Disco mítico donde los allá, "Land of the free" colocó definitivamente a GammaRay en la cumbre del power metal en 1995, Kai Hansen volvía a estar coronado como el rey de este género musical del que puede considerarse padre.
Cuatro discos de estudio sucedieron a este disco. En todos ellos la banda germana demostró que dominaban el género como pocos, regalándonos en cada uno de ellos grandes temas. No obstante en sus últimos discos (que seguían teniendo una calidad increible) la banda fue derivando hacia un sónido más triste, más complejo y elaborado, pero también más oscuro y menos "feliz". Es por ello que decidieron dar un nuevo impulso a su música a fin de no encasillarse, volver un poco la vista atrás hacia sus orígeneas, volvieron así... al país de la libertad.
Llamar a un disco de esta manera es toda una osadía, pero en el caso de Gamma este atrevimiento esta muy lejos del error que constituyo que Helloween se atreviera a sacar un "Keeper III" casi veinte años del último y sin su formación original. Creo que este "Land of the free II" no es tan redondo como el original (le faltan quizás un par temás estrellas y una mayor coherencia temática), pero es indudablemente un gran disco.
Y si bien antes he mencionado que no todos los temas encajan tan bien entre ellos como en el disco del 95 (donde incluso las canciones enlazaban unas con otras), esta gigantesca variedad hace más honor al nombre del disco. Libertad. En los Gamma actuales, si bien Hansen sigue siendo el compositor principal, todos los miembros componen. Y los tres temas que han aportado los otros tres miembros de la banda (Hansen es mucho Hansen recordemos, no creo que mucha gente sea capaz de componer en un par de años cinco temas mejores que los quince que él haya compuesto) entonan perfectamente y no son, ni mucho menos, los peores del albúm. En este aspecto siempre me ha gustado la participación del batería Zimmermann, que ha compuesto en estos años temás tan espectaculares como "Gardens of the sinner" o "Figth". "Empress", "Rain" y "Opportunity" son tres grandes temas, indudablemente Gammaray pero al mismo tiempo particulares y atípicos.
Hansen, por su parte, sigue en plena forma. Para mi gusto el único punto débil de este disco son "To mother Earth" y "Into the storm", ambas dos excelentes canciones lastradas por un estribillo a mi parecer bastante inferior al resto del tema. No obstante, el resto de los temas son magnificos. "From the ashes" y "Real world" estan destinados a ser himnos en los conciertos. "When the world" es un grandioso tema que me suena más a Iron Maiden que todo el "A matter of life and death". Y luego esta "Insurrection". Un tema grandioso que enlaza perfectamente con "Rebellion in dreamland" del Land of the free original y que supone además una evolución del épico "Armaggedon" del Powerplant. Hansen desatándose con el tradicional tema épico de más de diez minutos que nos regala cada lustro.
En resumen. Kai Hansen no me ha decepcionado nunca. Esta vez tampoco. Ha conseguido algo tan complicado como no mancillar el mitificado recuerdo del Land of the free original.
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