Tengo que decir que me hallo algo decepcionado ante el resultado de esta película, aunque quizás más que decepcionado la palabra sería desorientado. Es una película extraña. Mamoru Hosoda sigue la trayectoria casi bibliográfica de sus últimas películas y, tras explorar paternidad y maternidad, ahora se vuelva en el vínculo entre hermanos que le han hecho descubrir sus hijos.

El protagonista absoluto de la película es un niño de 4 años... que es un niño de 4 años. Madura y crece hasta aceptar a su hermana pequeña Mirai, pero todo lo ve con sus rabietas y su completamente normal infantil visión de todo. La película refleja constantemente la forma de ver el mundo de un niño, y así mismo también vemos como todos los personajes actúan con él como se actúa con una criatura de 4 años. El espectador tiene que ver la película sabiéndolo, y creo que aquí también entra en juego personalidad de cada uno porque creo que unos padres primerizos disfrutaran mucho más esta película de lo que lo ha echo alguien tan poco empatia hacia los niños como un servidor (aunque supongo que un padre no podra dejar de horrorizarse ante la peor casa imaginable para el crecimiento de un niño). El costumbrismo es uno de los puntos fuertes de Hosoda, y aquí sencillamente da una lección de él retratando a la perfección la vida de toda una familia con todos sus buenos y no tan buenos momentos. Kun es el protagonista de la película, pero sus padres también avanzan a lo largo del metraje, e incluso vemos al perro integrado perfectamente en la familia que Hosoda ensalza como un pilar fundamental de la existencia humana.
Para su mensaje familiar el director nipón crea una especie de fábula en la que el niño acaba aceptando a su hermana como alguien de su vida en base a varios viajes en el tiempo en los que se cruza con otros miembros de su familia y descubre la importancia de estos (viajes en los que creo que aparece sorprendentemente poco la citada hermana a pesar de lo que el título y el traíler podrían dar lugar a entender). Es en esta forma de vertebrar la historia donde tengo más problemas. Algunos segmentos funcionan muy bien; la primera incursión de Mirai es muy divertida, en general la película alterna bien el tono de estos capítulos mostrando algunos dramáticos y oscuros con otros más ligeros... sin embargo algunos de ellos me parecen más flojos y no aportan demasiado al resultado final, dándole a la película una extraña sensación inconexa donde el desarrollo general parece algo vago.
Técnicamente es una película que se mueve en un escenario muy pequeño, la animación es consistente y tiene pequeños alardes de espectacularidad, pero no destaca especialmente en este sentido e incluso diría que en alguna escena han usado demasiado el ordenador.
Recomendable, es mejor -o más fresca- que "El niño y el monstruo" (ver reseña), pero está bastante por debajo de esa obra maestra increíble que son los niños lobo (ver reseña) (a la que por cierto rinde un par de homenajes nada sutiles) y esos trabajos más sencillos y disfrutables que eran la chica que saltaba a través del tiempo (ver reseña) y Summer Wars (ver reseña).