lunes, noviembre 30, 2015

Se acabaron los elefantes marinos en Berserk...

Ahora es el tiempo de.... 

¡los espantapájaros psicópatas!


La serie ha tenido un renacer con la saga de Ricket, y al fin hemos llegado a la isla de los elfos tras un viaje interminable... pero parece que de nuevo Miura quiere autoboicotear su obra. Dejando a un lado que Berserk es más un seinen que un shonnen en el que haya que meter una Sala del Espacio y el Tiempo, este manga tiene una cosa llamada guión, no es necesario meter en cada capítulo peleas, y más cuando está claro que estas no aportan nada ni van a tener el más mínimo de emoción. Supongo que en el siguiente capítulo los espantapájaros serán detenidos por los magos tras un par de mandobles de Gatsu y su papel no pasará de anecdótico... lo contrario sería perder un capítulo, y por muy increíble que sea que llevamos más de medio año con capítulos ininterrumpidos... no deja de ser un ritmo de 20 páginas mensuales... donde cada viñeta debería venderse muy cara y donde Miura no debería meter relleno tan a la ligera.

¿Cuanto tiempo durará este milagroso ritmo de publicación?
¿Se alargará mucho esta batalla?
¿Volverá Gatsu a ser poseído por la armadura?
¿Se curará Kiaska en esta isla?
¿Qué tipo de loli será la hechicera que parece controlar los espantapájaros?
Vale el caballero de la maza... ¿pero que pintan en la historia el hermano y el novio de Farneze?
¿Distinguiré algún día a Ami de Mami?
¿Nozoeli o Nikomaki?
¿Quién demonios puede preferir a Ranka Lee sobre Sheryll Nome?
¿A alguien le importaba el romance principal de Bakuman?
¿No es triste que la censura de un juego llamado Fire Emblem X Shin Megami Tensei tenga más que ver con idols que con fantasía medieval?

sábado, noviembre 28, 2015

Contarlo todo sin contar nada

One Piece 808 - El duque Inuarashi

Me ha encantado la narrativa de este capítulo. Es un capítulo de transición que apenas cuenta nada de una forma explicita, pero que confirma pequeños detalles y da muchísima información, pero información tramposa que Oda podrá retorcer en el futuro. 

Pandaman, ¡encontrado!

Bariete, el vigía, un personaje del que apenas hemos visto nada, pero que ha estado tan presente que ya parece claramente presentado.

Supongo que por desgracia a estas
cinco calamidades no las veremos
Jack, mencionado hace más de 125 capítulos, vemos por fin al temerario que se lanzo contra Fujitora, Sengoku y Tsuru... pero lo vemos en su forma animal, que confirma su zoan, pero permite a Oda darle una gran página de presentación en el futuro. Su personalidad no sorprende, pero será curioso ver como se maneja la banda de Kaidoh con personalidades como esta y la del propio Emperador.

Las tres calamidades, no por ser obvio, no deja de ser importante que se nos confirme que Kaidoh tiene sus tres "almirantes", como los tiene Shanks y los tenía Barbablanca. Sabemos que Big Mom también tiene "monstruos" (Bobin y dos o tres más). Curiosamente Teach estaría en desventaja en este equilibrio, ya que en su banda -exceptuando a Aokiji y quizás a Shillew- no parece que haya nadie a ese nivel.

Sheephead, se confirma que es un hombre de Kaidoh... estaba visualmente confirmado y en verdad no le importa a nadie... pero ese título de "Gifters" parece indicar que ha sido Kaidoh el que le ha dado una fruta, con lo que estaríamos ante ese ejército surgido del mercado negro de frutas de Doflamingo.

Enel, no sé muy bien porque, pero Oda ha cargado electricamente a todos los minks. Vale que Bepo, Pekoms y cía tendrán un dopaje voltaico en sus combates... pero no se muy bien el objetivo de este movimiento.

Los tres mosqueteros, me ha encantado que Oda los anuncie en el pasado para presentar -a uno- en el presenta, excelente ejemplo de narrativa cruzada fluida y natural.
Tengo que leer algo más de Dumas...

Wano, cada vez parece más claro que todo desde Punk Hazard es un arco conjunto, con un papel importantísimo para los samurais y una extraña relación de estos con Kaidoh. 

Raizo, sorprendentemente importante al parecer.

Sicilian, un personaje 100% Oda, con la tontería de cabrearse por los dulces y arrodillarse ante la banda, haciéndolo todo ostentosamente... ya le conocemos y sabemos como actuará en todas las situaciones.

Brook, me ha gustado ver a Brook "pegar" a Luffy. No recuerdo si lo había hecho antes, y me gusta; no termina de gustarme el tono respetuoso con el que siempre se dirigía hacia su capitán.

Tristane, no estoy en el rollo furry.... pero.... ya sabéis

Inuarashi, Luffy sólo llama fuerte a gente como Fujitora, parece que eso de que podía hacer frente a Jack no es descabellado.

Caesar, me encanta que siga por ahí y que una nación haya sido derrotada por una de sus armas (el capítulo 795 tiene ahora una relectura distinta), este tipo de eventos son más de Togashi que de Oda.

jueves, noviembre 26, 2015

Evasión o censura

Prison school 

¿Cómo reseñar este anime? Prison School tiene cosas que me gustan, cosas que me encantan y que me han hecho disfrutar mucho con su visionado... pero también tiene cosas francamente desagradables que pueden echar para atrás a muchos espectadores.
La historia es sencilla. 5 chicos entran en un instituto que hasta entonces sólo era de chicas, los 5, más salidos que un pico de esquina, espían los baños en su primera noche. Son descubiertos por una especie de consejo escolar secreto que salvaguarda la moral del instituto ante la amenaza masculina recién llegada. Los 5 chicos, para evitar la expulsión, son confinados en una "cárcel" en el centro del colegio, tomando las clases por televisión y viéndose obligados el resto del tiempo a realizar trabajos forzados bajo la sádica supervisión del citado consejo. Las chicas del consejo pretenden expulsarlos y los chicos quieren cumplir su pena... y escaparse de vez en cuando para alguna cita.
La trama es un disparate y propicia una parodia del género colegial y -sobre todo- del carcelario. El problema de la serie es el echii. Lo necesita, la serie vive en la exageración, es una parodia y necesita a la vicepresidenta desfilando continuamente con su cuerpo imposible y su desafío constante a la resistencia de los botones... pero entendiendo esto, y hasta entendiendo la veneración lésbica de esta por su superiora... muchos planos y situaciones se me hacen excesivos, así como esa surreal narrativa basada en su sudor. Con Hana también hay exageraciones, pero son más rocambolescas y además es curioso el contraste con estas situaciones y la inocencia de la violenta rubia. Pero con la vicepresidenta hay demasiados planos explícitos e innecesarios, y también hay algunas veces que los necesarios se me hacen demasiado zafios. La serie vive en la exageración, entiendo que todo ello es necesario, pero sencillamente en ocasiones el envoltorio es demasiado vulgar para mi gusto.
Y es una pena, porque la serie francamente me ha divertido. Incluso siendo, como parece ser, una versión ultracondensada del manga, la historia más o menos se sigue bien y permite desarrollar a los personajes. Tenemos un atajo de idiotas muy extraños como protagonistas, y uno les coge cariño. Son muy simples y cada uno piensa unicamente en una cosa al margen de las chicas, pero no hay malicia en ellos y tienen su gracia. Y si los chicos son simpáticos, las chicas directamente roban la serie con un carisma arrollador, incluso con el defecto antes mencionado de la vicepresidenta.
La serie tiene un buen ritmo, es una parodia disparatada de una fuga y siempre, cuando uno piensa que no puede ir a más, va un paso más allá con algún contratiempo enrevesado o una escena exagerado malentendido erótico. 
Técnicamente la veo correcta. El diseño de sus personajes no me gusta demasiado, pero es el del autor y al menos se puede decir que no es extremadamente genérico. El opening sencillamente me encanta. Tiene algunos recursos visuales interesantes, no hay deformaciones, pero si muchas metáforas. La censura ocasiona una cantidad salvaje de nubes blancas, aunque tengo que decir que casi prefiero esto al vulgar contenido que ocultan.
Es una serie que me ha entretenido mucho, y creo que tiene una sustancia bastante interesante tras su zafio aspecto... no obstante este no deja de formar parte del mensaje de la serie y en ocasiones es tan predominante que entiendo que a mucha gente le eche para atrás por su exageración. Particularmente recomendaría a todo el mundo ver uno o dos episodios, si uno sobrevive a los sudores de la vicepresidenta puede encontrar una serie muy divertida y -como yo- estar esperando ya la segunda temporada o comenzar a pensar en pasarse al manga original.

martes, noviembre 24, 2015

¿Hasta donde puede volar un halcón herido?

Combate por la unificación de los títulos WBA y WBC del peso medio
Takamura Mamoru vs Richard Bison

En casi el capítulo final de este combate, la portada anunciaba que Ippo comenzaba su 26º año de serialización. Y he de decir que ahora mismo estoy contento con la serie. Tras el combate de Eagle la serie se adentró en una larga travesía por el desierto donde apenas un par de combates se salvaban (Sawamura vs Mashiba, Miyata vs Randy Boy Jr), donde los combates se eternizaban incluso para secundarios, y donde las leyes del esfuerzo y el sacrificio que habían regido la serie conocieron a Wooli. Fue casi una década, una década en la que la serie parecía haberse ido al garete en una espiral de combates insustanciales. El combate por el título de Volg estuvo bastante bien, mejorable, pero correcto. Pero ahora, por fin, con un buen e importante combate de Ippo de por medio, creo que podemos decir que la serie ha vuelto a ser la que era. Llevamos unos tres años francamente buenos de Hajime no Ippo.

Los combates previos de Mashiba y Sendoh no terminaron de gustarme del todo. Eran buenos combates, con muy buenas ideas y grandes escenas para estos dos personajes, pero lo de la pelea previa y el querer darles ese trasfondo cómico creo que fue un error. Mashiba y Sendoh no son Aoki y Kimura, y desde luego no se pueden ridiculizar los combates contra los top ten mundiales, es algo que va contra el propio espíritu de la serie. Pero dejando a un lado el principio y el fin de los combates, ambos estuvieron francamente bien, a la altura de sus dos carismáticos púgiles… aunque no pasaría nada si alguno de ellos hubiera perdido.

Llegó entonces el combate de Takamura. Un combate extraño en su concepción. Las del halcón suelen ser batallas cómicas que no tienen como objetivo otro que no sea el resaltar su inhumana genialidad. Sólo ha habido dos excepciones: otro halcón y un águila dorada. Ahora teníamos un bisonte de Detroit ante el que unificar títulos. Parecía que nos encontrábamos ante un gran combate con Takamura, el acontecimiento más especial y escaso de la serie, el momento en el que Morikawa pone todo su buen saber hacer en el manga.


Y así ha sido. Ha sido un combate largo, pero muy bien llevado, con una estrategia constante que los dos púgiles iban adaptando poco a poco y que ocasionaba constantes giros argumentales. Bison ha mostrado un carisma que inicialmente no parecía tener, y Takamura se ha mostrado más humano y sobrenatural que nunca, teniendo dificultades y afrontándolas con su simple genio para el deporte. El suyo es un genio conseguido a base mucho esfuerzo, de muchas horas de entrenamiento, y eso al final se ha traducido como siempre en esa figura del entrenador Kamogawa, referente y mentor de Takamura, aquel por él que todo lo hace y cuyo estilo había sido derrotado por Ippo. Ippo. Al final todo en este combate se reducía a Ippo. Bison se ha mostrado como un boxeador con una ingente cantidad de recursos, digno rival de Takamura. Naturalmente el gran monstruo de la serie debería haber podido con él, pero aquí han regresado los problemas físicos de este, para mostrar a Ippo esa línea entre la vida y la muerte, la cordura y la locura, que un campeón ha de estar dispuesto a cruzar, esa línea que separa lo posible de lo imposible.

El combate ha sido memorable. No se ha hecho especialmente largo y los tiempos de los primeros asaltos estuvieron bien medidos con el “hitman style” y otros trucos que le dieron una considerable emoción a pesar de la evidente trampa (nadie pensaba que, con esos preparativos, el combate fuera a acabarse en unos pocos capítulos). Bison ha mostrado ser un buen personaje, teniendo además referencias hacia Eagle y mostrando un claro desarrollo durante la contienda. Por eso sorprende, lo poco importante que en verdad ha sido el combate. Teniendo en cuenta el objetivo de Takamura de los seis títulos, una unificación parece poca cosa, e incluso podía haber integrado esta de alguna forma con el tercer título. El combate contra Hawk sobre el capítulo 400 y unos 200 después llegó Eagle. Han pasado 500 capítulos, y tras este largo combate es previsible que descansaremos de Takamura durante al menos un centenar de capítulos. Un cálculo rápido nos llevaría a pensar que el tercer combate por el título de Takamura no llegaría antes del capítulo 1250-1300, lo cual se me antoja algo increíble. Aunque este hubiera sido un combate por el título, ya habría llegado muy tarde… que decir si hemos de esperar dos o tres años más para este. Siempre he pensado que esos seis títulos eran el más claro indicador del avance de la serie, pero ahora tal idea me parece disparatada, hablaríamos de un manga que habría de llegar a los ¿2500 capítulos? Sencillamente fisiológicamente es iluso pensar que un manga, que ya es absurdamente largo, no se encuentra siquiera a mitad de su desarrollo… incluso considerando que Morikawa comenzase a acortar esos combates que se han ido alargando con los años y que en muchos casos son innecesarios, no hay material en el manga para llenar tantas páginas. No creo que el autor sea capaz de mantener este nivel habida cuenta de los horribles años que lo precedieron. Así que, este combate que ya me parecía muy raro en su planteamiento al principio, me parece más raro ahora mismo. No parece creíble que Takamura alcance su objetivo, por el simple hecho de la frontera infranqueable que supone la vida de su autor. ¿Cuál es su destino entonces? Takamura es el dios de la serie, el superhombre indestructible que todos aspiran a imitar. No puede ser derrotado, ese es uno de los axiomas de la serie. Tenemos su salud, su ojo y su pierna ahora, el precio que esta pagando por su avaricia desmedida y que refleja esa frontera que Ippo aun no se ha atrevido a cruzar. Siendo un shonnen muy clásico en sus inicios, parece inevitable pensar que Ippo se encamina hacia un final sorprendentemente dramático con retiradas por lesión o incluso muertes.

domingo, noviembre 22, 2015

Un descanso no es una ausencia

One Piece 807 - Hace 10 días

Nunca he entendido demasiado la fijación con algunos personajes en internet, mucho menos cuando son personajes habituales de una serie. Me pareció un acierto cuando los compañeros de Luffy fueron sustituidos en Impel Down, y también me pareció una gran idea por parte de Oda el reemplazar a parte de la banda por gladiadores en Dressrosa. No me parece mal tampoco que Sanji siga desaparecido. El cocinero no es de mis personajes favoritos de la banda, pero tampoco soy un detractor suyo... en todo caso me parece que si de algo no va a pecar nunca Oda va a ser de olvidar a los cinco miembros del East Blue (Chopper, Robin, Franky y Brook serían otro asunto). Sanji volverá, y tendrá grandes momentos con chicas, y habrá situaciones que solvente por su ingenio, y al final de la serie tendrá nivel para acabar con un Almirante.
Por tanto, no me preocupa su ausencia. Es un sencillo recurso narrativo. Oda necesita algo para dar emoción a estos capítulos en los que esta presentando una isla, necesita algo que mantenga en vilo a los lectores, y el misterio de Sanji (que todavía puede ser algo tremendamente cómico) me parece mucho mejor que cualquier enemigo temporal carente de emoción o el clásico malentendido de Luffy con isleños. Otro tema sería si esta ausencia de Sanji fuera algo al estilo de Robin en Enies Lobby y continuara el extraño paralelismo entre la aventura del Nuevo Mundo y la del Grand Line, eso no me gustaría nada... pero por el momento le seguiré dando el beneficio de la duda al autor, porque dicho sea de paso, Dressrosa me gusta mucho más que Arabasta.
En todo caso, para mi el capítulo se resume en la siguiente imagen:
Sencillamente me parece que refleja a la perfección este capítulo. Es un capítulo de transición, un capítulo en el que se nos dan muchos nombres, comienza a explicársenos el sistema de gobierno de Zou, se resuelve como el Sunny escapó de Big Mom (confirmándonos de paso que Capone está afiliado con la Emperadora), se ha dignificado a Nami y a Chooper recordandosenos lo excepcionalmente buenos que son en sus campos y la importancia de estos, se confirma por enésima que los samuraís tienen un secreto y empieza la narración del flashback de la isla, que probablemente dure lo que queda de año y abarcará desde la llegada de Jack a la revelación del misterio de Sanji.
Es un capítulo plagado de información. Un capítulo necesario en el que Oda se escuda en la relativa trampa narrativa del paradero de Sanji (trampa que no me parece grave pues desde que se presentó la historia ha pivotado en torno a ella). Y un capítulo en el que el misterio y la sobredosis de información son rebajados a base de saturación. A Oda le encanta dibujar animales, es bien sabido, así no son difíciles de imaginar las ganas que tenía de llegar a esta isla para dibujar decenas de animales antropomorficos con diseños variados. Me parece que Oda esta narrando bien esta parte de la historia, y aquí vemos sus tablas y lo planificado de su historia, pero en los diseños, en esos detallitos como los mink caninos "adorando" a Brook vemos su pasión como mangaka. Oda lleva casi dos décadas con esta serie, y este es un capítulo de transición en el que podía haberse limitado a contar la historia con algún que otro adorno, pero en su lugar ha perdido varias horas sobresaturándolo todo con detalles para dar vida y personalidad a esta nueva isla, porque podía haber puesto una imagen de la cara de Usopp hablando, pero en vez de eso usa un plano medio y hace que Usopp extienda su mano para que un perro le de la patita. Detalles lógicos y casi inevitables dentro de este mundo, pero en los que uno inicialmente no caería y que desde luego no echaría en falta si no estuvieran, pero detalles que han conseguido en apenas unos capítulos que estemos más que predispuestos a adorar a los habitantes de esta isla como si de nuestras mascotas se tratasen.

jueves, noviembre 19, 2015

La cima del mundo

El ala oeste de la Casa Blanca

Josiah Edward "Jed" Bartlet ha alcanzado la Casa Blanca. La suya ha sido una victoria agónica conseguida con menos votos que su rival republicano. Es el trabajo de su jefe de campaña y gabinete, Leo McGarry, mantenerlo en esa posición y conseguir que lleve a cabo las políticas que le llevaron a convercerle para que se presentara por el bien de EEUU. Es del trabajo de Leo y de su competente equipo: Josh Lyman, Toby Ziegler, C.J.Cregg, Sam Seaborn y los ayudantes de estos.

Este es el punto de partida de “El ala oeste de la Casa Blanca”, la serie más celebrada de Aaron Sorkin y una de las más reputadas de los últimos años. Una serie que nos narra los ocho años de gobierno de una administración utópica e idealista, afrontando con nobleza e integridad todo tipo de crisis, una reelección, un legado y una sucesión. La serie no es realista ni creo que pretenda serlo. En un podcast escuche la definición de Sorkin como un personaje quijotesco, no me parece una definición desacertada, además de que hay numerosas muestras de la devoción del creador por la obra de Cervantes, todas sus series tienen esa mentalidad de no retratar el mundo real, si no dibujar como habría de ser. La administración Barlet es la que todos querríamos que gobernara el mundo, formada por una serie de mentes brillantes preocupadas siempre por los más débiles.


La serie nos plantea escenarios y dibuja como cree que un gobierno debería reaccionar ante ellos. Los escenarios van desde grandes crisis internacionales a conflictos laborales o luchas por los derechos humanos, siendo también testigos de crisis ridículas ocasionadas por tonterías o fallos malinterpretados intencionadamente o no que no siempre acaban siendo episodios cómicos. En el ámbito internacional la serie no escapa de Israel, como tampoco de China o de Korea, arroja sus ideas sobre el conflicto de Ruanda y siendo una serie que comenzó a emitirse en el 99 en su tercera temporada se enfrenta a una audiencia conmocionada con el 11-S (tremendo la papeleta a la que se enfrentaron los guionistas de afrontar la paranoia y el patriotismo de aquellos años). En el ámbito nacional vemos conflictos con sindicatos, la eterna lucha del bipartidismo americano (con un tratamiento nada maniqueo de la dupla demócrata-republicana), transfuguismo, espías, racismo, inmigración, manipulación por medio de la prensa, lobbys, pensiones, sanidad, educación, militares, crisis medioambientales, catástrofes de todo tipo e incluso escándalos sexuales.

La serie es educativa. Se aprende muchísimo no sólo de la política americana, si no de política global y de cuestiones militares y económicas. La serie tiene sus ideas, pero no dice que sean las mejores y en ocasiones argumenta contra ellas para mostrar varias ópticas, y tampoco es infrecuente que los personajes se equivoquen, y no sólo los errores si no también los aciertos desembocan en realidades que en ocasiones no habían previsto.

Dentro de su idealismo, la serie intenta tener un enfoque realista aunque exagere algunos puntos. De hecho en mi opinión es un fallo de las últimas temporadas el que aborden demasiados temas importantes internacionales, parece como si la serie se quedase sin tiempo y quisiera tratar todos los temas posibles… y creo que es un error cuando la serie sube tanto de intensidad. A partir de la quinta temporada, además de un par de decisiones muy discutibles relativas a Toby y C.J (algo inverosímil cierta acción del primero y absurda la promoción de la segunda), la serie acaba siendo demasiado exagerada y pierde cierto del encanto menor que tenía en sus primeras temporadas, cuando el ámbito parecía menor y la serie se centraba más en la convivencia y vicisitudes de sus muy carismáticos protagonistas y menos en la gran política, que siempre estaba presente como un gran telón de fondo. La irrupción de Santos y Vinick renueva las fuerzas de la serie en su recta final, pero incluso diría que con estos dos personajes hay demasiados frentes y la serie se difumina algo (una pena la antigüedad de la serie, en estos días las últimas temporadas habrían convivido con uno o dos spin-offs).


Tecnicamente es una serie muy bien rodada. Hay dinero y se nota, y conforme pasan las temporadas y la serie gana en éxito (de audiencia y, sobre todo, de prestigio) los medios aumentan y se multiplican los exteriores y los cameos y las participaciones de actores de gran nombre. No hay un protagonista claro, ni Rob Lowe que inicialmente parecía aspirar a ese papel, ni un Martin Sheen cuyo carismático presidente Barlet tiene un rol paternalista y de mentor del grupo. El protagonismo de la serie es coral y todos los actores están bastante bien, con un guion que les da constantemente grandes frases pero que también tiene concesiones para que nos encariñemos con todos ellos por su humanidad y vulnerabilidad. La dirección es clásica en su mayoría, primeros planos para reforzar las grandes frases y algún que otro recurso visual cómico; ocasionalmente la serie intenta alguna cosa nueva como un episodio en plan footage, aunque normalmente la serie no sale demasiado bien parada de estos experimentos (salvo en el brutal episodio del debate en directo).

No puede interpretarse la serie al pie de la letra porque no pretende ser real, pero teniendo en cuenta esta advertencia “El ala oeste de la Casa Blanca” es un producto sobresaliente, con una factura técnica impecable, unos diálogos que tratan grandes temas universales y nos hacen reflexionar sobre ellos, unos personajes muy carismáticos y una comedia y un drama muy bien llevados. No es perfecta, claro, antes he mencionado un par de giros de la trama muy forzados que se dan en la sexta temporada, y en general en algunos episodios se puede pasar de idealista; así como ocasionalmente cae en algunos defectos clásicos de este tipo de series, con personajes con menor continuidad de la esperada y algunos que parecían destinados a ser protagonistas en una temporada y que después desaparecen ya sea por su falta de carisma (Moira) o por exigencias de los actores. Sus guiones suelen estar muy cuidados, pero inevitablemente tiene algunos episodios flojos. No obstante, todos estos son defectos menores que no empañan una valoración final más que sobresaliente. No será la primera vez que use esta definición, pero esta serie no sólo es extremadamente recomendable si no que debería ser de obligado visionado.

martes, noviembre 17, 2015

Siete servants para siete masters...

Fate Hollow Ataraxia

Le tenía ganas a esta visual novel. La original me gustó bastante, y por lo que había visto de esta, tenía multitud de escenas que explotaban el carisma infinito de los personajes de la franquicia. He encontrado esas escenas, y eso mola, pero por desgracia también he encontrado muchas otras escenas, mucho más largas y tediosas, y ni mucho menos tan divertidas. Ataraxia tiene un grave problema, y ese es que es tremendamente irregular.
Esta entrega consolida algunas de las coñas ya existentes en la franquicia y es el germen de muchas otras. Es un punto importantísimo dentro del universo Type-moon, presentando a todos los servant en paz y permitiéndonos ver como Caster intenta ser buena ama de casa, como Rider se une al harem de Shirou, como las sirvientas de Illya aparecen, como Lancer busca mil empleos, como Taiga tiene al fin el protagonismo que requería y como todos los personajes interactuan los unos con los otros, descubriendo parejas cómicas muy inesperadas. En este sentido, como el fan-disc que es, funciona muy bien, y sirve incluso para profundizar en la mitología de algunos personajes.
Por desgracia muchas de las secuencias que el juego nos presenta no son tan entretenidas como otras, y algunas de ellas tienen una extensión increíble. El ejemplo más claro sería el de las chicas del colegio, que no son especialmente carismáticas ni divertidas, y a las que se dedican horas y horas... y esto también sucede con los personajes principales, que tienen algunas secuencias demasiado alargadas, además, en su vertiente fanservice, recicla demasiado algunas ideas y se hace excesivo por ejemplo que cada chica tenga una escena de piscina o de baño. 
Y luego está la historia principal. Extraña, enrevesada y oscura. El juego nos presenta una especie de "Majora's Mask" en el que repetimos cuatro días en los que hacemos chorradas con Shirou mientras activamos "flags" y conocemos detalles de la historia principal de una quinta guerra del Grial que se esta repitiendo de una forma extraña, y ocasionalmente pasamos a Bazett y su sirviente, que son la novedad de esta entrega. La historia es rara en todos los Fate, y aquí lo es aún más, con una cosa extraña de viajes en el tiempo con magia y voluntades muy rarita. Bazett mola como personaje, pero no puedo decir lo mismo de Caren, y tampoco de Avenger ni de un Shirou que al final acaba haciendo cosas muy raras y perturbadoras (y que además chocan con el carácter ligero del resto de acontecimientos).
A las chorradas de las historias se les unen muchos extras en forma de imágenes oficiales con comentarios, wallpapers de artistas invitados, una divertidísima versión del "Takeshi´s castle" y un más que digno juego de hanafuda muy entretenido. "Ese" tipo de escenas siguen estando, pero se notan metidas por compromiso y estan todas en una opción del menú y no tienen continuidad alguna con la historia... salvo una muy extraña y perturbadora.
Tecnicamente repite escenarios, y la música se hace algo repetitiva, los personajes siguen siendo sprites sin animar pero es increible la sensación de movimiento que consiguen con un par de trucos sencillos. La historia tira más hacia la comedia y hay las deformaciones funcionan de maravilla, pero cuando lo necesita también recurre a la épica y los combates son tan impresionantes como lo eran en la historia original.
Uno tarda unas 40 horas en acabar la historia, y aún tras ello le quedaran algunos extras que desbloquear. El juego es largo... pero por desgracia dentro de esas horas hay algunas que se harán muy largas. El juego tiene momentos francamente divertidos, pero por cada uno de ellos fácilmente habrá otro muy aburrido. Es tremendamente irregular y es ello que provoca que tras acabarlo la sensación que me haya dejado no haya sido otra que la de decepción.

sábado, noviembre 14, 2015

¿Se puede repetir?

Shokugeki no Souma

No hablaré sobre la trama de este anime. Es un manga que me gusta bastante y al que he dedicado entradas ya en el blog (ver etiqueta), así que creo que es bastante innecesario. Digamos sencillamente que es un shonnen de peleas culinarias con mucha comedia y algo de echii. Este anime adapta lo que sería un poco más del primer año de serialización de la serie, acabando con la fase preeliminar del torneo de la elección de Otoño. 
¿Cómo es como adaptación?
Modélica. Temía mucho este anime, y tengo que decir que me ha sorprendido muy gratamente. Han adaptado muy bien el material original y sólo tendría un par de pegas, pero pegas menores, y además hay  puntos donde creo que han mejorado incluso al original.
Lo primero a comentar es el dibujo. El arte del manga es una salvajada, autenticamente espectacular tanto en el diseño de personajes y escenarios como -sobre todo- en la comida. Y el anime está a la altura, los personajes están clavados en todas sus formas y suelen estar animados sin altibajos. El estudio de animación me ha sorprendido con su tarea en este punto, clavando también las deformaciones y fantasías de las degustaciones, pero es que además han conseguido reflejar bien la comida, haciendo que esta parezca deliciosa y apetecible en todo momento, algo que no pensaba que conseguirían al tener que infundirle movimiento a los dibujos originales. Visualmente sólo le echaría en cara que se han cebado con Nikumi para un fanservice bastante degradante, pero este tipo de secuencias ya estaban en los principios del manga, así que no creo que deba culparse exclusivamente al staff del anime.
El ritmo es bueno. Quizás en algún episodio hayan alargado alguna preparación o la cata para que los 20 minutos acaben en un cliffhanger, pero es algo  comprensible y que ocurre aún más descaradamente en el manga original. El ritmo de la serie es más lento que acelerado, dando tiempo a todos los personajes a presentarse y desarrollarse con tranquilidad. Sólo se acelera hacia el final, en el torneo, donde cambia también la disposición de las notas con respecto al manga, pero en este caso me parece un acierto pues sin perder detalles de platos o reacciones consigue ser mucho más ágil que el original, que encontraba aquí uno de sus peores segmentos. 
El guión calca al del original salvo pequeños detalles: la mejora del final, el cambiar de sitio el arco del pollo frito -cambio no demasiado importante-, y el darle en cada capítulo una escena a Erina para que no se difumine como heroína principal. Todos ellos son cambios menores e incluso diría que el anime sale ganando con respecto a ellos. Lo que no tiene perdón, claro está, es que hayan eliminado el partido de ping-pong de Megumi, es una de las secuencias más divertidas y carismáticas del manga, y quiero pensar que se han reservado para la segunda temporada o alguna OVA (aunque en el capítulo final hay un flag muy claro de que la OVA sería ese capítulo también especial del manga en el que Alice arrastra a Erina a una piscina... argumento fanservicero que también se adapta muy bien a ese formato). La secuencia de ping-pong, así como el hecho de que omitan a Mimasaka, son los unicos dos defectos que practicamente le he encontrado a esta adaptación, por todo lo demás muy fiel... y son dos defectos que creo que podrían solucionar muy rápidamente en una segunda temporada.
Así pues, visualmente está sorprendentemente a la altura. El guión adapta muy bien el original al tempo del anime, y tanto la comedia como la épica de la serie están bien reflejadas. Alguna voz puede chocar algo de primeras, pero los dobladores hacen en general un buen trabajo y uno se acostumbra también rápido a sus voces.
En definitiva, una adaptación que me ha sorprendido muy gratamente y que recomendaría a todos los fans del manga, así como también a todos aquellos que desconocieran la franquicia y quisieran adentrarse en ella (aunque a estos, claro, casi les recomendaría que se saltasen el primer capítulo, bastante tópico e insultante por el fanservice... aunque ya era así en el manga, así que no considero justo echárselo en cara a esta adaptación). 

jueves, noviembre 12, 2015

Demasiada contención

UQ Holder 100

Desde un primer momento defendí la contención de UQ Holder. A Akamatsu se le fue su mundo de las manos en Negima, creció demasiado, tanto en geografía como en población. UQ Holder, siendo secuela de aquella serie, mostraba páginas con viñetas más grandes, menos textos en segundo plano, menos personajes… la sobresaturación de anteriores obras del autor desaparecía de las páginas de esta.

El problema es que esa avalancha de información era la seña del autor, y sin ella Akamatsu no parece sentirse del todo cómodo. Veo UQ Holder y no veo nada excepcionalmente malo, pero le falta chispa. El dibujo es tan espectacular como cabía esperar, la comedia ligera y el echii marca de la casa siguen funcionando, y la trama avanza. Sin embargo, falta algo. Todo parece demasiado sencillo. Independientemente del error que supone lo absurdamente rápido que se han hecho poderosos los personajes -que es un gran error, quizás el mayor del manga- todo parece demasiado sencillo y ligero. En Negima también había una gran escalada de poder, pero además de requerir muchos más capítulos estaba mejor llevada, aquí todo ha sucedido con tal velocidad y ligereza que no da la sensación de ser un auténtico reto. Touta no me parece un personaje especialmente malo, pero tampoco destaca positivamente, es un protagonista muy genérico y no soporta el peso de los combates y el romance que Akamatsu coloca sobre él. Estos problemas ya se vieron en el primer año de la serie, donde tuvimos un par de sagas de batallas no especialmente remarcables… pero era el primer año de la historia y la comedia y la presentación de nuevos y carismáticos personajes suplía estos defectos.

Este segundo año comenzó con una historia de zombies muy sugerente que, desgraciadamente, acabó con un reset épico. Luego hemos tenido muchas sorpresas y la serie se ha confirmado como secuela de Negima –haya sido premeditado o haya sido precipitado para levantar la serie-, hemos tenido más personajes, más batallas y más drama… pero la serie sencillamente no tiene el tempo narrativo correcto. Las amenazas que se ven son demasiado grandes, han llegado demasiado pronto, y además no parecen suponer un verdadero riesgo para los protagonistas, se nos dice que todo es muy grande pero la narración es demasiado ligera y sencilla. Es… raro. Uno no tiene la sensación de que Touta haya progresado tanto como para estar a la altura de su abuelo –de hecho esa idea parece casi insultante a tenor del cariño que todos tenemos hacia Negi-, y sencillamente no sabe como reaccionar ante la extraña relación entre Touta y Yukihime.

La serie tiene buenos personajes, el diseño es muy agradable y la comedia funciona tan bien como cabía esperar, pero el tono pasa de amenazas increíbles a peleas de baños termales con demasiada ligereza, confundiéndome como lector.

Si tengo de definir la serie ahora mismo tengo que decir que, teniendo chispazos de genialidad con relativa frecuencia, me parece en líneas generales extraña y decepcionante.

martes, noviembre 10, 2015

Pivotando en torno a Sabrina

Tematicamente esta entrada es algo floja. Pretendo ponerme al día estos meses con Audrey Hepburn y con Humphrey Bogard, viendo algunas de sus películas más clásicas. Da la casualidad de que en Sabrina coinciden, así que organizo esta entrada en función a ella... aprovechando de paso para meter un clásico del gran Billy Wilder.

Desayuno con diamantes

Vi esta película hace más de una decena de años y me decepcionó; el clásico caso de primer y decepcionante visionado de una película tan mítica que es imposible que cumpla las espectativas. Audrey Hepburn es la definición de belleza clásica y elegancia, eso es innegable, pero la película me pareció uno de esos clásicos que lo son por lo que fueron en su momento, no por lo que siguen siendo.
Revisionada varios lustros después... mi opinión más o menos se mantiene. Es una película extraña, el relato de Capote por lo que parece no es una novela si no una descripción de un personaje, y teniendo eso en cuenta se comprende mejor una película que no es otra cosa que una disertación sobre una pobre muñeca rota, el clásico ejemplo de una pobre niña sin apenas malicia que no quiere otra cosa que ser libre y que no se ha dado cuenta de que el mundo no es así. 
Sin embargo, como película pura y dura, me parece bastante menos redonda. El ritmo es lento, y se basa en los clásicos actos no demasiado conhexos y peca algo de un simbolismo excesivo. La historia de amor se me antoja increible, y la película recurre también al humor sencillo y casi pueril de las comedias de aquella época, y ese tipo de humor y cosas tan horribles como el japones estereotipado me horrorizan una barbaridad. 
Es una película que me parece algo extraña. En ocasiones es un relato triste sobre una muchacha vacía, y en otras quiere ser una comedia romántica protagonizada por una de las grandes estrellas de Hollywood... y no siempre logra encontrar el equilibrio entre ambas caras.

El tesoro de Sierra Madre

No soy el mayor fan del mundo de Bogart y no sabía muy bien que esperar de esta película, y para mi sorpresa me he encontrado una de las mejores interpretaciones que le he visto en un papel tan goloso para el actor como desagradecido de cara al público, y el papelón de Bogart es sólo un punto más de una película redonda a todos los niveles.
"El tesoro de Sierra Madre" no es una película amable o simpática, y tampoco hay en ella lugar para la comedia, es una fábula oscura, una alegoría contra la codicia y el como esta destroza a las personas e imposibilita la confianza entre ellas.
Un trío de americanos en la ruina se unirán para aventurarse en las tierras más inhospitas y desconocidas de Mexico esperando encontrar oro. Lo encontraran, y ahí comenzaran los problemas pues pronto toda la amistad que parecía haber entre ellos dará paso a una creciente desconfianza que acabará desembocando en una auténtica locura.
La película tiene unas interpretaciones brillantes, una fotografía también notable con algunos planos sorprendentemente simbólicos; tecnicamente sólo le echaría en cara las secuencias de acción, algo flojillas. Sin embargo los pocos defectos de la película quedan completamente enmascarados por su grandísimo guión, sencillo a la par que redondo. Un guión y un montaje que desarrollan a la perfección el conflicto de los personajes de una forma lógica y coherente en el que resultan creíbles a la par que sorprenden los giros de guión. Todo ello con un ritmo muy bien medido que acrecenta poco a poco la tensión hasta que esta explota en las pequeñas pero inevitables secuencias de acción.
Una película con más de 65 años que apenas ha envejecido y que se muestra terriblemente actual. Muy recomendable.

Sabrina

Enlazó a Hepburn con Bogart con esta película. No sabía muy bien que esperar de ella al no encuadrarse en mi género favorito... pero no recordaba que era del gran Billy Wilder, y eso significa guión, guión y más guión. Y lo cierto es que me ha gustado.
La película no es nada del otro mundo, sobre todo porque vista ahora es una historia que ha sido contada ya muchas veces. Tenemos un extraño triángulo amoroso donde dos hermanos millonarios -uno obsesionado con el trabajo y otro un vividor- se enamoran de una doncella algo atolondrada. No hay malicia ninguna y todos acaban contentos y alegres, es una historia muy blanda... pero estas historias o son algo oscuro o son cuentos de hadas, son tan increíbles que han de ser extremas. La historia es sencillita, pero el guión y la dirección soberbias.
La química entre los actores no me parece demasiado grande, pero Wilder sabe manejar ese problema haciendo a Bogart un personaje torpe y dándole un papel de comedia pura y dura en el que uno no esperaria verle, y donde se desenvuelve sorprendentemente bien. Holden cumple con su papel y Hepburn llena la pantalla convirtiéndola en un pase de modelos. Los diálogos son rápidos e ingeniosos, con algunas frases memorables y un ritmo muy acelerado.
No soy muy de las comedias románticas de los 50 porque suelen ser más dramáticas y autocomplacientes que otra cosa, pero en esta la comedia esta muy presente y en algunos momentos directamente roza el género disparatado. Una muy grata sorpresa.

Uno. Dos. Tres.

La definición de ritmo. Vi esta película hace más de una década y tenía muy buen recuerdo de ella, y en su revisionado ha mejorado esa impresión.
La película es la adaptación de una obra de teatro en la que vemos como el director de la delegación de Coca-Cola en el Berlín-Oeste de 1961 tiene que lidiar con la caprichosa hija de su jefe, que cometerá un tipo de indiscreción muy mal vista en los años de la guerra fría. Al mismo tiempo el protagonista tendrá que lidiar con un matrimonio en crisis y con una delegación de rusos. La película es una comedia disparatada, con un ritmo demencial en el que las ágiles líneas del guión se suceden a todo trapo criticando aspectos tanto del comunismo como del capitalismo. La película dispara contra el comunismo, a los que dibuja como unos chapuceros en todo momento... pero también apunta al capitalismo con mucho más cinismo y agudeza, la película es ecuanime con ambos bandos y bajo su destenillante comedia pueden verse las líneas de un alegato contra el conflicto y no deja de ser sorprendente que una película como esta pudiera rodarse.
No obstante, lo principal es la comedia. La película tiene como principal cometido hacer reír, y hacerlo durante todo su metraje, y eso lo consigue sin duda. Todo se complica hasta el absurdo como ha de ser en una buena comedia; pero, no obstante, el protagonista controla todo el caos en todo momento; James Cagney está a la altura, echándose la película a la espalda y dotando de un gran carisma a su protagonista.
Una buena fotografía en blanco y negro y una buena dirección de actores enmarcan un montaje y un guión absolutamente brillantes. Una de mis comedias clásicas favoritas. Absolutamente recomendable.

sábado, noviembre 07, 2015

Conociendo a Zunisha

One Piece 806 - La fortaleza del vientre

La presentación de Zou me ha sorprendido por su elegancia. Tiene algunos de los pequeños defectos de Oda, pero menos de los habituales, y es obvio que el mangaka esta ilusionado con el escenario y su fauna. Naturalmente tenemos esas grandes viñetas panorámicas con las que se recrea en su dibujo con la excusa de esa Persia selvática con árboles con forma de ballena a cuya arquitectura de sólida roca ahora ha añadido ahora piñas gigantes convertidas en casas y otras locuras coloristas.

Un defecto habitual de la serie en muchas islas es el perder algunos capítulos presentando las particularidades de esta, el ejemplo más flagrante de esto siempre me ha parecido Skypea y sus leyes, pero lo vemos también muy bien en Shabondy o en la isla submarina, donde Oda tiene que explicar las reglas de esos nuevos tablero de juego y no siempre le queda bien. En Zou creo que le está quedando bien. La particularidad de Zunisha echándose agua con la trompa era algo que todos preveíamos, y al contrario de lo que me temía Oda no ha gastado medio capítulo en mostrar como los miembros de la banda sobrevivían a la riada… los mink les han ayudado y el resto lo ha hecho una ciudad que vemos que esta adaptada a esa particular condición. Habiendo estado ya en el interior de una serpiente no termino de creer que veamos el interior del elefante, y pensando que esta será una saga corta no creo que veamos una pelea sobre sus cuernos o que salgamos de su espalda (suponía que el Sunny iba a acabar deslizándose por la trompa, pero estando abajo no sé como subiría), así que ya habríamos visto todas las particularidades de la isla hasta el hipotético apocalipsis típico de final de saga que podría ser ver al elefante a dos patas por algún golpe de Luffy o Jack (o -¿por qué no soñar?- el enfrentamiento entre esas dos fuerzas de la naturaleza que parecen ser el citado Jack y Barbablanca Jr).

Luego están los mink. Bepo en Zou ya nos hacía pensar que esos extraños animales antropomórficos que caminaban por la serie como él, Pekoms o el gato de Hawkings tenían  su origen en esta isla y que serían la excusa para que Oda diera rienda suelta a su pasión por dibujar animales. Acertamos. Zou es el equivalente terrestre de la isla de los hombres-pez, con versiones humanizadas de muchos animales… de los que Oda además mantiene los tópicos para darle una vulnerabilidad a todos los ellos que los asemeja a Chopper y hace que les cojamos cariño con ese toro que salta a por un capote, ese gorila que lo olvida todo por bananas, esa perra que lame humanos o esa coneja que va mordisqueando a Luffy para confunsión de Usopp. Los mink aparecidos hasta la fecha parecen fuertes, como corresponde a los soldados de esta revisión que Skypea que supone que estamos viendo, aunque no tengo la sensación de que rompan la escala de poder de la serie. Hay un nivel medio en la serie que tengo a bien llamar “nivel capitán de la Marina” o “nivel gladiador”, es el nivel de Wiper, un Pauley o un Dalton… capitanes de ejércitos de naciones que si bien no podrían derrotar a un vicealmirante no serían masillas en el coliseo de Dressrosa. Tras la llegada al Nuevo Mundo el nivel medio de los personajes ha aumentado, pero no tanto como para destrozar la escala de poder (si obviamos la amenaza del haki); los guardias del reino de Mokomo parecen tener más o menos ese nivel, supongo que algún que otro monstruo entre ellos. No obstante, más allá de un pequeño par de golpes para dignificar la raza y dejar claro desde el principio que Carrot mola lo indecible, con los mink ha aparecido una relativa novedad en la serie: la banda ha sido bienvenida.

Es sorprendente. Normalmente la banda era mal recibida, o debía de permanecer en el anonimato. Este carácter secreto de las aventuras de la banda tenía sentido al principio de la serie, pero ahora ya no. Luffy es un gran nombre del mundo, y me parece un acierto por parte de Oda el que no intente mantener siempre un perfil bajo en la llegada a las islas porque ya había agotado demasiado las excusas. Oda ha sido hábil en este caso, por una parte ya nos ha dejado claro que la nueva raza no es especialmente racista y que mayormente ve a los humanos como monos con poco pelo (mensaje además muy simbólico), y por otro tenemos el misterio de Sanji. Independientemente de si habrá una saga de rescate o de la trampa narrativa que obviamente estamos viendo, propicia que la banda ya sea vista como una aliada ante otros enemigos (ese monstruoso Jack tan presente en segundo plano en los últimos capítulos, y con él que Wanda ya se perfila como sufridora de la saga), y además da la excusa a Oda para colocarnos un flashback al principio de la saga con lo ocurrido desde que huyeron de Big Mom… unos capítulos con los que Oda conseguiría la acción y el dramatismo que este tipo de series han de mantener constantemente y que en ocasiones genera dramas o conflictos al principio de las islas demasiado previsibles o forzados.

Así pues, tras el desastre del final de Dressrosa, Oda se está redimiendo en parte con unos maravillosos capítulos de aventura con la llegada a una nueva isla. Tenemos un escenario fantástico y muy sugerente. Tenemos a unos mink con buenos diseños que destilan carisma. Tenemos una buena narrativa paralela de Jack, el hombre sin miedo. Tenemos unos samuráis cuyo misterioso objetivo se nos ha recordado, y con ellos tenemos unos dibujos con vida propia (sólo la falta de páginas evitará que Nekozaemon alcance el Olimpo en el que se encuentra Ryuunosuke). Y tenemos como colofón a una Robin con una imaginación muy vívida. Exceptuando una prueba de paternidad a Sabo, no se puede pedir nada más.

jueves, noviembre 05, 2015

No soy un gran fan de la novela norteamericana...

El gran Gatsby

Salvando alguna excepción como la inmensa "Las uvas de la ira" (ver reseña), no soy muy fan de los autores estadounidenses, hay un lirismo pretencioso en su prosa que siempre me ha aburrido. Es como si cada novela intentase ser la mejor novela de la historia. En Gatsby también sucede, al final de cada capítulo o en algunos momentos concretos Fitzgerald se emborracha de si mismo y comienza a escribir en plan molón, como si cada párrafo tuviera que encerrar todo el simbolismo de la vida.

No me gustó en Salinger, no me gustó en Capote, no me gustó Kennedy y no me gustó en Twain. En Fitzgerald tampoco me gusta, aunque en su caso he de decir que lo encuentro bastante tolerable. El género de "el gran Gatsby" no es mi favorito y es una novela que comencé con bastante respeto. Sin embargo tengo que decir que me ha gustado bastante, no diré que me ha encantado, pero si puedo decir que ha sido una lectura muy rápida y amena.

Es una novela corta de apenas 200 páginas y eso ayuda, pero además el estilo del autor no es demasiado empalagoso y la trama avanza a una velocidad bastante elevada. Apenas hay tres o cuatro protagonistas y un número semejante de secundarios -eso ayuda al ritmo-, pero creo que la idea que quería transmitir el autor queda perfectamente reflejada. La historia es muy simple, con un misterioso magnate intentando comprar el amor de su antigua novia y un observador como narrador, pero funciona bastante bien y sirve como perfecta excusa para ofrecernos una radiografía de la sociedad americana de los años 20: luchas de clases, hipocresía social, machismo, puritanismo, racismo y un pelín de paranoia con la prohibición del alcohol y la sombra aún muy presente de la Guerra que iba a acabar con todas las guerras. 
Sin embargo lo más sorprendente de esta novela es que es un misil directo contra esa idea de "el sueño americano" que los estadounidenses intentan siempre vender, es una novela que está claramente en contra de esa idea y en contra del propio capitalismo en cierta manera. El dinero no da la felicidad, hay cosas que no se pueden conseguir por mucho poder que se amase. Esa idea, y la nihilista afirmación de que los errores pasados no pueden deshacerse y el paso del tiempo es inexorable son los grandes ideales de esta novela.
No es mi tipo de relato favorito, pero tengo que decir que me ha gustado más de lo que esperaba y que, casi un siglo después de su escritura, me parece que su mensaje sigue siendo terriblemente actual.

lunes, noviembre 02, 2015

Unlimited moe works

Fate/kaleid liner Prisma☆Illya 2wei Herz!

Segunda parte de la segunda parte de Illya, y clara continuación de esta (ver reseña). Si en la primera temporada teníamos una batalla por las cartas, en esta segunda tenemos una trama algo de relleno con una octava carta y un misterio que constituían una excusa para presentar a Kuro en la primera parte y ahora sirven de excusa para profundizar en Miyu en esta segunda. Historia lo que se dice historia... esta franquicia tiene, vive mucho por supuesto de toda la mitología Fate, pero su historia es sorprendentemente sólida y la serie funciona muy bien cuando se pone en plan épica. Pero... eso no le importa a nadie. En sus temporadas anteriores ya se veía este defecto o esta virtud, y en esta tercera serie va a más. Tenemos 10 episodios. Podemos saltarnos los 6 primeros.
Únicamente en su segunda mitad la serie salta hacia su nudo argumental. Y salta bien, con un drama no demasiado original sobre Miyu, pero que sirve de excusa para unos combates muy espectaculares. No deja de sorprender como una serie tan aparentemente menor puede llegar a ser tan visualmente potente, con unos combates muy bien diseñados, y una velocidad elevadísima que no obstante no hace confusa la acción.
Ahora bien, es un error ignorar los 6 primeros capítulos de la serie, pues en verdad no se si la serie principal es esta parte o la de acción épica. Illya puede ser un show de magical girls épico a la par que kawaii... pero es casi más un slice of life moe, con Illya sufriendo ante las locuras de sus amigas y con todas las protas luchando por Shirou. Es comedia absurda, y en algún momento abusan de un yuri muy subido de tono con Kuro, pero en general me parece que todo es tan exagerado, tan ridículo y tan paródico que funciona. Es raro, porque la serie está en mitad de una gran guerra y de repente te mete un episodio de playa o uno de escritoras de doujins de BL, y ese monstruo llamado Bazett de la anterior temporada aquí pasa a ser un recurso cómico multiempleado. Pero esto es Fate, y sí, hay batallas y hay épica, pero también tenemos su echii ligero y su comedieta de anime ligero de estos tiempos.
Tecnicamente, colorida y viva, con una animación sorprendentemente buena en las batallas y muy preciosista en la vida cotidiana. Las actrices de doblaje viven en una fiesta y lo saben, y se nota que disfrutan con su trabajo.
Y la serie tiene un carisma brutal. Es una serie sobre la que es imposible no tener prejuicios, y al verla los confirma... pero no por ello deja de ser divertida y disfrutable. En su trama seria es espectacular, y en su trama cómica... es lo más cerca que por desgracia estamos de una cuarta temporada del carnaval de Type-Moon.