La dificultad nunca ha sido un rasgo característico de los Kirbys... y es una pena, porque es precisamente lo que le falta a este juego para ser algo más que un buen juego.
La bola rosa más entrañable del mundo de los videojuegos regresa con un juego muy tradicional a la saga y alejado de los experimentos que en estos años -más o menos afortunadamente- ha protagonizado. Avanzamos y aspiramos enemigos para copiar sus habilidades, y superamos algún que otro desafio en forma de enemigos o puzles no demasiado complicados. Todo ello mientras disfrutamos de la hiperbólica aparencia acaramelada, preciosa y simpática estética de los Kirbys.
El juego es una preciosidad, una auténtica gozada visual repleta del encanto atemporal de este simpático personaje y su grupillo de aliados-enemigos. Ahora bien, tiene un problema, es un puto paseo. A un Kirby no se le exige dificultad, y este desde luego no llega al nivel superlativo de facilidad de su aventura de los hilos... y una vez te lo pasas saca un modo "extra" con más y más duros enemigos, menos vida para Kirby y otros parámetros del juego modificados que ya lo convierten en un desafio bastante decente. Pero el diseño de los niveles no acompaña. El juego tiene buenas ideas como los superpoderes -absolutamente espectaculares- y resulta divertido de jugar sobre tdo en sus últimas y épicas fases... pero adolece de un diseño de niveles demasiado lineal. Hay fases contrarreloj muy buenas, y hay algunos momentos absolutamente brutales... pero son pocos momentos en comparación con el gran listado de momentos en los que sencillamente exploramos sin prisa los escenarios. Kirby no se ha caracterizado nunca por una velocidad de juego frenético, pero eso no sería para nada un defecto del juego si este tuviera buenos secretos escondidos que nos obligaran a aprovechar al máximo las habilidades copiadoras de Kirby y a exprimirnos un poco los sesos. No es el caso. Encontrar los 120 engranajes no supone ningún problema, y ni siquiera son obligatorios para finalizar el juego.
Un juego que se juega con una sonrisa en la cara y que resulta relajante. Precioso como él solo y dotado de unos minijuegos frenéticos y sorprendentemente adictivos... pero un juego demasiado sencillo y fácil. Sus 7 mundos pueden ser finalizados -con todos sus secretos- en poco más de una decena de horas, una cifra que considero demasiado corta como para recomendar el juego como un imprescindible de Wii.
4 comentarios:
Sí, los Kirbys son fáciles y sin embargo disfruto todos como un niño. Tienen esa cualidad de hacerte sonreír, de jugar como un niño ante n juguete nuevo, y eso se está perdiendo, y solo por eso, le perdona la facilidad.
Esa capacidad para hacerte rejuvenecer unos años es cierto que debería ser digna de estudio, muy pocos juegos la tienen.
Pero, sin pedir un Metroid, algún secretillo más en sus mundos no vendría mal.
Este es el unico juego que compre el original jeje realmente me gusto mucho cuando vi varios gameplays, aunque hay un punto en contra con respecto al de N64 quien tenia la facultad de ser mas dinamico con el angulo de la camara dando un verdadero efecto 2.5-D en cambio este es tan plano como cualquier juego antiguo.
el de n64 lo tengo descargado en la consola virtual pero no lo he jugado... aunque me sorprende tu crítica pues en los foros y blogs la opinión común suele ser que es bastante flojito.
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