viernes, febrero 09, 2018

La fotografía de la graduación

Just because!

Eita es un chico que vuelve a su pueblo de origen para, literalmente, su último mes de instituto. Tiene ya una recomendación para una prestigiosa universidad y su futuro aparentemente encaminado, sin embargo al llegar a su pueblo se reencontrará con Mio, su antiguo amor... así como su viejo amigo Souma. Junto con un par de chicas más conformarán un particular pentágono amoroso que irá evolucionando a lo largo de una docena de episodios presentándonos distintas formas de enamoramiento al mismo tiempo que vemos otras tantas formas de encarar el futuro.
Comienza a establecerse en el anime un nuevo tipo de romances, esos en los que no hay grandes tensiones o rivalidades, donde hay relativamente poca comedia y donde el echii brilla por su ausencia. Slice of life puramente románticos, con unas relaciones más o menos telegrafiadas casi desde el principio que vemos como se van asentando poco a poco. No son series especialmente entretenidas, pero si son emocionantes, a fin de cuentas algo que más o menos todos hacemos con los productos de ficción es "shippear" personajes, y este tipo de series son eso. Hay algunas adversidades, y no siempre acaba bien, pero no estamos hablando de harems tontorrones, hablamos de relaciones más o menos normales con inseguridades y errores, y esta serie no es tan redonda como "Tsuki ga kirei" (ver reseña), pero no deja de ser recomendable y en general se ve bastante bien. Quizás como defecto haya que mencionar que parece que va algo de más a menos; sus episodios finales pecan de algo de falta de fuerza, quizás por tener una trama continua la serie alcanza sus clímax emocionales quizás demasiado pronto y a su final le falta algún pequeño giro de guión.
Técnicamente es una serie que se nota modesta, pero dentro de sus limitaciones se muestra bastante valiente, con una dirección que en ningún momento supedita sus planos a la economía del medio a pesar de que no tenga dinero para que los cabellos de sus protagonistas se muevan como los de unos personajes de Kyoani. Tiene unos diseños atractivos y una buena y realista paleta de colores, así como un buen uso de la climatología al servicio de la fotografía, sin embargo lo que me ha sorprendido sobre todo es que la composición de sus planos es muy cinematográfica y occidental. Donde el anime normalmente utiliza planos cortos y medios, esta serie utiliza mucho planos de cuerpo entero, intentando hacer notar el lenguaje corporal y dotando a muchas de sus escenas de un sorprendente sentido tridimensional a través del movimiento de sus personajes en planos fijos. Habida cuenta de lo normalmente plano que es el dibujo de los animes, esta serie me ha sorprendido mucho en ese sentido.
Creo que a la serie le falta algo de fuerza en su recta final, pero en general la trama es bonita y su desarrollo se siente correcto y coherente. Si a su dignidad argumental se le suma un buen acabado artístico creo que, si bien esta lejos de poder considerarse que sea una serie imprescindible, si me parece un anime bastante recomendable.

8 comentarios:

dececon dijo...

Completamente de acuerdo. La serie me gustó mucho y recuerda, en parte, al estilo de "Tsuki ga Kirei", pero al final le falta algo, no sé muy bien qué, pero se va desinflando poco a poco.

Anonimatus dijo...

Por el artículo no es el tipo de anime que vería pero me alegra que se hagan animes serios y con personajes y tramas realistas aunque sólo sea para mostrar que el anime abarca todos los géneros y todos los rangos de edad.

Unknown dijo...

De acuerdo, la serie empieza fuerte y desinfla, pero no por completo. A diferencia de Tsuki ga Kirei no logra mantener su estilo en la animación, que como dices es muy corporal, pero el presupuesto no acompaña.
Es la típica serie relajante para ver semana a semana. Creo que el hecho que hayan más historias así ultimamente, es que existe más factibilidad monetaria para hacerla como serie animada y no actuada, porque el tipo de narrativa es muy japonés, pese a que no abunde en el anime.

eter dijo...

dececon, a la pareja principal le falta algo de chispa, yo creo que todos más o menos ibamos con la fotografa.

Anonimatus, sí, los slice of life se están comenzando a abrir a otros géneros, generando comedias y dramas tan sencillos como efectivos.

Daniel Deux Ame, sí, recuerdo claramente un episodio en el que la delegada estaba frente a la fotografa y los pies de ambas eran casi inexistentes, creo que al final se les echo el tiempo encima, pero el enfoque de la dirección se agradece mucho.
La verdad es que si, es una historia que pegaria más con actores de carne y hueso, pero supongo que como dices estaremos en un momento en el que el ordenador y la explotación de los animadores hace que sea más rentable hacer esto así -y sin seiyuus famosos- que con actores reales.

Lechu dijo...

Me alegro muchísimo que este tipo de series estén tan en boga últimamente, me gusta su mesura, so cotidianidad, la ausencia de enormes giros de guion que buscan sorprender y acaban por romper la esencia de la serie, lo "realista" que resultan las relaciones entre personajes...

A mí no me parece que la serie vaya de más a menos, simplemente es previsible en el buen sentido: sabes lo que va a pasar, es lo que debe pasar y la forma en la que pasa es correcta y coherente. Me parece especialmente acertada la elección del momento y el lugar del reencuentro de Mio y Eita al final de la serie, ese pequeño lapso de tiempo que les permite a ambos pensar y madurar definitivamente sus sentimientos. Es cierto que era inevitable sentir simpatía por la fotógrafa, pero hay algo entre Mio y Eita, una especie de desafío mutuo y constante que te hace querer que estén juntos.

Lo que me sabe mal de esta serie es el presupuesto tan exiguo que ha tenido para la parte técnica. Sí, está muy bien resuelto y sortea esa ausencia de fondos con astucia y valentía, pero viendo de lo que es capaz el diseñador de personajes me hubiera gustado que los personajes -sobre todo las chicas- hubieran tenido un diseño más elaborado.

eter dijo...

Sí, son series que lo basan todo en el tempo, el tener un guión más o menos consistente y en plantear una historia que funciona, sin artificios tipo acción, humor o fanservice más allá de como pequeños condimentos.

La pareja Mio y Eita es buena, y uno sabe que van a acabar juntos, y está bien todo el cambio en ella y demás... pero es imposible no apiadarse un poco de la fotografa, tiene demasiado escrito en la frente lo de "perdedora" y siempre se acaba empatizando con este tipo de personajes.

El presupuesto se veía pobre, porque Mio tiene un diseño espectacular que luce muy poco... Morikawa sabes que es un bellezón porque todo el mundo lo dice, no porque su diseño sea bonito, y la fotografa parece bastante desaliñada para suponerse que es también bastante mona. Pero bueno, los chicos tampoco es que tengan unos diseños rompedores XD

Mitzburn dijo...

muy de acuerdo cn esta sipnosis, la serie muy recomendable y no le pída nada a otras series

eter dijo...

Sí, este tipo de series sencillas y sin pretensiones de ser el drama del siglo son muy agradables