Negar que los últimos capítulos de Chihayafuru saben a poco sería absurdo. La trama está algo estancada y todo se ha ralentizado algo, es normal y lógico, la serie lanzó una serie de bombazos hace algunos capítulos y necesita recuperarse de ellos, y esos conflictos necesitan tiempo y páginas para lograr el efecto perseguido de crisis. Así que no me quejo, Chihaya y Taichi están atontados, y necesitan este bache para crecer.
No obstante, esperando que estos capítulos pasen... tengo que decir que la autora los está usando bien y que ha presentado y desarrollado unos cuantos personajes que luego más tarde no tendrían tiempo de lucirse. Y si bien es de suponer que el gran momento de Arata llegará en el capítulo siguiente, en este ha sido el de Kana-chan, haciendo las veces de amiga de Chihaya y de corazón del equipo... y por eso uno se alegra tanto con ese esperado momento con el que finaliza prácticamente el capítulo.
Lo dicho, estoy impaciente y quiero que esta minisaga emo-romántica acabe, pero no me parece que la autora lo esté llevando mal o que la historia se encuentre en un serio bache. Y Suetsugu esta aprovechando bien el tiempo, Chihaya está viviendo sin karuta, Arata nos recordara a Reon, y Taichi está frente al Meijin. Pero al margen del trío protagonista, tenemos a un cuarteto de nuevos secundarios, y a los antiguos secundarios creciendo como sempais con una Kana-chan estelar.
Al capítulo sólo le ha faltado esa referencia a Genji que casi se olía en el ambiente cuando se han puesto a divagar sobre la época Heian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario