sábado, abril 28, 2007

Caer para volver a levantarse (I)

Lucky Star era, sin duda alguna, uno de los animes más esperados de esta temporada primaveral en la que nos encontramos. Los motivos son obvios, Kyoto Animation nos ha regalado cuatro obras maetras durante los últimos años como son: Air, Full Metal Panic: the second raid, Suzumiya Haruhi y Kanon. Kyoto era sinónimo no sólo de una excelente animación, si no además de un gusto excelente y de una labor cuidada en aspectos tan vitales como dirección, guión o diseño de personajes. Sencillamente, Kyoto, era un estudio que trabajaba poco pero lo hacía muy bien.
Lucky Star viene, en cierta manera, a romper esa racha de obras maestras. No es un mal anime, eso lo digo desde un principio, pero el género es tremendamente complicado y no logra salir ileso. Lucky Star es una serie de 4-koma, es decir tiras cómicas de cuatro viñetas con humor inteligente, adulto y -en este caso- bastante autoparódico al tener como protagonista a una joven otaku. Es un formato cerrado y tremendamente complejo a la hora de adaptar al anime por cuestiones tan elementales como que los chistes suelen ser independientes y no cohesionados en la mayoria de ocasiones, y eso nos acarrea graves problemas a la hora de colocar veinte minutos de ellos seguidos, que exista ritmo entre ellos y que además no sean aclimáticos.
Azumanga Daioh, seguramente el anime de referencia para todo este tipo de adaptaciones, ni siquiera lo conseguía siempre, pues -aunque era brillante- en muchas ocasiones teníamos la sensación de que se nos contaba casi un spin-off de la serie y no esta en sí.
La serie que nos ocupa no consigue sobrevivir a esos problemas, pero además ni siquiera trata de disimularlos pues se mete directamente en ellos tratando de que su calidad los supla. Pero no es así. Uno no puede comenzar una serie con un dialogo -no demasiado cómico- sobre como comerse un dulce a no ser que se llame Jerry Seinfeld. No puedes saltar de una situación a otra como quieras, pues produce cansancio en el espectador, y no puedes saturar el anime con quinientas líneas de diálogo por la misma razón (y aquí además, aunque sea obvio que no ha sido realizado para nosotros, los espectadores occidentales nos perdemos entre tanta referencia a la cultura japonesa). Y no puedes hacer girar toda una serie en torno al frikismo de la protagonista, pues es un rasgo cómico carente de la fuerza necesaria para sostener la serie en torno a ella.
Lucky Star, en resumen, no es un mal anime, tiene una buena animación, unos correctos diseños de personajes, unos diálogos trabajados y con buenos puntazos de humor. Pero, al menos en mi humilde opinión, se estrella en un muro que es muy difícil escalar.

3 comentarios:

Raistlin dijo...

A mi el primero me resultó entretenido, aunque esos 8 minutos hablando de cómo comerse una caracola... xDD

eter dijo...

si mala no es, es entretenida y todo eso.
Es solo que no es la condenada obra maestra a la que nos ha acostumbrado Kyoto cada seis meses... y no pasa nada por decirlo, es lo más normal del mundo.

Anónimo dijo...

Yo me he visto a día de hoy los 3 subtitulados al castellano y... sigo diciendo lo mismo que decía en el primer episodio, la serie se deja ver y tiene algún que otro puntazo, pero está muy lejos de otros animes de este género como la gran azumanga.

La seguiré viendo, pero ya digo que la mayoría de escenas que se supone que hacen gracia a mi no me la hacen :\