Vaya por delante que Araki no tenía nada de lo que redimirse en verdad; "Vento Aureo" me parece inferior a "Diamond is Unbreakable", sí, pero el título de esta entrada se debe basicamente a que se ubica principalmente en una prisión y "Cadena Perpetua" es una de mis películas favoritas de siempre.
Aclarado esto, vamos con la reseña. "Stone Ocean" es la sexta parte de Jojo, que tiene por protagonista a Jolyne, la hija de Jotaro, y por escenario una prisión donde esta -más injusta que justamente- ha sido encerrada. En esa prisión pronto descubrirá que está en el centro de una conspiración contra Jotaro, que premeditadamente se había alejado de ella para protegerla, pero que afortunadamente consigue darle un regalo para defenderse en forma de stand. Como sabemos stands atraen a stands, así pues, mientras Jolyne aprende a manejar un stand que la convierte en algo así como una madeja de hilos, se irá encontrando con otros usuarios, y si bien la mayoría seran enemigos, unos pocos se convertirán en sus aliados para intentar acabar con el malo malísimo de la entrega. El desarrollo es el habitual en la franquicia y en ese sentido no hay sorpresas, son unos 17 tomos estructurados en sagas de varios capítulos centradas en el enfrentamiento contra algún enemigo y sin apenas transiciones o capítulos que se salgan de este concepto. El entorno, sin embargo, nos devuelve un poco al escenario cerrado de Morioh contra el habitual "tour" que suele protagonizar las entregas de esta franquicia; en este caso tenemos una prisión de Florida en lugar un pueblo y eso sirve a Araki para contener la acción y darle a esta parte un tono muy comedido que le sienta muy bien. El escenario puede parecer pequeño y carente de opciones, pero Araki recurre a todos los escenarios clásicos del cine penitenciario y vemos una variedad de situaciones sorprendente que van desde "hoyos" a motines, pasando por permisos al exterior e intentos de fuga... todo ello por supuesto pasando por el filtro Jojo que convierte todo en experiencias verdaderamente extrañas en ocasiones.
Lo primero a mencionar aquí sería que el poder de Jolyne es... una mierda. Con ello no quiero decir que sea débil, si no que no es fuerte, no es un poder brutal como el de Jotaro o el de Giorno, es un poder en apariencia no muy útil de cara a las batallas, y lo mismo pasa con Hermes y su extraña habilidad Kiss basada en pegatinas; quizás Weather Report sea muy poderoso, pero Anasui no lo es tanto como pareciera, y Foo Fighters tiene un poder que calificaría como normal dentro de la escala de Jojo. Y esto me gusta, porque las batallas de esta Jojo son raras como siempre lo son en esta franquicia, pero sobre todo se notan muy pensadas. No son batallas de fuerza bruta, si no de ingenio. La batalla contra Limp Bizkit puede ser de lo más surreal y genial que hemos visto en la franquicia, con una situación absolutamente extrema manejada con una frialdad y agudeza maravillosas por parte del autor. Dicho esto, también hay que decir en su último tercio es una Jojo muy Jojo y monta unos líos muy raros, porque Bohemian Rhapsody es absolutamente demencial, y luego incluso es superada por lo que llamaré el momento Uzumaki o el final en si de la serie. Con el final tendría uno de mis mayores argumentos en contra de la serie y es que, si bien el grupo protagonista -en especial el trío Jolyne, Hermes, FF- es muy potente, el villano principal de la serie me parece bastante falto de carisma, siendo un personaje bastante extraño con una motivación y un objetivo que no terminan de gustarme.
Y luego por supuesto tenemos el arte del mangaka, que es una absoluta locura. Los diseños son tan poco naturales como siempre, con personajes extremos en su diseño y -sobre todo- en su vestuario; con un sobresaturamiento de contraste de colores vivos. He leído la versión coloreada, pero la original de la Jump al publicarse en blanco y negro acusaba de un entintado demencial que hacía que que algunas escenas fueran algo confusas al no haber prácticamente una viñeta donde los personajes no se muestren en una pose que no parezca forzada, donde además la cámara siempre busca un ángulo rebuscado y extraño. Pero este aspecto tan poco natural de sus viñetas no deja de ser lo que le da gran parte de su personalidad y fuerza visual a la franquicia, y al no dejar de ser una elección puramente artística del autor esta más cerca de ser una virtud que un defecto.
Creo que en su recta final la historia se desmadra demasiado, pero en general el desarrollo me parece bastante satisfactorio y esta entrega tiene tanto buenos personajes como situaciones tan demenciales como memorables que la convierten en una buena entrega de la franquicia y un manga bastante recomendable de leer (aunque al ser Jojo 6 creo que cualquier lector sabrá donde se mete, y doy por sentado que nadie va a empezar a leer la franquicia por esta parte ya que, aunque la continuidad y las referencias no sean muy rígidas si que es necesario al menos conocer al clan Joestar o a Dio).