Un hogar al que regresar

El gran Lebowsky

Hace tiempo leí una crítica que se refería a esta película como un refugio al que volver de vez en cuando cuando uno se sintiera desanimado, y creo que es una definición bastante acertada. "El gran Lebowsky" no es seguramente la mejor película de los Coen (demosle a "Fargo" este título aunque sólo sea por tradición), pero es una de sus películas más entrañables. Las películas de este par de genios siempre se han caracterizado por unos guiones exquisitos y repletos de matices, humor y mala leche, y además de unos personajes francamente memorables e inimaginables en otras películas.
Lebowsky es, seguramente, el mayor exponente de la excentricidad de sus personajes. Se trata de una película protagonizada por auténticos párias y marginados. Gente extravagante que van desde el pasotismo impagable del protagonista -el impagable "Nota" al que Jeff Bridges encarna magistralmente, al pobre Donnie del que todo el mundo pasa y que interpreta Steve Buscemi como sólo él podría hacerlo. Porque esta película es eso, independientemente de la trama, todo se sustenta en una galería de personajes secundarios casi esperpénticos que compiten en rarezas que en verdad no son tales. Pero los personajes son tan buenos, el guión que los une tan cuidado y estudiado, que resulta imposible no encariñarse con ellos y no soltar una o dos carcajadas ante frases como "Esto no es Vietnam, son bolos. Aquí hay reglas".
Sencillamente una película para recordar y para volver a ella de vez en cuando.