Mucho esperaba de esta novela... y ha estado a la altura. Quizás la mejor novela de todas las que me he leído de la serie. Vimes, Vimes al cuadrado en una novela en la que vemos como el mejor personaje de la saga se hace así mismo.
Excepcionalmente bien escrita, Pratchett nos presenta a un gran número de personajes nuevos mientras nos muestra "versiones" de los ya conocidos. Y los personajes nuevos son excelentes, pero otros como Colon o Nobby salen muy favorecidos... y Reg sencillamente es un titan en esta novela. Vetinari y Ruina... bueno, el tiempo no cambia lo que son Vetinari y Ruina, aunque siguen el autor tiene guiños para con ellos impagables.
Pratchett mejora con cada libro que escribe, y sobre todo lo hace con los de la guardia; porque en el género de detectives es donde mejor se maneja y porque desde el punto de vista del lord Comandante de la Guardia* es desde donde su pluma encuentra el atril más elevado y apropiado para cargar contra los males universales que el hombre ha creado para complicarse a si mismo la existencia.
El mejor Pratchett lo encontramos cuando no se centra en los elementos fantásticos que considera ingeniosos y se vuelca en la historia, donde su ingenio resulta mucho más natural y más... bueno, mejor, más mejor sencillamente (por mucho que lingüisticamente sea una expresión de validez dudosa). Hay viajes en el tiempo, pero Pratchett dice pronto de "lo que pasó, pasó" y no permite que Sam Vimes piense mucho en lo que sus acciones pueden ocasionar en el futuro... porque ante él tiene un presente tan importante que si lo ignorara dejaría de ser Sam Vimes. Y así Pratchett se mete en la política como nunca con la "gloriosa república de la calle de la Melaza", y se muestra inspirado como pocas veces disparando a políticos, burgueses, soldados, conspiradores, manipuladores y al pueblo mismo.
El autor lo había intentado ya antes en la mejor aventura de Rincewind (ver reseña), pero siendo aquella una novela genial aún no había alcanzado a conocer a esas ninfas orwellianas que le revelaron "la verdad" (ver reseña). Ahora sí, ahora mientras escribe líneas que divierten, el maestro Pratchett es capaz de infundir también a sus palabras esa extraña magia que hace que un libro trascienda géneros y sencillamente haga pensar** al lector.
*o desde el de un Soldado Mayor, porque para Pratchett hay algo muy claro y que la identidad de una persona la determina él mismo y sus acciones e ideales, y no las medallas con las que otros quieran calificarle.
** hacerlo pensar para bien, claro, que es lo difícil; hacer pensar al lector en cosas malas es fácil, basta con describir cosas muy feas*** o con sencillamente escribir muy mal y no tener un buen editor o corrector que trabaje esas cosas****
*** normalmente con muchos pinchos que gotean líquidos cuya naturaleza es mejor no intentar adivinar
**** existen otro tipo de libros, aquellos que mueven a la gente a hacer cosas verdaderamente malas y hablan de acabar con el prójimo*****, pero si bien no se puede negar que sean libros porque son hojas encuadernadas, al menos si podemos evitar llamar escritores a quienes los redactan.
***** cuando no incluyen cosas como las mencionadas en (***) se les conoce como libros de derecho.
Excepcionalmente bien escrita, Pratchett nos presenta a un gran número de personajes nuevos mientras nos muestra "versiones" de los ya conocidos. Y los personajes nuevos son excelentes, pero otros como Colon o Nobby salen muy favorecidos... y Reg sencillamente es un titan en esta novela. Vetinari y Ruina... bueno, el tiempo no cambia lo que son Vetinari y Ruina, aunque siguen el autor tiene guiños para con ellos impagables.
Pratchett mejora con cada libro que escribe, y sobre todo lo hace con los de la guardia; porque en el género de detectives es donde mejor se maneja y porque desde el punto de vista del lord Comandante de la Guardia* es desde donde su pluma encuentra el atril más elevado y apropiado para cargar contra los males universales que el hombre ha creado para complicarse a si mismo la existencia.
El mejor Pratchett lo encontramos cuando no se centra en los elementos fantásticos que considera ingeniosos y se vuelca en la historia, donde su ingenio resulta mucho más natural y más... bueno, mejor, más mejor sencillamente (por mucho que lingüisticamente sea una expresión de validez dudosa). Hay viajes en el tiempo, pero Pratchett dice pronto de "lo que pasó, pasó" y no permite que Sam Vimes piense mucho en lo que sus acciones pueden ocasionar en el futuro... porque ante él tiene un presente tan importante que si lo ignorara dejaría de ser Sam Vimes. Y así Pratchett se mete en la política como nunca con la "gloriosa república de la calle de la Melaza", y se muestra inspirado como pocas veces disparando a políticos, burgueses, soldados, conspiradores, manipuladores y al pueblo mismo.
El autor lo había intentado ya antes en la mejor aventura de Rincewind (ver reseña), pero siendo aquella una novela genial aún no había alcanzado a conocer a esas ninfas orwellianas que le revelaron "la verdad" (ver reseña). Ahora sí, ahora mientras escribe líneas que divierten, el maestro Pratchett es capaz de infundir también a sus palabras esa extraña magia que hace que un libro trascienda géneros y sencillamente haga pensar** al lector.
*o desde el de un Soldado Mayor, porque para Pratchett hay algo muy claro y que la identidad de una persona la determina él mismo y sus acciones e ideales, y no las medallas con las que otros quieran calificarle.
** hacerlo pensar para bien, claro, que es lo difícil; hacer pensar al lector en cosas malas es fácil, basta con describir cosas muy feas*** o con sencillamente escribir muy mal y no tener un buen editor o corrector que trabaje esas cosas****
*** normalmente con muchos pinchos que gotean líquidos cuya naturaleza es mejor no intentar adivinar
**** existen otro tipo de libros, aquellos que mueven a la gente a hacer cosas verdaderamente malas y hablan de acabar con el prójimo*****, pero si bien no se puede negar que sean libros porque son hojas encuadernadas, al menos si podemos evitar llamar escritores a quienes los redactan.
***** cuando no incluyen cosas como las mencionadas en (***) se les conoce como libros de derecho.
6 comentarios:
Una novela que nos habla de la vida: "Me diría cuatro cosas, me gritaría cuatro cosas, me daría cuatro hostias si no fuera por que ser un capullo y sufrir como un capullo es lo que me ha llevado a ser lo que soy hoy en día"
Del heroísmo: "Estos hombres no son héroes... Solo son hombres que decidieron que tenían un trabajo que hacer y lo tenían delante"
Del amor: " No, lo que quiero en realidad es volver con mi esposa, estar con mi hijo, ¿Por qué eso es lo que quiero, verdad? Claro, no se ni por que me lo pregunto... Bueno si lo sé, por que no he pensado en ellos ni un momento desde que llegue aquí"
De los políticos: "queréis quitar a un loco para poner a otro solo por que le dictan lo que queréis oír"
De los conspiradores: "Saber que los que de verdad manejan esto están en su casa comiendo pastas y tomando té"
De las revoluciones: "Cuando empiecen las hostias, tener por seguro que las vamos a repartir entre nuestros vecinos"
De la muerte: "YO LO SÉ"
Y por encima de todo, del propio Vimes: "Eres un hombre acostumbrado a mandar, y lo que es más importante, acostumbrado a cargar con la responsabilidad de dicho mando"
Seguro que me dejo algo, pues habla de muchas cosas y de todas ellas muy bien. Una novela muy grande, la mejor de la colección, sin duda
Plagado de grandísimos momentos y grandísimas frases... que además llegan en un instante, sin páginas y páginas de preparación.
¿El mejor? No sabría decirlo. Se une a los mejores de la guardia ("Guardias, guardias", "Pies de barro" y "El quinto elefante") pero luego hay algunos como "Tiempos interesantes" o "La verdad" que son también muy buenos.
Es el que mejor poso me ha dejado, ¿Has tenido la oportunidad de leer los miserables? El homenaje que se marca Pratchet a semejante obra es impresionante.
Ah, y se me olvidaba, la cuántica, que siempre anda jodiendolo todo XDDDDD
Leer "Los miserables" es una de mis pequeñas asignaturas pendientes...
Yo voy por la mitad de "¡Zas!", también de la Guardia, y de momento está como poco a la altura de "Ronda de noche". ¡Y sin viajes en el tiempo!
Será verdad que mejora con cada libro.
mi buen amigo Setzer, que es el que me esta pasando todos los libros, ya lo ha acabado y dice que esta muy bien, y vamos, con la Guardia yo creo que la única novela "no redonda" fue la de la guerra (¿era "Hombres de armas"?).
En fin, aún tengo Pequeños hombres libres, Regimiento monstruoso y Going Postal antes... así que supongo que aún me quedara bastante para llegar.
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