El siglo XXI es el de las super-ninfómanas con cinturones de castidad!

Reseña conjunta. Dos animes que tienen como eje las bromas y los dobles sentidos de ámbito sexual pero que, al mismo tiempo, carecen de cualquier atisbo de maldad o erotismo. Dos comedias paródicas que tienen un innegable parecido a pesar de que cada una tiene un enfoque completamente distinto al de la otra.

Seitokai Yakuin Domo

Yakuin Domo nos narra las peripecias de un peculiar consejo estudiantil de una escuela femenina que se ve obligada a convertirse en mixta. Las tres jóvenes que formaban el consejo ven necesario un punto de vista masculino para favorecer la integración y "obligan" al primer chico que encuentran a unirse a ellas. Basicamente la serie consiste en como este joven se ve obligado a soportar al resto de miembros del consejo y a gran parte del alumnado femenino del colegio... que son todas unas extrañas obsesas sexuales.
No hay acción ni directa ni sugerida, apenas hay erotismo y no hay nada de lo que esperariamos ver en una serie con este argumento. Todo son diálogos. La serie adapta un 4-koma, asi que lo que vemos es una sucesión de secuencias más o menos enlazadas y que consisten en su mayoria en algún tipo de malentendido -o algún "demasiado bien"-entendido- en el que el protagonista (o la única chica "normal" de la serie) dicen o ven algo y alguna de las personas que los rodean lo interpretan a su manera... más o menos rebuscada u obvia pero siempre enfermizamente sexual.
El caso es que la serie es, dentro de su innegable perversión, simpaticona. Las burradas que sueltan son tan directas y salvajes que es imposible tomárselas en serio. No importa que se desgaste el pitido de la censura, los personajes caen bien y resultan simpáticos y agradables por la surreal versión desinhibida de los tópicos del género que son.
La serie es una sucesión de gags constante con un ritmo bastante claro, y más o menos hila algo parecido a un argumento principal como puede, pero este no es muy importante y no hay verdaderamente más planificación que la de presentarnos a los personajes gradualmente. Es un anime terriblemente surreal, y en ocasiones se les va la pinza de una manera tan superlativa que comienzan a contar historias que no tienen nada que ver no ya con la trama si no con la historia misma o los personajes.
Tecnicamente presenta unos diseños agradables y una buena animación, con una tendencia a las deformaciones y las más simples y puras extravagancias visuales muy refrescante.

Mitsudomoe

Si la serie anterior se base en un grupo de pervertidas degeneradas... esta serie demuestra que los extremos se tocan al presentarnos a una clase de niños de unos 10 años que hacen gala de una pureza notable... pero que al final acaban ocasionando siempre malentendidos (la mayoria de ellos de claro contenido sexual).
Tenemos tres hermanas. Una vanidosa y egoista. Otra antisocial y muy susceptible. Otra increiblemente feliz y fuerte (y surrealmente obsesionada con los pechos). Este trio de hermanas y el resto de sus compañeros de clase no muestran en ningún momento tener mala intención alguna o más perversión que el inocente visionado de bragas... pero todos ellos juntos ocasionan mil y un malentendidos (sólo hay que ver que el hamster-mascota de la clase se llama "pezoncitos"). El egoismo de una, la timidez de otra y la simple felicidad de la última dinamitan la clase en la que se encuentran y desequilibran tanto a sus compañeros como a todos los adultos que la rodean.
La serie se basa en llevar a los malentendidos hasta el extremo de la mano de un grupo de niñas muy moe, y lo hace sin nada de malicia o morbo. Pero lo hace con simpatia y con gracia (no hay nada de lolicon en este anime), y si bien en sus principios la serie abusa un poco del humor fácil de poner a adultos en situaciones comprometidas por culpa de sus alumnos, pronto abandona ese camino tópico y se enfoca principalmente hacia el grupo de niños, donde las particularidades y estupideces de cada uno de ellos son potenciadas por las situaciones en las que les colocan las tres hermanas.
Tecnicamente me parece más que correcta, con unos diseños coloridos y simpáticos y una animación que siempre raya a un nivel bastante alto. La dirección es puramente anime, más o menos convencional pero con algún encuadre y alguna escena bastantes originales y conseguidas. El montaje se limita a concatenar tres o cuatro historias cortas a lo largo de los veinte minutos de cada episodio, pues no hay -ni falta que hace- un argumento central o una gran trama que haya de ser desarrollada constantemente.

Dos series que se basan en el mismo tipo de humor; cada una realizando una aproximación completamente distinta, pero ambas aunando auténticas salvajadas con una desconcertante inocencia.