miércoles, febrero 06, 2019

En un lugar de Francia de cuyo nombre no quiero acordarme...

Madame Bovary

Clásico entre clásicos, esta novela francesa de mediados del XIX constituyó formalmente toda una revolución en su época. Dejando a un lado su trama, la novela destaca por su increíble lirismo de su prosa, comparaciones y metáforas se alternan con descripciones increíblemente detalladas y muy evocadoras conformando una narrativa verdaderamente preciosista. Había leído que el estilo de Flaubert conseguía por fin impregnar a la prosa de la musicalidad y hermosura de la poesía, y ciertamente es así. El autor está más interesado en dibujar la historia que en contarla, y ello convierte a esta novela en una experiencia tan bonita como difícil de recomendar (apenas son 400 páginas, pero en ocasiones alguna descripción o evento puede exasperar por la calma con la que el autor lo describe).
La novela, escrita en 1857, nos traslada a esa época. La narración comienza con la familia de Charles Bovary, pero pronto pasa de inmediato a centrarse casi por completo en una joven llamada Emma que será su segunda esposa. En un primer momento el lector simpatizará con Emma, una joven con sueños de romance que se ve lastrada por la sociedad de su época, sin embargo donde Anna Karenina se erigía como un gran personaje con un conflicto real, veremos como Emma huye hacia la locura como una quijotesca versión de las heroínas románticas obsesionada con las novelas de romance. La novela es un viaje, una espiral hacia un abismo hacia la que protagonista poco a poco se precipita hasta el momento en el que no hay salvación posible y sus obsesiones la llevan hacia la autodestrucción.
Acostumbrado a otras novelas más amables, puede chocar algo. La novela no es heredera de las de Jane Austen; podría mucho más acertadamente considerarse una versión precursora formal e incluso argumentalmente de la Lolita de Nabokov.
El estilo es lento y extremadamente lírico, creo que eso puede maravillar a mucha gente, pero también a mi en ocasiones -al mismo tiempo que me ha fascinado con algunos pasajes y recursos estilísticos- se me ha hecho un poco pesado por algún que otro momento más lento o repetitivo de la historia, o también por alguna que otra trama tangencial a la principal. Aún con estos problemas, es una lectura entretenida y fascinante a nivel de calidad literaria, recomendable para cualquiera interesado en la literatura clásica.

2 comentarios:

OtakuLogan dijo...

A mí me se esta haciendo insufrible, aunque también es cierto que no soy su público.

eter dijo...

A mi fue un poco por rachas; el principio bien, pero a partir del primer cuarto, cuando solo son divagaciones quijotescas romanticonas de la tia se me hace muy pesado, en su último cuarto ya si volvió a engancharme bien.