GammaRay es sin duda uno de mis grupos favoritos, cuando me introduje en esto del heavy componía la terna sagrada junto con Helloween y Blind Guardian. Pero hace tiempo que deje de seguirlos y ahora los retomo donde los deje, tras el increible "Powerplant", seguramente el mejor disco de la banda (y ello lo convierte inmediatamente en uno de los mejores discos del power-metal de la historia).
Kai Hansen seguramente no pasará a la historia de la música... pero debería. Este hombre fue el creador de Helloween y el compositor principal de su época dorada (Keeper I & II), revolucionó el metal y creo un nuevo estilo que muchos grupos han tratado de seguir. Tras abandonar Helloween (con la consecuente perdida que fue para el grupo de las calabazas), Hansen fundó su nuevo grupo "GammaRay", sus inicios fueron buenos pero no mostraban su verdadero talento, este llegó con el mítico "Land of the free", y tras este llegó el muy correcto "Somewhere out in space" y el magistral "Powerplant", tras ellos el disco que me ocupa ahora, "Majestic" y el futuro "Land of the free II".
"No world order!" no es un mal disco, es un buen disco, posiblemente el tercero mejor de la banda tras esos dos monstruos que son "Powerplant" y "Land of the free", pero tiene un grave problema en modo de carencia de originalidad. Considero a este disco una continuación demasiado directa de los dos discos anteriores, y el sónido de "Egipto futurista" esta ya demasiado trillado por la banda alemana. "Somewhere out in space" introducía este tipo de música, futurista, lejana y evocadora, un heavy elaborado con una guitarra con poca fuerza que se alternaba con unos sonidos muy pocos tradicionales. Era un disco inspirado, algo irregular para mi gusto pero un buen disco. "Powerplant" destilaba la misma esencia, pero sencillamente era increible. En "Somewhere..." teníamos a Kai Hansen inspirado, en "Powerplant" estaba en estado de gracia, en "No world order!" esta... sobrecalentado.
El sonido es muy parecido a los anteriores y las canciones no son tan redondas. Hay trozos geniales, estribillos como el de "Damm the machines" son de lo mejor que ha sacado la banda, pero el problema radica en que el resto de la canción no esta a la altura. Es extraño, son buenas canciones pero no terminan de despegar nunca y además siempre se tiene la sensación de que es un sónido ya escuchado.
Es un buen disco, tiene grandes canciones y momentos absolutamente geniales. Pero es demasiado parecido a "Powerplant" y bastante inferior a este, lo cual juega claramente en su contra. No obstante, es Kai Hansen, y ya quisieran la mitad de los grupos lanzar un disco de tanta calidad como este que él ha compuesto casi por rutina.
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