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sábado, mayo 04, 2013

El más mágico cronista

MOMENTO MÍTICO 38 - 100 años de soledad

Las reseñas literarias siempre son complicadas, pero si hablamos de novelas como esta ya directamente rozan lo imposible y lo sacrílego.
"100 años" es realismo mágico en su sentido más puro; una prosa increíblemente poética y meláncolica donde todo tipo de sucesos completamente mágicos enmarcan la vida del árbol genealógico de los Buendía y del pueblo de Macondo en sí. Mucho se ha escrito sobre este libro, y en cierta manera da vergüenza intentar hablar de él en unos párrafos cuando libros enteros se han llenado con opiniones e interpretaciones sobre esta obra magna de la literatura universal. Un servidor llega a lo mínimo, la extrapolación de la vida de Macondo y de Úrsula como la vida de una persona, con sus diversos periodos como la infancia mágica donde todo es posible, la juventud esperanzadora  llena de sueños y amor, las revoluciones políticas y sociales, la madurez desencantada y los años finales decrépitos que esperan la muerte mientras rememoran la juventud.
"100 años de soledad" es un libro denso, es largo y ocurren muchas y muy variadas cosas... y muchas de ellas muy raras. Es un libro que exige mucha atención al lector, con muchos nombres, con párrafos muy descriptivos sucedidos por otros en los que suceden de repente muchas cosas. Salta hacia atrás y hacia delante en el tiempo. Y me pareció que se alargaba algo en su recta final cuando lo leí por primera vez hace 15 años y me lo sigue pareciendo ahora. Es un libro muy raro. Y cuando afronté su relectura pensaba que me iba a decepcionar por lo mitificado que lo tenía y lo extraño y particular de su contenido y su narrativa. Me equivocaba. En esta nueva lectura, siendo una persona diferente a la que era cuando siendo adolescente lo leí por primera vez, el libro me ha maravillado tanto más que entonces.
Es un libro que, a falta de una descripción mejor, sólo puedo decir que tiene un "algo", una magia intangible que se encuentra en muy pocos libros. Una de esas obras en la que disfrutas cada página y te alegras de, en algún momento de tu infancia, haber cogido un libro y haberte convertido en un lector.

En el siguiente momento mítico Rita Hayworth nos señalará el camino a Zihuatanejo.


miércoles, diciembre 10, 2008

Genial y todo eso... pero larga y cansina

El amor en los tiempos del cólera

Ya sólo el título de la entrada será probablemente un sacrilegio a la hora de hablar de una de las novelas más célebres del siglo y del quizás autor más importante en lengua castellana vivo. Pero un blog es el lugar menos adecuado para faltar a la verdad, y si bien reconozco que el libro tiene algunos pasajes maravillosos y que el estilo de García Marquez es tan mágico como siempre, la historia de Florentino Ariza y Fermina Daza no me ha entusiasmado.
Una lectura que comencé por el nombre del autor (me maravillan tanto "100 años de soledad" como "Crónica de una muerte anunciada") y que he finalizado por ese mismo motivo y por el simple hecho de que rara vez abandono un libro una vez comenzado. Esto es algo que ya debería saber es inútil con este autor. García Márquez no cuenta una historia, se recrea en ella. Desde el principio sabemos como va a transcurrir la historia, y el corazón de sus novelas es la narración de estos hechos desde la optica de diversos personajes, saltando hacia delante y hacia atrás en el tiempo y empleando algunos recursos narrativos que sencillamente estan fuera del alcance del resto de mortales y que parecen más poesía que prosa.
En el caso de esta historia, la de dos enamorados que sólo se encuentran tras más de sesenta años de desvarios, el problema es que nunca llegue a conectar con los mismos protagonistas. A lo largo de unas quiniestas páginas vemos como progresa una sociedad y un mundo entero, y todo ello siempre con descripciones y situaciones que bordean lo mágico y lo fabuloso para alternarse con la terrenalidad más absoluta. Pero nunca he sentido una gran empatía por ese personaje que veo más como un psicopata en ciernes que es Florentino Ariza o por esa autocomplaciente estúpida que es Fermina Daza. Entiendo que ambos son dos personajes que viven en una sociedad muy estricta y severa con sus costumbres, pero ahí las actitudes de ambos me resultan no ya anacrónicas si no sencillamente imposibles por su idealismo.
En resumen, si bien es una novela que, como siempre en García Márquez, hace gala de unos recursos narrativos increibles, no terminó de convencerme nunca por su historia y se me hizo excesivamente larga.

lunes, enero 07, 2008

El placer de leer un Gran Libro

Crónica de una muerte anunciada

Gabriel García Marquez es, que duda cabe, uno de los autores más importantes del siglo pasado (y de un cacho de este). Un autor dotado de una pluma increible que no sólo es uno de los máximos exponentes del realismo mágico si no que, a mi modo de ver, tiene un don para jugar con el tiempo en sus obras. No soy un gran lector de clásicos, mis apuestas literarías suelen ser novelas ligeras y entretenidas de fantasía, no obstante, hace ya casi una década la lectura de "100 años de soledad" me fascinó como pocos libros han hecho. Esa obra cumbra del siglo pasado constituye junto con "El señor de los anillos" y "20000 leguas de viaje submarino" mi trio de libros de referencia. Como he dicho, este tipo de literatura tan "intelectual" no es ni mucho menos el género en el que más me prodige como lector, y han hecho falta muchos años para que el azar haya hecho que la infinidad de recomendaciones que había escuchado sobre este libro hayan hecho efecto.
"Crónica de una muerte anunciada" es, sencillamente, una maravilla de libro. Una gozada de escrito que engancha desde la primera página a pesar de conocer desde un principio lo que va a suceder y que no te deja soltar el libro hasta que lo terminas, hasta que conoces que hizo cada hombre y mujer del pueblo mientras mataban a Santiago Nasar y que los llevó a actuar así.
El que un libro tan limitado argumentalmente como este sea tan rematadamente bueno sólo responde a una cosa: el increible talento de su autor. Porque resulta increible como García Marquez describe esa sociedad costumbrista y anclada en costumbres donde el honor se impone por encima de cualquier atisbo de sentido común. Porque todos ven como "a Santiago Nasar lo van a matar" y todos creen que es hasta obligatorio por parte de los gemelos Vicario hacerlo para proteger su honor, y nadie siquiera intenta descubrir si lo que decía la novia devuelta era cierto o no. Marquez nos describe esta sociedad mísera y arcaica, basada por sus propias leyes impuestas por la tradición más rígida.
Para ello Marquez se vale de su partícular y mágico arte, porque verdaderamente cada palabra, cada descripción que este hombre hace no puede ser calificada de otra forma. Su simple descripción de las gentes y las personalidades de este sórdido relato destacan por ser increiblemente bellas literariamente incluso en momentos tan terribles como el asesinato del protagonista. Este pueblo, tan "odiable" desde nuestro punto de vista, lo describe con un amor increible (y eso es lo más terrible de todo, pues no deja de ser escalofriante lo terriblemente real que es), con esas comparaciones y esas historias secundarias impregnadas de un halo de melancolía y magia increiblemente creibles. Y para completarlo todo tenemos el increible dominio del tiempo del autor colombiano, que vuelve una y otra vez sobre el amanecer de un funesto día para narrar desde todas las opticas posibles el asesinato del protagonista y crear así un recreación casi periodística de su muerte y, al mismo tiempo, de las causas de este.