domingo, noviembre 30, 2008

Todo lo que hemos visto es nada

One Piece 524 - Nada puede pararlo ya

Es curioso como puede resultar tan grandioso un episodio tan menor de la serie. En este capítulo no sucede absolutamente nada, podrían calificarse incluso como 19 páginas de fanservice puro y duro. No obstante, este capítulo es muy distinto a episodios como el 440 u otros en los que se nos muestra como el mundo reacciona ante las acciones de los mugiwara; esos suelen ser episodios de cierre, de conclusiones, estos son episodios de preámbulo. Oda esta colocando las piezas que ha ido presentando a lo largo de 500 capítulos y nos está preparando para el, resulta obvio ya, gran punto de inflexión de la serie. Nos encontramos justo en la calma que precede a la tormenta. Ambos bandos, Marines y Piratas se preparan para una batalla en la que lo que menos importa ya es la vida de Portgas D Ace. La gran batalla de One Piece se acerca. En seis días -tiempo de manga- se escribirá el epílogo de la Era de Barbablanca, Roger, Sengoku y Garp y se escribirá el primer capítulo de la de Luffy. La antigua generación dará el relevo a la nueva tras un periodo de transición que seguramente vaya de la muerte de Roger a la de Newgate. Los tres poderes se van a enfrentar al fin y el mundo va a quedar desastabilizado. Que gane Barbablanca es poco probable. Que lo haga la Marina factible, y quizás hasta necesario para el devenir de la serie en el futuro. Pero habrá numerosas bajas -dentro del estilo de One Piece- por ambos bandos, y las acciones de Shanks y algunos Shichibukais aún son muy inciertas. Y aún tenemos a Dragon como posible jugador.
Pero habrá tiempo de sobra para especular, así que de momento podemos deleitarnos con las maravillas que el maestro Oda nos ha regalado en este capítulo.
Lo primero, cronologicamente y casi moralmente son, claro esta, los protagonistas. Al fin se ha revelado el destino de cada uno de los compañeros de Luffy. Tengo que decir aquí que me siento algo decepcionado; hay algunos destinos sencillamente increibles pero otros bastante tradicionales y cuasi tópicos. Así, como no me gustaron de sobremanera las islas de Nami y Franky a pesar de su obvia funcionalidad, tengo que decir que algo parecido me ha pasado con Usopp, Chooper y Robin (curiosamente los personajes que más esperaba). Las islas del francotirador y el médico son decepcionantes en comparación a las de sus compañeros, sin duda ambos saldran beneficiados a su manera, pero no son ideas geniales que nos hagan sorprendernos. El caso de Robin es algo más delicado, el suyo es un destino que engancha con el enigma del siglo vacío y parece ofrecernos algunos alicientes. No obstante, Usopp con armas, Chooper con animales y Robin con historia ejemplifican a la perfección la diversidad y versatilidad de los protagonistas de esta serie. Brook y Zoro son punto y aparte. El primero era un ser terriblemente dificil de ubicar, pues hasta en un mundo como en el de One Piece un esqueleto es algo que llama la atención, Oda lo ha colocado en mitad de una ceremonia de magia negra con una introducción que sencillamente entra en la historia de los mejores gags de la serie. Sencillamente perfecta. Y el destino de Zoro es el más impresionante de todos. Oda lo ha vuelto a hacer y nos sorprende volviendo a traer al primer plano a Perona, un personaje secundario en su momento que no pensabamos volver a ver y que ahora por alguna razón parece que va a ser importante para el futuro de Zoro. No creo que nadie siquiera pudiera intuirlo, pero por eso es tan grande esta serie.
Una vez descubierto el destino de todos sus compañeros, Oda vuelve a trasladar la historia al punto de vista del protagonista a fin de hacer más notable la sensación de viaje y paso de tiempo. Angustia de Luffy por el futuro de su hermano a un lado, todo esto se traduce en una excelente noticia para el lector: volvemos al show de Boa Hancock.
Es sencillamente increible como Oda ha conseguido perfilar a este personaje y convertirlo en unos pocos capítulos no ya en una fuente constante de gags surrealistas, si no en uno de los personajes más carismáticos de la serie. Boa, personaje altivo y terrible que disfruta torturando a los marines, se convierte en una adolescente enamoradiza cuando esta junto a Luffy. El contraste entre su actitud de diva con esa risa en la que su cabeza toca la espalda y esa sonrisa de felicidad absoluta con la que da de comer a Luffy o esa actitud tímida porque no se atreve a mirarle a los ojos es sobervio. Y además Oda comienza a deshinbirse con ella y a usarla para recursos cómicos como la escena de los platos. Increible como algo que todos pensabamos completamente antinatural e imposible hace 10 capítulos (Boa aparece por primera vez en el capítulo 516) ahora parece un elemento casi inevitable e intrinseco a la serie.
Y el episodio acaba con el mayor desfile de personalidades que se recuerda en la serie. Pero Oda no sólo nos regala una doble página final memorable con la reunión de los shichibukais y unas emotivas lágrimas de Ace, si no que repasa todos los personajes que han aparecido a lo largo de la serie.
La reunión de los shichibukais, la fuerza de la imagen de verlos reunidos y la simple posibilidad de verlos luchar juntos es algo muy grande, pero casi antepongo algo tan simple como la imagen de John Giant. Que Kizaru, Aokiji, Sengoku y el desconocido Akainu estarían en la batalla era algo que todos dabamos por seguro. Pero todos pensabamos también que estando Garp y una legión de marines impresionantes quizás Oda se reservara a Smoker para más tarde. No. Smoker y Hinz acuden a la ejecución. Y también lo hace ese gigantesco marine al que vimos dar un discurso ante una legión de marines después de Arlong Park, un personaje que parecía un recurso de aquellos primeros capítulos y al que nadie daba verdadera importancia, pero un personaje al que Oda no ha olvidado y cuya existencia ha querido integrar perfectamente en una serie que es ya mucho más complicada, densa y ambiciosa que aquella en la que él apareció. Y junto a él vemos a T-Bone, y también a un personaje de la historia "de portadas" de Ace. Y hablando de portadas, Oda no olvida al CP9 como no ha olvidado a ningún personaje. Expectacular como el mangaka japones logra cuadrar todos los elementos de su historia y como usa los cabos sueltos para reforzar aún más la estructura de su serie.

sábado, noviembre 29, 2008

Krauser II ha salido del infierno para violarte y matarte... y el orden no le importa

Detroit Metal City

Como "Beck" o "Nodame Cantabile", DMC es un manga -aunque lo que se valora en esta entrada es su adaptación al anime- basado en el pequeño universo que siempre supone la música. En esta ocasión, el heavy-metal. Evidentemente sólo con el título ya encontramos un tributo a Kiss, y el autor del manga se inspira en este mítico grupo para disfrazar a los protagonistas como demonios y convertirlos en una banda de Death-Metal (aunque a mi me parece más "black").
Pero si Beck y Nodame eran series dramáticas y terriblemente respetuosas para su arte, DMC no lo es, y es una suerte porque la serie es gloriosa. DCM es simple y llanamente una parodia hiperbólica del mundo de heavy-metal en el que el protagonista no es otra cosa que un piltrafilla cuya música favorita es el pop sueco y que desea llevar una vida "moderna" pero que se ve obligado a convertirse en el líder de una banda de metal y fingir ser un demonio para así satisfacer a sus increiblemente crédulos seguidores. Así, nuestro "heroe" intentará abandonar constantemente el perfido camino del heavy-metal para dedicarse al pop cutre y poder conquistar a la chica que ama, pero al mismo tiempo tendrá que lidiar con una productora que es incapaz de decir una frase sin incluir "coño", "joder" o "chorrear" y enfrentarse a raperos, punkies o todo tipo de enemigos músicales. Y cada uno de estos enfrentamientos siempre se resolverá de una forma cómica que, dada la sobervia estupidez de sus seguidores, aumentará aún más la leyenda del grupo y su satanismo.
La animación de la serie no es excepcionalmente buena y, sobre todo, sus diseños son bastante malos y en ocasiones es difícil es distingir a los personajes. La música, un elemento terriblemente importante en un anime de estas características, esta muy bien conseguida. Temás que si bien no son ninguna maravilla si suenan a metal por los cuatro costados y que son sencillamente divertidos por lo absurdo de sus letras. Es una serie de bajo presupuesto pero creo que aún así han conseguido un resultado bastante resultón.
La serie tiene un defecto en su ritmo. Son una docena de episodios de otros tantos minutos y si bien la gran cantidad de situaciones y personajes que lo componen le dan un ritmo y una variedad expectaculares y la convierten en la gran comedia que es, tambien es cierto que da la sensación de que todas las historias se cuentan demasiado rápido y que hay secundarios que podrían dar más juego del que finalmente dan. Pero es un detalle menor. DMC es una comedia disparatada, paródica y sencillamente muy divertida. Uno de los animes más recomendables que he visto ultimamente.

martes, noviembre 25, 2008

Forma, Razón y Verdad

Mononoke

Este anime, sin lugar a dudas, es uno de los más extraños que he comentado en los más de dos años de andadura que lleva este humilde blog. Es un producto nada convencional y, desde luego, un anime para paladares muy selectos o específicos. Y el anime es, sobre todo, una declaración de amor a la cultura, la sociedad y la historia misma japonesa. Si tuviera que compararlo ahora mismo con algo, sería con el videojuego Okami.
Enraizado en la más sobrenatural cultura japonesa, Mononoke nos presenta un japón atemporal en el que una sociedad de samuráis, monjes y señores feudales anclada en tradiciones milenarias y conceptos extremos se da la mano con un país moderno que despierta a la revolución industrial y en el que las mujeres comienzan a ser conscientes de su propia existencia. Este mundo es recorrido por un particular y cínico boticario que, ajeno a la vida misma, persigue a los espíritus malvados -Mononokes- para acabar con ellos. Estos monstruos ahondan en las tradiciones más oscuras de Japón, y los autores se sirven de los preceptos más hipócritas y despreciables de la cultura nipona para darles origen, contenido y sentido.
La serie tiene un extraño enfoque que, si bien en un principio parece estar claramente orientado hacia el terror por la temática de la serie, acaba derivando en un anime cuasi de detectives en los que nuestro partícular héroe tiene que averiguar a través de testigos la verdad tras un terrible crimen que dió lugar a un espíritu perverso. No obstante, a pesar de su particular grafismo, creo que se hecha en falta que la serie se contenga de sobremanera a la hora de mostrar escenas escabrosas.
No obstante, la gran virtud o defecto de este anime -inútil es negar lo obvio- es su particular aspecto gráfico. La serie parece pintada sobre acuarela, como si fuera uno de los númerosos grabados antiguos japoneses. Fondos estáticos sobre los que los personajes se mueven en ocasiones con una considerable ausencia de cuadros de animación, colores extraños, diseños de personajes terriblemente particulares y multitud de recursos visuales constituyen un extraño onirismo visual que resulta imposible de omitir. El anime esta planteado como una serie auténtica medieval, como una pequeña joya de arte, y no se puede negar que verdaderamente lo es.
En resumen es una extraña serie sobre un detective paranormal en el Japón de hace más de un siglo. Una serie interesante por su contenido, pero sobre todo por su extravagante y sugerente continente.

domingo, noviembre 23, 2008

Entretenida pero olvidable

A través de Marte

Geoffrey A. Landis es un científico que trabaja en la NASA y ha estado vinculado a varios proyectos relacionados con el planeta rojo. Es evidente que es un hombre que sabe mucho del tema, y todo ello lo ha aprovechado para escribir esta novela en la que recrea un hipotético viaje de unos astronautas a través de nuestro planeta vecino y en el que -con un rigor que suponemos bastante alto- da rienda suelta a sus hipótesis y teorías sobre aquel planeta. No obstante, a pesar de que en algún momento los tecnicismos se hacen algo innecesarios, en ningún momento se anteponen a la historia misma.
La narrativa de Landis es extraña. El argumento de la novela es bastante sugerente, pero el lector tiene la sensación de que nunca termina de estar bien explotado. El viaje tiene unas proporciones titánicas, pero por alguna razón ese peligro no se transmite correctamente a través de las páginas de la novela. Así mismo los personajes no resultan excesivamente interesantes, hay un buen debate moral subyacente a lo largo de las más de trescientas páginas que componen la historia, pero el autor lo resuelve con una ligereza y despreocupación increible (el final de la novela es sorprendentemente anticlimático), y los pasados y motivaciones de cada uno de los tripulantes de la "Don Quijote" son extremadamente tópicos.
Es un libro que se lee con facilidad y que además denota un más que claro conocimiento de lo que debe ser realmente Marte; pero es también la primera obra de un escritor y ello se nota con algunos aspectos que -si bien no son nefastos- son claramente mejorables.

viernes, noviembre 21, 2008

La razón por la que One Piece es tan grande

One Piece - Capítulo 523 - Infierno

La partida de Amazon. Margaret. Boa Hancock. La situación en Marieroja. Los shichibukai. Jimbei. Barbablanca. Garp. Ace. Nami. Franky. Sanji. Este capítulo no ha sido, ni mucho menos, tan intenso como el 513 o tan espectacular como el 441; incluso podemos decir que ha sido casi un episodio regalo para los fans como el 435. No obstante, ejemplifica a la perfección la más grande de las virtudes de la obra de Eiichiro Oda: su simple y llana densidad. Toneladas de información -ya sea más o menos relevante- se nos vierten en cada capítulo y, ya tengan la intención de emocionar, divertir o informar al lector, cada una de estas aportaciones parece estar perfectamente integrada con el resto. One Piece tiene un corazón gigantesco de aventura y compañerismo que le da fuerza, pero es un cerebro muy meticuloso el que logra unirlo todo a la perfección. Este episodio, una muestra más del genio de Oda, es como la continuación de ese metrónomo que sube y sube y que explotará con una fuerza que no somos capaces de imaginar en breve.
El primer punto a destacar de este episodio es el epílogo a la minisaga de Amazon Lily, y este viene protagonizado -ya es inevitable pensar que cómo no- por una de las nuevas estrellas de la serie: Boa Hancock. La shichibukai es, sin lugar a duda, una golosina que Oda se ha regalado a si mismo. La más adorable hija de puta jamás creada. Este capítulo nos ha mostrado que sigue pateando los animales que aleatoriamente parecen colocarse frente a ella, pero que todo su orgullo y altivez desaparece cuando se enfrenta a Luffy como si fuera una colegiala. Pero independientemente de lo logrado que sea el diseño físico de este personaje -admitamoslo, es una auténtica preciosidad y Oda se cuida de que siempre lo parezca regalándole siempre el plano más adecuado- y de lo divertidamente contradictoria y mutable que sea su personalidad, este personaje no va a ser facilmente desechable en el futuro. La partida de Amazon Lily podría parecer un epílogo normal a una saga pequeña, pero va mucho más allá y es la verdadera presentación de este personaje. Boa ha partido sola con Luffy. Esto por un lado desecha casi por completo cualquier posibilidad de que Margaret sea nakama de la banda pues nunca el grupo ha regresado a una isla y menos lo ha va a hacer a una que se encuentra en mitad del Calm Belt y donde el reclamo no es más importante que visitar a una vieja amiga. El segundo es que, igual que Luffy no va a volver, las posibilidades de Boa son reducidas. La shichibukai ha partido sin su tripulación y se ha despedido de sus hermanas encomendándoles la protección de la isla. Boa no tiene intención de regresar y no creo que su rol quede reducido al de una segunda Alvida.
Dejando a un lado el final de la saga de las amazonas, el capítulo se traslada entonces a Marieroja para seguir presentando el escenario que se atisba ante la gran e inminente batalla. Como en cada aparición de Sengoku, se nos regalan toneladas de información. El hecho de que Barbablanca avance y la Marina no pueda hacer nada contra él no es algo que nos pide de sorpresa, sin embargo Oda ya nos muestra que varios piratas más se estan moviendo a la sombra del gigante. Es casi obvio que Shanks y su tropa se uniran a la gran batalla. Resulta dificil pensar que los otros dos emperadores lo harán -es de suponer que Oda quiera mantener aún algún misterio- pero muchos otros piratas lo harán. Y aquí entran en escena los supernovas. Kizaru ha arrestado a quinientos piratas en Shabondy (un número facilmente conseguible si pensamos en piratas y no en capitanes piratas, recordemos que Krieg ya contaba con cinco mil hombres en su flota). Hawkings, Drake, Appo y Uroge se encuentran seguramente en Impel Down. Y en Impel Down se encuentra tambien Jimbe. Un shichibukai ha desobedecido la llamada del gobierno mundial y será despojado de su título. Seguramente no será casualidad que el único de estos siete piratas que conocemos este adquiriendo este protagonismo, más si nos dirigimos a una prisión y además Boa ha establecido una relación aún más evidenten entre los tritones, los piratas del sol y la esclavitud que Oda esta abordando en estos capítulos. Pero la rebelión de Jimbe no sólo es relevante por ella misma, lo es porque niega la de los otros seis shichibukais. La traición mayor y el asesinato de Barbablanca a manos de Barbanegra es algo que consideró casi obvio desde hace muchos capítulos, pero el resto de los roles de los shichibukais es poco menos que incierto. Boa ya sabemos que los traicionará por Luffy a buen seguro, y de Mihawk esperamos un duelo honorable con Shanks. Pero el rol de Moria, DonFlamingo y Kuma es completamente incierto. A los dos primeros los conocemos demasiado como para pensar que no trataran de sacar partido de alguna manera de este gran acontecimiento, y el tercero es tan enigmático que es fácil pensar que podría ser un agente de Dragon. Pues doy por descontado que papa acudirá para salvar a su hijo y aprovechar de paso el caos para sembrar el auténtico CAOS y llevar su revolución hasta las últimas consecuencias. No sería dificil pensar que Kuma le secunde, y echándole imaginación podríamos imaginar hasta a Jimbe si el tatuaje de Dragon años atras hubiera sido una garra de dragón.
La última parte de mi comentario, como no podía ser de otra forma, va para los nakamas de Luffy. Casi resultaba obvio que cada uno habría ido a parar a una isla y si bien resulta igualmente obvio que no vamos a ver todas sus aventuras y que después las conoceremos por sus consecuencias o recuerdos, Oda ha decidido darnos un pequeño anticipo a modo de preparación. Escenas cómicas y cortas con un marcado caracter cómico que, no obstante, nos indican claramente una evolución de las distintas habilidades de cada uno de ellos. Pero incluso en estos detalles que casi podríamos considerar gags residuales para completar páginas, viñetas que nada tienen que ver con la historia principal y que carecen de la fuerza dramática del Ace encadenado y ensangrentado qeu vemos en este capítulo, el mangaka y sus ayudantes dan muestra de su genialidad. Como he dicho en varias ocasiones, este autor tiene una habilidad excepcional para definir mundos y aventuras con una simple imagen. Su capacidad gráfica dista ya mucho de aquella con la que comenzó a dibujar esta historia doce años atrás ya, sus personajes y sus encuadres son mucho mejor, pero allí donde ha evolucionado como ningún otro mangaka es en sus fondos. El amor de Oda por la aventura más pura se refleja a la perfección en esos mundos que es capaz de definir perfectamente con una sóla imagen. Esta imaginación prodigiosa es la que nos hace crecer que un hombre puede estirarse hasta el infinito y que, en definitiva, cualquier cosa es realmente posible en este mundo.
Así pues, Nami ha sido enviada a una isla flotante donde sus habitantes estudían el tiempo y Franky a una donde la presencia de cyborgs y autorails dignos de Full Metal Alchemist es evidente. Ambos preparan una evidente subida de nivel. Sobre Nami, su isla tiene un diseño bastante convencional para lo que esperíamos que fuera una isla en el cielo, y es de suponer que la luchadora más débil de la banda va a seguir dominando los elementos por lo poco que hemos visto. Franky por su parte tiene una gloriosa escena donde se recurren a sus gags de calzoncillos y bailes, y es de esperar que Oda evolucione su estilo de lucha más allá del "Coup de vent" (Franky me parece el más desaprovechado de todos los miembros de la banda). En cuanto a Sanji, sencillamente el enviarlo a la otra isla maldita del oceano es hilarante como sólo su mala suerte y perversión podrían ocasionar, mientras Luffy es perseguido por exhuberantes amazonas, él lo es por travestis en una isla repleta de corazones, arcoiris y color rosa.
Es de suponer que en los siguientes capítulos veremos a donde envió Kuma a cada uno de los mugiwara, y aquí entran en escena de nuevo las teorías conspiratorias sobre este temible shichibukai, pues parece claro que no sólo les salvó de una derrota segura si no que envió a cada uno de ellos allí donde más fuerte podía hacerse.
Como siempre, es imposible adivinar que pasará en el siguiente capítulo, pero, también como siempre, en Oda confiamos.

jueves, noviembre 20, 2008

En Tobias confiamos

Edguy - Tinnitus Sanctus

Año más que completo del siempre prolífico Tobias Sammet. A principios de años nos presentó la tercera entrega de su Avantasia, y ahora nos presenta el octavo proyecto de su banda de toda la vida. Tobias ha sido siempre considerado -y con razón- un niño prodigio y un auténtico genio del power-metal, el más directo heredero de aquella mítica generación de metaleros alemanes que asombraron al mundo a finales de los 80.
No obstante, si bien las raices de Tobias surgen de aquella época y su influencia es claramente notable en discos como "Vain Glory Opera" o "Theater of Salvation", resulta igualmente obvio que poco a poco se ha ido alejando de ellos. El niño creció y con el crecieron y se diversificaron sus mundos. El power-metal claramente inspirado en los "Keepers" de Helloween que hizo célebre a Edguy y a Avantasia evolucionó en el magnífico "Hellfire club" a un heavy mucho más tradicional a la par que complicado y orquestado. A este le siguió un muy irregular "Rocket ride", donde en mi opinión Sammet continuaba su extraña evolución músical pero quería abarcar tantos géneros que se perdía. En esta ocasión no ha pasado. "Tinnitus Sanctus" es un disco bastante más uniforme que su anterior trabajo. Particularmente creo que es gracias a "Scarecrow", donde Sammet ya experimentó bastante con algunos temas que eran demasiado lentos y otros que bordeaban incluso el pop.
Pero hablando ya propiamente de este compacto, nos encontramos con una expléndida decena de temas. Si bien resultan un poco complicados a la primera escucha, el sónido es claramente "Edguy" y la diversidad de estilos y la simple y cuidada elegancia de las composiciones de Sammet logra imponerse de nuevo sobre cualquier etiqueta de género. Sammet no se repite, evoluciona siempre y es algo que creo que su música siempre agradece. Obviamente agradecería que hubiera más temas rápidos, pero el rock puro y duro de algunos cortes o los preciosos medios tiempos en los que cada vez se desenvuelve mejor ni mucho menos son temas que desmerezcan el heterogeneo resultado final. Es curioso no obstante que si unieramos algunos de los temas más potentes del tercer disco de Avantasia -disco que en nada se parece a los anteriores- y de este, obtendríamos un disco que seguramente agradecerían mucho más los fans tradicionales de la banda. No obstante, si bien la tercera entrega de Avantasia me parece algo irregular, no me sucede lo mismo con este disco. Si bien echa en falta algún single más rompedor y un tono un pelín más duro y potente, es un disco que me ha gustado bastante.
"Ministry of saints", "Pride of creation", "Wake up dreaming black" y "Speedhoven" son el regalo de Sammet a sus fans más tradicionales. Puro power-metal de Edguy. Velocidad frenética, melodías pegadizas y alegres que ocasionalmente estan salpicadas por buenos solos instrumentales y unos coros que inundan cada momento de estas épicas composiciones. "Sex fire religion" es seguramente el tema que menos me gusta del disco, es un tema muy influenciado por el heavy de los setenta y si bien tiene una fuerza considerable se me hace anodino por unos coros demasiado planos. "Nine Lives" y "9-2-9" bordean el hard-rock pero son unos temas excelentes y demuestran lo bien que se mueve el grupo en este terreno; "Dead or rock" y es un tema claramente heredado de los grupos americanos de este género. Y por último tenemos "Dragonfly" y "Thorn without a rose", dos temas de medio tiempo preciosos.
Esperaba este disco con algo de miedo, pues veía más probable que Toby y su banda siguieran el camino de sus últimos discos a que volvieran a ser la fantástica banda que nos sorprendió durante el cambio de siglo. Han seguido el camino que "Rocket ride" apuntaba, pero afortunadamente lo han corregio y este disco no es ni mucho menos tan raro y difuso como aquel. No me parece el mejor disco de la banda, pero tampoco uno que no haga honor a su nombre, ni mucho menos.

domingo, noviembre 16, 2008

Destino: Armagedón

One Piece 522 - Una enfermedad llamada amor

Un simil muy frecuente en la guerra es decir que las piezas se mueven o que el tablero esta dispuesto; es lo que esta sucediendo ahora mismo en One Piece. Eiichiro Oda tenía dos opciones, omitir lo que sea que va a suceder durante la ejecución de Ace y narrarnos como Luffy y cía revolucionan el mundo submarino o meternos de lleno en ese pandemonium donde las fuerzas más grandes del mundo se van a encontrar y donde no hay otro resultado posible que el mayor de los caos. Por la complejidad de esta segunda opción pensaba que Oda iba a optar por la elipsis. Me equivocaba. Evidentemente es muy pronto para decir nada en este manga, pero parece que el mangaka japones va a poner a Luffy en mitad de ese gigantesco evento y que seremos testigos de primera mano del gran cambio en el mundo. La debacle definitiva de la generación de Barbablanca y la entrega del testigo a la de Luffy, el alza del gobierno mundial o de los revolucionarios de Dragon... resulta imposible adivinar que será lo que sucedera.
Pero todo eso llegará y ocupará -a buen seguro- muchos capítulos, luego tendremos tiempo para hablar de ello y, como es normal, el capítulo de esta semana ya tiene bastante información de por sí.
Los primero que destacaría es el papel de Margaret y Gloriosa, ambas ya definidas como las habituales "amigas" de esta saga. La primera ocupa el lugar del habítual "ojii-san" de las sagas de Oda: la persona que da información; la anciana nos da en este capítulo información sobre la enfermedad de Boa y, lo más extraño de todo, nos aclara un poco la confusa geografía del mundo de One Piece y nos explica el porque de distancias y tiempos (algo que Oda necesita obligatoriamente ahora pero sobre lo que siempre ha mantenido una cómoda ignorancia). Margaret es la amiga a la que tienen que ayudar de alguna forma (hecho ya conseguido al librarla de la petrificación). La empatía con ella es bastante grande, pero la ausencia de un gran trauma o de una aparente ambición disminuyen sus posibilidades de entrar en la banda.
Llegamos entonces al gran punto de inflexión de este capítulo. Luffy descubre finalmente que Ace ha sido capturado y que va a ser ejecutado. Inmediatamente -con matices- decide partir para ayudarle. Anteriormente se había mostrado confiado en la fuerza de su hermano y había desechado la posibilidad de que se encontrara en verdadero peligro. En cierta manera es algo extraño. Luffy ha estado al borde de la muerte en varias ocasiones y siempre ha salido indemne de ella, sabe que Ace tiene también una vida de pirata y entiende que esta expuesto a unos peligros tan grandes como los suyos, más siempre ha confiado en una fuerza que considera -aunque se niege a admitirlo- superior a la suya. Por ello Luffy no había querido inmiscuirse. Ahora la cosa es distinta. Ace ha sido capturado y va a ser ajusticiado. Si Ace lo pidiera, Luffy se quedaría quieto y aceptaría su muerte como él mismo la pensaba aceptar en Longue Town, pero no es el caso y Luffy -siendo una persona normal por muy aventurera que sea- no puede quedarse de brazos cruzados mientra su hermano es ejecutado (ello en el futuro le negaría el derecho a una venganza). Así pues Luffy acudirá a Marieroja a detener la ejecución de su hermano. No obstante, esto entra en cierta manera en conflicto con el eje principal de la serie: los compañeros y la amistad.
Luffy ha ayudado a cada uno de sus compañeros y es justo -y quizás hasta poético- que estos saldaran esa deuda justo antes de entrar en el Nuevo Mundo (mundo que ya no creo que veamos antes del 2010), pero no dejaba de resultar algo impropio de la serie que Luffy pidiera directamente a sus compañeros que le acompañaran a una misión en la que arriesgarían sus vidas como nunca. En One Piece nunca nadie pide ayuda, siempre la recibe por amistad. Luffy no va a ser distinto. Acudirá a salvar a su hermano y, más que probablemente, cuando necesite ayuda sus nakamas apareceran de la nada tras asombrosas aventuras para ayudarle. En la emotiva viñeta arriba expuesta Luffy les pide permiso por desviarse un poco de la ruta, debido al gran sentido de la protección que Luffy tiene hacia ellos es de imaginar lo que le ha costado tomar esta decisión. No obstante, aquí entra en escena la inteligencia de Oda. El incidente con los nobles mundiales no sólo constituye un punto de partida para una saga inminente (los nobles es posible que se encuentren presentes en la ejecución) o ejemplifica una vez más los ideales de Oda y la serie, no sólo sirvió para preparar el escenario de una revuelta tritón o presentar al personaje de Boa Hancock, sirvio -y ahora lo vemos claramente- para separar a Luffy del resto de sus compañeros y darle la libertad necesaria para dirigirse hacia la ejecución de su hermano. Aquí Oda ha jugado con tiempo y distancias y considero importante la información de Gloriosa pues Luffy, aunque ahora vemos que sin duda pediría la ayuda de sus amigos, sin duda se sentiría culpable por llevarles ante semejante pelibro. Oda se ha ahorrado ese conflicto interior y nos ha mostrado que -fisicamente- es imposible que Luffy pudiera llegar a Shabondy antes de la ejecución de su hermano y que por tanto es imposible pedirles ayuda a sus compañeros antes de tal evento.
El último gran elemento de este episodio ha sido, como no podía ser de otra forma, Boa. Oda sigue divirtiéndose y satanizando a las mujeres con este personaje y sus cambios de personalidad. Lo que en el último episodio podía intuirse ha cristalizado y la pirata se ha enamorado de Luffy como una adolescente con tendencía a la dramatización (está tan enamorada que morira al día siguiente si su amor no es correspondido). Evidentemente One Piece no se va a convertir en una serie romántica nada más que en los doujins que esta escena inspirará. Todo parece una artimaña de Oda para dotar a Luffy de un barco, pero es un recurso que no podrá dejar de un día a otro y el papel de Boa es demasiado importante como para ser tan incierto. Aunque no creo que muera para proteger a Luffy o salvar a Ace, la shichibukai podría acabar como miembro de la banda o enviar a Margaret con ellos para salvaguardar la fidelidad de Luffy (y preparándola de paso para ser la siguiente emperatriz mediante un viaje en el que se haría fuerte y conocería el mundo). El enamoramiento de Boa parece un recurso cómico, pero es un personaje que se antoja monstruosamente fuerte con su Haki y su fruta, y será interesante descubrir que es lo que Oda tiene pensado para ella.
El futuro parece más claro que nunca y no tiene otra forma que la del más absoluto y caótico infierno. El gran acontecimiento que cambiará el mundo de One Piece y desequilibrará los tres poderes se acercá y Oda nos colocará como testigos de excepción.

sábado, noviembre 15, 2008

Esa extraña guitarra larga y fea

Markus Grosskopf´s Bassinvaders - Hellbassbeaters

El bajista suele ser el quinto miembro de las bandas. A pesar de ser indudablemente importante, su sónido bajo no es tan fácil de apreciar como en otros géneros y normalmente su protagonismo queda muy relagado salvo en contadas ocasiones en las que el bajista es además el líder del grupo (el ejemplo más obvio sería el gran Steve Harris de Maiden). No obstante, es un instrumento fundamental y uno de los grandes pilares del heavy en sus albores. Este disco es un excelente tributo a este instrumento.
Markus Grosskopf no sólo es el eterno bajista de Helloween, es también uno de los mejores bajistas del panoráma del metal y ha buscado un poco de reconocimiento para su instrumento. Así pues, el gamberro alemán se puesto en contacto con otros bajistas (Peavy de Rage, Schmier de Destruction y Angelripper de Sodom) y juntos han creado este album. Un album de heavy como cualquier otro pero con una particularidad: no hay guitarras. Las cuerdas de las 14 canciones que componen este trabajo son enteramente de bajos (algunas veces afinados con tonos más agudos a fin de imitar a las guitarras). Estos cuatro monstruos de las cuatro cuerdas han conseguido también la colaboración de muchos colegas de instrumentos (algunos tan míticos como Billy Sheehan o Rudy Sarzo) y todos ellos -junto a Apollo Papathanasio, cantante de Firewind- han engendrado este tribujo al bajo. La variedad de estilos y de sónidos que consigen con este instrumento esta muy lejos del habitual "pam pam pam" y es toda una reivindicación de este instrumento.
"Bassinvaders" merecería ya ser escuchado por lo particular de su concepción y lo interesante de su resultado, pero es que más allá de ser una obra cuasi onanista como podíamos pensar es un excelente disco. El disco no esta pensado como una sucesión de solos de bajo o como un trabajo conceptual, es un disco puro y duro de heavy en el que además del bajo encontramos unas canciones muy interesantes y trabajadas.
Si dejamos a un lado la particularidad del bajo, lo siguiente que llama la atención de este disco y lo hace sumamente apetecible es su increible variedad. Hay muchos compositores en el disco y cada uno adopta la filosofía del trabajo y la lleva a su género predilecto, conformando todo ello un conjunto terriblemente diverso. Aquí, naturalmente, ya entran en escena los gustos de cada uno de los oyentes y yo particularmente tengo algunas canciones que me gustan más que otras pero lo que es indudable es la calidad de todas ellas. "Armageddon" es dura, trash-metal al que la ausencia de sonidos agudos le confiere una fuerza prodigiosa; "Goodles god" directamente avanza un poco más en esa dirección. "The asshole song", "Razorblade Romance" y "Voices" son canciones influenciadas claramente por lo que era el heavy en los setenta, lentas, sobrias y dotadas de una fuerza espectacular. "Romance in black" y "Far too late" son sencillamente Rage en esta puro. Y finalmente tenemos "We live" , "Empty memories" y "Boiling blood" que son sencillamente divertido y frenético power-metal con la marca de los mejores Helloween. El disco finaliza como todos querríamos, con una versión del tema de Helloween más celebrado para Markus, la mítica "Eagle fly free" con ese inolvidable sólo de bajo que ahora es enteramente adaptada para este instrumento.
Es un disco raro, muy raro. Su primera escucha desconcierta por lo particular de su sonido, pero una vez nos acostumbramos a él nos encontramos con un disco muy variado en el sentido más agradecido de la palabra. Porque, independientemente de ser un proyecto anectódico y curioso o una reivindicación del instrumentos con constantes solos y demostraciones de virtuasismo, este disco es, por encima de todo, un buen disco de Heavy-metal.

miércoles, noviembre 12, 2008

Anecdóticamente original

El anillo del espíritu

Lois McMaster Bujold parece ser una de las autoras más reputadas del panorama fantástico actual y este ha sido el libro con el que la he conocido. No es un mal libro, pero ni mucho menos me ha incitado a continuar leyendo más obras de la autora. Los personajes y la acción están bien construidos, pero es un libro al que de alguna forma le falta relevancia.
El género fantástico siempre trata de abordar historias grandes, muy grandes, épicas y grandilocuentes. Ocasionalmente nos encontramos héroes más mundanos, sus aventuras son más ligeras y accesibles, y obviamente necesitan una carga menor de páginas, pero estas han de ser a su vez mucho más intensas que las de una obra más extensa. No es algo que pueda decir que pase en este libro. Tenemos una historia interesante y con un argumento perfectamente explicado y planificado, y así mismo se nos coloca en un contexto original y muy interesante y se nos presenta un pequeño pero cuidado grupo de personajes muy bien definidos. No obstante nunca he llegado a sentir una empatía total con estos personajes y la historia, aunque bien narrada, no sorprende en ningún momento especialmente.
Es original el ver un relato fantástico ambientado en una Italia medieval y el ver como magos y hechiceros bordeán la herejía y viven bajo la amenaza de la Inquisición, así como todo esta regido por intereses políticos de cortes como la de Milan y Venecia. No obstante, todas estas intrigas palaciegas naturalmente no pueden ser comparadas a la de la magna "Canción de Hielo y Fuego" y sirven más para obligar a los personajes a actuar debido a que no recibiran otra ayuda que a mover verdaderamente la historia hacia delante. El tratamiento de la historia es, igualmente correcto y bastante original a la par que realista de acuerdo a algunas supersticiones medievales, pero los límites no aparecen nunca demasiado definidos y creo que ello siempre provoca un poco de incredulidad en el lector.
Es, en definitiva, un libro correcto y original en alguno de sus planteamientos, pero ni mucho menos un imprescindible o una lectura inolvidable.

martes, noviembre 11, 2008

Fanservice con aspiraciones de historia

Rosario + Vampire

Serie curiosa donde las haya; tiene un punto de partida absolutamente deleznable pero aún así el autor muestra unas más que considerables aspiraciones de contar una historia y desarrollar unos personajes.
Esta es una serie que conocí inicialmente por su anime, producto absolutamente deleznable del que no pude pasar de su segundo episodio. Aquel anime hacía un hincapie descarado en el fanservice de la serie y no dudaba en mostrarnos un desfile de insustanciales braguitas que no hacía otra cosa que insultar al espectador. La vocación de esta serie es, inicialmente esa, un harem con elementos sobrenaturales, una especie de híbrido entre lo peor de Tenjou Tenge y lo peor de Negima!. Una serie donde un chico es asediado por una legión de cliches eróticos del género del terror (sucubos, brujas, hadas y vampiresas) y al mismo tiempo se enfrentaban a legiones de monstruos. Es el punto de partida de la serie y es lo que realmente es. No es una gran serie y fracasa en muchos aspectos, pero soprende gratamente en otros y es, en definitiva, un producto que se puede leer con facilidad y que sorprende para bien por las bajas espectativas que ella misma establece en sus primeros capítulos.
La serie se publicó en una revista mensual, lo cual la dotó de capítulos que oscilan entre 40 y 50 páginas. Cada capítulo pues tiene espacio de sobra para desarrollar un argumento perfectamente independiente y las sagas más largas no abarcan más de 5 o 6 capítulos. La estructura de los capítulos, no obstante, es bastante limitada. Algún enemigo aparece y, de alguna manera, logra acorralar a los protagonistas de alguna manera. Todo se resolverá cuando Tsukune remueva el rosario que bloquea los poderes vampíricos de Moka (existe una variación sobre este argumento que surge a mitad de la serie, pero no es un gran cambio). Los combates carecen de verdadera emoción y las peleas retratadas por el mangaka adolecen de fuerza o ingenio y se limitan a intercambios de golpes sin demasiado interes.
A este importante defecto hay que sumar un dibujo algo partícular que se tambalea en algunos encuadres y diseños y que, además, abusa de viñetas de página completa. El dibujo de Rosario + Vampire, si bien presenta algunas viñetas excelentes, muestra una irregularidad alarmante y además adolece de unos diseños femeninos no demasiado brillantes (cuando supuestamente tendrían que ser el motor de la serie).
No obstante, dejando de lado estos -importantes- defectos, la serie presenta una serie de interesantes virtudes. La principal y la más importante de ellas es que esta completamente centrada en sus personajes. Inesperadamente, el autor esta más interesado en mostrar el conflicto interior -por ridículo que parezca- de una súcubo que su carne, y es algo que se agradece. Es un manga echii en el que hay una extraña ausencia de echii. Ocasionalmente vemos algún encuadre que muestra ropa interior, pero desde luego nada para lo que parecían presagiar los primeros capítulos. El autor prefiere centrarse en las relaciones de sus personajes, en intentar presentar el problema del rechazo y la discriminación y en desarrollar un crecimiento tanto de sus personajes como de la relación entre ellos.
Naturalmente no deja de ser un shonnen manga de colegialas con monstruos y muchas chicas guapas, pero el autor se preocupa de mostrarnos arcos en los que reflexiona sobre la intrasigencia humana o en como castigamos la naturaleza. Y eso es algo que siempre se agradece.
No es un manga excesivamente recomendable y, todo aquel que lo lea, ha de tener en cuenta que va a encontrar casi lo que sugieren las imágenes promocionales en las que se ve al protagonista rodeado por una legión de chicas. Es un harem tradicional con monstruos, no tiene un gran dibujo y las luchas son aburridas, pero tiene un argumento y unos personajes mucho mejores de lo que cabría esperar y algunos buenos gags humorísticos.

domingo, noviembre 09, 2008

Genialidad terrenal

One Piece 521 - La marca de los dragones celestiales

El último episodio de One Piece me ha producido una sensación extraña. Oda enlaza elementos del pasado, explica situaciones y aptitudes, introduce nuevos personajes a su particular mitología y consigue cohesionarlo todo un poco. Pero todo ha sucedido extrañamente rápido y no puedo evitar tener una sensación casi de improvisación. Es un gran capítulo y Oda da un buen giro de guión, pero ya sea porque llevabamos varias semanas especulando con la espalda de Boa o porque el incidente con los nobles mundiales esta todavía muy cercano esta revelación esta muy lejos de la monstruosa sorpresa que supuso conocer que Brook era nakama de Laboon. Estamos tan acostumbrados a la genialidad de Oda que, que ahora nos enlace argumentos tan directamente nos resulta casi demasiado fácil y obvio. No obstante, este capítulo tiene una cantidad ingente de información y hay mucho para hablar en él.
Desde el punto de vista de la historia encontramos que Amazon Lily no ha sido si no un pequeño inciso en la particular batalla de los Mugiwara contra las reglas del mundo y, en particular, contra los nobles mundiales. Este argumento ya parecía perfectamente aclarado con todo lo sucedido en la casa de apuestas, pero supongo que Oda ha querido hace más épico este tema tan importante, y ello lo ha conseguido con dos cosas: una derrota y un viaje. La derrota frente a Kizaru, como la que las que la banda sufrió frente a Aokiji y Lucci, resaltará la verdadera importancia de este hecho. La esclavitud es algo demasiado importante como para ser tratado con una saga de unos pocos capítulos. El segundo elemento es el viaje. Este viaje no ha hecho si no profundizar en la sensación de miedo que se extiende por todo el mundo, profundiza algo más en las relaciones entre los shichibukais y el gobierno y explica el miedo de los hombres-pez a los humanos. Cuando Luffy y compañía desaparecieron de Shabondy vimos a una de las tenryuubito y adivinabamos que esa línea argumental no estaba cerrada, ahora sabemos que es el propio Luffy el que no la va a dar por cerrada.
El cambio de actitud de Boa resulta, a todas luces, precipitado y erróneo. Creo que fue un error la escena del florero infantil, pues por muy forzada que se encuentre Boa y por muy esclava de su pasado que se nos haya presentado... la frialdad y el desprecio a la vida que demostró en esos capítulos fueron demasiado grandes como para ser ignorados así como así por el lector. La ofrenda de Margaret ha sido deshecha y Luffy lo ha olvidado todo primero con una promesa de comida (antológica conversación) y después con la revelación del drama de la pirata. No obstante, Oda empleó unos trescientos capítulos para transformar a Robin en una heroina y explicar sus inicios como villana, con Boa ha empleado media docena y ello no deja de resultar chocante.
Boa expande monstruosamente el universo de One Piece al ampliar el espectro de personajes como pocos lo habían hecho. Hasta el momento Barbanegra, Moria, Cocodrile y DonFlamigo podían ser considerados como villanos perfectamente; Boa se perfila como una clara aliada y como un personaje que se enfrentará al gobierno mundial cuando llegue el momento de elegir (algo que no podemos decir de Mihawk ni del enigmático Kuma). Nuevamente se ha demostrado que cada personaje en One Piece es completamente independiente y tiene sus propias motivaciones. Marcada por su pasado, Boa resulta ser un personaje que tema más la esclavitud que ama la libertad, pero creible pensar que en el futuro se convertirá en una fuerza contraria al gobierno.
Luffy encarna los más puros ideales de la pirateria. A veces malinterpretamos estos y superponemos el romanticismo y la aventura por encima de todo, y ahí Luffy es un claro heredero de Roger o Rayleigh. Pero la piratería es también la libertad, y aquí el ejemplo más claro se ha convertido en Fisher Tiger y su liberación de esclavos, personaje del que Luffy en cierta manera también se ha convertido en heredero. Esta similitud es más importante aún si cabe que la anterior, pues Roger no dejaba de ser alguién "egoista" que vivia como quería y no soportaba que nadie se lo impidiese, pero Fisher era mucho más ambicioso en ese aspecto y no quería que nadie fuera incapaz de vivir como quería. La esclavitud como el mayor de los males del hombre. La esclavitud como la mayor pesadilla de la humanidad. Los grilletes que los fuertes colocan en los cuellos de aquellos que no puden defenderse.
Volvemos pues al tema principal de esta saga que comenzó tan inocentemente con los jinetes de peces. Oda ha subido un poco el nivel y ha querido mostrar que el mal ya existía antes de que los nobles quisieran comprar a Camie. Ha mostrado a unas niñas siendo maltradas (insinuando la violación), pero sin duda lo más importante no fueron aquellos malos tratos si no las cicatrices que dejaron pues vemos a Boa y sus hermanas todavía presas de ese terror. Un terror contra el que creen que no pueden luchar y contra el que sólo la simple cordura de Luffy parece oponerse. Es Luffy, anteponiendo a Margaret y sus compañeras a sus propios deseos de conseguir un barco, arrodillándose sin lugar por ellas, el que devuelve la luz al pequeño y oscuro mundo de las hermanas Gorgonas. En el mundo todavía hay héroes, gente que desea la libertad para todos aquellos que les rodean y que -como dice Shanks en el primer capítulo del manga- no perdonará jamás a aquellos que se metan con sus amigos e intenten aprovecharse de su debilidad.
Sin embargo el cambio que Luffy se propondrá en esta ocasión no será tan simple como entrar a saco en una fortaleza enemiga y rescatar a su nakama. Esta vez el cambio es mucho más importante y por ello Luffy no es el motor si no un mero engranaje más. Hablo claro de Dragon y su revolución. El momento más importante de la serie esta a punto de llegar y es obvio que la ejecución de Ace será el detonante de algo más. Las piezas se estan colocando. Barbablanca y Rayleigh, como máximos exponentes de una generación pasada, se preparan para entregar el testigo a los piratas que despertaran al mundo de su letargo. Kuma es más enigmático que nunca y ahora el hecho de haber enviado a Luffy a Amazon parece más motivado por la idea de despertar a Boa de su burbuja que otra cosa. Y no debemos olvidar que en Shabondy aún pueden permanecer varios supernovas. Luffy se dirige hacia el archipiélago de las pompas de jabón y es de presuponer que allí se reencontrará con sus compañeros (compañeros que seguramente hayan sufrido viajes similares al suyo). Particularmente creo que tras ello viajaremos finalmente hacia el reino de los tritones y que allí estallará definitivamente el conflicto con los nobles mundiales, y que Luffy en cierta manera motivará la revolución entre los hombres-pez mientras sobre él su hermano y su abuelo son testigos de como su padre lanza su ofensiva contra el gobierno mundial.
No obstante, como siempre, todo son incógnitas ante el futuro. Como siempre, en Oda confiamos, porque este mangaka es capaz de revelarnos dentro de cuatrocientos capítulos que Fisher Tiger sigue vivo y que es uno de los lugartenientes de Dragon, y con sólo una viñeta varios años atrás habría definido a la perfección a un personaje.

viernes, noviembre 07, 2008

Rock sin más etiquetas

Tesla - Forever More

Este está siendo un año muy recordado para los aficionados al heavy-metal gracias a esperados retornos como el de Metallica, AC/DC o Judas Priest. No obstante creo que son tan importantes (o más incluso) el retorno de Mötley Crüe o de este grupo. Un defecto, o una virtud, del heavy es que es una música condicionada por su época, los grupos evolucionan a lo largo de los años y es facil ver como su estilo cambia con los años y como poco a poco se alejan de la música que en un principio los hizo célebres o -caso peor aún- repiten los esquemas pero con unas melodías ya carentes de fuerza o frescura. Es este aspecto donde el rock más puro destaca debido a su simple y llana atemporalidad. El "Glam", el "hard-rock" o como quiera llamarse, es una música terriblemente accesible y directa, carente de demasiada ornamentación o refinamiento y pensada para seducir al espectador casi inmediatamente. Es música predecible en su esquema, y uno nunca sabe que es lo que distinge verdaderamente a una gran canción de este género de muchas otras que se quedan en el olvido. Pero esta música es atemporal, un buen grupo de rock suena tan bien ahora como lo hacia hace 20 años (evidentemente hay mejoras en la producción, pero no es esta la música que más lo nota). Es, en resumen, una música con una melodía fácil y una fuerza considerable, pero es también una música que facilmente puede derivar en heavy y, más facilmente aún, hacerlo en pop. Hay muy pocos grupos de verdadero rock, y hemos de agradecer cuando uno de estos nos regala un disco. Este es el caso.
Naturalmente existen muchas modalidades de rock, el acústico y "cotidiano" del gran Bruce Springsteen, el gamberro de los Mötley, o esa música que en ocasiones se excede en incluir elementos country de Aerosmith. El estilo de esta banda de Sacramento bordea el más puro y melódico heavy metal.
Este último trabajo de los de Sacramento es una excelente muestra del mejor rock. La velocidad del disco es casi inexistente, siendo la inmensa mayoría del disco temas de medio tiempo, pero lo compensa con una fuerza y una contundencia considerables. El disco no es, ni mucho menos duro, pero tampoco es un compacto repleto de baladas. Son, sencillamente, canciones que avanzan sin prisa pero que lo hacen siempre con fuerza, alternando unos estribillos y unas melodías claras con unos excelentes riffs de guitarra y una contundente combinación de graves y bajos. En ningún momento estos rockeros americanos pretenden avasallar a sus seguidores con un sólo de batería espectacular o una demostración de habilidades con las seis cuerdas, no hay ningún moento en el que el virtuosismo de un instrumento se sobreponga a lo que podemos escuchar siempre como ell propio corazón de la canción, y esto incluso puede aplicarse a la perfecta voz de la que Jeff Keith hace gala.
Quizás al disco pueda echársele en cara que hay una presencia excesiva de temas de medio tiempo, pero estos distan de ser baladas y su ritmo suele acelerarse conforme avanzan los minutos. Y junto a ellos hay otro buen número de temas mucho más directos y simples en su estructura (que no en su composición), temas todos ellos que claramente heredan el estilo de aquellos grupos de los ochenta entre los que ya se encontraba Tesla.
Es, en definitiva, un disco muy cuidado y variado, pero sobre todo es simplemente un buen disco de rock, y pocos adjetivos hay mejores que estos para definir un disco.

jueves, noviembre 06, 2008

El dia que no pasó nada

Claymore 85 - Guardianas de la hermandad.

Los próximos capítulos y la importancia que adquiera Dietrich lo diran, pero la primera impresión que produce este capítulo es la de un gigantesco relleno. No es, ni mucho menos, un mal capítulo; son 30 páginas que se leen con una pequeña sonrisa de complicidad en la cara, pero el ritmo esta muy lejos de ser el de otros pasajes de la serie. La actitud de Yagi es comprensible, aún nos estamos recuperando del salto temporal y Yagi esta disponiendo de una forma mucho más seria y ambiciosa un gigantesco tablero en el que no quiere que nada suceda al azar. Me parecería un error que Clare se enfrentara a Riful inmediatamente o que Priscilla reapareciera de la noche a la mañana, y afortunadamente el autor parece estar introduciendo todos estos elementos gradual y uniformemente, conduciendo simultaneamente todos los hilos de la historia. No obstante, todo esto que seguramente nos garantize unos capítulos sublimes en el futuro, esta dando como resultado unos capítulos innegablemente flojos últimamente. Llevamos demasiados capítulos en los que se ha profundizado demasiado en la trama y en los que la acción ha sido bastante inexistente. Además se ha dividido al grupo principal en varios subgrupos y ello inevitablemente ha complicado la narrativa.
Así pues, este es un capítulo que podríamos considerar de mini-salto temporal. Yagi ha dado por cerrada la escena entre Clare y Rubel, dándole a la primera suficientes pistas como para que pueda tomar rumbo hacia la guarida de Riful y allí se desencadene un pequeño y divertido pandemonium. Y para dar sensación de paso de tiempo entre estas revelaciones y sus consecuencias, Yagi regala una escena de protagonismo a Helen y Deneve. Dietrich es una número ocho sorprendentemente poderosa. El nivel de las "un dígito" bajó mucho con la presentación de las número 3 y 5, creo que con Miata, Dietrich y Rune, pero aún así me resulta extraño y creo que la purga de Claymores del Norte y la reconstrucción de la institución es algo que Yagi no ha sabido llevar correctamente. Dietrich es interesante y muestra una inteligencia y una personalidad que apuntan a una secundaria bastante carismática, no obstante su importancia en la serie es todavía una incógnita. Pero siendo sinceros Dietrich y su batalla son absolutamente transparentes en este momento de cara al lector, ese gran dúo que componen Helen y Deneve acapara todo el protagonismo. La pendenciera Helen y la aparentemente-sobria -pero-más-pendenciera-todavía Deneve llegan cada una de las viñetas de este capítulo con su simple superioridad y seguridad frente a Yomas y Claymores y, sobre todo, con esa sincera amistad y ese puro compañerismo que existe entre ambas.

martes, noviembre 04, 2008

Viaje al centro del cuerpo humano

Viaje Alucinante

Isaac Asimov es un escritor con una colección de escritos a sus espaldas monstruosa en tamaño, superando el volumen de estos los dos centenares si unimos a sus novelas sus trabajos de divulgación científica. Entre tantas obras es fácil que se colara alguna de la que se arrepintiera, este es uno de esos casos. Viaje Alucinante es la novelización de la película de igual nombre de 1966 de Richard Fleischer, Asimov renegó de ella y trató de compensarlo con una segunda parte que nunca llegó a adaptarse al cine y que leere en breve.
No obstante, a pesar de las reticencias de su propio autor y de los obvios fallos de la novela, se trata de un entretenimiento formidable. El ritmo de la historia, ayudado por el caracter contrarreloj de la misión, es francamente formidable y la historia siempre parece ir un paso más allá en la escala de tensión y de recursos dramáticos conforme avanzan las páginas. La base científica, alguna concesión dramática al margen, es bastante consistente y el lector tiene la sensación de encontrarse en un verdadero viaje por el interior del cuerpo humano. Es una novela en este aspecto que, en función a lo fantástico de su desarrollo y a la buena base científicia que la ampara, me recuerda terriblemente a las mejores obras del gran Julio Verne.
La novela tiene defectos, es obvio. El escenario de guerra fría en el que todo se plantea no deja de ser un mero punto de partida, pero en ocasiones cobra más importancia de la que desearíamos y nos distrae de la historia principal. El protagonismo de uno de los viajeros es demasiado marcado y es además un protagonista demasiado cinematográfico en el aspecto de para resaltarlo se infrautiliza a otros personajes en muchas situaciones. Y naturalmente resulta completamente increible que una relación amorosa se frague en poco más de una hora.
Pero dejando al lado estos defectos nos encontramos con una novela muy sugerente y entretenida. La pluma de Asimov es tan accesible como siempre y la ciencia que enmarca sus aventuras tiene un nivel bastante "bajo" que, unido al grafismo de sus descripciones, la colocan al alcanze de cualquier lector. Evidentemente no es el mejor trabajo de "el buen Doctor", pero es un libro tremendamente ágil y agradable que si ejemplifica a la perfección las virtudes de su obra.

domingo, noviembre 02, 2008

Sleeper & Blockbuster

Disaster: day of crisis

El último juego que Nintendo ha publicado para su Wii es, sin duda, uno de los más raros que la compañía ha lanzado en estos años. Pero es Nintendo una compañía que, al margen de Mario y Zelda, siempre innova y trata de inventar juegos que se alejen de sus franquicias más conocidas a fin de captar nuevos jugadores. "Disaster" es un juego extraño por su temática adulta y su estética claramente hollywoodense, pero es toda una joya a descubrir.
El apartado gráfico de los juegos de Wii es, evidentemente, muy pobre en comparación con los de sus rivales. Así mismo Nintendo ha sido copiada hasta la saciedad por sus competidoras. Todo esto motivó que a principios de esta generación de consolas la compañía de Kyoto decidiera no mostrar sus productos hasta que casi estuvieran acabados. Ello hace que los pantallazos con graficos inferiores no circulen por internet durante años y que se juzge más a sus juegos por su jugabilidad que por sus imágenes, y así mismo ni Sony ni Microsoft pudieran copiar el Wiimando, elemento que le ha hecho "ganar" esta particular guerra. Todo ello, no obstante, juega en contra de juegos como este pues son relativamente desconocidos de cara al público al no contar con un nombre mítico en su carátula. El juego es en este aspecto lo que en cine se considera un "sleeper", una película que aparece de la nada y consigue un gran éxito. "Disaster" no va a conseguir unas ventas incréibles, pero es un juego formidable con el que nadie contaba que ha aparecido de repente.
La otra vocación del título es la de "Blockbuster", pues es un videojuego terriblemente peliculero. Como aquel primer "Resident Evil" o incluso como el "Metal Gear Solid" del 99, este juego bebe descaradamente del cine americano, en este caso del cine de catástrofes. Lo hace con simpatía y humor, parodiando el género y adoptando sin disimulo todos sus clichés y tópicos. Podríamos considerar que la historia es una mezcla entre el catastrofismo de "El día del mañana" y los clásicos marines renegados de "La roca", y a todos ellos debe enfrentarse Raymond Bryce, el Bruce Willis de esta historia. Así pues un tsunami sucederá a un terremoto, después nos dirigiremos a un volcán y finalizaremos el día de perros de nuestro héroe con un huracán, y todo ello mientras nos enfrentamos a hordas y hordas de terroristas cuyo armamento incluye tanques, helicópteros y cosas peores. Y mientras nuestro resignado héroe hace todo esto se redimirá de su triste pasado salvando a todos los necesitados que encuentre. Ray es un personaje terriblemente bien definido y moral para lo que suele ser habitual en este tipo de videojuegos o incluso cine. El tratamiento de las catástrofes del que este título hace gala es sorprendentemente adulto y resulta triste y desolador ver como ciudades son arrasadas o como un hermoso bosque se convierte en un melancólico paisaje repleto de ceniza.
Pero lo realmente grande de este juego es que este ritmo frenético que nos transporta de tiroteos a inundaciones, de incendios a bosques de cenizas, de persecuciones a batallas imposibles, hace gala de un uso increiblemente acertado del mando de la Wii. Superando incluso al gran Zack and Wiki, este juego usa el mando de la consola como volante, como picaporte de puertas, como pistola, como llave, como alicates, como cuerda, como brazo para agarrar a alguién o darle un masaje cardiaco e incluso como piernas en frenéticos sprint. Y todos estos usos estan perfectamente integrados en el juego y resultan terriblemente naturales y lógicos, aumentando la inmersión del juego y encajando a la perfección con lo que uno espera de esta consola. "Disaster" no es sólo un gran juego a nivel emotivo y narrativo (aspectos que nunca he valorado demasiado en un juego) si no que es una auténtica maravilla jugable. El juego presenta una terrible variedad de juegos que logra unir con una expectacular solvencia, pasando de juego de disparos a juego de conducción mientras exploramos paisajes. Evidentemente hay puntos débiles y hay fases más o menos inspiradas, pero la sensación final que este juego inspira es completamente satisfactoria por la variedad de su desarrollo y la facilidad con la que pasamos de enfrertarnos de un problema a una situación completamente distinta.
El punto flojo del juego llega en sus gráficos. Excelentes en el modelado de sus personajes y en la representación de algunas de las tragecias, se muestra terriblemente obsoleto en otros aspectos como las texturas y el modelado de algunos escenarios y objetos. Resulta algo chocante ver lo bien que se ha representado la gigantesca ola del tsunami y como por contraste el agua del mar es penosa. No obstante es un detalle menor y a mi, particularmente, me importa poco ante el ritmo frenético y variado del juego. Los fallos gráficos contrastan con el grandioso apartado sonoro del juego que, efectos de sonido al margen, presenta unas voces sobervias (y particularmente creo que es mejor que se hayan quedado en inglés, pues aumenta el estilo películero y dudo que los actores de doblaje español hubieran hecho un trabajo tan monumental como el hecho por los americanos) y un score que parece sacado de una película de Bruckheimer con unas fanfarrías militares y épicas sobervias.
El juego tiene una duración discutible. Unas 10 o 12 horas para una primera partida a las que hay que añadir las muertes y los posibles atranques pues el sistema de guardado sólo nos permite salvar de pantalla a pantalla y hay algunas de estas que pueden llegar a durar facilmente tres cuartos de hora y que no resultan demasiado sencillas. El problema aquí radica en que es un juego terriblemente adictivo, no obstante al menos a mí su variedad de situaciones me ha dado incentivos de sobra para volver a jugarlo (además de los clásicos alicientes en forma de secretos que estos juegos tienen y de los que este en particular va sobrado).
En resumen se trata de uno de los más originales, variados y adictivos juegos del catálogo de Wii. Un juego que es una película de serie B absolutamente interactiva y que hace gala de un aprovechamiento sobresaliente de las posibilidades de la consola. Un título absolutamente recomendable que no hace sino dejarnos esperando que las ventas le acompañen y que alguna vez veamos "Disaster: day of the armaggedon", pues esta claro que las catástrofes de este mundo se le quedan pequeñas a ese carismático y altruista héroe que Monolith Soft ha creado.

sábado, noviembre 01, 2008

En la cima de los acantilados de la locura

One Piece 520 - "Los ojos de las Gorgonas"

Si bien la lucha contra Marigold y Thundersonia me estaba decepcionando algo, así como la inclusión del "Haki" de Luffy y todo lo que este podría suponer para la historia, Oda ha vuelto a ganarme con un pequeño golpe de mano que vuelve a demostrar porque One Piece es tan grande. Podemos considerar esta batalla acabada, y Luffy no lo ha hecho -como suponíamos- revelando la espalda de Boa con un movimiento espectacular, si no que un sencillo fuego ha quemado la ropa de una de las dos hermanas menores de la shichibukai y Luffy ha olvidado la batalla para proteger su secreto.
Antes ha habido una gran batalla en la que un Luffy "serio" ha acabado con las dos mujeres-serpientes con una relativa facilidad. Luffy no domina su haki, pero como ha estado haciendo hasta este momento lo ha compensado con simple y llana fuerza bruta. Batalla espectacular que ha elevado algo el nivel de las dos hermanas, personajes que no olvidemos podrían tener una fuerza comparable a la de los subordinados de Barbanegra pero que obviamente carecen casi por completo de carisma. No obstante es señalable como Oda no se ha olvidado de ellas, Luffy no las ha derrotado y después se ha encargado de Boa. Oda ha aprovechado a estas dos féminas para indicar una vez más "la espalda" de Boa, y haciéndo partícipes a sus hermanas de esa cruz la ha humanizado también a ella.
La reacción caballerosa y noble de Luffy, el ocultar lo que sea que haya en sus espaldas sabiendo que para ellas es más importante que su propia vida es lo que hace tan grande esta serie. No negaré que me parece algo forzado, si bien no era un enfrentamiento a vida o muerte el clan Hancock había cabreado hasta unos niveles considerables a Luffy y estas consideraciones hacia ellas resultan demasiado exageradas. Pero ese deseo de no humillar al rival, de querer derrotarlo que no matarlo es parte del corazón de la serie y de vez en cuando Oda nos lo recuerda con escenas tan explícitas como esta. Porque Luffy no es como Cocodrile o Lucci, es como ese Mihawk que no quiere humillar a Shanks con una posible derrota debido a su inferioridad de condiciones. Luff es un aventurero, un amante de la libertad y de la más pura y simple diversión. Y no hay nobleza en una victoria contra un enemigo condicionado.
Iñigo Montoya no quisó enfrentarse al "hombre de negro" cuando este terminó de escalar los acantilados de la locura pues intuía en él a un enemigo formidable y no quería que su victoria estuviera empañada por su agotamiento, no habría sido justo. Ese idealismo bohemio y romántico que impregnaba cada instante de "La princesa prometida" era lo que hacía que aquella historia fuera tan grande. One Piece también lo tiene.
Ahora, por supuesto, resta conocer el misterio que sus espaldas ocultan y el proceder de Boa. Margaret y compañía siguen petrificadas y es de suponer que Boa restituirá su estado y se convertirá más en una aliada que en una enemiga de la banda. Pero como siempre, es imposible preveer que es lo que sucederá en el siguiente capítulo pues Oda ha conseguido sorprendernos en algo que parecía tan predecible como el desenlace de esta batalla.