lunes, enero 25, 2010

Apuntando a la perfección

Final Fantasy IV

Paseaba hace unas semanas por la FNAC de Murcia buscando algún que otro libro o capricho que pudiera parecerme interesante cuando encontré este cartucho a 10€, decidí "arriesgarme" y page esa elevada suma por un juego del que no sabía demasiado a ciencia cierta. El resultado han sido unas 40 gloriosas horas y el descubrimiento de un grandísimo juego.
Esta cuarta entrega de la franquicia de Square una pequeña joya a todos los niveles posibles, y me atrevo a compararla a la superlativa y maravillosa sexta entrega, a la que supera en algunos aspectos jugables.
"Final Fantasy IV" nos cuenta la historia de redención de Cecil, un general que tras cometer una serie de atrocidades bajo las órdenes de un rey que fue su padre adoptivo pero al que no reconoce, acaba desertando y buscando una forma de redimir sus pecados. Pronto se descubrirá que el rey está bajo el influjo de un sombría figura que responde al nombre de Golbez y que esta buscando los cristales elementales para acabar con el mundo. Cecil, en compañía de varios compañeros que también han sufrido el azote de la guerra, se opondrá a ellos. En líneas generales la historia es bastante simple y predecible, pero funciona de maravilla. Los personajes son carismáticos y todos ellos estan bien presentados y desarrollados, y la historia nos presenta algunos momentos que son sencillamente memorables. No llega esta entrega al nivel de Celes, Terra, Locke, Cyan y esa docena de protagonistas simultáneos que manejabamos en "Final Fantasy IV", pues todo esta centrado en torno a Cecil e historias como la de Tellah y Edward o la de Rydia no tienen tanta profundidad. Pero es un RPG donde la historia pone la guinda a la jugabilidad, donde es un factor que supone un marco coherente y cohesionado para el resto del juego. Square presentó aquí una historia simple pero maravillosamente funcional, y siempre es mejor eso que cuando la propia historia se sobrepone al juego (algo que me parece que pasa en las otras dos entregas de la franquicia que he jugado: VII y VIII). La historia de este juego lo encuadraría más dentro de la franquicía Dragon Quest de Enix que de la propia fantasia final de Square.
Pero si este juego me recuerda a la magnífica y también cuarta búsqueda del dragón no es sólo por su historia simple y carente de excesivas pretensiones, es por su perfecta jugabilidad clásica. El único defecto verdaderamente notable que le ví a FF VI era el hecho de que al final, por los espers, todos eran capaces de todo. Es algo que no me gusta. En este tipo de juegos me gusta que el mago sea poderoso en magia pero que no pueda hacer nada más, que el protagonista sea poderoso pero tenga sus limitaciones, que el fuerte sea lento, etc, etc. Es algo difícil de ver en los juegos actuales, pero me gusta que las clases de cada personaje estén muy marcadas y que cuando nos enfrentemos a los enemigos finales no todos hayan aprendido de todo. En este Final Fantasy se cumple, nuestro paladín tiene algo de magia blanca, pero esta no se puede comparar a la de Rosa, nuestra verdadera maga blanca. Nuestra invocadora tiene un gran surtido de magias negras y dispone de sus invocaciones -me encanta que sólo haya una invocadora, y me encanta aún más que las invocaciones aunque sean espectaculares sean breves e incluso se puedan saltar-, pero físicamente es débil. Los magos que dominan magia tanto blanca como negra son inútiles cuando se quedan sin puntos de magia. Nuestro ninja es rápido, pero débil. Nuestro caballero dragón tiene "salto" pero no sobresale en ningún atribujo más. El bardo lanza hechizos múltiples, pero es débil y estos son poco frecuentes. Nuestro luchador es sencillamente fuerte pero es incapaz de lanzar un conjuro. Todo es muy clásico y me encanta; cada personaje puede hacer X cosas, pero si necesitamos Y eso le tocará a otro personaje y tendremos que pensar como lo hacemos. Se hecha en falta un poco de libertad en algunos aspectos de atributos y complementos, pues no podemos personalizar demasiado las habilidades de nuestros personajes. Pero podemos heredar habilidades, y eso en cierta manera ya nos permite diversificar un poco el grupo. En este aspecto el juego se queda corto, pero es muy fácil pasarse (como demuestra la magnífica sexta entrega, donde puedes crear auténticos monstruos con la combinación de preseas).
La clasificación tan rigurosa de los personajes y sus habilidades fortalece el componente estratégico del juego, pues además su elevada dificultad hace que esa entrañable estrategia de "atacar, atacar, atacar, esperar a que llene la barra y repetir" no funcione. Es un juego difícil, bastante dificil. Los enemigos normales pueden darnos bastantes problemas, y los finales sencillamente pueden ser imbatibles si no pensamos bien -y rápido- nuestros movimientos. Al marcado caracter de clases se suman enemigos que no dudan en lanzar una y otra vez hechizos múltiples, los clásicos muertos que hemos de matar con pociones, los vampiros que drenan, los que se basen varias partes que se regeneran las unas a las otras y en las que las debilidades de unas fortalecen al resto, aquellos que son una frenética cuenta atrás, algunos en aparencia invulnerables... el juego ofrece una variedad mostruosa de enfrentamientos y nos obliga a dominar los hechizos de defensa y de modificación de conductas. Además, la historia misma modifica nuestro grupo de héroes, nunca tendremos más de cinco y estos vienen determinados por la trama. No tenemos un "banquillo" de personajes, solo tenemos cinco -un numero alto, pero que en el juego se maneja a la perfección-, los cinco que podamos en ese momento, y con ellos hemos de afrontar lo que sea por mucho que nos gustase poder contar con el monje en lugar del ninja. El componente estratégico del juego esta muy logrado en todos los aspectos posibles, aunque esto, como por otra parte es nomal, se traduce en un nivel de dificultad bastante elevado. No obstante, mentiría si no dijera que esa dificultad no me parece si no otra grandísima virtud de este juego.
Tecnicamente nos encontramos con un espectacular pero peculiar remake del juego original. Escenarios y personajes han sido rehechos en 3D, y los resultados de unos y otros son bastante distintos. Los personajes son magníficos, grandes y detallados, pero siguen siendo cabezones y simpáticos, mantienen el alma de los juegos de Super Nintendo y no se han perdido en las divagaciones "emo"isticas que tanto gustan en la franquicia actualmente. La recreación de estos personajes también nos proporciona unas cinemáticas destacables, cortas, lo cual siempre es un acierto, pero magníficas. En los videos los personajes muestras una naturalidad y unas animaciones dignas de mención, y las grandes acciones que remarcan y narran estan culminadas por un grandioso trabajo de los dobladores americanos. Los personajes de este juego tienen un gran carisma y diseño, animaciones, videos y voces no hacen si no engrandecerlos. Por desgracia los escenarios no son tan buenos. El desarrollo es 2D sobre fondos 3D y no podemos girar la cámara como ocurre en los remake de Dragon Quest. Los escenarios presentan algunos pasajes detallados y hermosos, pero ciudades y mazmorras se me hacen muy simples en su mayoría y, sobre todo, no nos podemos mover por todas aquellas zonas que el mapa indica. La tridimensionalidad es ficticia y no podemos llegar detrás de una columna, es un defecto extraño que me ha mosqueado bastante pues igual que hay zonas que inexplicablemente quedan fuera de nuestro alcance, en ocasiones nuestro personaje se pierde en la pantalla.
¿Recomendaría este juego? SI, con mayúsculas (y más aún al precio al que se encuentra). Me parece un grandísimo juego de rol y me ha divertido durante unas cuarenta horas. Es más largo de lo que esperaba y también más dificil, no creo que sea el mejor juego para iniciarse en este género pero me parece una pequeña maravilla.

7 comentarios:

Kururin dijo...

Juegazo tremendo, objetivamente me parece el mejor después del VI. A pesar de ser el más simple en el plano jugable (que no es una pega ni muchísimo menos) tiene un desarrollo envidiable, una BSO de aúpa y una historia encantadora que ya quisieran muchos juegos actuales (bueno, y luego está Rydia, motivo más que suficiente para ponerlo en un pedestal xD). Y sí, es difícil, sobretodo el subterráneo lunar y el bicho final, que es un poco frustrante. De hecho los 5 primeros son bien chungos, del VI en adelante suavizaron mucho la cosa para sacar más pasta y tal.

A ver si tienes la oportunidad de probar el IX, que yo creo que te gustaría. Además los personajes tienen su profesión y habilidades prefijadas e intransferibles, en ese aspecto puedes respirar tranquilo.

eter dijo...

¡Dios! Tengo que editar la entrada, se me ha olvidado mencionar la gran banda sonora de Uematsu. Buen apunte.
Rydia mola, aunque me gusta más cuando es pequeña que cuando crece. Pero todos los personajes estan bastante bien y Cecil es un gran protagonista (y el triángulo con Rosa y Kain existe sin eclipsar nada ni pedir un protagonismo cutre). Para mi gusto a nivel de personajes no llega al nivel del IV (el VI es mucho VI), pero no lo desmerece para nada, y Golbez mismo es un gran villano. Eso sí, jugablemente me gusta más que el VI por lo clásico y cerrado de sus personajes, que todavía me duele recordar que acabe con Kefka con Locke lanzando Artemas dobles cuando apenas lo había usado en el resto del juego. Eso en este IV es impensable, tienes que conocer a la perfección a cada uno de tus personajes.
Porque es jodido, y como dices la mazmorra final es un infierno. Larga hasta decir basta, y repleta de enemigos que te pueden matar como te despistes y malgastes el primer turno. Curiosamente el enemigo final me lo pase a la primera y sin demasiados problemas (tenía al ninja KO (pero siempre tenía al ninja KO), pero tenía por ahí un omnielixir que con mi Rosa lanzando turno sí y turno también el "Cura+++" me mantenía vivo). Curiosamente me costaron más algunos como la CPU, el viejo que tiraba el gas "reversor" o Golbez en esa gran batalla que supone el regreso de Rydia.

El IX me lo han recomendado, pero de momento no puedo jugarlo por no tener ni una Playstation. Ya le he avisado a mi hermano que me tiene que prestar su PS3 en algún momento, y es curioso que la quiera más para jugar a este juego en concreto que a ninguno de los suyos propios.

eter dijo...

Por cierto, cosa curiosa. Mi clasificación de los Final Fantasy sería la siguiente:

IV > VI > VII > VIII

Verdaderamente entre el IV y el VI no se con cual me quedaría y muy probablemente la balanza se inclinaría del lado de Celes, Terra, Kefka y cía antes que de Cecil y demases, pero ejemplifica el extraño desarrollo de esta serie.

Jesús T. chusetto dijo...

Juegazo... la banda sonora siempre ha sido de las mejores para mi.

Andar por la Luna con el tema tan siniestro que tenía, no hace más que mejorar en este remake... :D

eter dijo...

Je, el tema de la luna proporciona una extraña sensación de tensión y peligro. Muy conseguido sin duda.
Esos primeros acordes que suenan tras un silencio largo dan bastante mal rollo.

Anónimo dijo...

El Final Fantasy IV es simplemente mi favorito, reconozco que el VI es un juegazo, pero yo me quedo con este, aunque jugue a la version de Game Boy Advance, no se que tal sera esa especie de Remake que hicieron para DS.

Aunque la entrega que ahora esta en medio, el V es bastante malo y a mi personalmente no me gusto, ahora tengo pendiente jugar al IX, aunque tengo la Play nunca me llamo mucho, pero quiza algun dia me anime y a los dos de play 2, aunque por lo que se dice no son los mejores

eter dijo...

Yo creo que en historia y desarrollo el VI gana al IV, pero es que como juego en si me gustan más las batallas de este IV. Puede que el otro tenga muchas más opciones y muchas más libertad por la docena de personajes, y puede que no sea tan "mazmorrero" como este... pero verdaderamente me cuesta elegir entre uno y otro.

El 5, por lo que me ha comentado mi buen amigo Setzer sobre el sistema de clases no termina de llamarme. El IX, que es clásico a más no poder y me llama bastante. Del resto... el VII me gustó bastante, pero con el VIII creo que se les fue la pinza con aspiraciones de historia y demás, y visto los derroteros de la serie no parece que se hayan recuperado aún de ello.