jueves, marzo 21, 2019

El hombre que susurraba a los cerdos

Gin no saji

Adaptación del manga -aún en curso- de Hiromu Arakawa, "Gin no saji" nos traslada a un instituto agrícola, donde Hachiken -un alumno de matrícula- se ha matriculado en una especie de mezcla entre búsqueda de su propia identidad y acto de rebeldía contra su complicada familia. En este instituto, mientras cuida animales y campos, conocerá a numerosos estudiantes y a varios profesores en un día a día que la serie irá describiendo. Esta serie es pues un slice of life, una comedia estudiantil con el drama y romance de rigor, que se ubica en el extraño escenario de una escuela de granjeros.
Evidentemente una pregunta surge de primeras ante esta premisa: ¿granjeros? ¿eso puede ser entretenido? Verdaderamente la serie se apoya más o menos en los recursos clásicos del género en lo que a la construcción de personajes se refiere, teniendo a un grupillo de estudiantes simpáticos con el clásico chico serio o el clásico tontillo superlativo, en ese sentido la serie juega sobre seguro (y más con una mujer como Arakawa detrás, que tiene experiencia más que de sobra y sabe meter secundarios alocados que funcionan perfectamente como una especie de Buda convertido en profesor de equitación, o esa prima lejana de la familia Armstrong de FMA que sería Tamako). Además la serie maneja un componente muy amplio de personajes de una forma modélica; en este tipo de series es normal que al final solo veamos a media docena de miembros de un club y a un par de amigos del protagonista, aquí tenemos toda una clase que se divide en diversos grupos en función a los dormitorios, los clubs o los grupos de tareas, eso hace que el protagonista este en 3 o 4 círculos que al final siempre están interactuando entre ellos de una forma muy natural. 
Los animales y el componente granjero añaden ese pequeño componente de ternura y diversión que siempre dan los animales, y la serie sabe manejar lo suficiente los tiempos para introducir muchos elementos pedagógicos sobre las granjas como para que estos resulten interesantes y no aburridos. En general la visión que da de las granjas me parece sorprendentemente acertada, aunque no deja de ser algo benigna y demasiado limpia.
La serie, dividida en dos temporadas de 11 episodios se ve muy bien. La comedia, ya sea en gags puntuales o en secuencias más elaboradas, funciona muy bien; y también hay un romance -obvio desde el principio- muy bien desarrollado a lo largo de toda la serie. El único problema sería cierta tendencia a sobredramatizar por parte del protagonista en su primera temporada, su indecisión con respecto a su futuro y su conflicto con sus padres no son especialmente destacables, y en la primera temporada la serie pivota en torno a un arco sobre un cerdo que se establece como elemento de cambio del personaje... pero sencillamente es tan forzado que me parece ridículo por momentos. En la segunda temporada, sin embargo, el eje central gira en torno a una idea mucho más realista y dramática, y con una ejecución casi modélica consigue que el nivel de la serie suba muchos enteros.
En esta, su adaptación animada, no me parece que sea una serie tan redonda como todo el mundo parece decir. Es original en su planteamiento y se nota que su autora tiene muchas tablas a la hora de desarrollarla, sin embargo me parece que le falta algo de fuerza en general y además no puedo evitar pensar que romantiza demasiado una vida que es terriblemente dura. Me parece una serie divertida y entretenida, recomendable como una simpática curiosidad pero se encuentra muy lejos de mi etiqueta de imprescindible.

4 comentarios:

Lechu dijo...

Yo pensaba que esta reseña ya existía en tu blog. Bueno, no voy a permitir que la cuchara de plata se quede sin comentarios ;)

Qué puedo decir, yo soy un loco de esta serie, es uno de mis pequeños oasis personales en los que me sumerjo cuando tengo un día de mierda. Tal vez sea por ese humor tan espontáneo o por esas relaciones entre personajes que se van tejiendo poco a poco y con maestría, creando un grupo que se complementa a la perfección. Sin duda me quedo con ese mensaje de "realidad optimista" que no obvia los problemas pero tampoco niega una salida a estos, aunque esta sea huir o gritarle a la chica que te gusta que te deje estar a su lado aunque no puedas ayudarla.

Dicho esto, este anime es en general una adaptación bastante deficiente del manga, cercena muchas escenas y cambia la posición temporal de ciertos hechos que afectan a mi gusto para mal al ritmo de la serie. Te recomiendo que leas el manga si tienes tiempo, creo que la serie podría pasar de parecerte una serie simpática a una grandísima serie.

Jhon Kei dijo...

Estoy completamente de acuerdo con la reseña.

Como lector del manga te puedo decir que éste es mejor, pero tampoco exageremos. Es buena y por momentos muy buena...y ya.

Jose Gregorio Bencomo Gomez dijo...

¿Me lo imagino, o ese caballo es igual al pie de la letra al Jolly Jumper de Lucky Luke, pero en versión anime?

eter dijo...

Lechu, la autora es muy buena manejando grandes grupos de personajes, ya lo hacía en FMA y aquí todavía más con todo ese grupo de alumnos y las buenas relaciones que se establecen entre ellos, son un grupo realmente agradable de seguir y leer.
No sabía que había tantas diferencias con el anime. Entiendo que hayan cambiado alguna cosa para adaptarlo al ritmo del anime, pero me ha sorprendido tu comentario... más o menos parece todo medianamente natural y lógico en su desarrollo en el anime.

Jhon Kei, quizás cuando este acabado le de una oportunidad para ver como acaba, pero gustándome... no me gusta tanto.

Jose Gregorio Bencomo Gomez, hará casi 30 años que no leo nada de Lucky Lucke... recuerdo muy poco a su caballo.