miércoles, marzo 11, 2015

Y dentro de 1000 años seguirá siendo memorable

La novela de Genji

Cualquier libro de menos de 300 páginas se lee en poco más que una tarde. Ya si estamos sobre las 500 páginas el libro requiere algunas horas más. Ya cuando hablamos de libros de 800 a 1200 páginas, requieren un claro esfuerzo por parte del lector. Y, naturalmente, cuando superamos esas cifras ya entramos en libros que es difícil afrontar. Genji son más de 1500 páginas, no es, claro está, una lectura ligera. Y es una lectura particular, pero me parece una obra muy recomendable si se afronta con una actitud apropiada.
Escrita entre los siglos X y XI, Genji esta considerada una de las primeras novelas de la historia y es la obra más importante de la literatura japonesa. Narra la vida en la corte Heian durante unos 50 años, abarcando cuatro generaciones y varias decenas de personajes principales. El protagonista es Genji "el príncipe resplandeciente", la serie pivota inicialmente en torno a él y todas sus conquistas románticas, pasando a abarcar después también la historia de sus hijos y a continuar la trama incluso después de la muerte del protagonista.

Hay algo parecido a una historia principal, pero la novela es sencillamente la crónica de medio siglo en la corte japonesa. Hay intrigas, pero el motor principal son las vidas amorosas de sus protagonistas (amor entendido tal y como se hacía en aquellos años, donde el arma de seducción más importante era la caligrafía). Es una novela que retrata una sociedad por completo basada en la búsqueda de la belleza y la realización personal, donde los personajes se dedican a la contemplación y a tocar el koto, y donde hay insertada toda una compilación de poesía de la época. Las decisiones políticas, así como las vidas de los miserables plebeyos son ignoradas por completo. La autora, una cortesa de la época, no critica ese mundo, sencillamente lo expone y lo muestra tan natural como para ella era. No critico este punto, pero lo resalto, es una novela de época y no puede ser leída con nuestra óptica actual, pues obviamente vivimos en una sociedad muy distinta y Murasaki se guía por los valores en los que vivía. Valores en los que una mujer vivía confinada tras un kicho y donde la poligamia estaba más que aceptada, y valores que no obstante permitieron que creciera una escritura con una pluma prodigiosa que era capaz de saltar de la crítica a la comedia en la misma frase, que exponía la vida cortesana con una naturalidad pasmosa y que al mismo tiempo componía un rosario de personajes femeninos que anteceden a todos las grandes protagonistas de la literatura universal, una autora que no vacilaba en ignorar hechos que no le interesan o atacar el estilo de sus competidoras de la época.
No habrá turgentes imágenes de Minamoto-kun no Monogatari en esta entrada
El estilo de Murasaki es ameno y complejo al mismo tiempo (se trata de una novela donde los personajes pueden tirarse un par de páginas contemplando el paisaje, para después morir por una posesión demoniaca en una línea casi escondida), y me ha sorprendido increiblemente pues me ha parecido una autora con una fuerza brutal. He leído comparaciones que la ponían a la altura de Tolsoi, Shakespeare y Cervantes, y leída esta obra he de decir que no me parece una comparación tan temeraria y alocada como a priori puede antojarse. No obstante, aquí he de mencionar la traducción. El japones es un idioma que ya de por sí es ambiguo y complejo en nuestros días, sobra decir que el de hace 1000 años, que además era distinto para hombres y mujeres, es casi un jeroglífico. Todas las traducciones occidentales parten de las traducciones al japones moderno, y en su mayoría se suelen basar en las traducciones al inglés. Dentro de todas estas traducciones las hay tan puristas que llegan al extremo de que los personajes se nombran por títulos o descripciones, pues los nombres no existen en la obra original y se los ha atribuido la tradición literaria japonesa a lo largo de los siglos (basta decir que Genji no es un nombre, si no una descripción de la genealogía del personaje). La edición que he leído, a cargo de Ediciones Destino, me parece muy accesible y muy fácil de leer, y al mismo tiempo parece bastante fiel con el texto original, sabiendo siempre que estamos al otro extremo de un teléfono roto milenario del que se sospecha que se ha perdido algo de los capítulos finales o que incluso hay algunas partes que no son obra de la autora (autora de la que algunos dudan su autoría, por cierto). Las únicas pegas que le pondría son alguna que otra expresión actual que me parece excesivamente anacrónico (tipo "se reunieron en petit comite") y el que las anotaciones a pie de página son muy útiles pero te destripan sin misericordia lo que está por venir.
Las imágenes seleccionadas representan la realidad del periodo Heian
Sobre la novela en si, he de decir que es algo irregular, algo inevitable habida cuenta de su extensión. El principio es terriblemente ágil y rápido, con una conquista tras otra y un tono ligero que se corresponde con los años adolescentes de Genji. Se nos presenta un personaje detrás de otro y todo parece una crónica rosa antigua con momentos muy divertidos y sorprendentes para un lector actual. Luego el papel de Genji cambia y pasa a ser un hombre mucho más responsable, un hombre que se preocupa por todas las mujeres que ha conocido aunque disten mucho de ser su favorita, aquí la novela pasa a ser un compendió de personajes femeninos y una visión del papel de estas en la sociedad de la época, adquiriendo la novela mucho más empaque y mostrando una profundidad inesperada. Conforme el personaje crece cambia también la percepción de la sociedad, que poco a poco se nos muestra como estancada y con síntomas de agotamiento. Genji, el príncipe resplandesciente, es el culmen de ese tipo de vida; desaparecido él, el mundo sólo puede ir a peor. La novela es entonces mucho más interesante, pero también es justo decir que en ocasiones el ritmo se ralentiza demasiado y que algunos personajes no soportan también el peso como Genji y en algunos puntos la novela se hace larga.
Amén de recordar productos altamente recomendables
Pero si bien Genji es el protagonista indiscutible y es terriblemente carismático y simpático, no es el único gran personaje de la obra. Unicamente Yugiri no ha terminado de gustarme de todos los otros protagonistas, pero por contra Kaoru es un personaje sorprendentemente actual. Pero al margen de estos dos -los hijos oficiales- y algún que otro personaje como To no Choju o Reizei, donde la novela muestra todo su potencial es con las féminas, mostrando una galería de mujeres sencillamente inolvidables. No negaré que comencé a leer este libro casi a modo de coña por ese manga tan particular que es Minamoto-kun monotagari (ver reseña), pero una vez leídas sus páginas uno no puede evitar querer imaginar a la excelsa Fujitsubo, enamorarse de la perfección de Murasaki, añorar la compañía de la comprensiva Hanachurisato, querer descubrir a la terrible mujer fatal que es Tamakazura, divertirse con Omi o temblar ante la vengativa Rokujo.

No es una lectura fácil, sobra decirlo. No es un best-seller de bolsillo que te puedas poner a leer porque sí, es un libro ante el que hay que ir preparado y saber muy bien lo que se va a leer. Pero si uno sabe lo que va a encontrarse y aún así desea leerlo, creo que su lectura es una sorpresa increíblemente gratificante.

8 comentarios:

Bassdrum D. Txema dijo...

Reseñas como estas tras lecturas faraónicas le dan prestigio a tu blog. Nada mas que decir ya que soy muy poco lector.
Por cierto, muy buenas imagenes seleccionadas Jeje

Anónimo dijo...

Después de leer tu reseña me han entrado unas ganas terribles de leer este libro, por muchas páginas que tenga o partes lentas.
Siempre he querido leer literatura japonesa y si tiene que ver con su historia o que relaten aspectos de día a día mucho mejor.
Así que me apunto la obra para leerla este verano, aunque espero tener tiempo para ello ^-^

Paulonovich dijo...

Me encanto la reseña, quisiera el libro!! pero no se si acá en Perú lo pueda obtener fácilmente, quizá un e-book pero no me gusta leer por una tablet o movil.. ya veré como lo consigo y gracias por la entrada :)

eter dijo...

Bassdrum D. Txema, reseñas como esta son las que mola escribir... siempre es gratificante salirte de lo esperado y tópico, y aunque la temática del blog incite a ello, no creo que haya muchos blogs que reseñen este libro.

Luar, es una novela dura, y la historia que refleja no es la que más o menos tenemos todos en mente al no haber samurais, ni geishas ni nada de todo eso moderno. De literatura japonesa puede que haya cosas más convencionales, ya que esto sería el equivalente al Romancero o el Amadis de Gaula castellanos (y eso dándoles varios siglos de margen).

Paulonovich, a mi no me gusta tampoco leer via electrónica. Te diría que tuvieras cuidado con la edición, porque este es uno de esos libros en los que te puede estropear la lectura... claro que también es uno de esos libros en los que muchas veces no puedes elegir

Belldandy dijo...

Tengo en mente que algún día lo leeré y la reseña me motiva con una lectura que se presentaba tan compleja, así que gracias =D

En cuanto a la obra, yo la conocí gracias al manga El Príncipe de la Medianoche, de Ako Shimaki y desde entonces tengo rumiando en mi cabeza el deseo de leerla =)

eter dijo...

Yo la conocí principalmente por un compañero de trabajo, que también es el que me ha dejado los libros.

Eso si, el empujoncito me lo dio la gamberrada del manga de Minamoto no monogatari-kun

erGuiri dijo...

KUDOS !!!

Creo que espararé a una versión anime con fanservice.

Eso sí, le echaré un vistazo al manga que mencionas a ver si me pica el gusanillo.

eter dijo...

No termino de ver un anime de Monogatari... no por la censura en si, si no porque la mitad de la historia se desarrolla en las escenas de cama, que facilmente pueden ocupar un cuarto o un tercio de todas las páginas XD

De Genji sería curioso un anime... y hay alguno viejecillo, pero es curioso lo poco adaptado que está.