El día que Ricitos de Oro sonrió

Claymore 119 - Causa y efecto del odio

Claymore sigue en un gran momento. Yagi verdaderamente no esta haciendo nada del otro mundo, sencillamente ha retomado el estilo sencillo y eficaz que hizo grande a su serie después de que sus experimentos narrativos en la saga de Raphalucci no salieran del todo bien.

El capítulo nos muestra como, en segundo plano, continua la lucha entre Miria e Hysteria... siendo ahora una batalla en la que ambas sangran aparentemente a partes iguales. La simple belleza de Hysteria y su estilo resaltan aún más el salvajismo brutal al que nuestra querida Miria ha llegado. Un combate que a buen seguro acabara con una gran carga emocional y demás... pero que de momento a mi me esta resultando, en el mejor y más infantil sentido de la palabra, un disfrute absoluto. Mola, sencillamente, mola.

Luego, no habiendo más Claymore con algo parecido a "fuerza" en varios kilómetros a la redonda, Yagi decide solventar el más evidente problema de la situación actual... muchas "ex-Nº1" para el ejercito de morrallita que Miria se había agenciado. Y ha optado por la más lógica y natural de todas las soluciones: Cassandra vs Roxanne.

Sonrisa candorosa. Gesto con el índice inocente. Lunar sexy. Coletas con pelo rizado. Ojos plateados. Nombre de actriz porno... lo tiene todo.

Ricitos de Oro continua eclipsando al resto de los personajes. Ofelia era una sádica, pero nuestra querida Barbie con espada tiene todo lo que aquella tenía y además premeditación y alevosía. Roxanne es mala, así de sencillo. No parece tener más motivaciones que una insana curiosidad por si misma y por sus habilidades y un desprecio absoluto por todo lo demás. Es una mala en el sentido más disfrutable de este mundillo, hermosa y con un falso candor espectacular, terriblemente poderosa y cruel, y carente de cualquier cosa parecida a escrúpulos o remordimientos. En el lenguaje de la calle diríamos que sencillamente es una hija de la gran puta. Es adorable.

Y así la vemos jugar con las gemelas con una crueldad extrema y unos tajos reconfortantemente "tajantes". Hasta que la pobre Cassandra "recuerda". La historia de la devoradora de polvo (en plural su mote sería espectacular) no es nada del otro mundo y ya la hemos visto en infinidad de ocasiones en la serie... pero esta Claymore parecía solitaría incluso para lo habitual en el género y uno le coge cariño antes de darse cuenta a su pequeña y alegre amiga. Y claro, como no hay plano en el que Roxanne no parezca una adorable cabrona manipuladora retorcida es imposible no simpatizar con Cassandra y querer lanzarse contra ella después de tan sospechoso accidente.

Miss Control C - Control V, además remató la jugada con una emboscada y un golpe con el pomo de la espada que resulta tan salvaje como insultante. Pero ahora Cassandra ha desperado, y parece haberlo hecho con una mala hostia considerable... y no estará mermada por un ejército de Claymores, y habrá aprendido a desconfiar de Ricitos de Oro y no lanzarse a lo loco cegada por el odio. Supongo que en el siguiente capítulo veremos por fin a Roxanne tener que luchar en serio. Ganas hay de ello, porque además la tía parece haber "despertado" desde el principio y estar disfrutando como una niña con todo el caos que le rodea. Se presenta una gran batalla en la que no se quien quiero que gane, pues Ricitos de Oro seguramente sea poderosísima y es una más que notable villana que podría llenar el hueco de los Abisales... pero Cassandra tampoco tiene que ser manca y, siendo sinceros, yo creo que a todos nos gustaría que le diera una lección a Ricitos de Oro y esta tuviera la muerte más humillante posible.