martes, septiembre 21, 2021

El ataque de los asaltacunas

DUELO XXII
El duelo del panda del acoso sexual

Koi to Yobu ni wa Kimochi Warui 
vs 
Hige wo Soru. Soshite Joshikousei wo Hirou

La palabra pedófilo suena demasiado mal, así que me he decantado por asaltacunas, que parece que tiene unas connotaciones más ligeras. El caso es que en Japón, país muy tradicional -y por tradicional quiero decir machista y jerárquico-, el tema de las edades, el tema del incesto, el tema del amor y todo eso... se ve de una forma distinta a como se ve en Occidente. Y en la pasada temporada aparecieron dos series cuyo eje básicamente era el romance entre un hombre adulto y una chica de instituto. La cosa pide análisis conjunto.

Parte 1 - El cazador

En Koikimo claramente el cazador es el adulto, mientras que en Higesoru es la joven. Creo que me gusta más en Koikimo, al principio comienza como un adulto bastante mezquino que parece estar riéndose de una amiga de su hermana, que se siente extrañamente atraído por ella por como esta lo rechaza. Ryo un personaje bastante odiable. Dicho eso, evoluciona, pronto se da cuenta de como la sociedad le ve, de lo frívolo que había sido con otras mujeres, el desprecio de Ichika es un espejo en el que se ve reflejado de verdad y eso le hace cambiar, tanto en su relación con otras mujeres como en su aspecto familiar. El personaje crece y pone por encima de todo a la chica.
En Higesoru es distinto, porque la prota no es una cazadora de trofeos como en el caso anterior, es una superviviente, una chica a la que la vida le ha dado todos los palos que puede dar el absurdo mundo escolar japonés y que -rota por completo- ve a los hombres como un mero sustento. Sayu se enamora de Yoshida porque es la primera persona que le trata bien, es un romance que tiene tintes de síndrome de Estocolmo o de búsqueda de padre. 
Siendo ambos romances relativamente parecidos, prefiero la actitud de Ryo en Koikimo, hasta cierto punto parece que este hombre "puede elegir"; sin embargo en Higesoru me parece que más romance, lo que vemos es a la pobre Sayu idealizando el único clavo al que se puede agarrar en la vida.
Siendo Sayu un gran personaje mucho mejor desarrollado -de hecho creo que peca de sobreexposición porque el ritmo de Higesoru es muy discutible y los últimos capítulos son demasiado dramáticos-, Koikimo gana este punto.

Parte 2 - La presa   

La Ichika de Koikimo me gusta. Es una chica amable y simpática, y si bien al principio el romance funciona como elemento cómico, la serie hace bien la transición hacia el drama y creo que resuelven bien el momento en el que la chica comienza a estar confusa por sus propios sentimientos.
Pero el Yoshida de Higesoru gana este punto con relativa facilidad por ser sencillamente demasiado molón. Dejando a un lado el harem que se forma a su alrededor por ser el oficinista más hard-boiled imaginable, me gusta como va desarrollándose poco a poco su personaje, si bien Sayu estaba rota y se cura gracias a él, él tenía encima una crisis de los 30 galopante con una vida anodina y sin rumbo que extrañamente el comenzar a llevar una vida de marido y de padre al mismo tiempo sin ser ni lo uno ni lo otro comienza a enmendar al comenzar a dedicar su vida a otro personaje. Además, sencillamente es un personaje moral, y siempre es gratificante ver a este tipo de personajes que hacen lo que todos creemos que es lo correcto cueste lo que cueste.
He de decir que me gusta en cierta forma la actitud de presa de Ichika de "que le den a la sociedad" al final, si la serie es relativamente idealista y afronta en serio un romance verdadero creo que es correcto que los personajes se enfrenten a la sociedad. Ahora bien, Ichika es la que se defiende, y Ryo el que ataca -aquí también hay problemas pero por su rol en la situación sería él mismo el que se estaría buscando los problemas-. En el caso de Higesoru, al bueno de Yoshida se le mete insistentemente en la cama una invitación a la cárcel, y recordemos que Japón es un país en el que la prostitución adolescente está relativamente instaurada, y en una cultura donde lo normal sería que él fuera el atacante el hombre tiene que defenderse de una chica muy, muy insistente.

Parte 3 - El habitat

Aquí gana Koikimo. No es una gran victoria, es más una victoria por incomparecencia. Los personajes de Koikimo no son nada del otro mundo, pero son relativamente sólidos; tenemos a un chico que quiere salir con Ichika y a una oficinista que quiere hacer lo propio con Ryo, ambos tiran de recursos otakus, pero ambos también caen bien y ayudan a mejorar a los dos protagonistas. Y luego tenemos a la tercera en discordia que es la hermana "bro" de Ryo: Rio (lo de los nombres de los dos hermanos fuera de Japón es muy ridículo), que mola mucho como personaje tanto individualmente como en la relación que tiene con su hermano y con su mejor amiga. 
Los personajes de Higesoru son... sencillamente un desastre. La amiga de Sayu mola, tiene una gran fuerza y además es divertido ver como se aprovecha de los tópicos "gyaru" para presentarnos a un personaje con la cabeza muy bien amueblada... el problema es que es la única que se salva. Junto a esta chica -que se presenta y se desarrolla en apenas un par de escenas-, tenemos a una jefa que "ni come ni deja comer", a una acosadora bastante enervante, a un violador que cree que no es violador, a una suicida empática y a una seria candidata al título de madre del año. Las ideas no son malas, pero el problema general de esta serie es que su ritmo es muy malo, se nota demasiado que van a "1 libro -> 3 episodios", y en algún momento muy sangrante un personaje hace algo chungo para básicamente redimirse en la escena siguiente con una mera disculpa y ya pasar a ser del grupo protagonista. 
La factura técnica de Higesoru es infinitamente mejor, en diseños, animación, encuadres, música y todo lo que se pueda imaginar que la de Koikimo. Ahora bien, Koikimo es una serie que se nota hecha con muchísimo menos dinero, pero donde se nota que este ha ido a las cosas más importantes: guión y montaje.

Así pues, imponiéndose por 2 a 1, Koikimo gana este -legalmente cuestionable- duelo. 

3 comentarios:

erGuiri dijo...

LOL No me acordaba del Panda jajajja. Ambas series son de lo más "WTF? Japan WTF?". Lo llega a ver Irene Montero y le da un patatús. Ambas series a mi me entretuvieron, pero me entretuvieron casi exclusivamente por todo el sinsentido, algo exclusivo sólo encontrable en obras de ficción Made in Japan porque son los únicos que están tan locos para sacar algo así. Al violador como que le perdonan, el que adopta a la chica está como una cabra por hacerlo, los compañeros de trabajo como que lo aceptan, así sin más. Luego la serie del rubio, pues sí, dentro de lo que cabe es incluso más real y aceptable, y digamos que es posible realmente sólo por la hermana del rubio, porque si no, imposible. Pero vamos, estas series son como de repente ver un elefante rosa.. como que te lo quedas mirando absorto medio incrédulo pensando si el problema eres tú.... No, no eres tú.

Japan. Producing 78% of the worlds weirdest shit since 1952.

leopar dijo...

Yo disfruté de ambas series, pero debo aceptar que me inclino mucho más por la de Sayu que por la de Ichika. Yoshida es todo un personaje, que hace "sentar cabeza" a una chica que estaba completamente desorientada y perdida en un mundo de adultos a los que no comprendía casi en absoluto; y si bien el harem con el que lo rodean en realidad no contribuye mayormente a la historia (y eso que dejaron de lado toda la interacción con la senpai-exnovia); aún así siento que los protagonistas (Sayu y Yoshida) son más sólidos que en el caso de KoiKomo. Yo he seguido el manga de HigeSoru, y me sorprendió que a los pocos capítulos ya te identificas con los personajes, a tal grado que te preocupa lo que puede pasarles; una muestra más de lo bien estudiado que tienen los japoneses el desarrollo de este tipo de historias.

En la serie de Ichika me agradó la evolución del personaje de Ryo: cómo de un Don Juan irredento se convierte cada vez más en alguien capaz de atesorar a la persona que le interesa, y cómo va venciendo poco a poco la resistencia inicial de Ichika a esa relación tan desbalanceada. Hay que señalar el papel de catalizador de la hermana-amiga, que es fundamental para el desarrollo de la obra (sin ella, no se ve cómo podría haber avanzado la trama).

En fin, que en ambas obras hay cosas muy rescatables, y ambas son una pequeña muestra de esa obsesión tan extraña que tienen los japoneses con las relaciones con chicas menores de edad. Simplemente hay que recordar que en Japón, la edad de consentimiento femenino para relaciones sexuales son los 13 años, si no mal recuerdo; cuando prácticamente en todo el mundo occidentalizado no baja de los 15-16.

eter dijo...

erGuiri, lo del violador con Sayu es muy surreal, la va a violar de verdad, en su casa -para traumatizarla aún más- y luego es un "eh, pensaba que "no" era si, disculpa, un malentendido"... muy, muy loco. Pero toda la serie es un poco así, con esa trabajadora acosadora, o esa amiga "me suicido para no molestarte aunque puede que te marque de por vida". La del rubio me gusta precisamente por ser relativamente realista, no se siente tan exageradamente sobredramática.
En fin, mejor esto que los matrimonios arreglados.

leopar, a mi precisamente por lo que comentas me gusta gusta más Koikimo, me parece un amor más puro, los otros son un par de personajes medio rotos que encuentran el uno en el otro su cura, con el tandem Ichika-Ryo tengo la sensación de que no es tan forzado ni exagerado, me parece más natural. Me gusta más evolución de ambos, en la otra Sayu es un angel desde el principio que tiene que aprender a valorarse y Yoshida es el hard-boliled supremo... en la otra los personajes cambian mucho de como empiezan a como acaban, y además esta la hermana, que también evoluciona pero siempre pensando en lo mejor para ellos dos.