viernes, enero 04, 2019

La odisea de una especie

Civilization VI

Tenía ganas de probar la veterana franquicia Civilization, y esta adaptación de la última entrega me ha dado la oportunidad perfecta para hacerlo. El resultado ha sido tremendamente gratificante. Civilization es un juego tan entretenido como adictivo.
Se trata de un juego de estrategia, pero aunque visualmente pueda recordar al clásico juego de estrategia de PC, esto está muy alejado de un "Age of Empires" o un "Warcraf"; verdaderamente en este juego tenemos que seguir consiguiendo materiales y tenemos que construir unidades, pero el juego no es una carrera contra el reloj para talar árboles con los que abastecer nuestro ejército y conseguir así una superioridad numérica que nos permita acabar con nuestros enemigos. Civilization es un juego por turnos, donde en cada turno tenemos tiempo infinito para mover alguna de nuestras unidades, desarrollar algo en alguno de nuestros núcleos urbanos o tomar alguna decisión con respecto a nuestras políticas. En este juego hay guerra, y puede ser una guerra total, pero podemos ganar por ese camino, o mediante la imposición de nuestra religión al resto de las civilizaciones, o incluso podemos sencillamente vencer convirtiéndonos en el referente tecnológico o cultural del mundo. Podemos elegir el camino de la guerra, pero también el de las relaciones diplomáticas y el comercio, con políticas que podemos definir y que nos darán una u otra ventaja así como también desventajas que habremos de tener en cuenta para que nuestros enemigos no se alien contra nosotros o nuestras propias ciudades no se revelen. La obtención de recursos y la construcción de unidades es importante, pero hemos de medirla para que nos permita avanzar en nuestro grado de civilización más rápido que a nuestros enemigos ya que cada descubrimiento o cada logro está supeditado a nuestros méritos anteriores.
La duración del juego es muy considerable, podemos definir el tamaño del escenario y el número de civilizaciones, podemos definir el tipo de victorias permitidas y la "edad" desde la que se comienza o el número de turnos de los que constará la partida. Tiene algunos escenarios predefinidos que nos propondrán algunos tipos de retos concretos y también 6 niveles de dificultad -y al menos a mi con el segundo ya me derrotan sin contemplaciones-; es un juego que se puede jugar de muchas formas distintas, pero es un juego difícil que exige al jugador que tenga en cuenta una gran variedad de variantes, pero es muy divertido y gratificante, y ya he comprobado lo peligrosamente adictivo que es y el porque el "sólo un turno más" es casi una expresión que ha popularizado. Es un juego extrañamente hipnótico que te engancha a sesiones de juego de varias horas donde cuesta dejar el mando (una partida puede fácilmente exceder varias decenas de horas). Es un juego tan adictivo que tras acabar una partida uno acaba "saturado" y ha de dejarlo reposar. A efectos prácticos es uno de esos juegos interminables y además, si te gusta la historia, la cantidad de referencias y elementos históricos que encuentras es fascinante, e incluso puedes pasar horas leyendo la pequeña enciclopedia que el juego lleva incorporada.
El trabajo de llevar el juego a Switch me parece bien hecho. Aunque hay un modo local, no hay modo online y supongo que es la mayor pega (aunque particularmente no me imagino jugando horas y horas contra otros jugadores, en PC parece ser uno de los modos de juego estrella). A nivel visual es más que correcto, con muchos elementos en pantalla y unas animaciones muy simpáticas; no obstante, conforme avanzan las partidas más largas la cantidad de unidades es tan grande que los tiempos entre turno se hacen muy largos por simple matemática. El control es correcto, pudiendo usarse tanto el táctil como el mando; la navegación en ambos casos a través de las incontables opciones del juego es bastante ágil, y el diseño del juego es lo suficientemente bueno como para que este no avasalle con demasiados iconos en pantalla. Quitando un molesto e inexplicable -porque fui capaz de replicarlo sin problemas y porque además parece heredado de la versión original- bug en uno de los tutoriales, es un juego que técnicamente no me ha dado ningún problema.
A pesar de su dificultad, un juego tremendamente recomendable para todos aquellos a los que les guste la estrategia. 

4 comentarios:

Ashikabi dijo...

¿Tiene un Modo Zombie?

Porque si no es aburrido.

eter dijo...

Demasiado serio para esas cosas XD

juan truchado dijo...

Yo me enganché al segundo. Era un vicio, un juego espectacular del que recuerdó partidas épicas y situaciones increíbles. Por poner un ejemplo y no alargarme mucho, cuando una civilización llegó al continente con carabelas y arqueros a declarar la guerra cuando en nuestro continente teníamos tanques y acorazados.

El tercero tenía ideas geniales y problemas catastróficos. Por primera vez tenías la sensación de que dirigías un imperio y no una serie de ciudades. También estaba de lujo la aparición de recursos estratégicos según subía el nivel tecnológico, porque eso de que el petróleo fuera le leche desde el minuto uno, como que no. Dos problemas gordos de jugabilidad le restaban puntos. El hecho de que pudieras acumular mil unidades en el mismo punto sin que pasará nada o que la edad de oro demasiado temprana acabará contigo, era insufrible.

El cuato no te puedo decir, el salto gráfico hizo que mi ordenador no pudiera con él.

El quinto tenía decisiones rarísimas. Recuerdó que gané una partida con dos arqueros y tres unidades de infanteria, porque dopaba a los primeros a base de castigar a las ciudades estado. También el tema económico era insufrible, pues a la tercera ciudad era una ruina mantener el imperio. Y luego estaba el descontento civil. Si te declaraban la guerra o si la declaraba tú en el 500 AC, se te relebaban tus propios ciudadanos y resultaba imposible sacar al ejercito de tus ciudades.

Y este sexto solo he jugado una partida por ahora, y no esta nada mal, pero el juego sigue empeñado en lanzar a los arqueros a pecho descubierto contra la caballería y claro, arrasó.

eter dijo...

El Civi 2 tiene fama de mítico. Esa situación que comentas me ha pasado a mi también, con alianzas de gente que va con carabelas y que yo hundo con mis submarinos nucleares... por no hablar de lo fácil que es conquistar el mundo si consigues ser el primero en desarrollar bombarderos XD.

Lo que comentas de los recursos es otra pequeña genialidad, pero añadiría que es igual de bueno como algunos recursos acaban quedándose obsoletos.

Quiero jugar una partida en plan asirio, arrasandolo todo (ni siquiera asimilando las ciudades, reduciéndolas a escombros XD), a ver si la población se vuelve contra mi por hastío militar y tiranía XD