Que grandísima pena es que Skip Beat! no se centre más en la carrera artística de Kyoko... es un shojo, todos lo sabemos, la serie tiene como eje el romance y tiene que desarrollarlo y todo eso, pero esta parte se ha alargado ya hasta lo indecible y muestra un agotamiento increíble, y la comedia funciona de mala manera, y los secundarios de sagas anteriores aparecen y un lector normal no tiene ni ganas de intentar recordar quienes eran o que hacían. Este manga, como he mencionado ya muchas veces, hace mucho que tristemente tenía que haber acabado y se está eternizando con un desarrollo de la trama demasiado lento. Y tiene sus momentos, porque por ejemplo la trama de la madre estuvo bien... pero cuando este manga brilla es cuando se olvida del romance y se centra en la Kyoko actriz, porque la comedia funciona mejor, y porque sencillamente Kyoko destila un carisma y un estilo impresionante cuando actúa y pasa de chica simpática y tontorrona entrañable a ser la definición de la enciclopedia británica de "la puta ama".
Y han pasado muchos capítulos desde Natsu (aquello fue poco después del centenar de capítulos, con lo que hablamos de medio manga, 100 entregas en una serie quincenal, mucho tiempo en el que sólo tuvimos esa cosa rara y enfermiza de los Cain Brothers), pero por fin la gran Kyoko actriz ha vuelto por la puerta grande para patear culos de directores snoobs y elitistas con su desbordante fuerza en pantalla.
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