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sábado, mayo 23, 2020

Cuyoh Jolyne y la redención del Acuario

Jojo´s Bizarre Adventure: Stone Ocean

Vaya por delante que Araki no tenía nada de lo que redimirse en verdad; "Vento Aureo" me parece inferior a "Diamond is Unbreakable", sí, pero el título de esta entrada se debe basicamente a que se ubica principalmente en una prisión y "Cadena Perpetua" es una de mis películas favoritas de siempre.
Aclarado esto, vamos con la reseña. "Stone Ocean" es la sexta parte de Jojo, que tiene por protagonista a Jolyne, la hija de Jotaro, y por escenario una prisión donde esta -más injusta que justamente- ha sido encerrada. En esa prisión pronto descubrirá que está en el centro de una conspiración contra Jotaro, que premeditadamente se había alejado de ella para protegerla, pero que afortunadamente consigue darle un regalo para defenderse en forma de stand. Como sabemos stands atraen a stands, así pues, mientras Jolyne aprende a manejar un stand que la convierte en algo así como una madeja de hilos, se irá encontrando con otros usuarios, y si bien la mayoría seran enemigos, unos pocos se convertirán en sus aliados para intentar acabar con el malo malísimo de la entrega. El desarrollo es el habitual en la franquicia y en ese sentido no hay sorpresas, son unos 17 tomos estructurados en sagas de varios capítulos centradas en el enfrentamiento contra algún enemigo y sin apenas transiciones o capítulos que se salgan de este concepto. El entorno, sin embargo, nos devuelve un poco al escenario cerrado de Morioh contra el habitual "tour" que suele protagonizar las entregas de esta franquicia; en este caso tenemos una prisión de Florida en lugar un pueblo y eso sirve a Araki para contener la acción y darle a esta parte un tono muy comedido que le sienta muy bien. El escenario puede parecer pequeño y carente de opciones, pero Araki recurre a todos los escenarios clásicos del cine penitenciario y vemos una variedad de situaciones sorprendente que van desde "hoyos" a motines, pasando por permisos al exterior e intentos de fuga... todo ello por supuesto pasando por el filtro Jojo que convierte todo en experiencias verdaderamente extrañas en ocasiones.
Lo primero a mencionar aquí sería que el poder de Jolyne es... una mierda. Con ello no quiero decir que sea débil, si no que no es fuerte, no es un poder brutal como el de Jotaro o el de Giorno, es un poder en apariencia no muy útil de cara a las batallas, y lo mismo pasa con Hermes y su extraña habilidad Kiss basada en pegatinas; quizás Weather Report sea muy poderoso, pero Anasui no lo es tanto como pareciera, y Foo Fighters tiene un poder que calificaría como normal dentro de la escala de Jojo. Y esto me gusta, porque las batallas de esta Jojo son raras como siempre lo son en esta franquicia, pero sobre todo se notan muy pensadas. No son batallas de fuerza bruta, si no de ingenio. La batalla contra Limp Bizkit puede ser de lo más surreal y genial que hemos visto en la franquicia, con una situación absolutamente extrema manejada con una frialdad y agudeza maravillosas por parte del autor. Dicho esto, también hay que decir en su último tercio es una Jojo muy Jojo y monta unos líos muy raros, porque Bohemian Rhapsody es absolutamente demencial, y luego incluso es superada por lo que llamaré el momento Uzumaki o el final en si de la serie. Con el final tendría uno de mis mayores argumentos en contra de la serie y es que, si bien el grupo protagonista -en especial el trío Jolyne, Hermes, FF- es muy potente, el villano principal de la serie me parece bastante falto de carisma, siendo un personaje bastante extraño con una motivación y un objetivo que no terminan de gustarme.
Y luego por supuesto tenemos el arte del mangaka, que es una absoluta locura. Los diseños son tan poco naturales como siempre, con personajes extremos en su diseño y -sobre todo- en su vestuario; con un sobresaturamiento de contraste de colores vivos. He leído la versión coloreada, pero la original de la Jump al publicarse en blanco y negro acusaba de un entintado demencial que hacía que que algunas escenas fueran algo confusas al no haber prácticamente una viñeta donde los personajes no se muestren en una pose que no parezca forzada, donde además la cámara siempre busca un ángulo rebuscado y extraño. Pero este aspecto tan poco natural de sus viñetas no deja de ser lo que le da gran parte de su personalidad y fuerza visual a la franquicia, y al no dejar de ser una elección puramente artística del autor esta más cerca de ser una virtud que un defecto.
Creo que en su recta final la historia se desmadra demasiado, pero en general el desarrollo me parece bastante satisfactorio y esta entrega tiene tanto buenos personajes como situaciones tan demenciales como memorables que la convierten en una buena entrega de la franquicia y un manga bastante recomendable de leer (aunque al ser Jojo 6 creo que cualquier lector sabrá donde se mete, y doy por sentado que nadie va a empezar a leer la franquicia por esta parte ya que, aunque la continuidad y las referencias no sean muy rígidas si que es necesario al menos conocer al clan Joestar o a Dio).

domingo, agosto 11, 2019

Vientos de pirita

JoJo no Kimyou na Bouken Part 5: Vento aureo

Quinta parte de la franquicia Jojo y primera que me ha decepcionado notablemente, quizás más que por su calidad en si por suponer un claro retroceso con respecto a la excepcional cuarta parte de la franquicia (ver reseña). Esta Jojo tiene grandes virtudes como la excepcional ambientación italiana que es todo un tour el país transalpino, llegado un momento tenemos a una protagonista femenina dentro del grupo, tenemos unos stands más carismáticos que nunca que ya son abiertamente homenajes grandes grupos musicales, y tenemos algunas batallas absolutamente demenciales con toda la originalidad y bizarrismo de la franquicia. La batalla en el tren o el duelo con la sombra son sencillamente increíbles y me hacían imaginar que esta Jojo iba a ser mucho más prodigiosa de lo que finalmente ha sido.
El problema es que al final la lógica interna de la serie se desmorona y hay muchos puntos discutibles en la serie. Siempre ha habido problemas de consistencia con los stands, y he descubierto que hay toda una colección de memes con respecto a lo que Araki suele olvidar de un día para otro a convenencia del guión, pero sencillamente creo que en esta serie ha superado mis niveles de tolerancia. Hay demasiadas preguntas sin respuesta en esta serie, y son preguntas demasiado importantes.
Giorno es un gran protagonista, pero al final que sea hijo de Dio no aporta nada, y debido a la propia mitología de la serie uno imaginaría que esta relación sería mucho más importante o conllevaría alguna gran relación posterior. La serie ahonda en los stands y en la famosa flecha, pero si Giorno fuera un hijo perdido de Rafaela Carra nada cambiaría. El grupo protagonista no está mal, pero como ya daba la impresión en series anteriores parece que el autor los crea con un par de ideas en mente y cuando desarrolla estas no sabe que hacer con estos, pasa algo con Abbacio, pero con Fugo es sencillamente muy extraño ver a un protagonista abandonar la aventura por miedo (se que el autor dijo que era demasiado poderoso, y la idea de un desertor es potente dramáticamente… pero sencillamente todo está narrado de una forma muy anticlimática).
Pero mi principal pega con esta temporada serían los stands, demasiado extraños y rebuscados en la mayoría de las ocasiones. Siempre ha habido secuencias muy locas en esta serie, pero en esta ocasión como en ninguna otra he tenido la sensación de que Araki quería contar un combate en concreto y lo forzaba todo para esto, y eso se traduce en secuencias potentes pero muy extrañas que da la sensación de que no serían posibles en otro contexto o lo contrario (rivales y batallas que serían imposibles de ganar en otra situación o a los que el escenario favorece hasta unos niveles absurdos); así tenemos un enemigo que hace que la gente que baje de nivel muera ¿?, una especie de zombie que persigue infinitamente, un enemigo que avejenta a todos o uno que alcanza el cero absoluto… cosas muy raras encabezadas por el propio stand de Giorno que hace cosas muy raras y acaba convirtiendo a todos sus personajes en sacos de remiendos (al autor se le va mucho la cabeza con la violencia y vemos una cantidad de heridas absolutamente mortales que al final no lo son) o un antagonista cuyo poder directamente no he terminado de comprender todavía. A los enemigos les falta versatilidad o equilibrio, lo que se traduce en unas batallas en las que parece que no hay casualidades, donde todo se rige por una extraña sucesión de lógicas que incluyen también planes tremendamente elaborados y rebuscados que los personajes diseñan en fracciones de segundo y que consituyen unos giros de guión bastante tramposos.
Todos estos defectos siempre han estado en Jojo, pero en esta entrega han superado mi particular tolerancia y han hecho que –junto con la poca empatía que se siente por los personajes al ser todos ellos criminales y asesinos- me haya salido de la serie hasta el punto de que al final poco me importaba todo y haya terminado de verla por inercia. La trama en sí de la serie tampoco es ninguna maravilla, porque el punto de partida no es malo con lo de ascender en la mafia, pero pronto pasamos a una trama extraña motivada por una hija perdida del jefe que este quiere recuperar y que parece ser al mismo tiempo su punto débil... pero nada de eso se explica bien o se desarrolla de una forma coherente y al final sólo vemos una sucesión de enfrentamientos entre los miembros de una misma organización.
A nivel técnico la serie sigue siendo muy disfrutable, con una grandísima banda sonora que se integra a la perfección con unas secuencias de acción constantes y una animación bastante consistente (claramente amparada en el uso del ordenador) con el particular arte y cromatismo del autor.
Es una serie curiosa, pero en este caso no puedo recomendarla abiertamente ni siquiera dentro de los parámetros de los Jojos.

viernes, marzo 31, 2017

El duro y bello brillo de un diamante

Jojo´s bizarres adventures: Diamond is unbreakable

La primera temporada, con los dos primeros arcos, me pareció una grandísima serie (ver reseña), y en su continuación ya directamente la franquicia me ofreció algunos de los mejores combates que había visto y unos momentos sencillamente inolvidables (ver reseña). En esta cuarta parte de las aventuras del clan Joestar la progresión continua, siendo la serie una auténtica joya. 
Los defectos de la cruzada del polvo de estrellas, con esa estructura tan ochentera como anacrónica hoy en día en la que los protagonistas iban recorriendo medio mundo y siempre daba la casualidad de que en cada poblado había un secuaz de Dio aquí dan lugar a un extraño slice of life sobrenatural donde la gran protagonista no es otra que la ciudad de Morioh. El argumento de esta cuarta temporada de la serie es algo difuso, sencillamente Jotaro llega a una ciudad en la que sospecha que hay un asesino, y en esa ciudad vive un hijo bastardo de Joseph, y tanto él como muchos otros son usuarios de stands... comenzará entonces una sucesión de extrañas interracciones entre ellos, amistosas o antagonicas dependiendo de los personajes e incluso del tiempo. Poco a poco se nos dibujará una pequeña gran ciudad que, respaldada por un maravilloso cromatismo plagado de colores pálidos que contrastan fuertemente entre sí, mostrará mil y un secretos de manos de sus protagonistas. En esta Jojo no siempre prima la acción, a veces un episodio puede estar dedicado a un restaurante y a como los protagonistas malinterpretan a su dueño, a un boleto de lotería, a una chica acosadora, o incluso a un alien. En Morioh hay amenazas terribles como Yoshikage Kira -uno de los mejores villanos que he visto en un manga o anime- o "Red Hot Chili Peeper" -otro grandísimo enemigo-, puede haber asesinos, y puede haber incluso aliados muy problemáticos (porque además el grupo protagonista no es una balsa de aceite y entre algunos de ellos hay claras animadversiones), pero lo importante es que aún con todas esas amenazas la serie nunca deja de dar la sensación de mostrarnos el día a día de los habitantes de una ciudad... por muy extraña que esta sea.
Y naturalmente tenemos los stands... la serie ya ha saltado definitivamente hacia ellos y no necesita siquiera buscar relación con las cartas del Tarot o intentar explicar lo que podrían ser ciertas incongruencias con toda la saga de Dio (si mis informaciones no me fallan, todo el tema del arco y los stands será algo explicado en la siguiente entrega). La franquicia ha encontrado en los stands su rasgo identificativo, y se ha dado cuenta de que cuanto más "bizarros" sean, y cuanto más raros y extraños sean los emparejamientos más brilla. Y así tenemos stands que parecen normales o "poca cosa", pero a los que les saca un partido brutal por algo tan sencillo como la inteligencia de sus usuarios como es el caso del Crazy Diamond de Jousuke, el Killer Queen de Kira o esa locura que es Stray Cat. Hay stands muy poderosos en el sentido tradicional como Heaven´s Door o Red Hot Chili Peeper... y luego hay cosas muy, muy extrañas como es susurrador de espaldas, el que coloca candados de culpabilidad o jugador de "piedra-papel-tijera". Vemos cosas muy raras y muy extrañas en esta serie, pero lo grande es como los stands interactuan entre ellos conformando unos combates increíblemente locos a la par que lógicos; en esta ocasión, salvo algún momento muy puntual, no da la sensación de que los protagonistas se enfrenten a un enemigo con un stand que sería inútil en cualquier situación... salvo en la que casualmente se encuentran. Esto se debería a lo imprevisible de la trama, el carácter de la serie de investigación sobre una ciudad, de reflejo de la vida de esta, ocasiona que tan pronto como podemos ver varios episodios intrascendentes seguidos podemos ver también como la trama estalla de repente.
Lo anterior, no obstante, también puede convertirse en una pega de la serie, ya que ese desarrollo -ya sea premeditadamente o no- es algo errático. Lo imprevisible de la trama es una gran virtud en ocasiones, pero también hay otros momentos donde parece obvio que estamos viendo X relatos individuales engarzados juntos, así como hay personajes cuyo aparente protagonismo inicial parece difuminarse notablemente. Otra queja -y es una bastante importante-, sería que hay decir que la serie es muy tramposa por momentos. Dejando de lado las surreales habilidades que llega a desarrollar "Killer Queen", hay algunos momentos en los que el guión trampea mucho con las habilidades de los protagonistas o con su simple inteligencia, y es comprensible que Jotaro tenga que quedarse al margen para el lucimiento de los nuevos protagonistas, pero normalmente los medios de los que se vale el autor para conseguirlo son bastante discutibles.
La animación es distinta a la de las temporadas anteriores; el ordenador se nota mucho menos ahora, lo que también se traduce en bajones de animación y un aspecto menos consistente; pero al mismo tiempo los colores son más exagerados e imposibles, confiriendo a la producción un aspecto inconfundible y único. Los diseños de personajes continúan la progresión de la serie, con una masculinidad aún más exagerada y respaldada por un un sentido de la moda que salta constantemente de la elegancia a la horterada imposible. Sólo por su extremo e inimitable estilo visual, esta serie sería recomendable, pero en el apartado técnico hemos de sumarle una gran banda sonora con algunos buenos temas y un gran trabajo de actores.
En cuanto a ritmo y dirección, tiene algún episodio lento para adaptar alguna trama corta puntual, pero en general la serie mejora el ritmo de sus predecesoras, siendo más variada en sus situaciones y mostrando además unos combates que no se eternizan durante varios capítulos. La trama está bien desarrollada a lo largo de los 39 capítulos de la serie, y la acción en todas las batallas está muy bien narrada. Tengo entendido que, en su recta final, modifica la estructura del manga ofreciendo un montaje paralelo de varios enfrentamientos, y aquí tengo que decir que me parece un acierto pues ayuda a repartir el protagonismo más equilibradamente entre los diversos protagonistas.
Si las anteriores temporadas ya eran muy buenas, esta cuarta temporada sencillamente es aún mejor. Reduciendo los defectos de la serie, potenciando sus virtudes y encontrado algunas más por el camino. Aún siendo consciente de que, por su violencia y lo extremo y bizarro del comportamiento de sus personajes, no creo que sea una serie para todos los públicos, la adaptación al anime de este mítico shonnen me sigue pareciendo uno de los grandes imprescindibles del anime de estos últimos años.

jueves, marzo 03, 2016

オラ オラ オラ オラ オラ オラ オラ オラ

Jojo´s bizarre adventure: Stardust crusaders

Tras el éxito que tuvo hace unos años la adaptación de los dos primeros arcos de esta saga (ver reseña), este último par de años -partida en dos series de 24 episodios- nos ha llegado la adaptación del tercer arco. 
Es 1989 y Holly, la hija del protagonista del segundo arco afronta una extraña fiebre, al mismo tiempo su padre -Joseph- y su hijo -Jotaro- comienzan a manifestar unos extraños poderes que propician la personificación de su alma en unos "stands". La razón es DIO, el enemigo del primer arco y némesis del abuelo del Joseph, que ha robado el cuerpo de su rival y ahora amenaza a todo el linaje de los Joestar. Si DIO no es derrotado en unos 50 días, Holly morira. Joseph y Jotaro comienzan entonces una particular cruzada desde Japón a Egipto, donde se enfrentarán a decenas de extraños enemigos en compañía de tres amigos y un perro.
Esta serie es una evolución de la primera temporada, así que sobra decir que a cualquiera que no le gustase aquella esta difícilmente le gustará. Técnicamente seguimos teniendo el mismo diseño de personajes y una animación que parece hecha por ordenador, pero que se adapta bien al estilo tan particular del arte. Y en la historia tenemos unos capítulos escritos a principios de los 90. El manga sigue en activo y es una auténtica leyenda, un anacronismo que ha superado su época para convertirse en un estilo propio. Los personajes son todos gigantes hipermusculados, son todos más duros que las piedras, siempre son fríos y duros, fuman cuando la ridícula censura les deja y sólo lloran -muy virilmente- cuando un amigo muere por ellos... y todo ello con muchos colorines, onomatopeyas y una estética muy gay. Así es Jojo. Así tiene que ser. Así mola.
La serie no es sólo anacrónica en su estilo visual, plagado de acción y gore en la mejor tradición ochentera, si no en su propia narrativa, donde los protagonistas emprenden un viaje y se van encontrando a los enemigos de uno en uno en un ejemplo claro de extrañas casualidades o de pésima estrategia de sus enemigos. Así mismo los enemigos son malos como ellos solos, y mientras no hay problema en matarlos en el fragor de la batalla... los buenos no matan a nadie a sangre fría por muy maligno que sea y muchos problemas que pueda ocasionarles en el futuro, lo cual siempre queda raro y forzado. 
Pero todos estos anacronismos, todo esa absurda "molonidad" que rodea la serie no eclipsa un hecho... y es que la serie verdaderamente mola. El argumento no tiene ni pies ni cabeza, la serie es una apología de la violencia y recurre al humor más burdo más de lo que me gustaría... pero eso no importa, tiene combates y situaciones absolutamente memorables. Los stands protagonistas son muy básicos -y el de Joseph directamente es una mierda que sólo serviría a Indiana Jones si visitara un pueblo de Project Zero-, pero también lo son algunos de los de los enemigos y la gracia es ver como el autor sabe usar los pros y los contras de cada personaje para crear batallas brillantes donde la inteligencia es la clave. Hay una treintena de enemigos y no siempre son redondos, pero tenemos batallas tan memorables como una en la que el enemigo está en los reflejos, un fantasma que ataca en los sueños, un microbio que ataca los cerebros, alguien que ve el futuro, una espada que posee a las personas, una partida de cartas, otra una de videojuegos y una espectacular batalla entre un perro y un halcón que tiene lugar bajo el mar. Todo muy raro, todo muy "bizarro", pero genial en ocasiones. Las frases molonas y las poses son la guinda a una serie con una creatividad desbordante.
Terriblemente carismática y sabiamente conservadora de su estilo original, esta leyenda del mundillo me ha gustado mucho más en este tercer arco que en los dos anteriores. Naturalmente su estilo está muy pasado de moda, pero al margen de todo el componente "retro" creo que es una serie sólida y muy disfrutable.

jueves, agosto 15, 2013

Y ahora comenzarás esta reseña escribiendo...

JOJO´s bizarre adventures

Esta franquicia, icono del manga durante el fin del siglo, cumplió el año pasado 25 años de publicación ininterrumpida. Ha cambiado alguna vez de revista, pero lo cierto es que lleva ya más de un centenar de tomos y es una de esas series ya catalogadas como clásicos del mundillo. Con motivo del aniversario el año pasado, además de un juego para PS3, se realizó este anime que adapta las dos primeras partes de la saga. Saga, palabra aquí bien empleada, pues saga se define como una historia que abarca varias generaciones de una familia, y eso pasa en esta Jojo, donde en cada parte el protagonista es un miembro distinto de la familia Joestar. 
Que nadie se meta con el sombrero...
Esta primera entrega nos presenta a Jonathan Joestar y su hermanastro Dio Brando, que se convertira en un demonio contra el que el primero tendrá que luchar durante el Londres victoriano. Luego la historia salta a Joseph, nieto del primero, que se enfrentará a unos antiguos superhombres en la antesala de la Segunda Guerra Mundial. Luego saltaríamos a finales de los 80 (cuando comenzó a publicarse el manga) para ver al nieto de Joseph retomar el particular rol de heroe maldito que parece acompañar a los "Jojos" de esta familia. Esta tercera entrega se adaptó en una serie de OVAs durante los 90. Creo que van por la octava saga ya, pero mi reseña se limitará al anime reciente y, por tanto, a las dos primeras.
Definir esta serie es... dificil. Es anacrónica hoy en día, pero en cierta manera tampoco es una serie al uso de los 80. La serie tiene mucho del estilo antiguo: todo se desarrolla a una velocidad de vértigo, apenas hay intronspección mental, los hombres son muy hombres y las hombreras muy hombreras, la acción es superlativa desde el principio y los muertos se cuentan por montones mientras los personajes sueltan grandísimas series... pero la serie no es sucesora de "Hokuto no ken" como su bestialidad e hipermusculados personajes podían hacer pensar... porque al mismo tiempo que enarbola todas estas características se burla de ellas. Jojo es... como su nombre indica, bizarra. Los personajes no son absolutos, no, se pasan de ello, tienen unos rasgos tan estereotipados que incluso se adornan con onomatopeyas y con las características y ridículas poses que han hecho famosa a esta serie. La teatralidad es la esencia de los personajes e incluso tenemos un narrador que de vez en cuando para la historia para contarnos algún flashback o para remarcar las acciones de los personajes... narrarlas emocionado, porque todos los personajes se emocionan con las acciones de los otros. A todo ello se unen unos diseños cargados de biceps y colorido en lo que parece una exaltación simultanea de la máxima virilidad y el orgullo gay más floripondio.
No se puede decir una gran frase sin una pose que la reafirme
¿Recomendable? Es una serie tan icónica que creo que ha de ser vista, su herencia en las series actuales es tan grande que lo merece. Y está bien, que demonios, está muy bien. La serie es épica al estilo que solo lo pueden ser las series antiguas, es decir, muy a lo exageradamente grande. Ahora bien, es una serie de corte antiguo, con todo lo que ello supone, es máximo exponente de ese concepto llamado "GAR" y es "manly tears" a lo bestia... y todo ello parodiándose a si misma en cada escena. Es una serie rara que no gustara a todo el mundo, pero que cuanto menos es curiosa y digna de verse.