Este está siendo un año muy recordado para los aficionados al heavy-metal gracias a esperados retornos como el de Metallica, AC/DC o Judas Priest. No obstante creo que son tan importantes (o más incluso) el retorno de Mötley Crüe o de este grupo. Un defecto, o una virtud, del heavy es que es una música condicionada por su época, los grupos evolucionan a lo largo de los años y es facil ver como su estilo cambia con los años y como poco a poco se alejan de la música que en un principio los hizo célebres o -caso peor aún- repiten los esquemas pero con unas melodías ya carentes de fuerza o frescura. Es este aspecto donde el rock más puro destaca debido a su simple y llana atemporalidad. El "Glam", el "hard-rock" o como quiera llamarse, es una música terriblemente accesible y directa, carente de demasiada ornamentación o refinamiento y pensada para seducir al espectador casi inmediatamente. Es música predecible en su esquema, y uno nunca sabe que es lo que distinge verdaderamente a una gran canción de este género de muchas otras que se quedan en el olvido. Pero esta música es atemporal, un buen grupo de rock suena tan bien ahora como lo hacia hace 20 años (evidentemente hay mejoras en la producción, pero no es esta la música que más lo nota). Es, en resumen, una música con una melodía fácil y una fuerza considerable, pero es también una música que facilmente puede derivar en heavy y, más facilmente aún, hacerlo en pop. Hay muy pocos grupos de verdadero rock, y hemos de agradecer cuando uno de estos nos regala un disco. Este es el caso.
Naturalmente existen muchas modalidades de rock, el acústico y "cotidiano" del gran Bruce Springsteen, el gamberro de los Mötley, o esa música que en ocasiones se excede en incluir elementos country de Aerosmith. El estilo de esta banda de Sacramento bordea el más puro y melódico heavy metal.
Este último trabajo de los de Sacramento es una excelente muestra del mejor rock. La velocidad del disco es casi inexistente, siendo la inmensa mayoría del disco temas de medio tiempo, pero lo compensa con una fuerza y una contundencia considerables. El disco no es, ni mucho menos duro, pero tampoco es un compacto repleto de baladas. Son, sencillamente, canciones que avanzan sin prisa pero que lo hacen siempre con fuerza, alternando unos estribillos y unas melodías claras con unos excelentes riffs de guitarra y una contundente combinación de graves y bajos. En ningún momento estos rockeros americanos pretenden avasallar a sus seguidores con un sólo de batería espectacular o una demostración de habilidades con las seis cuerdas, no hay ningún moento en el que el virtuosismo de un instrumento se sobreponga a lo que podemos escuchar siempre como ell propio corazón de la canción, y esto incluso puede aplicarse a la perfecta voz de la que Jeff Keith hace gala.
Quizás al disco pueda echársele en cara que hay una presencia excesiva de temas de medio tiempo, pero estos distan de ser baladas y su ritmo suele acelerarse conforme avanzan los minutos. Y junto a ellos hay otro buen número de temas mucho más directos y simples en su estructura (que no en su composición), temas todos ellos que claramente heredan el estilo de aquellos grupos de los ochenta entre los que ya se encontraba Tesla.
Es, en definitiva, un disco muy cuidado y variado, pero sobre todo es simplemente un buen disco de rock, y pocos adjetivos hay mejores que estos para definir un disco.
Naturalmente existen muchas modalidades de rock, el acústico y "cotidiano" del gran Bruce Springsteen, el gamberro de los Mötley, o esa música que en ocasiones se excede en incluir elementos country de Aerosmith. El estilo de esta banda de Sacramento bordea el más puro y melódico heavy metal.
Este último trabajo de los de Sacramento es una excelente muestra del mejor rock. La velocidad del disco es casi inexistente, siendo la inmensa mayoría del disco temas de medio tiempo, pero lo compensa con una fuerza y una contundencia considerables. El disco no es, ni mucho menos duro, pero tampoco es un compacto repleto de baladas. Son, sencillamente, canciones que avanzan sin prisa pero que lo hacen siempre con fuerza, alternando unos estribillos y unas melodías claras con unos excelentes riffs de guitarra y una contundente combinación de graves y bajos. En ningún momento estos rockeros americanos pretenden avasallar a sus seguidores con un sólo de batería espectacular o una demostración de habilidades con las seis cuerdas, no hay ningún moento en el que el virtuosismo de un instrumento se sobreponga a lo que podemos escuchar siempre como ell propio corazón de la canción, y esto incluso puede aplicarse a la perfecta voz de la que Jeff Keith hace gala.
Quizás al disco pueda echársele en cara que hay una presencia excesiva de temas de medio tiempo, pero estos distan de ser baladas y su ritmo suele acelerarse conforme avanzan los minutos. Y junto a ellos hay otro buen número de temas mucho más directos y simples en su estructura (que no en su composición), temas todos ellos que claramente heredan el estilo de aquellos grupos de los ochenta entre los que ya se encontraba Tesla.
Es, en definitiva, un disco muy cuidado y variado, pero sobre todo es simplemente un buen disco de rock, y pocos adjetivos hay mejores que estos para definir un disco.
2 comentarios:
En referencia a lo que aludes. Edguy es también una clara muestra de ello.
Banda muy joven que originalmente ofrecían power metal, y cada vez derivan más a terrenos hard rockeros.
Basta echar mano del Rocket Ride, el último de Avantasia. O el que nos viene de camino por parte de los Edguy.
En cuanto a Tesla. No me desagradan. Pero este rock a secas, no termina de engancharme más que en contadas ocasiones.
Lo cual no es malo. A veces disfrutas más de un disco cuando lo retomas pasado un tiempo. Y brilla con la misma fuerza, al primer día que lo escuchastes.
Por cierto, dale una oportunidad a Borealis - World of Silence.
Practican power metal con algun que otro guiño neoclásico.
Tienes toda la razón del mundo con lo de Edguy, y de hecho espero con más miedo que ansias su nuevo disco. Temo que más que una obra maestra va a ser una confirmación de ese rumbo de la banda.
Con "Hellfire club" ya apostaron por un heavy más puro y británico, pero con "Rocket Ride" y algunos temas de "Scarecrow" ya bordeaban el hard-rock... con baladas que directamente podrían enmarcarse como "hard-pop" (si eso exíste).
Yo mentiría si dijera que soy un gran fan de este tipo de rock. No había escuchado mucho a Tesla, pero el ser tan "esporádicos" hace que precisamente por inusual te sorprenda un sonido tan... sencillo y directo. No podría soportar 20 discos así al año, pero uno de vez en cuando.
Tomo nota de Borealis.
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