¡Que ruína de función!
Dirigida en el 92 por Peter Bogdanovich, Noises off es la adaptación cinematográfica de la obra de igual nombre de Michael Frayn. La película juega con el estilo de "historia dentro de historia", es decir, vemos como una compañía de teatro trata de representar una obra y al mismo tiempo vemos las disputas que surgen entre ellos y como las van superando poco a poco.
"¡Que ruina de función!" es una de esas películas que no te cansas de ver. La he visto tres o cuatro veces a lo largo de unos diez años, la clásica película que te pones a ver casualmente y que siempre te saca una sonrisa. Sé que la volveré a ver dentro de unos años, y se que me seguirá divirtiendo tanto como siempre. Como dije con Lebowski, esta película es un refugio al que volver de vez en cuando.
Es esta una película extraña, uno de esos pocos casos donde todo en una comedia funciona a la perfección. Los actores estan perfectos y además componen un casting poco menos que grandioso repleto de grandes nombres (desde actores míticos como Caine y Burnett hasta grandes actores que nos dejaron pronto como Ritter y Reeve). La dirección tradicional y teatral se vale principalmente de planos fijos de todo el escenario para captar toda la magnitud del enredo, y aquí el mérito del director es el increíble ritmo que consigue imprimirle a la película y como los gags se suceden uno detrás de otro a una velocidad de ritmo, siempre con sentido y siempre con un sentido de la locura y el disparate que va creciendo poco a poco. Y por encima de todo el guión, la obra de teatro es buena, pero es genial como la complican y elevan la comedia hasta el infinito añadiendo los bastidores y las peleas entre el casting.
Una locura tremendamente recomendable.
Dirigida en el 92 por Peter Bogdanovich, Noises off es la adaptación cinematográfica de la obra de igual nombre de Michael Frayn. La película juega con el estilo de "historia dentro de historia", es decir, vemos como una compañía de teatro trata de representar una obra y al mismo tiempo vemos las disputas que surgen entre ellos y como las van superando poco a poco.
"¡Que ruina de función!" es una de esas películas que no te cansas de ver. La he visto tres o cuatro veces a lo largo de unos diez años, la clásica película que te pones a ver casualmente y que siempre te saca una sonrisa. Sé que la volveré a ver dentro de unos años, y se que me seguirá divirtiendo tanto como siempre. Como dije con Lebowski, esta película es un refugio al que volver de vez en cuando.
Es esta una película extraña, uno de esos pocos casos donde todo en una comedia funciona a la perfección. Los actores estan perfectos y además componen un casting poco menos que grandioso repleto de grandes nombres (desde actores míticos como Caine y Burnett hasta grandes actores que nos dejaron pronto como Ritter y Reeve). La dirección tradicional y teatral se vale principalmente de planos fijos de todo el escenario para captar toda la magnitud del enredo, y aquí el mérito del director es el increíble ritmo que consigue imprimirle a la película y como los gags se suceden uno detrás de otro a una velocidad de ritmo, siempre con sentido y siempre con un sentido de la locura y el disparate que va creciendo poco a poco. Y por encima de todo el guión, la obra de teatro es buena, pero es genial como la complican y elevan la comedia hasta el infinito añadiendo los bastidores y las peleas entre el casting.
Una locura tremendamente recomendable.
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