martes, septiembre 01, 2015

Semana de clásicos

Hace algunas semanas tuve unos cuantos días de vacaciones y, sin saber muy bien como ocupar aquellas tardes, decidí montarme un pequeño ciclo cinéfilo de películas clásicas que aún no había visto. No seguí ningún criterio de selección para las películas y casi puede decirse fui improvisando sobre la marcha en base a mi pequeña colección de dvds y algunas más a las que tenía acceso. El origen de este ciclo no tiene mucha más historia, así que ya, sin más preámbulos, paso a las reseñas propiamente dichas.

El gran dictador

No soy un gran fan de Chaplin, no me gusta demasiado su estilo de humor puramente físico y algunos de sus tics más conocidos. No había visto esta película y era una asignatura pendiente que me daba algo de miedo.
Una vez vista tengo que decir que es una pequeña joya. La película tiene sus defectos, el ritmo es algo irregular y la duplicidad de personajes -"Hitler" y el barbero judio- no funciona bien en todos los momentos. No obstante,  la valentía de la película es indudable (desgraciadamente la visión exagerada de Chaplin se quedó corta), y no deja de resultar increíble que tuvieran la valentía de rodar y estrenar algo así en plena Segunda Guerra Mundial, cuando además al principio de esta en EEUU había mucha simpatía hacia los nazis. La parodía del mal y el mensaje humanista están presentes durante toda la película y explotan en un alegato final desgarrador y brillante.
Como he dicho, no soy fan del humor físico de Chaplin, y no me gustan sus andares, pero durante la película eso apenas me molesta en unas pocas ocasiones y pronto uno se acostumbra a él... y no puedo negar que superados esos prejuicios la película me divirtió mucho con algunos gags memorables.
Divertida a la par que terrible, es una película muy recomendable.

Alguien voló sobre el nido del cuco

"Alguien voló sobre el nido del cuco" es una de esas películas que se articulan más sobre una idea que sobre una historia. La trama de la película como tal es muy sencilla, tenemos un delincuente problemático al que arrojan a un manicomio para ver si tiene algún problema mental o sencillamente es un vago.

La idea enlaza mucho con lo que eran antes -y no sé hasta que punto lo continuarán siendo ahora- las instituciones mentales. La película está ambientada a principios de los 60 y entonces los manicomios no eran otra cosa que prisiones donde se arrojaba a los locos, no para curarlos, si no para que no molestarán a los cuerdos que pagaban su hospedaje. Así pues, tenemos a Nicholson como alguien que verdaderamente no parece loco, si no sencillamente no tan listo y sabio como se cree, y junto a él tenemos a varios locos más que abarcan un espectro bastante variado entre locos claros y sencillamente personas con problemas, algunos inofensivos, otros peligrosos, algunos independientes y otros completamente dependientes. Y la película nos hace plantearnos como hemos de tratar a estas personas, que derechos tienen y que libertad merecen.

Es una película de hace cuarenta años, de la buena década de los 70. El ritmo es algo lento y se suprimen muchos diálogos con mera interpretación de un conjunto de actores que tienen auténticas golosinas ante ellos y celebran un multitudinario festival de actuaciones memorables. La dirección es bastante clásica en sus encuadres y su fotografía, y creo que el montaje es la principal arma que utiliza para representar la locura, con algunas ideas muy buenas en un par de escenas.
No es una película especialmente recomendable para el público actual. Es una película buena, pero seria y dura, y hay que saber muy bien lo que se va a ver al enfrentarse a ella.

El idiota

Esta película es la adaptación de la célebre novela de Dostoievski del mismo título, transportándola a un Japón post-guerra mundial. En ella tenemos a un protagonista que ha quedado traumatizado tras la guerra y que sufre una extraña variante de la epilepsia y que además es incapaz de ver o sentir nada que no sea bueno. Es el ya clásico dilema de si una persona tan pura, tan sumamente buena, puede sobrevivir en un mundo como el nuestro. 

Sin embargo se trata de una película fallida. O al menos fallida es la versión que he podido ver. Son 165 minutos, pero la versión original tenía 100 minutos más. Y se nota. La película se estructura con grandes escenas que pueden ocupar fácilmente decenas de minutos, pero entre algunas de ellas se echa en falta metraje que explique algunos cambios de actitud de algunos personajes o los cambios acontecidos en los dos extraños triángulos amorosos en los que se ve envuelto el protagonista. 

Tenemos además la dificultad de adaptar a Dostoievski, un autor algo duro y con una tendencia a la introspección personal que supongo que alcanzaría en esta novela su cumbre, y eso es algo muy difícil de adaptar. Particularmente me ha gustado mucho el protagonista, pero he leído críticas de lectores del libro que argumentan que aquí queda reducido a un tonto bonachón mientras que en el libro es alguien muy inteligente. Y es cierto, aquí el protagonista es la definición de pureza, aunque creo que esto vendría dado por el problema del minutaje.
A nivel técnico poco se pude decir. Kurosawa era joven todavía, pero su dirección de actores es impecable, y fotografía e iluminación son brutales, con una influencia muy clara del cine americano de los años cuarenta. Hay un buen movimiento de la cámara, y el uso del montaje y la música para reflejar la locura está muy conseguido. 

El séptimo sello

El séptimo sello, y el cine de Bergman en general, es de ese que parece que no se puede criticar porque si lo haces es que no lo has comprendido, con los autores europeos pasa mucho, aunque supongo que esto puede extenderse a todos los directores de películas claramente hechas para festivales. Tenía curiosidad por ver que me parecía su cine, y la imagen de la partida de ajedrez con la muerte era tan potente como seductora. 

¿Qué puedo decir de la película? ¿Es una obra maestra? ¿Es recomendable? A ambas preguntas habría que responder con muchos matices. Esta película es una reflexión sobre la vida, la muerte y el propio concepto de la volátil vida humana y lo efímero de su relevancia. Y si eso no es suficiente, tenemos el amor de por medio, y para rematar a Dios, a la fé, y al propio concepto de civilización humana. Casi nada. Todo ello con muchas métaforas, con un caballero y su escudero que regresan de las cruzadas a su Suecia natal y ven esta asolada por la peste negra, así como las reacciones de los aldeanos ante esta (miedo, negación, resignación, ira) y el como los poderes de la religión y la sociedad actuan. Todo ello desde la vista de dos personas hastiadas de la guerra y la vida, así como de un grupo de actores que lo ven todo como una tragicomedia y algunos personajes que se unirán al periplo del protagonista mientras este se juega la vida con la muerte. La película tiene simbolismo para aburrir, y los personajes hablan con largos y pretenciosos monólogos que escupen a la pantalla haciendo que el espectador confronte sus ideas con las que ellos exponen. Es una película sobre la que se han escrito libros, y no es extraño pues la cantidad de lecturas que permite es increíble.

Me ha gustado bastante, pero es una película que es muy difícil recomendar. Apenas dura hora y media, pero es terriblemente densa y dura para un espectador medio. Haya que ir muy mentalizado para verla. Me parece que la película pide mucho del espectador, pero también me parece que lo recompensa. Es, no obstante, como clásicos como "2001" o "Blade runner", ahí que saber muy bien a lo que uno se enfrenta.

El hombre que sabía demasiado

Quería cerrar el ciclo con la película de Jimmy Stewart, pero cuando fui a la biblioteca de mi ciudad sólo tenían la versión original. No era la que me interesaba, pero pensé "también es de Hitchcock, y si la volvió a hacer supongo que sería porque el material era bueno". Así que, con el aliciente además de que sólo duraba 76 minutos, comencé a verla con toda la ilusión del mundo. Craso error.
Esta no es una mala película, pero sencillamente es demasiado antigua. Es del 34, y en aquellos días sencillamente el thriller estaba muy verde como género. Muchas cosas que vemos ahora lógicas e indispensables en aquellos tiempos ni siquiera podían imaginarse. No se puede analizar bien esta película hoy, más de 80 años después de estreno, porque sencillamente no tiene sentido. En esta película todo sucede demasiado rápido, apenas hay explicaciones y los personajes actúan freneticamente, las pistas son obvias y nadie sigue a nadie porque nadie espera que el héroe haga nada. Es francamente desconcertante. 
Todo esta narrado con una torpeza que hemos de considerar metafórica, porque no tiene sentido que alguien niegue la existencia de un documento mientras lo esté quemando, o le diga a alguien que no hable con un determinado sujeto estando este presente. No tiene sentido, al menos en una película de espías. Sencillamente la película es muy inocente y no cuenta con la referencia de decenas de películas previas para saber lo que funciona y lo que no.
Y es una pena, hay saber hacer cinematográfico en la película. Tiene un par de escenas brillantes, y algunas ideas que supongo que serían revolucionarias en su día y que siguen vigentes hoy en día, pero... sencillamente... la película es muy vieja. Es tan vieja que el sonido estorba, la película esta dirigida como si fuera muda, con unas acciones muy claras en pantalla y alguna explicación puntual puesta en boca de los protagonistas por un guión algo torpe. Se nota que Hitchcock no estaba cómodo aún con el sonido. Y de la acción mejor no hablo, porque el final es un surreal tiroteo... que queda en nada si se compara con una épica pelea durante la cual el protagonista y sus enemigos se dedican a arrojarse entre ellos todas las sillas de madera de un pequeño salón.

6 comentarios:

Pennywise dijo...

Sólo he visto Alguien voló sobre el nido del cuco que me gustó mucho. Tanto Séptimo sello como alguna de Chaplin son eternas pendientes pero la vida es demasiado corta para obligarse a ver cosas, mejor dejar que fluyan.. xD

eter dijo...

El séptimo sello es muy densa, pero terriblemente recomendable. Particularmente me gustó más que "el nido del culo", pero ambas son películas de esas duras que te pueden maravillar o pueden convertirse en una tortura.

Anonimatus dijo...

Hay que tener en cuenta que el humor de Chaplin tiene su origen en la época del cine mudo, no era posible hacer cosas más sofisticadas.

¿Existe la posibilidad de que veas la versión completa del Idiota? Es increible como puede cambiar la calidad de las películas debido a los cortes. Por ejemplo la versión del director de Daredevil tiene muy buena consideración por parte de los críticos.

eter dijo...

Sí, a Chaplin no lo culpo, me parece que se adaptó bastante bien al cine sonoro y que se vio que era un tio que sabía mucho de cine y pocos debieron sobrevivir... pero los que sobrevivieron desde luego se nota que sabían mucho de cine y de narrativa.

Del Idiota creo que no hay ninguna versión integra. Me pareció leer que en Japón hay versiones de más de 3 horas, pero que la original de más de 4 no se ha llegado a comercializar (leí en varios artículos que ni siquiera había copias, pero no dejaban de ser articulos de internet y tampoco pondría la mano en el fuego por ellos).

OtakuLogan dijo...

Solo he visto Alguien voló sobre el nido del cuco, buena sin entusiasmarme, lo que más recuerdo de ella son las dos escenas parodiadas por los Simpson, de hecho es la peli que me hizo preguntarme cuántos chistes le deben los Simpson al cine...

eter dijo...

Una de las grandes virtudes de los Simpsons -en su buena época- es esa, es increible lo bien que envejecen al recompensar al espectador conforme este gana más y más cultura... el otro punto es el que comentas, jode pensar todas las referencias que nos perdemos en ellos XD