Olvidado rey Gudú
Reconocida como la obra maestra de Ana Maria Matute, este libro es un pequeño clásico de la literatura española de este siglo y una de las pocas incursiones de nuestros autores en el género de la fantástica. Como tal, tenía bastante curiosidad por leerlo, y este verano lo he conseguido.
Mis sensaciones finales sobre el libro son contradictorias, porque es un buen libro -un gran libro de hecho-, pero igualmente me ha parecido bastante aburrido. Es algo extraño y que creo que pocas veces se dá. Porque el libro consigue algo muy extraño, y eso es transmitir sentimientos. El libro va sobre la soledad, la tristeza, la añoranza de la juventud, la inocencia, el amor y el desamor, la vida y la muerte. Es todo un tratado sobre la propia naturaleza de la especie humana. Hay pocos libros que, más allá de contar una historia más o menos entretenida, consigan el gran mérito que es transmitir sensaciones al lector. En este libro no sentimos lo que viven los personajes, sentimos la esencia misma de la novela, las ideas que la autora quiere transmitir. En ese aspecto es un libro increible y maravilloso.
Pero... tiene un gran inconveniente. "2001" me parece una película portentosa que hace que te hagas preguntas, pero igualmente me parece un soberano tostón. Y con "Olvidado rey Gudú" me ha pasado algo parecido. El libro es muy bueno, sí, pero también es muy aburrido. Y eso, al menos para mí, es un defecto que pesa más que cualquier virtud.
El libro narra la dinastía de reyes de una nación imaginaria, Olar, y al menos dos de las cuatro partes que la componen me han parecido bastante alargadas y aburridas. El estilo de la autora es muy particular, con tendencia a los arcaismos y a una prosa rebundante que en muchas ocasiones me parece inútil y pesada (es cuestión de gustos). En este aspecto la historia fracasa al entretenerse demasiado en los predecesores de Gudú, y así mismo en irse por las ramas en muchas ocasiones con personajes irrelevantes e intrascendentes. Además, esta el gran problema de que verdaderamente -sentimientos al margen- la historia no es nada del otro mundo: una serie de reyes -a cada cúal más tonto- que van por ahí conquistando paises porque sí y sin demasiada dificultad. La historia de Olar y de las conquistas de sus reyes es aburrida y no demasiado buena. Es hasta cierto punto comprensible, ya que pretende ser relativamente realista y no es si no un marco de los personajes protagonistas, pero es que los personajes también son flojos. A excepción de la gran reina Ardid -personaje majestuoso, imponente y adorable como ninguno (y que tampoco se libra de sus momentos de estupidez)- el resto de personajes son bastante simples y sus razonamientos son por momentos absurdos y demasiado simples (en especial Gudú, cuya forma de razonar es bastante menos inteligente de lo que la autora se cansa en repetirnos, y Voloidoso, que nada aprende de su padre y parece ser un personaje completamente distinto de cuando es príncipe a cuando es rey). Luego, el libro tiene momentos muy forzados y otros en los que la falta de recursos narrativos de la autora se hace presente: la ridícula ceremonia con la que Gudú es proclamado sucesor, la simplicidad con la que todos ven crecer a auténticos demonios de niños y no hacen nada, la obsesión de los hombres por las mujeres y... sobre todo, la increible y excesiva presencia del vino en la novela.
Además, los componentes fantásticos del libro no me han gustado. Aquí entra un factor meramente subjetivo, el libro es un homenaje a Andersen, Perrault y esos viejos cuentos tradicionales europeos (se ve especialmente en personajes como Tontina, Once, Ondina o Predilecto) y tiene ese tipo de magia. Y a mi particularmente no me gusta.
En resumen, Gudú me parece un buen libro, pero... al mismo tiempo me ha parecido aburrido. Recomiendo su lectura. Calidad tiene, y merece ser leido. Pero también es un libro muy particular que es igual de fácil amar que odiar.
Reconocida como la obra maestra de Ana Maria Matute, este libro es un pequeño clásico de la literatura española de este siglo y una de las pocas incursiones de nuestros autores en el género de la fantástica. Como tal, tenía bastante curiosidad por leerlo, y este verano lo he conseguido.
Mis sensaciones finales sobre el libro son contradictorias, porque es un buen libro -un gran libro de hecho-, pero igualmente me ha parecido bastante aburrido. Es algo extraño y que creo que pocas veces se dá. Porque el libro consigue algo muy extraño, y eso es transmitir sentimientos. El libro va sobre la soledad, la tristeza, la añoranza de la juventud, la inocencia, el amor y el desamor, la vida y la muerte. Es todo un tratado sobre la propia naturaleza de la especie humana. Hay pocos libros que, más allá de contar una historia más o menos entretenida, consigan el gran mérito que es transmitir sensaciones al lector. En este libro no sentimos lo que viven los personajes, sentimos la esencia misma de la novela, las ideas que la autora quiere transmitir. En ese aspecto es un libro increible y maravilloso.
Pero... tiene un gran inconveniente. "2001" me parece una película portentosa que hace que te hagas preguntas, pero igualmente me parece un soberano tostón. Y con "Olvidado rey Gudú" me ha pasado algo parecido. El libro es muy bueno, sí, pero también es muy aburrido. Y eso, al menos para mí, es un defecto que pesa más que cualquier virtud.
El libro narra la dinastía de reyes de una nación imaginaria, Olar, y al menos dos de las cuatro partes que la componen me han parecido bastante alargadas y aburridas. El estilo de la autora es muy particular, con tendencia a los arcaismos y a una prosa rebundante que en muchas ocasiones me parece inútil y pesada (es cuestión de gustos). En este aspecto la historia fracasa al entretenerse demasiado en los predecesores de Gudú, y así mismo en irse por las ramas en muchas ocasiones con personajes irrelevantes e intrascendentes. Además, esta el gran problema de que verdaderamente -sentimientos al margen- la historia no es nada del otro mundo: una serie de reyes -a cada cúal más tonto- que van por ahí conquistando paises porque sí y sin demasiada dificultad. La historia de Olar y de las conquistas de sus reyes es aburrida y no demasiado buena. Es hasta cierto punto comprensible, ya que pretende ser relativamente realista y no es si no un marco de los personajes protagonistas, pero es que los personajes también son flojos. A excepción de la gran reina Ardid -personaje majestuoso, imponente y adorable como ninguno (y que tampoco se libra de sus momentos de estupidez)- el resto de personajes son bastante simples y sus razonamientos son por momentos absurdos y demasiado simples (en especial Gudú, cuya forma de razonar es bastante menos inteligente de lo que la autora se cansa en repetirnos, y Voloidoso, que nada aprende de su padre y parece ser un personaje completamente distinto de cuando es príncipe a cuando es rey). Luego, el libro tiene momentos muy forzados y otros en los que la falta de recursos narrativos de la autora se hace presente: la ridícula ceremonia con la que Gudú es proclamado sucesor, la simplicidad con la que todos ven crecer a auténticos demonios de niños y no hacen nada, la obsesión de los hombres por las mujeres y... sobre todo, la increible y excesiva presencia del vino en la novela.
Además, los componentes fantásticos del libro no me han gustado. Aquí entra un factor meramente subjetivo, el libro es un homenaje a Andersen, Perrault y esos viejos cuentos tradicionales europeos (se ve especialmente en personajes como Tontina, Once, Ondina o Predilecto) y tiene ese tipo de magia. Y a mi particularmente no me gusta.
En resumen, Gudú me parece un buen libro, pero... al mismo tiempo me ha parecido aburrido. Recomiendo su lectura. Calidad tiene, y merece ser leido. Pero también es un libro muy particular que es igual de fácil amar que odiar.
2 comentarios:
Confieso que lo leí y lo olvidé... Aranmanoth es del mismo estilo pero más poético, así que me pareció mejor porque es muy parecido a Olvidado rey Gudú pero es más cortito y por tanto da tiempo a deleitarse con la prosa, pero no a aburrirse demasiado ;)
creo que, sinceramente, es un libro bastante sobrevalorado y al que se le ha dado mucho bombo como "lo único bueno de fantasía escrito en España" (y eso nunca es bueno)
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