Desde tiempos inmemoriales Sirio ha sido una estrella que ha fascinado a la humanidad. Es una estrella muy cercana y muy luminosa, e incluso hoy en día sigue siendo fascinante gracias a los dogones y su cultura y a su naturaleza dual... naturaleza que por desgracia no vemos en esta serie.

Mi mayor problema con esta serie es que, en su primer episodio, quise ver algo que la serie no quería mostrarme. En el primer episodio, a pesar del claro protagonismo de Yuliy, quise ver una serie de un grupo de cazavampiros, y eso me molaba. Teníamos a cinco personajes con diseños muy potentes, y a unos vampiros que -entre un ejército de masillas que parecían sacados de Blood- mostraban también unos diseños bastante sugerentes. Pense que esta sería una serie de cazavampiros normal, con un grupillo de héroes contra un grupo de vampiros más o menos importantes... todo ello con la animación siempre disfrutable de PA Works y una ambientación en los años 20-30 que daba bastante juego.
Pasados los primeros episodios uno veía también hombres-lobo e incluso un atisbo de Frankenstein. Si la serie hubiera ido en esa dirección de ser un compendio de monstruos a los que se enfrentaba un grupo que también parecían ser medio monstruos -o al menos tener habilidades especiales- me habría encantado. El problema es que la serie no es eso. Esta es una de esas series que se centran por completo en el protagonista, supeditando la trama absolutamente a él, a su pasado, y a su futuro. Y el protagonista no es malo, y la acción sigue siendo espectacular, pero la serie se queda en el enésimo protagonista atormentado por su pasado que ha de encontrar el camino a la redención, a librarse de su obsesión por la venganza, a aceptarse y todo eso. Si a ello le sumamos un objeto que confiere un gran poder como motor de la historia nos queda una historia tópica y no especialmente efectiva o sorprendente en su desarrollo.
La serie no está mal, tiene alguna que otra buena escena de acción y en general el desarrollo es más o menos consistente. Pero es la clásica historia de alguien enloquecido por la venganza que tiene que aprender a dejar atrás su pasado mientras salva el mundo de un villano con un poder demasiado abstracto. La serie más o menos sobrevive al dramatismo de su personaje, pero no a la carencia de mesura de su batalla final, que pretende ser demasiado decisiva e intensa cuando seguramente habría funcionado mejor una amenaza más comedida e íntima. Al final -por muy buena que sea su factura técnica- no deja de ser otra serie que cae víctima de su propia ambición narrativa con una historia que pretende ser demasiado ambiciosa y se le va bastante de las manos en algunos puntos. Una serie que me daba una pereza brutal en sus últimos episodios y que no puedo recomendar... otra decepción más a la larga lista de PA Works.
No hay comentarios:
Publicar un comentario