Los primeros episodios de Girlish Number son muy refrescantes, acostumbrados como estamos a la visión chachi-piruli de la vida y de la industria del anime, una serie cínica y con genuina mala leche siempre es de agradecer. Porque si uno piensa en una especie de hermana pequeña de la sublime SHIROBAKO (ver reseñas) y le pone la mala leche del autor de Yahari (ver reseña)... parece que nada puede salir mal. Pero el caso es que algo sale mal, o más bien no sale bien. No sé muy bien cual es el problema de esta Girlish Number, pero es una serie que sencillamente me ha aburrido y decepcionado, una serie que uno pensaba que iba a ser mejor... pero que al final se estanca en una extraña irrelevancia y que acabé viendo con una triste desgana.
A nivel técnico la serie está bien, tiene una animación consistente, y aunque los diseños no son especialmente originales son bonitos, y la serie tiene una acertada gama de tonos claros y suaves. Tenemos mil y un efectos de comedia, con una protagonista que transmite mucho facialmente y que además tiene a una seiyuu detrás que hace muy bien su trabajo.
Pero algo falla en la serie, y quizás sea su mismo concepto. Chitose es una gran protagonista, es muy carismática y divertida con su vagancia y su cinismo, su forma de decirlo todo directamente y su optimismo desbordante. Pero si la serie quiere vivir de su mala leche, de criticar la hipocresía y el superficialismo de la industria del anime y de las dobladoras... entra un poco en contradicción cuando es una comedia ligera. Girlish Number no sabe muy bien hacia donde avanzar, porque debido al caracter de Chitose es difícil usarla como motor de tramas, y cuando uno la quita de la ecuación la serie pierde a su gran baluarte. Es una contradicción extraña en la que protagonista y desarrollo se estorban mutuamente. Y la serie funciona cuando carga contra la industria, mostrando unos entresijos horribles -aunque quizás el exceso de parodia juega en contra de la crítica-, y el anime que generan da vergüenza ajena, y es divertido ver la coña continua del autor contra si mismo y contra las novelas ligeras. Hay cositas interesantes como esa seiyuu "vieja" que no ha conseguido apenas papeles, la sobrexplotación de las jóvenes o las niñas prodigio... pero si una serie funciona mejor cuando se centra en las secundarias y deja de lado por completo a su protagonista, esa serie tiene un problema.
Girlish tiene este problema. Avanza a trompicones, con un mensaje que contradice ese mismo avance y que resta mucha fuerza a la comedia. Es una serie algo extraña que no parece saber muy bien en que dirección avanzar y hacerlo por inercia, por obligación. Habida cuenta del carisma de su protagonista y de la potencia de la idea original, no puedo evitar calificar esta serie de otra forma que de la de bastante decepcionante.
2 comentarios:
Vi el primer capítulo y me llamó mucho la atención por lo que dices, por esa frescura en el tono cínico, sin embargo, aunque sigo teniendo curiosidad por saber como continua iré precavida...
El problema es que quiere mantener ese tono cínico y al mismo tiempo ser alegre, graciosa y todo eso... y en muchas ocasiones esas dos vertientes entran en claro conflicto porque no vemos nada que justifique que Chi-sama esté ahí.
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