sus opciones. Uno puede pasarse 20 horas de juego sin haber terminado de navegar por todos los menús gracias a la cantidad de modos y opciones que propone... y creo que, extrañamente, eso es más un defecto que una virtud del juego.

El juego es uno de los mejores de WiiU, eso esta claro. Pero es tan grande, ofrece tantas opciones, que abruma. Es como esos juegos de rol que ofrecen mil y una posibilidades, uno puede jugar como quiere... pero siempre tiene la sensación de que se está perdiendo algo. Aquí sucede lo mismo, hay más de medio centenar de luchadores, y los desafíos tipo retos, beisbol o peleas contra el reloj se han ampliado. En cada categoría de juego cada uno de ellos tiene sus records... la cantidad de tiempo que se requiere para probarlo todo sencillamente es indecente, y si eres un jugador de la vieja escuela quieres ver puntuaciones en cada apartado posible... pero sencillamente no hay tiempo para ello, el juego te aburrirá antes de que puedas explorar todas sus posibilidades... porque además estos son modos secundarios, los modos principales son las clásicas peleas entre amigos (con un estela modo a 8 jugadores que, si bien resulta algo caótico de primeras, luego es tan disfrutable como cabía esperar) y el mejorado combate en línea. Además he hablado de modos de juego, pero el juego ofrece la opción de personalizar los luchadores, así como crearlos desde cero gracias a los Mii, y ofrece también un renovado editor de escenarios. Las posibilidades que ofrece el juego son imposibles de cuantificar.
El franquicia no deja de ser la enciclopedia jugable de Nintendo, y añade más trofeos, más músicas, más ayudantes y más luchadores, pero es justo decir en este análisis que hay cosas que se han quedado por el camino. La primera y más importante para mi sería el modo aventura, épico en Wii con "el emisario subespacial", supongo que Ninty no querría gastarse más dinero en cinemáticas de un modo que no dejaba de ser secundario y lo sustituye por un par de modos arcades en los que peleamos contra grupos de enemigos... no están mal, pero a la larga se hacen repetitivos... y sencillamente era muy divertido ver como unían a todos los personajes en una misma historia en Wii. En 3DS hay algo parecido a un modo aventura, pero en WiiU tenemos una especie de juego de tablero en el que durante los turnos vamos recogiendo items y dándonos de palos con el resto de jugadores... sencillamente es un modo que no termina de funcionar.
Creo que no tiene mucho sentido mencionar el sistema de juego, ya más que consolidado de entregas anteriores. Se han añadido más ayudantes y se han cambiado algunos smash, también se han modificado los movimientos puntuales de algunos personajes para que sean menos clónicos (aunque los Captain Falcon - Ganon, Mario - Luigi y demás siguen estando ahí... y todos los "lords" de Fire Emblem son horriblemente clónicos). Jugablemente se ha modificado la velocidad del juego, se ha tratado que los personajes estén más equilibrados para acabar con bestias como el Metaknight de Wii y se han mejorado los agarres en los bordes de las plataformas.
Los escenarios son bastante peores, desde mi punto de vista. Se ha seguido la progresión de Wii y casi todos los escenarios nuevos se basan en el escenario de destino final, con suerte con un fondo móvil. Se han dejado atrás los escenarios originales de Cube, salvo en un par de ejemplos raros muy grandes y no demasiado acertados (el templo de Palutena es demasiado grande y el de la merendola de Kirby es sencillamente horrible). Sigue habiendo algunos jefes de escenario, pero en general me gustaría que hubiera más elementos móviles. 


Naturalmente llega el momento de hablar de los personajes del juego, que no deja de ser uno de los puntos más divertidos que comentar. En primer lugar, hablaré de los personajes que se han caído del plantel con respecto a la entrega anterior:
Wolf... un clon de un clon, sinceramente nunca he entendí la presencia de este personaje en aquel juego.
Entrenador pokémon... ahora tenemos directamente a Charizard, para mi es una pega, el turnar a los tres pokémons clásicos lo hacía para mí un personaje muy interesante.
Zelda/Sheik, - Samus/Samus doujin, como ocurría con el entrenador pokémon, eran personajes múltiples, Sakurai quería quitar a estos... en mi opinión, un error... nuevamente creo que sus dos formas les daban mucha versatilidad... y si bien la cazarrecompensas ha quedado dividida en dos grandes luchadores, no se puede decir lo mismo de la princesa de Hyrule. 
Lucas, nunca me gustó demasiado este personaje, y además era un clon... ahora está por DLC, y en el eShop se va a quedar por mi.
Snake, era un personaje interesante... pero siendo sinceros era ridículo que estuviera en un juego de Nintendo... tanto como ese Cloud que ahora tenemos por DLC... resulta extraño que ambos tengan unos juegos de movimientos tan currados.
Ice Climbers, la baja que más dolió a todos. Supuestamente se quedaron fuera por limitaciones de la 3DS. Eran uno de los personajes más originales y nostálgicos, creo que todos los aficionados esperamos que vuelvan.
A pesar de estas bajas y del citado cambio de Zelda y Samus, así como el protagonismo absoluto de Charizard, la inmensa mayoría de los personajes de la franquicia siguen presentes. Hablamos de Mario, Luigi, Peach, Bowser, Yoshi, Wario, Donkey, Diddy, Mr.Game & Watch, Link, Ganondorf, Toon Link, Pit, Marth, Ike, Kirby, Dedede, Meta knight, Fox, Falco, Pikachu, Lucario, Jigglypuff, R.O.B, Ness, Captain Falcon, Olimar y Sonic. No me gustan nada los clones, así que creo que Ike y Falco deberían haber desaparecido de esta entrega o haberse convertido en skins... como Dr.Mario debería ser un skin de Mario y no un personaje nuevo que ha regresado de Melee sin que nadie lo esperase o pidiese. Estos 3 personajes me parecen un error, y Dr.Mario no es la única incorporación errónea... la franquicia tenía ya más de 30 personajes, el afán por casi duplicar ese número me parece absurdo. Los movimientos de muchos de estos nuevos personajes son originales y aportan mucha profundidad jugable a la saga, pero creo que algunos de ellos habrían podido ser utilizados para personajes más interesantes (el ejemplo más claro sería el de Corrin, que podría haber sido un gran Ridley).

Sin más preámbulos ya, los personajes nuevos:
Mario trae a Estela y Bowser Jr. Ambos tienen unos movimientos originales y variados, son dos buenas incorporaciones... aunque creo que Estela es demasiado "poco importante" dentro del universo nintendero y que debería haberse quedado como un trofeo. Bowsy nunca me ha gustado, pero tiene más peso, y además el hecho de que tenga skins para cada uno de los koopalings es todo un acierto.
Punch Out! entra al fin en el plantel con Little Mac. Era el Newcomer cantado, tan obvio y necesario como lo serán los inklings en la siguente entrega. Carisma y unos movimientos muy originales y acordes a su condición de pequeño peso pesado.
Sakurai siempre se encariña con sus franquicias y de Kid Icarus llegan Palutena y Dark Pit. Ambos me parecen un error. Esta franquicia no tiene peso para tener tres personajes. Dark Pit es un clon sin gracia. Palutena al menos tiene unos movimientos muy originales, pero es un personaje muy extraño y creo que incluso habría quedado mejor como comentarista.
Fire Emblem, que afortunadamente se ha convertido en una franquicia insignia de Nintendo, sorprende con cuatro personajes y la posibilidad de recuperar a Roy y Corrin por DLC. Como he dicho antes, Ike debería haberse quedado fuera, más cuando han metido a Lucina como representante del Fire Emblem actual y es un clon por mucho que la adore. Robin es un personaje distinto y bien metido, aunque adolece de falta de carisma. En cuanto a Corrin, lo dicho, sus movimientos deberían haberse usado para Ridley... y así tampoco nos habrían destripado el siguiente juego de la franquicia.
Duck Hunt es una genialidad retro de la que no creo que nadie se queje, y lo mismo puede decirse de la coña que es tener a Wii fit trainer como personaje jugable.
De Pokémon, además de a Charizard tenemos a un monstruo de la última generación para promocionarla: Greninja... es original, pero creo que bastante falto de un carisma que por ejemplo le sobra a un Mewtwo disponible por DLC. Deberíamos de haber perdido a Lucario porque si no con esta franquicia pasará lo mismo que con Fire Emblem y acabará saturando el plantel.
El aldeano de Animal Crossing es una incorporación genial, que si bien no me gusta demasiado como luchador estaría justificado sólo por las coñas que ha originado en internet.
Y adorando Xenoblade tengo que decir que Shulk, con un currado sistema de batalla, no deja de sobrar.
Los Mii no tienen carisma ninguno, pero son historia de Nintendo y las posibilidades de personalización que ofrecen son inmensas, ninguna queja en este sentido.
Como invitados third party tenemos a Pac-Man y Megaman... inmejorables opciones con unos movimientos muy distintivos y que proporcionan, junto a Sonic, la posibilidad de combates absolutamente legendarios dentro del mundillo. Ryu, por DLC, se sumaría a este tipo de luchadores, Street Fighter es el arcade de lucha por excelencia y es un placer ver a su protagonista repartiendo hostias aquí en espera de que algún día veamos un épico Nintendo vs Capcom. También tenemos por DLC, con movimientos muy trabajados a Cloud, que no pinta mucho en Nintendo pero no deja de ser un icono, y a Bayonetta que es una cafrada muy divertida de ver en el contexto de esta saga.

En resumen, todo un homenaje a los videojuegos con mil y una referencias a títulos de Nintendo y alguna que otra saga más. Muchísimos personajes, muchísimos modos de juegos, retos insuperables e interminables horas de diversión con la jugabilidad a prueba de bombas de esta franquicia. La etiqueta de recomendable, como siempre, se queda corta ante un título de esta serie, una auténtica compra obligada para los poseedores de una WiiU (o en su defecto de una 3DS).

lunes, diciembre 14, 2015

Porque todos odiamos los caparazones azules

Mario Kart 8

Curioso. Veo el blog y veo que no tengo ningún Mario Kart reseñado, y es una de mis sagas de videojuegos favorita. Mario Kart 64 fue el juego con el que estrené mi Nintendo 64, y uno de los cartuchos de aquella consola a los que más provecho saqué. Pero Double Dash me pareció algo flojo, y al Mario Kart de Wii creo que le faltaba algo de chispa, no era mal juego pero creo que jugué a él principalmente cuando quedaba con amigos para quedadas de videojuegos. Muy divertido sin duda, pero es sintomático que no lo reseñase en el blog, tanto como el hecho de que tenga aún muchos personajes bloqueados.
Ahora bien, este Mario Kart 8 es otra cosa. Gracias a la inclusión del modo online un sólo jugador puede disfrutarlo muchas, muchas horas. Su modo multijugador es, no obstante, discutible. Cierto que podemos configurar hasta el infinito las copas que creemos, pero los modos de juego se limitan a carreras individuales o campeonatos y al modo batalla. Las carreras funcionan bien y nunca he notado lag o retraso alguno, aunque en el sentido más puro del juego diré que la asignación de los items es muy mejorable. Sin embargo el modo batalla se antoja raro, funciona bien cuando hay muchos competidores, pero bastante mal cuando juegan pocos y los escenarios están medio vacíos... y sobre todo estos escenarios son erróneos, se acondicionan para las batallas los escenarios de carreras cuando lo natural sería recuperar escenarios específicos para ellas como hacían muchos de los juegos anteriores de la franquicia. Y al margen de batalla y carrera, no hay más modos de juego, se me antojan escasos.
Para un jugador la variedad tampoco es muy grande: campeonatos de 4 carreras y modo contrarreloj. Las campeonatos son los de toda la vida, tenemos 4 campeonatos con 4 circuitos nuevos cada uno de ellos, y otros 4 con circuitos clásicos de entregas anteriores (a ellos se pueden sumar 4 copas más por DLC). El modo contrarreloj es muy bueno con la inclusión de fantasmas via online. Pero nuevamente la cantidad de modos de juego parece pequeña.
En cuanto a las carreras en si, espectaculares. La sensación de velocidad es perfecta (espectacular en ese inesperado modo que añadieron a posteriori de 200 cc), y el juego en todo momento se muestra fluido. La gravedad se ha añadido como elemento para dar espectacularidad visual, porque verdaderamente no afecta durante las carreras más allá de cambiar el efecto de los choques por un minturbo. Los diseños de escenarios son muy variados, con las clásicas temáticas de la saga, pero siempre con sus pequeñas variaciones y con algunas curvas muy buenas. No me parece que el juego sobresalga en todos sus circuitos, hay algunos muy potentes pero la mayoría suelen ser bastante genéricos dentro de lo que es la estética que la saga ya ha construido y en la cual las variaciones suelen ser escasas. A nivel de personajes si tenemos muchos, una treintena, con además tropocientas opciones para elegir entre karts-motos, ruedas y ala deltas... jugablemente las opciones son inmensas pero visualmente creo que hace mucho que esta franquicia perdió el norte a la hora de añadir "babys", versiones metalizadas y a algunos enemigos sin carisma; creo que sobran más de la mitad de los personajes. En todo caso, gustos a parte, visualmente el juego es una gozada, todo un espectaculo para los ojos por esa mezcla de velocidad y ese diseño tan pulido del estilo de la franquicia. Y si visualmente es una maravilla, en lo sonoro no se queda a la zaga, con ese rock-jazz ligero que en ocasiones se alterna con piezas grandilocuentemente orquestales; desde los Galaxy el nivel musical de los Mario es poco menos que perfecto.
Así pues, tenemos un juego larguísimo repleto de contenido (aunque algún escenario o personaje se me haga repetitivo), le fata algún modo de juego y las batallas podrían ser mejorables, pero el modo online alarga lo indecible la durabilidad del título. El juego es una delicia para los sentidos y sobra decir que, como buen Mario Kart, es sinónimo de diversión. No es que sea un juego recomendable, es que debería estar penado tener una WiiU y no tener este juego.

lunes, agosto 03, 2015

Gigante menor

Super Mario 3D World

3D World, como su nombre da a presuponer, es la continuación del magnífico "3D Land" de 3DS (ver reseña). La etiqueta de 3D queda un poco ridícula en este juego pues carece del efecto tridimensional de la portátil, pero el nombre en todo caso nos indica un poco ante que "subsaga" de Mario nos encontramos. Escenarios 3D, pero pequeños y con relativamente pocos elementos a explorar. Jugabilidad practicamente 2D y desarrollo rápido. Es un juego de portátil en sobremesa, diseñado en base a unas partidas rápidas y frenéticas que adquieren en sobremesa una nueva dimensión al permitir jugar a cuatro jugadores simultaneamente en lo que es la modalidad estrella de juego (aunque no por ello el modo para un jugador deja de ser muy sólido).
En el argumento esta vez tenemos una gran novedad... pues ¡Peach no ha sido secuestrada! En su lugar Bowser ha capturado por alguna razón a un puñado de hadas ultragenéricas -simpáticas, pero que no importan a nadie-, Mario, en compañía de Luigi, Peach y un Toad genérico partirán a la aventura para rescatarlas. La jugabilidad con cada uno de ellos es distinta, siendo pequeñas modificaciones sobre un patrón genérico que sería Mario y que se traducen en que Luigi salta más pero menos controlable, Toad corre más pero salta menos, Peach consigue planear durante unos segundos... pequeñas modificaciones que no obstante hacen el juego muy distinto en ocasiones debido a la estudiado de su diseño de niveles. Podemos jugar con cualquiera de estos personajes, pero el mayor aliciente, y el punto hacia el que ha sido diseñado el juego en verdad, es el juego cooperativo a 4 manos. Los mundos son pequeños y lineales, y la cámara apenas se puede controlar, con la idea de tener un encuadre fijo que permita jugar a cuatro jugadores (si alguno se aleja demasiado se convierte en una burbuja y vuelve, siempre que el alejamiento no se deba a que se ha caído por barranco o el scroll va a acabar con él).
Entraríamos aquí en el diseño de niveles, donde creo que se pueden encontrar al mismo tiempo las mayores virtudes y pegas del juego. Jugablemente los mundos son una maravilla, especialmente cuando superamos la primera mitad del juego y afrontamos los niveles verdaderamente difíciles. El control del juego es muy simple y se limita a un botón de salto, otro de disparo/correr y otro de agacharse, pero el juego consigue explotarlo en todos los sentidos y poco a pocos damos cuenta de que podemos realizar la mayoría de las acciones clásicas de los Marios tridimensionales, así como de las habilidades que nos otorgan los nuevos trajes, el juego no te dice nada... pero te lo enseña. Eso es diseño. 
Y el problema es que ese diseño, que te plantea en cada pantalla un mundo completamente nuevo (la mayoría de ellos reciclan las ideas populares del universo Mario, pero lo hacen siempre con algun detallito nuevo, y luego directamente hay algunos que añaden nuevas ideas al imaginario colectivo del fontanero), se antoja demasiado corto. Cada mundo es distinto a los anteriores, y eso significa también que el juego se repite muy poco (aunque en las últimas fases trampea algo en ese sentido al reciclar niveles para ofrecer una versión más complicada de estos), y hay ideas muy buenas que no terminan de ser explotadas (en este sentido es de agradecer el juego del Capitán Toad, pues sus fases -así como las de desafíos frenéticos- son una novedad muy refrescante dentro de la serie).
El juego esta enfocado, como he dicho, hacia partidas cortas, eso significa que los niveles se pueden completar en un par de minutos, y ello conlleva que si alguno de ellos tiene una idea que nos gusta mucho apenas volveremos a verla. El juego te deja demasiado con ganas de más, uno tiene la sensación de que sólo te enseña las posibilidades y no llega a desarrollarlas en todo su esplendor. Algo parecido pasa con los trajes, donde casi podemos decir que hay demasiados, y eso se traduce en que las habilidades de estos no terminan de estar bien explotadas. Con excepción del Mario-gato y las cerezas, omnipresentes en la promoción, da un poco la sensación de que algunos trajes están casi de relleno y -salvo los trajes de cañones de luz o de bombas- no aportan demasiado jugablemente al juego (y es una pena porque algunos como el de Goomba podrían ser muy aprovechables).
Visualmente el juego es una delicia, no hay grandes alardes técnicos, y los mundos son pequeños, pero sencillamente el juego es muy bonito. No hay grandes texturas ni efectos de iluminación, pero el paso a la alta definición es más que resultón y el juego demuestra que lo importante al final siempre es el diseño artístico, y de eso este juego anda más que sobrado, con algunos mundos realmente imaginativos y con la enésima vuelta de tuerca a unos diseños que no dejan de resultar simpáticos en ningún momento.
Y si gráficamente el juego es una delicia, sonoramente es una maravilla. Ese estilo de orquesta de jazz que se ha impuesto en los juegos de la franquicia da una muestra de poderío, con una interpretación maravillosa de todos los temas clásicos y la inclusión de alguno nuevo. La única pega en este sentido vendría porque escuchar al pobre Charles Martinet maullar puede ser algo traumático (Ninty, deja de esclavizar a este viejecito).
Técnicamente la única pega que le pondría al juego es que su control es algo simple. Se desaprovechan demasiados botones y no me gusta que tengamos un botón para correr cuando hay palancas analógicas para ello... pero el juego es compatible con el Wiimote y puede ser jugado con un control prácticamente de NES en un claro deseo de no complicar la accesibilidad, así que en este sentido tampoco me quejaría mucho. La pantalla táctil del mando de WiiU y su micrófono se usan en un par de pantallas, su uso es prácticamente anecdótico y en verdad me sorprende pues estas pantallas requieren el mando principal (extraño, habida cuenta de la libertad de mandos que ofrece el juego)
Estela es el personaje secreto del juego en una muestra más de su popularidad. No me quejo, me gusta, y viendo como crea Nintendo personajes para la franquicia es todo un avance frente a Waluigis.
El juego es fácil en su primera mitad, negarlo sería ridículo. En los últimos mundos sube algo la dificultad, y en los mundos extra (que casi alcanzan en número a los iniciales) alcanza unos niveles de crueldad destacables, encontrando aquí los jugadores veteranos el verdadero reto del juego. No obstante, salvo en algunas fases puntuales, alcanzar la bandera no es complicado y el reto viene dado por hacerlo consiguiendo todos los retos extras y con los cinco personajes seleccionables. Aquí es donde nace la duración del juego, que se puede terminar en unas pocas horas, pero que para completarlo requiere decenas y decenas de horas. Hay también que decir que algunos items facilitan demasiado la aventura, siendo Mario-Gato y Mario-Mapache demasiado poderosos.
Es un muy buen juego, absolutamente recomendable para los poseedores de una WiiU. No obstante, uno puede evitar sentir que se trata de un juego menor. Un juego menor dentro de la franquicia Mario no deja de ser un juego colosal, pero la impresión de que el segundo 3D Land de 3DS cambió de consola y se transformó en este juego está ahí, y uno no puede evitar pensar que Mario puede dar algo más de si tras los monstruosos juegos de Wii.

viernes, enero 11, 2013

El mapache que salta hacia tu corazón


Super Mario 3DLand

3DLand es un juego 3D que se juega como un juego 2D. No es como esas pantallas de los Galaxy 2D o como esas pantallas retro que los Mario tridimensionales llevan mostrando desde Sunshine... es un juego enteramente 3D con una jugabilidad 2D. Podemos esquivar hacia los lados y explorar ligeramente, pero seguimos un recorrido cuasi bidimensional. Y funciona bien, sorprendentemente bien.
En unos primeros minutos el juego decepciona, pues su estética claramente Galaxy invita a esperar más. Las fases son cortas y lineales, el control tiene tan pocos botones que las acciones que podemos realizar se antojan escasas, los desafíos parecen escasos. El juego parece  claramente desaprovechado, como una mera utilización de los elementos de la saga de Wii a una menor escala. Poco a poco comienzan a aparecer nuevos elementos jugables, nuevas ideas o una reinterpretación de las antiguas que añaden un poco más de brillo a la deslumbrante figura del gran fontanero de Nintendo (aunque hay que decir que, por muy esperado que fuera el retorno del mapache, es un power-up demasiado poderoso). El juego mejora entonces, pero el desafío continua siendo pequeño y las fases demasiado cortas. Aparecen entonces las tres dimensiones, no para tirar al juego manchas de tinta o disparar las clásicas bombas... aparecen para tender trampas visuales; la tan promocionada tercera dimensión de la consola aparece como un elemento jugable, un plus fuera del alcance Mario Galaxy. Y poco a poco el juego va juntando elementos y combinándolos, aumentando su dificultad considerablemente en su segunda vuelta (una segunda vuelta en la que aparecen 8 mundos nuevos con 5 fases cada una... algunas modificaciones más complejas de los mundos originales, pero un porcentaje importante de ellas son fases completamente nuevas). Y para entonces el juego ya te ha enganchado completamente.
Es un Mario que se juega rápido, como ningún otro Mario hasta la fecha este es un juego portátil, las pantallas son cortas, y de hecho uno de los grandes alicientes que presenta para ser rejugado es comparar tus tiempos con aquellos que te cruzas por la calle. El juego es 3D, pero el desarrollo es pasillero y hay muy pocos mundos que presenten una explanada. Acabar los mundos es sencillo, las monedas extra tampoco están especialmente escondida normalmente y el desafío suele ser conseguirlas no encontrarlas. La dificultad del juego es muy baja en su primera mitad, pero tras completarlo aumenta de sobremanera con los nuevos mundos, mundos para los que dispondremos también en ese momento del gran Luigi. No es el Mario más largo o difícil de la historia, pero dista también de ser un Mario corto o fácil.
La superguía deja paso al Mapache-Estrella-Infinito... algo así como el T100 del universo Mario
Visualmente es una gozada. Nintendo ha encontrado una estética poco menos que perfecta para Mario plagada de colorido que resulta muy agradable para la vista (junto al simpático sentido del humor de la saga forman un tandem encantador). Tecnicamente el juego aprovecha la 3DS no sólo para presentar unos polígonos muy redondeados y bonitos, sino para mostrar trucos de enfoque y perspectiva que te obligan a activar esta característica de la consola y a jugar teniendolo en cuenta. En este punto hay que ovacionar a los diseñadores de Nintendo por su aprovechamiento de las características de la consola para la parte "juego" de la palabra "videojuego". El control funciona también como el 3D y es sencillo como él solo, el manejo a Mario en ningún momento supondrá un problema; y la cámara, fija, funciona como es previsible a las mil maravillas, sólo engañándonos cuando el juego presenta sus trampas tridimensionales.
¿Recomendable? Claro. Es un Mario, y si esto es garantía de calidad es porque todos sus juegos suelen estar muy trabajados. Y este Mario no desmerece a sus predecesores, es más, agranda un poco más la leyenda del mayor mito de los videojuegos al obligar a pensar al jugador en otra dimensión más. Las partidas iniciales puedes parecer cortas y sencillas, casi tutoriales... pero poco a poco el juego gana en profundidad y sus desafios ganan en variedad y dificultad. No es un Mario revolucionario, y creo que en una segunda parte deberían añadir un poco más de exploración a sus escenarios... pero es un grandísimo y adictivo juego.

miércoles, diciembre 28, 2011

Empequeñeciendo un gigante...

Mario y Luigi: viaje al centro de Bowser

La saga Paper Mario es, sin duda, uno de los mejores legados de aquella lejana era n64 en la que Mario se expandió aún más en los diversos géneros de los videojuegos. Aunque ya había existido un Mario RPG en Super Nintendo, nació entonces una saga curiosa, evidentemente rolera, pero dotada de un particular grafismo, un gran sentido del humor y unas batallas por turnos en las que cada ataque era un pequeño juego. A falta de probar la discutida entrega de Wii, tanto el “Paper mario” original como su secuela “la puerta milenaria” me parecen dos joyas; y a la espera de catar el apetecible “Paper Mario” de 3DS, y mientras rezo porque ese rumor de “Paper Zelda” sea cierto, he podido al fin jugar en profundida uno de los “Mario & Luigi”, que creo que pueden catalogarse sin temor a la equivocación como una versión portátil de las papiropléxicas aventuras del orondo fontanero bigotudo.


Y mi sensación es la decepción. "Mario y Luigi: viaje al centro de Bowser" no es un mal juego, pero tampoco es un gran juego... y es una pena porque podía haber sido muy grande. La historia, si es que hace falta hacer referencia a ella, es muy simple; el malvado Gravitroviz (poseedor de una de las voces más enervantes de la historia de los videojuegos) quiere conquistar el Reino Champiñón, el mundo, el universo y todas esas cosas, para ello engaña a Bowser vendiéndole un aparato que hace que aspire medio reino mientras aprovecha para robarle su castillo y sus esbirros. El jugador tendrá que, controlando a Bowser, recuperar el basto imperio del mal que el buen lagarto ha ido consiguiendo a lo largo de todos sus años de infructuosa maldad... contando con el apoyo de Mario y Luigi, que han sido aspirados y están dentro de su cuerpo, donde podrán potenciar las habilidades del gran saurio o solucionar los problemas que acontezcan en su particular cuerpo.

La saga "Paper Mario" me gusta tanto, y la idea de un "viaje alucinante" dentro de Bowser es tan grande que durante mucho tiempo había deseado jugar a este juego y sólo su precio me lo había impedido. Sin embargo al fin he podido hacerlo, y sencillamente el juego no ha estado a la altura de mis altas espectativas. El juego tiene grandes ideas... pero no termina de explotarlas bien. La parte de aventura de Bowser es muy sencillita, no hay grandes puzles y no hay que hablar con nadie... todo se basa sencillamente en "ir palante" con nuestro buen dinosaurio y destruirlo todo... y aunque manejar a Bowser es una gozada y el saurio destila carisma por los cuatro costados, el ritmo del juego es también muy lento en la primera mitad de la aventura, siendo interrumpidos continuamente con diálogos o explicaciones superfluas. En la segunda mitad de la aventura, cuando todo esta presentado, todo gana en agilidad y el juego gana en líneas generales muchos enteros. Algo parecido pasa con la parte de Mario y Luigi, en ocasiones son solo minijuegos y funcionan bien, pero en otras son pequeñas fases de exploración bidimensional y aquí volvemos a encontrar el problema de un ritmo entrecortado por pequeñas animaciones que pretenden ser graciosas y una dificultad bastante baja.



Tengo la sensación de que este juego adolece de ser demasiado asequible; la dificultad no es demasiado alta, el avance es sencillo y lineal, y la mayoria de las pruebas o desafios son cortos (como pensados para una partida en el metro). La aventura no dura mucho más de unas 20 horas, en las cuales no hay grandes retos, y tras las cuales hay algunos minijuegos y sidequest pendientes... que particularmente no he tenido ganas de hacer. No pido que este juego sea un Fire Emblem, pero espero que no sea un Kirby.

Tecnicamente es una gozada, el juego presenta la paleta de colores y contrastes típicos de la saga, con unos diseños magníficos que pegan a la perfección con el estilo desenfadado de la altura. Sin embargo las voces no me han gustado, la del malo es horrible, y al pobre Charles Martinet le han metido frases muy largas que no me gustan por el simple hecho de que pasan de los gritos ocasiones y requieren para ellas pequeñas escenas que pausan el juego.

En definitiva un juego que, si bien no es malo, tampoco es la pequeña obra maestra que a tenor de los precedentes y las críticas esperaba encontrar. Disfrutable, pero no imprescindible.

viernes, junio 17, 2011

New Super Mario Bros Wii

Bajo este espectacular compendio de sufijos y prefijos (y miedo da la entrega de Wii-U) se encuentra uno de los grandes pelotazos de Wii. Es un juego que a nivel de "prensa" me resulta curioso pues se le ha tildado de continuista y de no aportar nada... extraño en un mundo en el que cada año tenemos un FIFA (2 si es año de mundial), un Call of Duty (¿Por cúal van ya? ¿el 8?) o la enésima versión de cada franquicia (o un remake o un reboot). Es curioso que una industria en la que la originalidad brilla cada vez más por su ausencia maltrate un juego por ser continuista o fiel a sus origenes... y verdaderamente tampoco tenemos Marios 2D todos los días (ni tampoco Marios 3D, todo sea dicho). Y es curioso que se critique a este juego... y no lo digo ya por su falta de originalidad o porque no sea un despliegue monstruoso de efectos lumínicos... es curioso que se le critique porque como juego sencillamente es muy bueno. Podrá ser más o menos difícil, podra sorprender o podra parecer más de lo mismo... pero lo cierto es que tiene un diseño de niveles magnífico y una jugabilidad pasmosa. Es un juego que hace lo primordial que tiene que hacer un juego... incitarte a jugar, a superar pequeños retos y divertirte mientras lo haces.
Bueno, después de esta pequeña crítica a un sector que me parece cada vez más viciado, la reseña del juego en si:

NO HACE FALTA RESEÑA

"New Super Mario Bros Wii" incluye en su título "Super Mario Bros"... creo que no debe haber nadie que juegue videojuegos y que no sepa lo que significan estas 3 palabras. Todos sabemos lo que es un "Tetris", un "Pac-man" o un "Space Invaders". Y todos sabemos lo que es un "Mario". El orondo fontanero de Nintendo es el equivalente a Mickey Mouse o Darth Vader de los videojuegos, es un icono que trasciende el arte en el que tiene su origen para ser parte de la cultura misma de nuestra sociedad. Y este título de Mario es una vuelta a los orígenes, un glorioso plataformas 2D donde debemos avanzar hacia la derecha mientras saltamos sobre setas y tortugas (porque cuando jugabamos a Mario -al menos yo- los goomba eran setas y ya esta, y como mucho llamabamos al malo "Kuupa" y ya esta). En aquellos tiempos en los que jugabamos a la NES en la casa del vecino (yo tenía la Master System, he aquí un traidor que cambió de bando) ni mirábamos pixels, ni analizabamos el diseño artístico del juego, ni la música (esa la tatareabamos, que es mucho más de lo que puede decir cualquier juego actual) ni nada... jugabamos y punto. Y eso es lo que es este juego, un Mario en el más nostálgico y glorioso sentido.

Por fin regresan los siete hijos de Bowser (o lo que sean... que recordemos que el rey Koopa quiere casarse con Peach). Aunque sigue saliendo... ¿quién no odia a Bowsy? (el peor personaje de la franquicia hasta que Nintendo se saque de la manga a Wabowser... o peor aún Wabowsy).

Naturalmente hay cosas que han cambiado. La diversidad de este juego es mucho mayor y bebe de lo que ha sido toda la franquicia además de añadir un par de cosas nuevas. Por supuesto seguimos teniendo las clásicas ambientaciones de la franquicia (bosques, desiertos, setas gigantes, mares, castillos, alcantarillas, volcanes...), y todos ellos con cuerdas, muelles, plataformas móviles, plataformas que se caen o se contraen, vagonetas que se mueven, scrolles que avanzan inexorablemente hacia la derecha o hacia arriba, Yoshis.... y enemigos de todo tipo. El juego sorprende y al mismo tiempo no sorprende... pues todos los elementos parecen inherentes a Mario y clásicos de sus juegos, pero hay tantos de ellos que siempre se encuentran combinaciones interesantes entre ellos y se conforman fases originales y muy divertidas.
El gran aliciente de esta entrega es el multiplayer. ¿Un plataformas multijugador? Raro suena. Pero si hay algo en lo que la Gran N destaca es en los multiplayer, y aquí salte triunfante como era de esperar. Lo he jugado muy poco en compañía (y también hace bastante), pero resulta original y divertido como un buen Mario Kart o un Smash Bros. Ya sea en modo cooperativa o competitivo, el diseño de los niveles y la simple jugabilidad de la franquicia te dejan hacer virgerias ya sea para ayudar a tus compañeros como para putearles y conseguir una mejor puntuación. Tengo ganas de explorar un poco más esta vertiente del juego, pues todo lo que se oye de ella es buena y un par de buenos amigos mios me lo han confirmado de primera mano.

Mario-Pingüino mola, es gracioso y todo eso... pero no es Mario-Mapache, para que engañarnos (esperando ya el juego de la 3DS)

Luego llegan las habilidades nuevas de Mario, y tengo que mencionarlas porque no me gustan demasiado. ¿Lanzar bolas de hielo en lugar de las de fuego para congelar a los enemigos? Perfecto. El problema es que Mario-Linux hace lo mismo, y además no patina en la nieve o el hielo, y además nada muchísimo mejor... el diseño será gracioso y todo lo demás, pero tiene tantas habilidades que le resta dificultad al juego. Y el Mario-coptero tres cuartos de lo mismo; el reto para alargar la vida del juego son las medallas... algunas se consiguen por medio de saltos que hay que ajustar a la perfección... a no ser que tengas este traje en cuyo caso solo tienes que agitar el wiimote. A mi modo de ver los trajes nuevos resultan demasiado poderosos, proporcionan algunos buenos momentos pero creo que quitán más de lo que dan. Facilitan demasiado el juego.
Los trajes nuevos nos llevan a la dificultad. No es un juego especialmente dificil. En algunas fases se muere y no es que sea un paseo como puede ser por ejemplo Kirby Epic Yarn (reseña relativamente inminente, pero viendo el último juego de Kirby (ver reseña), y el de Good Feel (ver reseña) parece claro que no va a ser una oda a la precisión del movimiento de pulgares), pero hay vidas de sobra y con un poco de practica podemos terminar el juego sin demasiad dificultad. Completarlo ya es otra cosa, hay tres medallas por fase y unas 8 fases por mundo, habiendo 8 mundos eso según la calculadora de Windows nos da un total de 192 medallas (redondeemos a 200) a las que sumar 24 más del mundo extra. Algunas son fáciles, algunas son fáciles pero una vez que le ves el truco.... pero algunas son chungas o estan muy bien escondidas. Yo tengo que admitir aquí que no me he conseguido todas las del mundo extra aún, pero los mundos de hielo me sacan de quicio y me parece que voy a dejar apartado de momento el juego.
Todo ello, junto con el modo multijugador, creo que consigue que la vida del juego sea bastante larga. La aventura puede estar de las 20 a las 40 horas, y el multiplayer pues ya depende de lo que triunfe el juego en el grupo de jugadores con los que uno suela reunirse. Particularmente en este sentido no tengo ninguna queja y creo que el juego es una buena inversión.

Evidentemente Midna, Zelda y Samus es chungo... pero no pasaría nada porque Estela apareciera en este juego. No es necesario que lleguemos al despiporre de Sonic y sus interminables secundarios, pero eso de que el player 3 y 4 sean Toad (podía ser peor, podían ser Mii pero... un momento... no... ouh!)

El control es tipo NES, cruceta, boton de salto y botón de disparar-correr. Simple y efectivo. Sólo se usa el control de movimiento para hacer un ataque torbellino que nos permite mantenernos en el aire, mover la helice de Mario-cóptero o mover algunas plaformas que leen la inclinación del mando. Como curiosidad este juego hace un gran uso del altavoz del mando, una característica muy simple que le da un toque simpático al juego y que no se usa en muchos más.
Tecnicamente es... pues un plataformas 2D relativamente simple. Algunas plataformas y escenarios móviles y algún que otro efecto de lava constituyen los mayores desafios para el hardware de Wii. Es bonito y resulton, con es colorido brillante y lleno de contrastes clásico del universo del fontanero. No voy a decir que es un juego espectacular para la vista, pero tampoco creo que sea una cutrez gráfica ni que a nadie le vayan a sangrar los ojos por jugarlo. Muy resultón.
¿Recomendable? El día que un Mario Bros deje de ser recomendable será cuando definitivamente los videojuegos habran dejado de ser ese ENTRETENIMIENTO que conocí a finales de los 80 - principios de los 90 y se habrán convertido definifivamente en una industria o un arte... rezando porque no llegue ese día.

domingo, marzo 27, 2011

Épica amable

Paper Mario

Cuando aquella grandísima consola que fue la nintendo 64 estaba muriendo yo ya me había desenganchado algo del mundillo y perdí la oportunidad de jugar este juego que, siendo francos, tampoco me interesaba demasiado. Pasaron los años y tampoco jugue a su secuela en Gamecube, pero un amigo me lo dejo para Wii y entonces descubrí el brutal potencial de esta serie. "La puerta milenaria" se convirtió quizás en mi juego favorito de Gamecube, y desde entonces tuve la decisión de jugar a su predecesor (que además en los comentarios de aquella reseña se me comentaba la gran calidad de este, y otros blogueros como Cid han incidido en esa misma opinión). Por fin, gracias a la consola virtual, puedo emitir mi propio juicio sobre la primera aventura "de papel" del más mítico fontanero de la historia, y mi valoración del juego no es otra que la que veo que es la general: es una pequeña obra maestra.
Paper es un juego de "rol light". El juego ofrece muchas opciones, pero no llega al nivel de refinamiento y posibilidades infinitas que puede ofrecer un juego moderno como Strange Journey o Dragon Quest IX (aún no reseñado en el blog). El sistema de juego fue un pelín depurado en su secuela, y en este juego no encontraremos ni "público" ni algunas de las opciones del acompañante que si existían en la Puerta Milenaria.
Basicamente el juego consiste en ir avanzando con Mario a través de los diversos escenarios, explorando estos y resolviendo un gran puzle que nos permitirá acceder a la mazmorra de cada mundo, dond encontraremos más puzles y enemigos hasta llegar a un gran enemigo final. Y recorreremos el mundo y pelearemos en compañía de un aliado (teniendo ocho a elegir y pudiendo cambiarlo entre estos siempre que queramos). En las batallas nos encontramos con un juego de rol por turnos, donde podemos usar a Mario para realizar un ataque de salto o de martillo, así como la utilización de un objeto o de los distintos poderes estaleres que iremos consiguiendo a lo largo de la aventura. Junto a Mario, como he comentado, un acompañante, con de dos a cuatro ataques muy distintos entre los distintos acompañantes. Tenemos puntos de vida y de magia, así como experiencia. También tenemos "medallas" que modifican los atributos de Mario. Todo ello, unido a unos enemigos bastante variados contra los que no vale sólo la fuerza bruta confieren una profundidad al juego mayor de la que en un principio podría parecer. No es un juego particularmente difícil (en su secuela los chicos de Inteligent Systems fueron mucho más duros), pero no es un juego que podamos pasarnos pulsando unicamente el botón A. Hay que pensar, pero el juego esta muy bien diseñado y tanto las diversas situaciones como la curva de dificultan educan al jugador perfectamente.
El diseño del juego me parece grandioso. Primero, porque es más importante, hablare de las situaciones, que consiguen ser distintas y sorprendentes en cada mundo. Las mazmorras tienen sus puzles que las diferencian, pero es en los mundos en lso que se ubican, en las pruebas anteriores, donde el diseño me parece más notable pues antes de encontrar una mazmorra hemos de cumplir una misión para ayudar a los habitantes de esta región, y ya sea explorar una zona encantanda como rescatar a varios yoshis, el juego no repite esquemas y es bastante variado. El diseño de niveles no es tan rebuscado como en otros juegos, pero nos obliga a usar todas las habilidades de nuestros acompañantes y plantea algunos acertijos muy buenos.
Graficamente es una gozada. Es un juego con 10 años ya, pero el tiempo no pasa por él. Naturalmente se podría hacer con polígonos más redondeados y con sprites más definidos (como de hecho se hizo con la Puerta Milenaria), pero la particular estética de personajes 2D sobre escenarios 3D, con esas pegatinas que se mueven sobre escenarios de papel que se pliegan y doblan me parece prodigiosa. Pasaran años y los juegos actuales se quedaran desfasados, pero el diseño de este juego destila simple magia. Cuando se juega, se ve un cuento, un cuento colorido cargado de creatividad y simpatia.
Y la magia del juego es rubricada por su argumento, más simple que el mecanismo de un botijo. Por increible que pueda parecer, Peach es secuestrada y Mario tiene que rescatarla. Sorpesas ninguna, pero el desarrollo de la historia es una gozada con decenas de secundarios simpáticos y divertidos y unos villanos sin maldad alguna pero que son muuuuy malos. Para mi gusto los compañeros no son tan carismáticos como en la secuela, y echo en falta algo más a Luigi, pero para compensarlo Bowser esta a un nivel muy alto.
Tremendamente divertido, este primer "Paper Mario" me parece un juego muy recomendable. Es esta una saga que tiene un "algo" mágico dificil de definir y, aunque al parecer la entrega de Wii es un paso atrás, su anunciada entrega para 3DS es uno de los príncipales motivos que tengo para comprarme esa consola.

martes, febrero 01, 2011

El más revolucionario videojuego

MOMENTO MÍTICO 14 - La estatua de Super Mario 64

Corría el año 1996, el mundo de los videojuegos avanzaba como era costumbre en él, haciendo más grande y más bonito lo que ya conocía. Y entonces apareció un joystick analógico en el centro de un extraño mando con forma de tridente. Y al encender la consola vimos a un Mario cuyo rostro podiamos deformar. Y emprendimos el enésimo rescate de la princesa del reino de los champiñones... y los videojuegos cambiaron.



Mundo 1: El primer mundo. Aquella campiña que parecía inmensa y el ascenso hasta la cima de la montaña para batirte en duelo con la bomba gigante.

Mundo 2: En esta fortaleza -genialmente remakeada en Galaxy 2-, en la que aparecía el peligro de caer al vacio. Fallar los saltos era equivalente a morir.

Mundo 3: Primera inmersión submarina en compañía de una ángila gigantesca.

Mundo 4: Aquellos descensos por toboganes en compañía de pingüinos.

Mundo 5: Los saltos daban paso a una jugabilidad más enfocada a la exploración y los puzles.

Mundo 6: Un extraño mundo, oscuro y agobiante que parecía desentonar con los tonos alegres del juego, pero aquel laberinto era inconfundiblemente una puesta al día de los castillos y alcantarillas que tan clásicos en la saga.

Mundo 7: Lava y volcanes. Ese rodillo, ese puzle de Bowser... y esa lava que lo rodeaba todo con aviesas intenciones para con el trasero de Mario.

Mundo 8: Pirámides y desierto, otro de los grandes clásicos de la serie. Ese interior de pirámide majestuoso era quizás uno de los momentos más potentes visualmente del juego. Y luego además estaba ese buitre que te quitaba la gorra XD.

Mundo 9: El submarino. ¿La única pantalla decepcionante del juego?

Mundo 10: Otro mundo de hielo, quizás no tan impactante y alegre como el primero... aunque la escalada al muñeco gigante era muy divertida y suponía un contrapunto al descenso del mundo 4.

Mundo 11: ¿Que sería de un Mario sin setas?

Mundo 12: ¿Un anticipo del templo del agua del Ocarina?

Mundo 13: Gigante y pequeño al mismo tiempo. Y una infernal carrera contra una tortuga.

Mundo 14: Llegar hasta la cima del reloj.

Mundo 15: Conseguir las 100 monedas.

No me quedaré con ninguno de estos quince mundos, ni con los minimundos, ni con las batallas contra Bowser y las grandiosas fases puramente de saltos que las preceden. Me centrare en un escenario relativamente poco importante del juego (buscando imágenes he descubierto que hay toda una leyenda urbana en torno a la inscripción del monumento): la estatua de piedra.
Corrian los primeros meses del año 1998. Mi n64 llevaba ya muchas horas encima gracias a Mario Kart 64 y a aquel magistral Fifa 98 en cuya portada aparecía Raúl. Sin embargo no sería hasta que metiera el tercer juego que compre para la consola que descubriría para que había sido diseñada aquella consola.
Comencé la aventura. Me movía por torpeza por aquel prado, llevando de un lado a otro el stick con brusquedad y maréandome con la cámara. Experimentaba los mil y un movimientos que Mario era capaz de hacer con sólo tres botones. Me estrellaba contra los árboles, me caía al agual... en una palabra: jugaba. Y entré en el castillo. Y supongo que jugaría las primeras estrellas de una forma bastante patética (no me acuerdo ahora mismo si el juego permitia acceder desde el principio al patio trasero), y al final acabé llegando al patio en cuyo corazón había una estatua de piedra. Y durante 5 o 10 minutos, puede que más, me dedique a lanzarme contra la estatua y a golpearla de todas las formas posibles esperando conseguir la estrella. Miré la estatua, miré el patio. Exploré todos los movimientos de Mario -a buen seguro con torpeza-. Hice mil y una cosas antes de rendirme y volver al interior del castillo. Naturalmente en aquellos momentos fue una retirada estratégica, por supuesto pensaba volver a por esa estrella misteriosa cuando supiera jugar mejor.
Naturalmente aquella estrella no se podía conseguir, pero todavía recuerdo con una sonrisa en la boca aquellos momentos que pase intentándolo. Fue un videojuego repleto de grandes momentos, de grandes ideas que cambiaron para siempre el mundillo... pero para mi toda la grandeza del juego se concentra en la diversión en su forma más pura que me proporcionó durante momentos como aquel.


El próximo momento mítico mostrara lo triste, hermosa, meláncolica e importante que pueden ser la mañana de una partida.

domingo, julio 18, 2010

Perfeccionando la perfección

Super Mario Galaxy 2

Hace un par de años hice una reseña de "Super Mario Galaxy", fue difícil. El primer galaxy era una maravilla a todos los niveles posibles, un juego que tecnicamente era brillante y que ofrecía un espectaculo para la vista y el oído, pero que además era una joya jugable y era una gozada para nuestros pulgares. Aquel Galaxy nos ofrecía decenas de pequeños desafios de todo tipo de naturalezas. Aquel era un juego superlativo que podía mirar cara a cara al mismísimo "Super Mario 64". Esta segunda parte... difícil que pueda parecer, es aún mejor.
Es dificil escribir una reseña de este juego, pues este no es un juego sobre el que se ha de escribir o leer, es un juego tan puro que lo único que cabe con él es jugar.
Los pocos defectos de aquel primer juego han sido practicamente eliminados y sus virtudes potenciadas... y además de propina Nintendo ha incluido algunas muy buenas ideas que elevan las posibilidades del juego hasta casi el infinito. Este juego es más directo, más variado, más intenso, más largo y más espectacular que su predecesor. Es, en definitiva, mejor.
Es un juego que bebe mucho de su predecesor (algo normal si tenemos en cuenta la monstruosidad de obra maestra que era este), pero que ofrece las suficientes diferencias con respecto a este como para poder ser considerado un juego con identidad propia. Lo más obvio sería que ahora todo "es más juego". La libertad de las entregas de 64 y 128 bits se había visto muy reducida en el primer viaje de Mario a la galaxia, y en este casi es inexistente. Hay pequeños secretos que recompensarán al explorador (y el desafio suplementario que son las estrellas verdes requiere una búsqueda conciencuda de los escenarios), pero el juego bebe ahora mucho más de las entregas bidimensionales de las aventuras del fontanero y ahora ofrece unos desafios mucho más directos. Entramos en un mundo e inmediatamente sabemos lo que tenemos que hacer, y no hay más camino que recorrer que uno que se alza ante nosotros y que esta plagado de pequeños desafios que hemos de superar. La naturaleza de estas pruebas incluye desafios cronometrados, carreras, batallas contra monstruos, recolección de objetos, exploración y muchas más variantes que constituyen todas ellas diversos tipos de pruebas de habilidad.
La dificultad del juego ha aumentado. No es un juego imposible y, salvo alguna que otra estrella puntual, todas se pueden conseguir a la primera o tras unos pocos intentos. Pero el juego exige algo más de habilidad y precisión al jugador, y no es un paseo tan sencillo como lo era el primero en algunos momentos. Es un juego fácil de terminar, pero mucho más complicado de acabar. Algunas estrellas secretas o cometas son bastante complicadas, y algunas estrellas verdes suponen un desafio que obliga al jugador a apurar los saltos al límite. El control de la Wii aquí, es impecable. Mario se controla a la perfección tal y como sucedía con la primera entrega, y hay una tanda de nuevos movimientos que vienen de la mano de los nuevos items y de Yoshi. De las habilidades de Mario de la anterior entrega sólo ha caído Mario-Hielo (para mi desgracia sigue estando presentel Mario-muelle, aunque se presencia es muy pequeña), y en su lugar aparecen nuevas transformaciones como el Mario-Roca (que genera juegos más de velocidad, destrucción y pinball) y el Mario-nube (que proporciona a Mario la posibilidad de generar pequeñas plataformas temporales que nos ayudaran a superar los niveles).
El control y los movimientos de Mario y Yoshi son la base de un diseño de escenarios sencillamente antológico. Los escenarios exploran al máximo el control y en muchas ocasiones nos muestran pequeños lugares que parecen innacesibles pero a los que de una u otra forma podemos llegar. Los niveles pueden parecer sencillos, pero ofrecen de una forma inteligente desafios: mostrándonos las estrellas, y ofreciendo también facilmente una ruta que "casi" permite alcanzar el premio pero que nos obliga a pensar en un plus, en un pequeño detalle que tenemos que no es tan obvio. Todo, además, esta enmarcado por ese entorno colorido y alegre de fantasi que tanto caracteriza a los juegos de Nintendo y a ese icono mismo de la cultura popular que es Mario y todo el universo que le rodea. Hay desiertos y hay escenarios nevados, hay mundos de setas y hay volcanes, pero ese Mario es un homenaje en si de Nintendo a sí misma y no se contenta en traernos de vuelta la clásica casa de fantasmas o el más clásico aún castillo de Bowser, hay homenajes a todo el universo mario como la galaxia gigantesca, la senda arco iris digna de Mario Kart, el regreso a los forestanos o un nivel entero que regresa desde los tiempos de la n64. Preciosista como pocos, el despliegue de originalidad y belleza de este juego muestra en cada instante lo que es esa "magia" que la Gran N es capaz de insuflar a sus títulos, esa belleza pura e inocente que nos retrotrae de alguna forma a nuestra infancia y que es la guinda a las sensaciones que transmite este descomunal juego.
De la música poco se puede decir, orquestada como en el caso del juego anterior, muestra todo tipo de ritmos y se adapta perfectamente a cada una de las diversas fases y también a los cambios de ritmo y acción que se dan dentro de estos.
El argumento es una chorrada... Bowser secuestra a Peach por vigesimoctava ocasión (este año) para que le haga un pastel. Y Mario va a rescatarla. Yoshi soportará al bigotudo fontanero italiano. En ocasiones podremos usar a Luigi en lugar de a Mario, pues en esta ocasión las 120 estrellas no dan paso a ellas mismas, como sucedía en la primera entrega, si no que nos dan paso a otras 120 estrellas que se encuentran escondidas a lo largo de los mundos y que nos obligarán a explorar estos; es este un juego bastante más largo que su predecesor.
¿Recomendable? No. Es obligatorio. Si tienes una Wii tienes que jugar este juego, porque es la esencia de los videojuegos y verdaderamente se me ocurren pocos juegos más espectaculares, hermosos, divertidos y puros que este. Y si no tienes una Wii... pues también es casi obligatorio hacerse con una para disfrutar de esta autentica joya con forma de DVD.

domingo, octubre 25, 2009

Audi famam illius

Super Smash Bross Brawl

Han pasado ya más de quince meses desde que me compré esta auténtica maravilla de los videojuegos y, visto que completar "el muro de las lamentaciones" me parece algo poco menos que imposible, creo que escribiré su reseña a fin de evitar que se transforme en un Twilight Princess 2, cuya reseña aún no he escrito y a decir verdad ya dudo que lo haga algún día.
Y ante nosotros tenemos una de las joyas de la corona de la Wii. Para mi gusto no es el mejor juego de la consola, ese lugar se lo disputan "Mario Galaxy" y "Fire Emblem", pero se coloca en un muy digno segundo escalón peleando por el tercer lugar del podium con monstruos como Zelda, Metroid o el gran "Little King´s story". La saga Smash se compone ya de tres entregas, y en la mejor tradición de los Mario Kart, aparece una por consola de sobremesa de Nintendo a fin de proporcionar a sus usuarios un arcade paródico de lucha que tiene la diversión por bandera. La serie nació en la gran Nintendo 64 con una entrega divertida pero quizás poco ambiciosa (8+4 luchadores), en Gamecube la serie se consagró con una brutal segunda parte con más de veinte luchadores, eventos, modo-historia, trofeos y multitud de alicientes que no sólo lo convertían en un juego aún más divertido, si no en una pequeña enciclopedia de la historia de la gran N. Esta tercera entrega ha ahondado más en ese aspecto, a los más de 35 luchadores se unen los ayudantes, los golpes especiales, infinidad de escenarios y una colección de pegatinas, trofeos y músicas sencillamente apabullante.
La mecanica del juego es la que ya se consolidó en su primera entrega. Un escenario (he de decir como punto en contra que en esta entrega han empeorado bastante y se suelen restringir a un patrón de plataformas bastante simple) y hasta un máximo de cuatro contendientes que lucharan por expulsarse los unos a los otros de este, siendo más sencillo cuantos más golpes haya recibido el luchador. Tenemos nuevos pokemon y nuevos objetos que irrumpen en la batalla, pero la gran novedad en esta entrega es la presencia de los "ayudantes" y la bola Smash. Los ayudantes son personajes de la historia de Nintendo que no tienen el peso suficiente como para ser protagonistas y que tienen aquí su oportunidad de lucirse ayudando a nuestros personajes (vemos así a Little Mac de Punch Out, a Waluigi, a los propios Metroids, a Saki Amamiya de Sin & Punishment o hasta a un Nintendog). Estos ayudantes modifican considerablemente la batalla. La otra novedad es la bola "smash" un círculo que aparecera ocasionalmente en la pantalla y que desatara la gran habilidad especial del personaje que consiga romperla. Estas habilidades suelen ser monstruosamente poderosas, aunque también varian mucho de un personaje a otro y hay algunas más o menos poderosas dependiendo de la situación. Los ayudantes condicionan la batalla, como también lo hace la bola, pero lo bueno de esta última es que produce batallas por ella que aumentan aún más el ritmo de la batalla y la locura de las partidas.
Es este un juego que tiene un multijugador que definir como divertido sería quedarse muy poco. Como Mario Kart o Mario Party, esta saga tiene esa jugabilidad tan mágica que Nintendo consigue insuflar a sus sagas multijugador y que convierten cada partida en algo divertido y siempre distinto. Esta entrega cuenta también con un modo de juego on-line, no soy muy seguidor de esta modalidad, pero la de este juego es también algo irregular. El juego no resulta tan fluido como debería y en ocasiones hay parones, lo comprendo pero evidentemente no puedo dejar de decirlo. Soy un jugador más de "single", y en eso este juego cumple de sobra, pero cierto es que su divertido multijugador no funciona también en on-line como en local.
Hablaré ahora de los modos de juego. Sin duda una de las grandes lacras de los juegos de lucha es su brevedad, que normalmente se limita a pasarnos el juego con todos los personajes y poco más. "Brawl" redefine ese término y es algo que pocas veces he visto: un juego de lucha largo. Naturalmente tenemos el modo "arcade" de toda la vida, y junto a este estan los desafios de dianas o los eventos que ya vimos en Melee y que son partidas bajo condiciones muy especiales. Pero en este juego se ha explotado como nunca el modo "Historia", un modo en el que el juego se convierte en un plataformas de lucha con monstruos finales que puede durarnos facilmente unas 10 horas. Basicamente, lo que comienza como un enfrentamiento entre Kirby y Mario se convierte poco a poco en una gigantesca batalla que acaba involucrando a todos los personajes del juego en una odisea épica contra el "Emisario Sub-espacial". Particularmente, adoro este modo de juego. Ciertamente alguna que otra fase puede resultar algo pesada, pero es increible como han conseguido aunar todos los diversos universos nintenderos en uno solo rindiendo tributo a escenarios míticos. Este modo de juego no sólo se vale de Ganon, Bowser y demás villanos como enemigos, si no que incluso rescata secundarios -no jugables- como enemigos finales (caso por ejemplo de Ridley de Metroid). Nintendo no escatimó gastos con esta oda a sí misma y prueba de ello no sólo es la composión de Uematsu para la intro del juego, si no que contrataron a Kazushige Nojima, guionista de celebrados RPG para que ideara una historia para este modo. Realmente lo admiro, multitud de secuencias sin una sola palabra pero que logran capturar el espíritu de los personajes y conseguir finalmente unos grados de épica más que notables.
Y todos estos modos de juego ayudan a confirmar una amplia colección de pegatinas, trofeos y músicas a desbloquear que componen una auténtica enciclopedia de la historia -por la parte que le toca a Nintendo- del videojuego. El máximo exponente de esta parte del juego es lo que yo llamo "el muro de las lamentaciones", un panel gigantesco relleno de desafios a completar (siendo algunos de ellos inmoralmente difíciles.
Hablaré ahora de los distintos personajes que podemos controlar en el juego.
Como no podía ser de otra forma, el universo "Mario" es que más nutre el plantel del juego. Directamente recibimos a Mario, Luigi, Peach y Bowser, y también vinculados a este universo podemos considerar a Wario, Donkey Kong (y por ende Diddy Kong) y a Yoshi. Luigi es quizás un poco clónico de Mario, y verdaderamente nunca he sentido simpatía alguna por Diddy Kong, pero es una selección bastante acertada y además todos los personajes son coherentes con lo que se les presupone. El simio y Wario componen las novedades con respecto a Melee, siendo -por historia- dos personajes que merecían un sitio en esta saga.
Como en Melee, Zelda aporta 4 personajes, y como en Melee, uno es de relleno. Los tiempos del Ocarina estan lejos pero la mejor forma de diferenciar a Zelda de Peach es darle un toque más oscuro y permitir que Sheik siga apareciendo. Link sigue siendo versátil. Ganondorf es algo más lento. Y el Link-niño de Majora es sustituido por una versión "toon" de Wind-Waker. El peso de Zelda en Nintendo es muy grande, pero basicamente sólo tiene tres grandes personajes y creo que ese "Link alternativo" que han metido en las dos últimas entregas podría dar paso a otros personajes como Midna, Skullkid o sencillamente un personaje de otra serie.
Pokemon aporta otros cuatro personajes al plantel. Pikachu y el gran Jigglypuff son dos clásicos de la serie desde su primera entrega, y gracias a Dios hemos dicho adiós a Pichu (por desgracia también a Mewtwo) en favor de otros dos personajes, dos grandes incorporaciones que aportan una jugabilidad muy especial. Lucario es una gozada, un personaje con el que practicamente jugamos al reves ya que cuanto más débil se encuentra más poderoso resulta. El entrenador pokemón aporta una variedad brutal al permitirnos luchar como un verdadero entrenador con los tres pokemon básicos de las entregas Rojo/Azul.
"Smash Bross" es una serie desarrollada por HAL, y eso se nota en el peso que se le ha dado a Kirby en esta entrega. Kirby, una bestia infernal llamada MetaKnight y el mayor peso pesado del cartel en forma de Rey Dedede conforman la aportación de la saga de la bola rosa a la serie. Son personajes muy variados y divertidos, lo que unido al gran éxito de Kirby en Japón les augura una participación casi segura en las siguientes entregas.
La saga Stafox es la siguiente en número de participantes, con tres injustificables personajes. Evidentemente Fox McCloud tiene que estar en la serie, pero ya en Melee no entendía la presencia un clon suyo en forma de Falco y aquí entiendo menos aún que se presente un tercer clon en forma de Wolf. Espero que en futuras entregas busquen a otros personajes de la serie o cedan esas dos plazas a otra franquicia.
La saga Fire Emblem vuelve a aportar dos personajes: Marth e Ike. El primero es el protagonista del primer juego de la serie y parece ya un fijo en la serie, mientras que Ike ocupa el puesto del clon protagonista del juego contemporaneo de la serie y supongo que por desgracia no podremos disfrutar de su carisma ni de su monstruosa fuerza en una futurible nueva entrega.
Ness y Lucas representan a la saga Eathbound, siendo por desgracia dos personajes clónicos. No estoy demasiado familiarizado con la serie, así que solo esperar que en una nueva entrega, caso de repetir dos personajes de la serie, no sean clones.
Metroid aporta un personaje doble. Samus aparece con y sin armadura constituyendo un personaje completamente distinto en cada ocasión. Es una pena que la "soledad" sea tan característica de estos juegos, pues desde luego merecería tener más personajes en esta serie (siendo una queja muy generalizada de los jugadores el hecho de que Ridley siga sin ser jugable).
El carismático Captain Falcon -el Chuck Norris nintendero, no olvidemos- repite en la serie como viene haciendo desde la primera entrega y sigue siendo una gozada manejarlo.
Olimar y los Pikmin debutan como abanderados de esa generación que suposo Gamecube. Personaje harto raro y también bastante distinto de manejar a lo habitual, pero este hecho no deja de ser de agradecer, así como su presencia.
Los Ice Climber repiten en esta entrega, y junto a ellos quizás deberiamos incluir a Pit, de Kid Ikarus. Dos sagas ochenteras de Nintendo que la compañía no parece tener intención de resucitar y cuya presencia en estos juegos siempre reabre debates sobre franquicias muertas y polémicas (es innegable que Nintendo usa esta serie en parte como autopromoción de algunos de sus productos).
R.O.B y Mr.Game & Watch son el homenaje de este juego a los tiempos más antiguos de la compañía. Dos personajes absolutamente bizarros.
Y habló en último lugar de los dos "Guest Starring". Hideo Kojima, gran amigo de Sakurai -director del juego-, rogó a este que el protagonista de la saga Metal Gear apareciera en el juego y así ha sucedido finalmente. Verdaderamente Snake no pinta mucho en un juego de esta "apariencia", y es de todo menos un personaje vinculado a la Gran N, pero es un personaje que ha quedado bastante bien. Y con Snake se abrió la puerta a otros personajes foráneos, y al final entró uno más... pero sin duda el que todos queríamos que entrara. Sonic y Mario por fin se pueden enfrentar a puñetazos en la que constituye la imagen de la grandilocuencia de este magno videojuego.
Tras esta monstruosa parrafada, poco más puedo decir. Un juego tan cuidado a todos los niveles no podía ser otra cosa que un prodigio técnico, y aquí nos encontramos unas animaciones explendidas y un nivel de detalle monstruoso en personajes, items y animaciones. La BSO contiene temas de decenas de videojuegos brillantemente versionados y tiene tal nivel que podemos pasarnos ratos sencillamente oyendo el juego.
El control del juego es curioso, pues ofrece muchas versiones, pero la mejor de todas ellas es seguramente la que usa el mando de la Gamecube.
Un juego superlativo. Un homenaje a los propios videojuegos que constituye un impresicindible como pocos de Wii