Death Note

Rozando la perfección.

Death Note es sin duda uno de los mangas más redondos que se han publicado en los últimos años. Del argumento explicaré poco -aunque no pudeo pasar por alto un importante spoiler- pues es conocido por todos: el duelo entre la mente brillante de un asesino con habilidades sobrenaturales y las de los detectives que tratan de atraparle.
108 capítulos en los que vemos esa lucha, en los que se suceden derrotas y victorias parciales, en los que todo queda en vilo en espera de la siguiente entrega. Estrategias, deducciones de estas, contraataques, defensas... todo se mide como una gigantesca partida de ajedrez. Todos saben el papel que juega el otro, pero el gran desafío en desenmascararlo sin perder la vida en ello. A pesar de ser publicado en la Shonnen Jump no podemos considerar DN como un shonnen, su tratamiento esta mucho más cerca del seinen. Para empezar el protagonista, es el villano de la historia y eso no se nos niega en ningún momento, por muy carismático que sea no deja de ser un asesino. El tratamiento de los personajes también es excelente, todos ellos arriesgan en las decisiones que toman, y no siempre actuan como nos gustaría.
Se trata pues de un gran manga que -con altibajos- mantiene todo el rato un ritmo frenético y adictivo como pocos, todo ello con una trama adulta y cautivadora que nos proporciona varias preguntas sobre la moralidad de los personajes y sus acciones, y un grafismo excelente.
No obstante, Death Note es también víctima de su propia genialidad. Hay momentos tan sumamente geniales que los altibajos se notan mucho más. Hay varios ejemplos claros: la trama de la multinacional -por ejemplo- resulta mucho más floja que los enfrentamientos entre L y Light, y uno esta esperando continuamente que acabe para volver a ellos. Igualmente, la muerte de L es un golpe muy duro para la serie del que no consigue recuperarse, pues ni Mido ni Near tienen carisma para siquiera acercársele. Y aquí nos encontramos con el que quizás sea el fallo más grave de la serie y es que, si bien el principio se notaban poco, al final el número de trampas que introducen los autores es demasiado elevado. El final, por decirlo de alguna manera esta demasiado forzado. Light es supuestamente un genio, pero al final se deja llevar por su orgullo y su confianza, cometiendo algunos errores que son obvios. Y así mismo, también tenemos demasiados "deux ex machine", Near dice algo, Kira dice que lo había previsto y había hecho tal cosa, pero Near dice que lo había previsto también y contraataca con algo. Este esquema no se puede repetir durante 100 capítulos y forzar tanto como al final se hace. El final, por decirlo de alguna manera, esta cogido por los pelos.