Hace ya más de un lustro comencé a leer la saga "La espada de la verdad". Los tres primeros libros me parecieron una joya, terriblemente adictivos y disfrutables. El siguiente libro -El templo de los vientos- fue más flojito, y el después -El espíritu del fuego- directamente horrible, después se recuperó un poco el nivel con los siguientes libros (que ya he reseñado en el blog). Terry Goodkind estaba alargando la serie. Creo que hay una trilogía original muy notable, y luego hay una trilogia final cuyo primer volumen comienzo a reseñar en esta entrada. En medio hay cinco libros... no prescindibles pero si mal planificados. Cada libro sirve más o menos para presentar o desarrollar a un personaje muy importante además del trío "fijo" (Richard, Kahlan y Cara), y más o menos funciona (Nicci y Jenshen quedan muy bien dibujadas), pero se perdía el carrusel de personajes que había en los primeros libros. Y además por desgracia en estos libros el autor comenzó a meter una carga política e ideológica poco menos que ridícula (sobre todo por la forma en la que recalcaba los mensajes e imponía sus ideas como las únicas "buenas"). Son cinco libros que creo que tienen más momentos malos que buenos. Pero han acabado.
Con "Cadena de fuego" comienza la trilogía final, y no son libros independientes como es habítual en la serie sino que este libro es sólo la presentación de lo que se narrara en "Fantasma" y se concluirá en "Confesor". Goodkind sigue metiendo algo de carga política, y no mola porque como siempre cuando quiere enarbolar una idea lo hace ridiculizando al resto. Pero dentro de lo que cabe la carga política o ideológica no es tan grande como en anteriores (ridícula sigue siéndolo con frases como "todo esto tiene que tener una explicación racional... como un hechizo"). Pero por mucho que en esta ocasión el autor quiera linchar a los hombres que practican una religión en pos del raciocinio, la guerra estalla a lo bestia y todos los personajes y tramas que veíamos en los tomos anteriores entran en juego en este.
Volvemos a ver a nuestra adorada Berdine (la más divertida de todas las mord-sith), pero Rikka y Nyda siguen por ahí, y Cara hasta se ha vuelto "femenina". Ann, Nathan y Verna aparecen. Chase y Rachel siguen pupulando por las páginas. Shota regresa en compañía de esa mala copia de Gollum que era Samuel. Nicci es la estrella absoluta del libro siendo una mezcla entre una princesita Disney enamorada y el Bruce Willis de "Jungla de cristal" versión mago. Y por regresar regresan hasta las Hermanas de las Tinieblas con un plan que incluye las Cajas del Destino. Si bien el plan de las hermanas es digno de los peores episodios de "La leyenda del buscador", Goodkind ha conseguido reunir a todos sus personajes, darles un papel más o menos importante y preparar un escenario en el que hay una gigantesca guerra y al mismo tiempo una cruzada contra el mismísmimo Custodio del Inframundo. Y todo eso... mola mucho.
La narrativa de Goodkind la veo un pelín autocomplaciente en el libro, centrándose mucho en descripciones y alargando secuencias de forma innecesaria para que un libro que cabe en 400-500 páginas se extienda hasta las 700, pero sigue siendo muy ágil en los diálogos y en las secuencias de acción. Es un libro que se lee muy facilmente.
Problemas haberlos, y de difícil solución. La carga ideológica sigue estando ahí, aunque más débil. Pero al menos en mi caso Goodkind ha conseguido que le coga cierta mania a Richard, que es demasiado bueno en todo y demasiado lógico... sobre todo porque para hacerlo muchas veces reduce el coeficiente de sus compañeros... o de él mismo, porque este libro es un gigantesco acto de fé de Richard cuando este al mismo tiempo no hace otra cosa que pregonar contra la fé. Es raro. Y si Richard resulta cargante... pues eso también repercute en contra de los secundarios, en especial de una Nicci que es la estrella del libro -como siempre la hechicera se come todas las secuencias que Goodkind le da- pero que sale perdiendo por estar colada por el prota (y eso además jode porque evidentemente el prota no va a renunciar a su amor superlativo por Kahlan a pesar de que esta no existe... y de que la propia Kahlan es ya casi tan cargante como él).
Pero son detalles casi menores. El libro recupera el mejor ritmo, humor y épica de la serie y resulta en su tramo final espectacular. Después de un comienzo muy bueno y de cinco libros posteriores que fueron una cosa rara donde se alternaban momentos muy buenos con otros que daban vergüenza ajena, parece que la saga encara su recta final en la mejor de sus formas.
Con "Cadena de fuego" comienza la trilogía final, y no son libros independientes como es habítual en la serie sino que este libro es sólo la presentación de lo que se narrara en "Fantasma" y se concluirá en "Confesor". Goodkind sigue metiendo algo de carga política, y no mola porque como siempre cuando quiere enarbolar una idea lo hace ridiculizando al resto. Pero dentro de lo que cabe la carga política o ideológica no es tan grande como en anteriores (ridícula sigue siéndolo con frases como "todo esto tiene que tener una explicación racional... como un hechizo"). Pero por mucho que en esta ocasión el autor quiera linchar a los hombres que practican una religión en pos del raciocinio, la guerra estalla a lo bestia y todos los personajes y tramas que veíamos en los tomos anteriores entran en juego en este.
Volvemos a ver a nuestra adorada Berdine (la más divertida de todas las mord-sith), pero Rikka y Nyda siguen por ahí, y Cara hasta se ha vuelto "femenina". Ann, Nathan y Verna aparecen. Chase y Rachel siguen pupulando por las páginas. Shota regresa en compañía de esa mala copia de Gollum que era Samuel. Nicci es la estrella absoluta del libro siendo una mezcla entre una princesita Disney enamorada y el Bruce Willis de "Jungla de cristal" versión mago. Y por regresar regresan hasta las Hermanas de las Tinieblas con un plan que incluye las Cajas del Destino. Si bien el plan de las hermanas es digno de los peores episodios de "La leyenda del buscador", Goodkind ha conseguido reunir a todos sus personajes, darles un papel más o menos importante y preparar un escenario en el que hay una gigantesca guerra y al mismo tiempo una cruzada contra el mismísmimo Custodio del Inframundo. Y todo eso... mola mucho.
La narrativa de Goodkind la veo un pelín autocomplaciente en el libro, centrándose mucho en descripciones y alargando secuencias de forma innecesaria para que un libro que cabe en 400-500 páginas se extienda hasta las 700, pero sigue siendo muy ágil en los diálogos y en las secuencias de acción. Es un libro que se lee muy facilmente.
Problemas haberlos, y de difícil solución. La carga ideológica sigue estando ahí, aunque más débil. Pero al menos en mi caso Goodkind ha conseguido que le coga cierta mania a Richard, que es demasiado bueno en todo y demasiado lógico... sobre todo porque para hacerlo muchas veces reduce el coeficiente de sus compañeros... o de él mismo, porque este libro es un gigantesco acto de fé de Richard cuando este al mismo tiempo no hace otra cosa que pregonar contra la fé. Es raro. Y si Richard resulta cargante... pues eso también repercute en contra de los secundarios, en especial de una Nicci que es la estrella del libro -como siempre la hechicera se come todas las secuencias que Goodkind le da- pero que sale perdiendo por estar colada por el prota (y eso además jode porque evidentemente el prota no va a renunciar a su amor superlativo por Kahlan a pesar de que esta no existe... y de que la propia Kahlan es ya casi tan cargante como él).
Pero son detalles casi menores. El libro recupera el mejor ritmo, humor y épica de la serie y resulta en su tramo final espectacular. Después de un comienzo muy bueno y de cinco libros posteriores que fueron una cosa rara donde se alternaban momentos muy buenos con otros que daban vergüenza ajena, parece que la saga encara su recta final en la mejor de sus formas.
5 comentarios:
Me quedo mas tranquilo, porque yo estoy en los 5 de en medio, y ha habido alguno que me ha dado hasta repelús (con lo que quiero yo a ésta saga).
Con ganas de ponerme al día
En esta serie de libros se basaron para hacer La Leyenda del Buscador, si ya se que la serie era malilla pero tenia algo que me gustaba en el fondo jejj.
La serie de TV nunca supe que libros abarca por que al final de la serie aparece la derrota del Señor del Inframundo y yo pense que ese era el final del argumento, pero parece que aun me queda mucho por ver. Creo que me tocara hacerlo por medio de los libros, asi que a leer toca XD.
Por cierto en la serie el actor que hacia de Zeddicus sale en dos sagas de peliculas miticas; en Star wars episodio 3 cuando Obi Wan llega al planeta Utapau hace del nativo que habla con el jedi y en la version extendida del Retorno del Rey es el que hace de Boca de Sauron. Despues de frikear un poco jj buena semana ciaossu.
Darlantan, es que en los 5 de en medio hay momentos muy malos, y consiguen cargarse a Richard y Kahlan a base de oirlos soltar grandiosos discursos.
Por suerte en la trilogia final parece que estan volviendo todos los grandes secundarios que han hecho grande a esta serie. Nicci me encanta... pero es que ha regresado hasta mi adorada Berdine
Johnny D Epp, la serie era mala y se pasaba los libros por el forro... pero era entretenida y tenía un encanto terrible.
La serie abarca lo que deberían ser los 2 (cuatro en su edición española) libros, pero vamos, se inventaba todo lo que quería y más, y te sacaba personajes de libros de adelante como se olvidaba de otros y cambiaba brutalmente otros (Darken Rahl es el padre, no el hermano de Richar; y ya con las Hermanas de la Oscuridad se tomaban unas licencias brutales)
No sabía que Zeddicus era Boca de Sauron, nada más y nada menos que el Sr.Muro de mi venerada Dark City
Yo amo esta saga, pero igual debo admitir que decae a la mitad, pese a todo estoy feliz de que se este recuperando... Esta saga me recuerda bastante a otra llamada La rueda del tiempo, la mejor saga de fantasía que leí y te lo digo porque no lo encontré en tu blog jeje... esperare ansioso a que un día la comentes
La rueda la comence a leer hace algunos años... pero se me hizo muy laaaaaaaarga.
No se, lo mismo cuando acabe algún año me da el puntazo de leerla, pero no es una prioridad literaria que tenga ahora mismo.
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