miércoles, febrero 26, 2025

La cobardía de Hajime no Ippo

Ryo Mashiba vs Marcus Rosario

Pelea extraña, la última que hemos visto en el manga de Morikawa. Tiene momentos realmente bonitos y emotivos, y creo que el objetivo del autor a nivel de narración estaba más que claro y llegó a él. Pero al mismo tiempo, el combate muestra algunos de los peores rasgos de la obra: indecisión, cobardía y hasta lo que yo llamaría un amor excesivo por el boxeo.

Obviamente, tras casi 1500 capítulos, todos sabemos de que pie cojea Morikawa y hay cosas que no se le pueden pedir, pero creo que otras si estarían más que dentro de su alcance y serían más gratificantes. Todos sabemos que Aoki y Kimura apenas tendrán combates, y que cuando lo hagan serán principalmente cómicos, y ahora sin Ippo en escena hay una cierta “ausencia” de combatientes que tampoco puede llenar Takamura (y los combates con Itagaki siempre me han parecido extraños y un pelín inquietantes), así que el mangaka lo esta aprovechando para darle margen al fin a los secundarios de la serie. No me parece una mala decisión, por una parte está cerrando arcos de personajes queridos y por otra “soltando lastre” narrativo, así como también introduciendo más a Ricardo Martínez en la obra. Pero el problema de los combates interminables persiste, e imagino que no serán menos de 50 capítulos -un año de publicación- la narración de la vuelta de Ippo, pero al menos al no estar viendo combates intrascendentes la sensación de relleno interminable no existe.

Aún así, los combates siguen siendo muy largos. Como digo siempre, todos sabemos que nadie va a caer en el segundo asalto, y si hay complicaciones ya aparecerá uno de esos árbitros absurdamente valientes para parar el combate antes de que uno de los boxeadores de el golpe de gracia porque los púgiles no han escuchado la campana. Ahora bien, esos puñetazos que no se dan, esos puñetazos que por un microsegundo no ganan el combate, nunca fueron tan frustrantes como el de este combate, que ya pasa a ser ridículo. Un centímetro, un mal paso hace que Mashiba pase de ganar el combate a seguramente tener que retirarse. Entiendo el amor por el deporte del mangaka, entiendo el mensaje y todo eso… pero cuando todo es tan exagerado, forzado y dramático, pasa a ser ridículo. Es buscar demasiado el giro de guion sorprendente y espectacular, y sobre todo me parece no aprovechar -una vez más- las posibilidades del deporte.

Morikawa sigue sin darnos un combate donde los jueces den un resultado injusto, y esta era quizás la mejor opción que tenía. El combate no era sobre Mashiba ganando el título, el combate era para mostrar el crecimiento de este personaje, y eso lo ha hecho muy bien. Hemos visto a un Mashiba que ha vencido a su demonio interior, que no ha caído en arrastrarse a hacer una pelea callejera (aunque con esto tengo mis problemas porque de nuevo con Marcus Rosario nos ha hecho la de evangelizarnos a un personaje durante el combate*). Hemos visto a Mashiba aceptar al fin a Ippo como novio de su hermana, y hemos visto a esta entender un poco más a su hermano al ver como se esforzaba y como todos los aficionados se ponían de su parte. El combate, a nivel de desarrollo del hermanísimo, ha sido genial. Pero el final es enervante y para mi lo echa casi todo por tierra. Porque además creo que hacerlo “realista” sería más fácil y mejor, pero Morikawa tira por el desarrollo típico de anime. Un Ryo que hubiera perdido a los puntos injustamente me habría parecido mucho mejor, frente al campeón del mundo no es descabellado (y más si te llevas el combate a Puerto Rico o EEUU en lugar de -como todos- hacerlo en Japón, y teniendo en cuenta como es Marcus hasta podía hacer que el público local acabara apoyándolo para reforzar el mensaje de su cambio como persona). Un Mashiba que hubiera “ganado” el combate pero perdido el título sería potente y reforzaría el mensaje de la obra, y luego ya de ahí si quieres lo jubilas porque tiene demasiado daño, o lo mantienes y le das un combate de revancha a Rosario (siempre he dicho que Volg debió perder su combate por el título mundial aunque solo fuera para crearle un rival que poder usar para otro combate varios años después**).

Ahora, a ver como continua la trama, porque sigo sin saber muy bien como va a justificar Morikawa que un día Ippo se plante frente a su novia y le diga que pretende volver al deporte que ha dejado a su hermano en silla de ruedas y a él le impide sumar con decimales.

*El tipo parecía peor incluso que Brian Hawk al principio, pero al final resulta que solo confiaba en el boxeo y no se que tonterías más… lo que no tiene mucho sentido cuando no se preparaba bien y recurría a técnicas tramposas.
**Morikawa no ha creado un nuevo secundario recurrente desde… ¿Sawamura?*** (y tampoco es que este se pueda comparar a los Sendoh, Volg o Mashiba de los inicios de la serie).
***El condenado niño de la selva no existe. 

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