Berserk inauguró esta sección y será también la primera serie en repetir. El momento, en contrapunto a la oscuridad del Eclipse, es la bella y triste luminosidad de la mañana de la partida. El auténtico punto de inflexión de la serie, el momento en el que Gatsu decide "vivir" y en el que inflinge con ello la única herida a Griffith que este sentiría en su vida mortal.
Dejando a un lado el grafismo de Miura, que ya por entonces había aunado calidad, detallismo y nitidez, este capítulo me parece uno de los más inspirados del manga y, en su total, con todo lo que tiene antes y después, uno de los mejores que en general he tenido el placer de leer.
Dejando a un lado el grafismo de Miura, que ya por entonces había aunado calidad, detallismo y nitidez, este capítulo me parece uno de los más inspirados del manga y, en su total, con todo lo que tiene antes y después, uno de los mejores que en general he tenido el placer de leer.
Esta amistad comienza con esa gran escena en la que el Halcón se enamora de la simple intensidad de Gatsu, porque ve en él una fuerza tan pura como no había visto nunca y como nadie podía proporcionarlo, y porque descubre que el propio Gatsu no se deja impresionar por su fachada luminosa y ve toda la oscuridad vacua que le dan forma a él. Y Gatsu se convierte en el verdadero compañero de Griffith, en aquel en quien puede confiar las misiones más peligrosas, importantes y oscurdas. No es casualidad que Griffith y Gatsu puedan medirse ante Zood. Dos guerreros pares en fuerza y habilidad... pero muy distintos en ambiciones.
Y es entonces cuando comienza el lento y cuidado desarrollo de Gatsu, un personaje que no quiere grandes cosas, no ambiciona reinos ni fortunas, ni siquiera quiere admitir que es posible que este enamorado, es un hombre sencillo y tosco que sólo quiere saber que es lo que quiere, saber si sirve para algo más que para matar. Desarrollo que comienza con esa caída de Kiaska por un precipio (siempre hay un precipio al lado de Kiaska cuando esta lo necesita) y la confesión de esta de las razones de su enamoramiento platónico de Gatsu, escena a la que sucede la mítica lucha suicida y que culmina con la hermosa escena de la fogata de los sueños... donde Gatsu se da cuenta de que verdaderamente no aspira a nada y que unicamente se ha aprovechado del calor de Griffith. Y Griffith sólo considera un amigo a un igual. Y Gatsu sencillamente piensa que porque no puede él, que toda su vida ha dependido de otros y no sabe hacer otra cosa que matar, intentar encontrar el sentido de su propia vida.
Y llega la mañana de la partida, con una Kiaska más principesca que nunca que se niega a Gatsu se marche pues se da cuenta quizás sus propios sentimientos, quizás de que esa ruptura es el fin del hermoso y sangriento cuento de hadas que viven.
Pero Gatsu no quiere ser ya más el asesino de niños de Griffith. Quiere ser su propio rey. Ambiciona la más pura y simple de las libertades: la capacidad de decidir que hacer con su propia vida.
Este es el momento en el que Gatsu se levanta.
El momento en el que Griffith cae, en el que se da cuenta de que hay algo que no puede conquistar y enloquece. Cuando esta a punto de revelar toda su oscuridad a sus seguidores y cuando finalmente ni con toda su voluntad es capaz de quebrar el espíritu que tiene ante él. El momento en el que olvida su sueño.
Kiaska (otra vez cerca de un acantilado) le haría ver a Gatsu después que Griffith dependía de él y que lo estropeo todo... pero la propia Kiaska se da cuenta de que Gatsu no podía hacer otra cosa que lo que hizo. Los años dorados habían quedado atrás y el cuento de hadas había finalizado. No todo era tan sencillo como matar a todos sus enemigos para ser felices, en el fondo cada uno de ellos era una persona con los mismos derechos a reclamar sus necesidades e intentar cumplir sus sueños que el resto.
El próximo momento mítico nos llevará a ser testigos de la lucha del último reducto de un pueblo libre en su oposición a un imperio gigantesco. La lucha imposible de una pequeña pero irreductible aldea que resiste ahora y siempre al invasor.
Y es entonces cuando comienza el lento y cuidado desarrollo de Gatsu, un personaje que no quiere grandes cosas, no ambiciona reinos ni fortunas, ni siquiera quiere admitir que es posible que este enamorado, es un hombre sencillo y tosco que sólo quiere saber que es lo que quiere, saber si sirve para algo más que para matar. Desarrollo que comienza con esa caída de Kiaska por un precipio (siempre hay un precipio al lado de Kiaska cuando esta lo necesita) y la confesión de esta de las razones de su enamoramiento platónico de Gatsu, escena a la que sucede la mítica lucha suicida y que culmina con la hermosa escena de la fogata de los sueños... donde Gatsu se da cuenta de que verdaderamente no aspira a nada y que unicamente se ha aprovechado del calor de Griffith. Y Griffith sólo considera un amigo a un igual. Y Gatsu sencillamente piensa que porque no puede él, que toda su vida ha dependido de otros y no sabe hacer otra cosa que matar, intentar encontrar el sentido de su propia vida.
Y llega la mañana de la partida, con una Kiaska más principesca que nunca que se niega a Gatsu se marche pues se da cuenta quizás sus propios sentimientos, quizás de que esa ruptura es el fin del hermoso y sangriento cuento de hadas que viven.
Pero Gatsu no quiere ser ya más el asesino de niños de Griffith. Quiere ser su propio rey. Ambiciona la más pura y simple de las libertades: la capacidad de decidir que hacer con su propia vida.
Este es el momento en el que Gatsu se levanta.
El momento en el que Griffith cae, en el que se da cuenta de que hay algo que no puede conquistar y enloquece. Cuando esta a punto de revelar toda su oscuridad a sus seguidores y cuando finalmente ni con toda su voluntad es capaz de quebrar el espíritu que tiene ante él. El momento en el que olvida su sueño.
Kiaska (otra vez cerca de un acantilado) le haría ver a Gatsu después que Griffith dependía de él y que lo estropeo todo... pero la propia Kiaska se da cuenta de que Gatsu no podía hacer otra cosa que lo que hizo. Los años dorados habían quedado atrás y el cuento de hadas había finalizado. No todo era tan sencillo como matar a todos sus enemigos para ser felices, en el fondo cada uno de ellos era una persona con los mismos derechos a reclamar sus necesidades e intentar cumplir sus sueños que el resto.
El próximo momento mítico nos llevará a ser testigos de la lucha del último reducto de un pueblo libre en su oposición a un imperio gigantesco. La lucha imposible de una pequeña pero irreductible aldea que resiste ahora y siempre al invasor.
8 comentarios:
He estado investigando un poco a Berserk y descubro que tiene un atrama de gran nivel, marcada por un protagonista que sufre lo insufrible.
Igual le dedico más tiempo a esto.
La serie "Momentos míticos" es de lo mejorcito de este blog, precisamente ayer lo comentaba con Johnny D Eep.
Que grande este momento y que grande tu reseña de él. A mi no me saldrían las palabras, este manga es grandísimo (aunque ahora está algo atascado debido a la publicación y al ritmo narrativo de la serie) y regala grandísimos momentos.
Bassdrum D. Txema, de hecho hace 5 años Berserk me parecía la mejor serie que había leído. Lo que pasa es que en estos cinco años... apenas han salido capítulos.
En todo caso, con Hajime no Ippo y One Piece, mis mangas favoritos.
Ju*N, a ver si se retoma un poco el ritmo, llegan a la isla y Kiaska recupera su verdadero yo, que llevamos como quince años esperando ese jodido momento.
Una verdadera lástima el atascamiento de este manga, fue de lo mejor, sobre todo las primeras partes; aunque más que el "verdadero yo" de Kiaska quiero el reencuentro de Gatsu y Griffith.
Pero al paso que viene... cada capítulo que aparece lo hace ver más lejos.
Muy simpática la brujita xD, no estaría demás la segunda temporada del animé.
hombre, ese vistazo que se echaron tras la batalla de Britannia estuvo bastante bien.
Segunda temporada no... pero esta anunciadas varias películas que a priori cubrirán los grandes arcos del manga. De la de la "edad dorada" hay imágenes por la red.
Que momento tan solemne y significativo, el grafismo es casi tan elocuente como lo que se desarrolla en el.
Recuerdo que —puntualmente no sé si era Gatsu o el mismo Griffith quién lo decía—, la cosa es que exponían la destreza divina que tenía el líder de la Cuadrilla del Halcón, es decir, conseguía que las personas lo amaran u odiaran, pero en el segundo caso el conseguía que éstas le temieran aún más de lo que lo odiaban para hacer algo al respecto. A lo que voy con esto es que Gatsu era la excepción a la regla. Era el único elemento que le quitaba la "omnipotencia" (si se quiere) a Griffith. Y bueno, sería redundante ya que lo mencionaste vos, pero es tan relevante que hay que repetirlo: la única persona que hizo que Griffith olvidara su sueño.
La verdad recordar momentos como este y revivir un poco todo lo que llegó a ser este manga (para mí el arco de la Cuadrilla del Halcón —anterior al Eclipse— es posiblemente lo mejor que leí del mundillo), te deja una sensación ambivalente de cuestión afecto/odio. La realidad del manga es pésima, en sí, yo siempre vi a la "brujita kawaii" como el símbolo de la decadencia de este manga.
Pero Berserk fue grande, demasiado grande.
A mí lo que me aburre del manga a lo último es ver demasiado Gatsu, todo el tiempo matando y matando.
La época de la cuadrilla del Halcón con Gatsu y Griffith peleando juntos, fue por lejos lo mejor.
a mi no me aburre ver pelear a Gatsu.... sólo cuando lo hace contra bichos sin carisma una y otra vez.
Son batallas sin emoción alguna.
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